LO TRIBUTARIO (nº 392)

Conocer el IVA (3): Entregas y servicios: no sujeción; sujeción

Hay que recordar que la sistemática de la LIVA regula separadamente: primero, el “IVA devengado”, señalando para cada hecho imponible (entregas y servicios, importaciones, adquisiciones intracomunitarias) el concepto y sujeción, la no sujeción, las exenciones, la localización territorial, el devengo, la base imponible, la repercusión y el tipo de gravamen aplicable; y, después, la determinación del “IVA exigible” que es el resultado de restar del “IVA devengado” en el período el “IVA soportado deducible”.

El hecho imponible “entregas y servicios” se produce en operaciones realizadas en el desarrollo de lo que, según la ley, es actividad empresarial o profesional por quienes, según la ley, tienen la condición de empresario o profesional. Por “entrega” se entiende (art. 8 LIVA) la “transmisión del poder de disposición” sobre “bienes corporales”, que es un concepto distinto de la transmisión de la propiedad, que incluye cesiones y suministros, y que se amplía con la regulación de “operaciones asimiladas” (art. 9 LIVA), que incluye autoconsumos internos (afectaciones y transferencias, en el patrimonio del mismo titular) y externos (entregas a terceros sin contraprestación, trasferencias a otro Estado miembro). Estas regulaciones se completan con especificaciones como el concepto de transformación (art. 10 LIVA): alteración de un bien que modifica los fines específicos para los que era utilizable.

Por “servicio” se entiende (art. 11 LIVA) toda operación que no tiene por objeto un bien corporal y que consiste en un hacer o no hacer producida en el desarrollo de una actividad empresarial o profesional; pero, asombrosamente, como “precepto cierre” la ley regula que servicio es todo lo que no es entrega, importación o adquisición intracomunitaria. En su especificación se incluyen servicios profesionales, ejecuciones de obra que no se consideren entregas, y otros muchos servicios (como, transportes, préstamos, mediaciones, obligaciones de no hacer…). El concepto se completa con “operaciones asimiladas” (art. 12 LIVA): transferencias del patrimonio de la actividad al particular que no sean entregas (autoconsumo interno de servicios), prestaciones gratuitas a terceros (autoconsumo externo).

Y también se regula (art. 7 LIVA) las entregas y servicios que no están sujetas al IVA. Es una no sujeción “interna” (en y entre cada hecho imponible) que se produce en un ámbito concreto delimitado por la no sujeción al impuesto (operaciones ajenas a una actividad empresarial o profesional y que no sean importaciones o adquisiciones intracomunitarias sujetas al IVA. Se trata de un precepto de contenido variado: no está sujeta la transmisión de la totalidad del patrimonio afecto a la actividad o de una rama de actividad a un adquirente que tenga la intención de continuarla; la entrega gratuita de muestras, objetos publicitarios y las demostraciones de promoción; los servicios de personas físicas en situación de dependencia laboral o administrativa; la entrega de dinero como pago o contraprestación (si no, habría que facturar tanto lo que se adquiere como lo que cuesta); los autoconsumos internos en los que no se puede deducir el IVA soportado en la adquisición del bien afectado; determinadas concesiones… No están sujetas las entregas y servicios realizadas por las Administraciones públicas sin contraprestación o mediante contraprestación de naturaleza tributaria (pero ningún tributo es contraprestación, porque todos, incluso las tasas, son ingresos unilaterales).

DE LO HUMANO A LO DIVINO

En medio de la tribulación ocasionada por las obligaciones tributarias a cumplir en cada mes de enero, incrementada en este año por los cientos de modificaciones aprobadas por los decretos del mes de diciembre y sobreviviendo a la cotidianidad de requerimientos, personaciones y ocupaciones propias del trabajo ordinario de los contribuyentes y de sus asesores, no faltan noticias referidas a pago de deudas fiscales para evitar la prisión o de propuestas políticas para establecer nuevos impuestos o de recordatorios de la posibilidad de incrementar la presión fiscal que defienden lo que consideran que es baja.

El cristiano que busca a Cristo, que ha encontrado a Cristo, que trata a Cristo, que ama a Cristo, ha descubierto que vivir en la presencia de Dios es la mejor forma de vivir, en la cotidianidad, en las contrariedades, en los disgustos, en las penas; y, desde luego, en el trabajo de cada día, en la convivencia con familiares, con los amigos y con quienes no lo son; y en las alegrías, en los éxitos y al acabar el trabajo bien hecho; y en la diversión y en el descanso; y, claro, en los proyectos ilusionados, en los deseos de mejoras, que se ponen al cuidado de Dios, del Amor que sabe lo que nos conviene.

Cada día. Todos los días. “Semper gaudete, sine intermisione orate, in ómnibus gratias agite” (Estad siempre alegres. Orad sin cesar. Dad gracias por todo”, 1 Tes 5,16). “Nolite deficere benefacientes” (No os canséis de hacer el bien, 2 Tes 3,13). En la vida corriente del cristiano, en el tiempo de recogimiento que no debe faltar cada día, se puede aprovechar para meternos en la vida de los personajes de que habla el Evangelio.

- “Se supo que estaba en casa y se juntaron tantos, que ni siquiera ante la puerta había ya sitio. Y les predicaba la palabra” (Mc 2,2). Las palabras de Jesús, la voz de Jesús, su expresión, sus gestos al hablar. Su mirada. Es buen pasaje para recoger el corazón y revivir aquella escena en Cafarnaún, como uno más de los que muchos apiñados en la casa y más allá de la puerta, queriendo ver sin reparar en esfuerzos o incomodidades, escuchando con atención sobre los inevitables ruidos de los muchos reunidos. Sólo ver a Jesús con el Corazón puede ser suficiente para oír lo que me dice, ¡tan oportunamente!, sobre mi estado, mi situación, mi circunstancia, aquí y ahora: trabajando, en un receso.

- “Entonces vinieron trayéndole un paralítico, llevado entre cuatro. Y como no podían acercarlo hasta él a causa del gentío, levantaron la techumbre por el sitio donde se encontraba y, después de abrir un hueco, descolgaron la camilla en la que yacía el paralítico” (Mc 2, 3-4). Los amigos. El que tiene un amigo tiene un tesoro (Eclo 6,14). Amigo tiene la misma raíz que amor. Amor que algunos entendemos como “Darse por entero, para siempre y sin condiciones”. Que es entrega sin contraprestación. ¿Soy amigo fiel, del que uno se puede fiar, y leal, que cumple? ¿Procuro dar a mis amigos de mi tiempo, de mis conocimientos, de mi experiencia, mi amabilidad?, ¿procuro acercarlos a Jesús?, ¿rezo por ellos? “Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: - Hijo, tus pecados te son perdonados” (Mc 2,5)

- “Estaban allí sentados algunos de los escribas” (Mc 2, 6). Sentados. Separados del gentío que se apretujaba. Juzgaban y criticaban a Jesús. He de meditar en mi “yo”. “Conociendo Jesús en su espíritu que pensaban para sus adentros…” (Mc 2,8). Acto de presencia: “Creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes…”. Dios con nosotros, junto a mí, en todo momento y para siempre.

LA HOJA SEMANAL
(del 22 al 27 de enero)

Lunes (22)

San Vicente, diácono y mártir (3ª TO; Octavario Unidad de los Cristianos)
Palabras: “El que blasfeme contra el Espíritu Santo… (Mc 3,29)
Reflexión: … cargará con su pecado para siempre”
Propósito, durante el día: Trato con el Espíritu, pedirle ayuda y consejo

Martes (23)

San Ildefonso, obispo (3ª TO; OUC)
Palabras: “El que cumple la voluntad de Dios… (Mc 3,35)
Reflexión: … ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”
Propósito, durante el día: Hágase, cúmplase, la voluntad de Dios

Miércoles (24)

San Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia (3ª TO; OUC)
Palabras: “al escucharla, la acogen con alegría, pero no tiene raíces…” (Mc 4,16-17)
Reflexión: Son inconstantes, sucumben ante la dificultad o la persecución
Propósito, durante el día: Dios mío, ayúdame a ser buena tierra, dar fruto abundante

Jueves (25)

Conversión de San Pablo (3ª TO; acaba el Octavario)
Palabras: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio” (Mc 16,15)
Reflexión: La misión de todos los cristianos
Propósito, durante el día: Dios mío, une a los cristianos en la fe, la esperanza y el amor

Viernes (26)

Santos Timoteo y Tito, obispos (3ª TO)
Palabras: “La mies es abundante y los obreros pocos” (Lc 10,2)
Reflexión: ¡Poneos en camino!
Propósito, durante el día: Oraciones por la vocación al apostolado

Sábado (27)

Santa Ángela de Merici, virgen (3ª TO; fundadora de las ursulinas)
Palabras: “Estaba dormido sobre un cabezal” (Mc 4,38)
Reflexión: ¿No te importa que nos hundamos?
Propósito, durante el día: Madre, aumenta mi fe y mi amor, fortalece mi esperanza

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 21, domingo (3º TO, ciclo B; santa Inés), nos llaman al cambio radical confiados en la misericordia de Dios: “Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida” (Jon 3); “la representación de este mundo se termina” (1 Co 7); “Está cerca el reino de Dios, convertíos y creed en el Evangelio” (Mc 1). Vivimos un tiempo favorable, Dios nos llama y nos indica el camino. Es tiempo de abandonar lo que nos dificulta avanzar, tiempo de asegurar el paso de la mano de María, nuestra Madre.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- La pregunta de los dos discípulos a Jesús: “¿Dónde vives?” (v. 38) tiene un fuerte sentido espiritual: expresa el deseo de saber dónde habita el Maestro, para poder “estar con Él”. La vida de fe consiste en el deseo de estar con el Señor, y, por tanto, en una búsqueda continua del lugar donde Él habita. Esto significa que estamos llamados a superar una religiosidad rutinaria y rebajada, reavivando el encuentro con Jesús en la oración, en la meditación de la Palabra de Dios y en la frecuencia de los Sacramentos, para estar con Él y dar fruto de gracias a Él, a su ayuda, a su gracia. Buscar a Jesús, encontrara Jesús, seguir a Jesús: este es el camino. Buscar a Jesús, encontrar a Jesús, seguir a Jesús” (Angelus, plaza de san Pedro, día 14 de enero de 2018) (trad. propia)

- “Al ver a la multitud, Jesús encuentra el rostro de la gente que lo seguía y lo más lindo es ver que ellos, a su vez, encuentran en la mirada de Jesús el eco de sus búsquedas y anhelos. De ese encuentro nace este elenco de bienaventuranzas que son el horizonte hacia el cual somos invitados y desafiados a caminar. Las bienaventuranzas no nacen de una actitud pasiva frente a la realidad, ni tampoco pueden nacer de un espectador que se vuelve un triste autor de estadísticas de lo que acontece. No nacen de los profetas de desventuras que se contentan con sembrar desilusión. Tampoco de espejismos que nos prometen la felicidad con un «clic», en un abrir y cerrar de ojos. Por el contrario, las bienaventuranzas nacen del corazón compasivo de Jesús que se encuentra con el corazón compasivo y necesitado de compasión de hombres y mujeres que quieren y anhelan una vida bendecida; de hombres y mujeres que saben de sufrimiento; que conocen el desconcierto y el dolor que se genera cuando “se te mueve el piso” o “se inundan los sueños” y el trabajo de toda una vida se viene abajo; pero más saben de tesón y de lucha para salir adelante; más saben de reconstrucción y de volver a empezar.” (Homilía de la misa en el Parque O´Higgins de Santiago de Chile, el 16 de enero de 2018)

- Y después dejemos a Jesús que termine el milagro, transformando nuestras comunidades y nuestros corazones en signo vivo de su presencia, que es alegre y festiva porque hemos experimentado que Dios-está-con-nosotros, porque hemos aprendido a hospedarlo en medio de nuestro corazón. Alegría y fiesta contagiosa que nos lleva a no dejar a nadie fuera del anuncio de esta Buena Nueva; y a trasmitirle todo lo que hay de nuestra cultura originaria, para enriquecerlo también con lo nuestro, con nuestras tradiciones, con nuestra sabiduría ancestral, para que el que viene encuentre sabiduría y dé sabiduría. Eso es fiesta. Eso es agua convertida en vino. Eso es el milagro que hace Jesús.” (Homilía en la misa en Campus Lobito de Iquique, Chile)

(21.01.18)

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