LO TRIBUTARIO (nº 541)

Las fuentes del Derecho (4): los principios generales

En nuestro ordenamiento jurídico se establece (art. 9.3 CE) que la Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad e interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos. Se debe señalar aquí también lo que establece el artículo 31.1 CE: todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio. “Sistema” justo, no confiscatorio; “principios”, igualdad, progresividad.

A los principios de preferencia y sumariedad se refiere el artículo 53.2 CE referido al procedimiento para tutelar las libertades y derechos reconocidos en los artículos 14 y 15 a 29 de la Constitución. El artículo 53.3 CE establece que el reconocimiento, el respeto y la protección de los principios reconocidos en los artículos 39 a 52 CE (principios rectores de la política social y económica) informarán la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos y sólo podrán ser alegados ante la Jurisdicción ordinaria según las leyes que los desarrollan. Es decir, no se da esa protección respecto de los principios regulados en el artículo 9.3 CE (que son los que la Constitución “garantiza”), tampoco para los principios que presiden la contribución tributaria (art. 31.1 CE). Y tampoco se protege los principios de preferencia y sumariedad que el artículo señala como propios del procedimiento de protección.

- Si con esa relatividad se pueden considerar los principios constitucionales, no parece que tengan mayor efectividad en su aplicación los incluidos en la larguísima relación del artículo 3.1 Ley 40/2015, RJSP: primero dice que las Administraciones Públicas actúan de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación; después añade que deberán respetar en su actuación y relaciones los siguientes principios: servicio efectivo a los ciudadanos; simplicidad, claridad y proximidad a los ciudadanos; participación, objetividad y transparencia de la actuación administrativa; racionalización y agilidad de los procedimientos administrativos y de las actividades materiales de gestión; buena fe, confianza legítima y lealtad institucional; responsabilidad por la gestión pública; planificación y dirección por objetivos y control de gestión y evaluación de los resultados d las políticas públicas; eficacia en el cumplimiento de los objetivos fijados; economía, suficiencia y adecuación estricta de los medios a los fines institucionales; eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos; cooperación, colaboración y coordinación entre las Administraciones públicas.

- La ordenación del sistema tributario (art. 3.1 LGT) se basa en la capacidad económica de las personas y en los principios de justicia, generalidad, igualdad, progresividad, equitativa distribución de la carga tributaria y no confiscatoriedad. La aplicación del sistema tributario (art. 3.2 LGT) se basa en los principios de proporcionalidad, eficacia y limitación de costes indirectos derivados del cumplimiento de obligaciones formales y asegurará el respeto a los derechos y garantías de los “obligados tributarios”.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Marta y María, las hermanas de Lázaro. “Cuando iban de camino entró en cierta aldea, y una mujer que se llamaba Marta le recibió en su casa. Tenía ésta una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Pero marta andaba afanada en numerosos quehaceres y poniéndose delante dijo: - Señor, ¿no te importe que mi hermana me deje sola en las tareas de servir? Dile entonces que me ayude. Pero el Señor le respondió: - Marta, Marta, tú te preocupas y te inquietas por muchas cosas. Pero una sola cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada” (Mc 10,38-42)

- “Había un enfermo que se llamaba Lázaro, de Betania, la aldea de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos; su hermano lázaro había caído enfermo. Entonces las hermanas le enviaron este recado: - Señor, mira, aquel a quien amas está enfermo… Jesús amaba a María, a su hermana y a Lázaro… Al llegar Jesús encontró que ya llevaba sepultado cuatro días. Betania distaba de Jerusalén como quince estadios. Muchos judíos habían ido a visitar a Marta y María para consolarlas por lo de su hermano. En cuanto Marta oyó que Jesús venía salió a recibirle; María, en cambio, se quedó sentada en casa. Le dijo Marta a Jesús: - Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano, pero incluso ahora sé que todo cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá. – Tu hermano resucitará – Le dijo Jesús. Marta respondió -Ya sé que resucitará en la resurrección, en el último día. – Yo soy la Resurrección y la Vida -le dijo Jesús-, el que cree en mí, aunque hubiera muerto vivirá, y todo el que vive y cree en mí no morirá para siempre. ¿Crees esto? – Sí, Señor -le contestó-. Yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido a este mundo. (Jn 11,1-3. 5.17-27)

“En cuanto dijo esto fue a llamar a su hermana María, diciéndole en un aparte: - El Maestro está aquí y te llama. Ella en cuanto lo oyó se levantó enseguida y fue hacia él. Todavía no había llegado Jesús a la aldea, sino que se encontraba aún donde Marta le había salido al encuentro. Los judíos que estaban con ella en la casa y la consolaban, al ver que María se levantaba de repente y se marchaba, la siguieron pensando que iba al sepulcro a llorar a allí. Entonces María llegó donde se encontraba Jesús y, al verle, se postró a sus pies y le dijo: - Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús, cando la vio llorando y que los judíos que la acompañaban también lloraban, se estremeció por dentro, se conmovió y dijo: - ¿Dónde lo habéis puesto? Le contestaron: - Señor, ven a verlo. Jesús rompió a llorar. Decían entonces los judíos: - Mirad cuánto le amaba” (Jn 11.28-36)

“Jesús, conmoviéndose de nuevo, fue al sepulcro. Era una cueva tapada con una piedra. Jesús dice: - Quitad la piedra. Marta, la hermana del difunto, le dijo: - Señor ya huele mal, pues lleva cuatro días. Le dijo Jesús: - ¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? Retiraron entonces la piedra… -¡Lázaro, sal fuera! (Jn 11,38-40. 43)

- Jesús, seis días antes de la Pascua, marchó a Betania, donde estaba Lázaro, al que Jesús había resucitado de entre los muertos. Allí le prepararon una cena. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él. María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se llenó de fragancia del perfume” (Jn 12,1-3)

LA HOJA SEMANAL
(del 26 al 31 de agosto)

Lunes (26)

Santa Teresa de Jesús Jornet, virgen y fundadora (21ª TO)
Palabras: “Hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos… (Mt 23,13)
Reflexión: … Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren”
Propósito, durante el día: Acercar almas a Dios, acercar Dios a las almas

Martes (27)

Santa Mónica
Palabras: “El Señor la vio y se compadeció de ella” (Lc 7,14)
Reflexión: En Naím, una muchedumbre sacaba a enterrar al hijo único de una viuda
Propósito, durante el día: Compasión. Sentir con los otros; consolar, ayudar

Miércoles (28)

San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia
Palabras: “No dejéis que os llamen maestros” (Mt 23,8)
Reflexión: Porque no tenéis más que un Maestro y todos sois hermanos
Propósito, durante el día: Humildad. Arrinconar el “yo”. Mejor no aparecer

Jueves (29)

Martirio de san Juan Bautista
Palabras: “Quiero que me des ahora en una bandeja la cabeza de Juan (Mc 6,25)
Reflexión: El rey se puso muy triste, pero por jurar, por los convidados, por la joven…
Propósito, durante el día: Señor, aleja de nosotros lo que nos separa de Ti

Viernes (30)

San Pedro de Trevi, abad (21ª TO)
Palabras: “Estad preparados, porque no sabéis el día ni la hora” (Mt 25,13)
Reflexión: Diez vírgenes eran descuidadas y diez precavidas. Y llegó el esposo…
Propósito, durante el día: Presencia de Dios. Y será una gozosa transición

Sábado (31)

San Ramón nonato, presbítero (21ª TO)
Palabras: “Puesto que has sido fiel en lo poco te confiaré lo mucho” (Mt 25,23)
Reflexión: Al que enterró lo recibido: “Siervo malo y perezoso…”
Propósito, durante el día: Madre del Buen Consejo, danos prudencia y ayúdanos

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 25, domingo (21º TO, ciclo C; San José de Calasanz) nos recuerdan la fidelidad que debemos a Dios, la realidad de nuestros fallos y la necesidad de corregirlos: “Y ellos darán a conocer mi gloria a las naciones” (Is 66); “Robustezcan sus manos cansadas y sus rodillas vacilantes” (Heb 12); “Los que ahora son los últimos, serán los primeros” (Lc 13,30). Es tiempo de hacer propósitos serios, para aspirar a la alegría del que se sabe hijo de Dios y vive como tal. A nuestro lado, la Madre.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Se trata de no vivir de manera hipócrita, sino de estar dispuestas a pagar el precio de las elecciones coherentes —esta es la actitud que cada uno de nosotros debería buscar en la vida: coherencia— pagar el precio de ser coherentes con el Evangelio. Coherencia con el Evangelio. Porque es bueno decirse cristianos, pero es necesario sobre todo ser cristianos en las situaciones concretas, testimoniando el Evangelio que es esencialmente amor a Dios y a los hermanos.” (Angelus, día 18 de agosto de 2019)

- “Una vida dirigida solo por el sacar provecho y ventaja de las situaciones en detrimento de los demás, provoca inevitablemente la muerte interior. Y cuántas personas se dicen cercanas a la Iglesia, amigos de sacerdotes, de obispos, y mientras tanto, buscan solo el propio interés. Estas son las hipocresías que destruyen a la Iglesia. El Señor —lo pido para todos nosotros— vuelva a derramar sobre nosotros su Espíritu de ternura, que vence la hipocresía y hace circular esa verdad que nutre la solidaridad cristiana, la cual, lejos de ser actividad de asistencia social, es la expresión irrenunciable de la naturaleza de la Iglesia, madre tiernísima de todos, especialmente de los más pobres.” (Audiencia general, día 21 de agosto de 2019)

- “GRATITUD. “Doy gracias sin cesar por Ustedes” (Ef 1,16).
En momentos de tribulación, fragilidad, así como en los de debilidad y manifestación de nuestros límites, cuando la peor de todas las tentaciones es quedarse rumiando la desolación fragmentando la mirada, el juicio y el corazón, en esos momentos es importante —hasta me animaría a decir crucial— no sólo no perder la memoria agradecida del paso del Señor por nuestra vida, la memoria de su mirada misericordiosa que nos invitó a jugárnosla por Él y por su Pueblo, sino también animarse a ponerla en práctica y con el salmista poder armar nuestro propio canto de alabanza porque “eterna es su misericordia” (Sal 135) …

Gracias por celebrar diariamente la Eucaristía y apacentar con misericordia en el sacramento de la reconciliación, sin rigorismos ni laxismos, haciéndose cargo de las personas y acompañándolas en el camino de conversión hacia la vida nueva que el Señor nos regala a todos. Sabemos que por los escalones de la misericordia podemos llegar hasta lo más bajo de nuestra condición humana —fragilidad y pecados incluidos— y, en el mismo instante, experimentar lo más alto de la perfección divina: “Sean misericordiosos como el Padre es misericordioso”. Y así ser “capaces de caldear el corazón de las personas, de caminar con ellas en la noche, de saber dialogar e incluso descender a su noche y su oscuridad sin perderse”; porque “eterna es su misericordia”…

… Gracias demos, también por la santidad del Pueblo fiel de Dios que somos invitados a apacentar y, a través del cual, el Señor también nos apacienta y cuida con el regalo de poder contemplar a ese pueblo en esos “padres que cuidan con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante”. Agradezcamos por cada uno de ellos y dejémonos socorrer y estimular por su testimonio; porque “eterna es su misericordia.” (Carta a los sacerdotes)

(25.08.19)
LO TRIBUTARIO (nº 540)

Las fuentes del Derecho (3): disposiciones administrativas

La Ley 50/1997, del Gobierno, modificada por la Ley 40/2015, regula (arts. 22 a 28) la potestad reglamentaria del Gobierno que la ejercerá de conformidad con los principios y reglas establecidos en la Ley 39/2015 (arts. 128 a 133). Dichos principios son: 1) necesidad y eficacia (existir una razón de interés general, con identificación clara de los fines perseguidos y ser el instrumento más adecuado para conseguirlo); 2) proporcionalidad (conteniendo la regulación imprescindible, constatando que no hay otras medidas menos restrictivas de derechos o que impongan menos obligaciones a los destinatarios); 3) seguridad jurídica (coherencia con el resto del ordenamiento nacional y de la UE, generando un marco normativo estable, predecible, integrado, claro y de certidumbre que facilite su conocimiento y comprensión y la actuación y toma de decisiones de personas y empresas); 4) transparencia (acceso sencillo, universal y actualizado a la normativa en vigor y a los documentos para su elaboración, según Ley 19/2013, sobre transparencia e información pública); y 5) eficiencia (evitando cargas administrativas innecesarias o accesorias y procurando racionalizar la gestión de los recursos públicos.

La potestad reglamentaria que corresponde al Gobierno se ejerce, por lo general, mediante Decreto y la que corresponde a los ministros se ejerce mediante Orden (arts. 4 y 24 LG). Las disposiciones administrativas se ajustarán al orden de jerarquía que establezcan las leyes. Ninguna disposición administrativa podrá vulnerar los preceptos de otra de rango superior (art. 128.3 Ley 39/2015, LPAC). Los reglamentos aprobados en desarrollo de las leyes no podrán alterar el contenido de estas, sino sólo aclararlas. El artículo 12.3 LGT regula la facultad de dictar disposiciones interpretativas o aclaratorias de las leyes y demás normas en materia tributaria que corresponde al Ministro de Hacienda y que obligan a todos los órganos de la Administración tributaria. Se publicarán en el boletín oficial que corresponda y podrán ser sometidas a información pública. Las normas de contenido tributario deben mencionarlo en su título (art. 9 LGT)

Las habilitaciones normativas contenidas en las leyes que permiten desarrollos reglamentarios no se deberían extender hasta el extremo que establezcan, eliminen o aumenten requisitos o condiciones que distorsionen o impidan la aplicación de la ley que desarrollan en los propios términos de su regulación.

No están incluidas en la potestad reglamentaria las resoluciones o instrucciones producidas por órganos de la Administración por las que se interpretan o se dan criterios de aplicación de las disposiciones generales (art. 12.3 párr. tercero LGT) en cuanto son de uso interno, en aras de los principios de coordinación y eficacia (art. 3 Ley 40/2015, LRJSP) y sin trascendencia general respecto de todos los administrados. Tampoco tienen naturaleza de norma jurídica las resoluciones de los tribunales económico administrativos aunque tengan efectos internos vinculantes (arts. 239.8, 242.4 y 243.5 LGT). Y, desde luego, tampoco tiene naturaleza normativa ni las contestaciones de la DGT a las consultas escritas de los administrados aunque vinculen a la Administración (art. 89 LGT), ni la información de valor previa a la adquisición o transmisión de bienes inmuebles (art. 90 LGT) ni los acuerdos previos de valoración (art. 91 LGT).

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Salomé la madre de los hijos de Zebedeo. “Mientras caminaba junto al mar de galilea vio a dos hermanos, Simón el llamado Pedro y Andrés su hermano, que echaban la red al mar, pues eran pescadores. Y les dijo: - Seguidme y os haré pescadores de hombres. Ellos, al momento, dejaron las redes y le siguieron. Pasando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo, y Juan su hermano, que estaban en la barca con su padre Zebedeo remendando sus redes; y los llamó. Ellos, al momento, dejaron la barca y a su padre, y le siguieron.” (Mt 4,18-22).

- “Habiendo llamado a sus doce discípulos, les dio potestad para expulsar a los espíritus impuros y para curar todas las enfermedades y dolencias. Los nombres de los doce apóstoles son éstos: primero Simón, llamo Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simín el Cananeo y Judas Iscariote, el que le entregó” (Mt 10, 1-4)

- “Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró ante él para hacerle una petición. Él le preguntó: - ¿Qué quieres? Ella le dijo: - Di que estos dos hijos míos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Jesús respondió: - No sabéis lo que pedía. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber? – Podemos- le dijeron. Él añadió - Beberéis mi cáliz, pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde concederlo, sino que es para quienes está dispuesto por mi Padre” (Mt 20,20-23)

- “Pero Jesús, dando una gran voz, expiró. El velo del Templo se rasgó en dos de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente de él, al ver cómo había expirado, dijo: - En verdad este hombre era Hijo de Dios. Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre las que estaban María Magdalena y María la madre de Santiago el Menor y de José- y Salomé, que le seguían y le servían cuando estaba en Galilea, y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén” (Mc 15,40-41). “Había allí muchas mujeres mirando desde lejos, las que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle. Entre ellas estaban María Magdalena, María -la madre de Santiago y de José- y la madre de los hijos de Zebedeo” (Mt 27,55-56)

- “Pasado el sábado, María Magdalena y María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y, muy de mañana, al día siguiente del sábado, llegaron al sepulcro, cuando ya estaba saliendo el sol. Y se decían unas a otras: - ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? Y al mirar vieron que la piedra había sido removida, a pesar de que era muy grande” (Mc 16,1-4). “Ellas partieron al instante del sepulcro con temor y una gran alegría, y corrieron a dar la noticia a los discípulos. De pronto Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se acercaron, abrazaron sus pies y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: - No tengáis miedo; id a anunciar a mis hermanos que vayan a Galilea: allí me verán” (Mt 28,8-10)

- “Y cuando llegaron subieron al Cenáculo donde vivían Pedro, Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago de Alfeo y Simón el Zelotes, y Judas el de Santiago. Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y con María, la madre de Jesús, y sus hermanos” (Hech 1,13-14)

LA HOJA SEMANAL
(del 19 al 24 de agosto)

Lunes (19)

San Ezequiel Moreno, obispo (20ª TO)
Palabras: “Vende lo que tienes, da el dinero a los pobres…” (Mt 19,21)
Reflexión: ¿Qué falta?, preguntó el joven; al oír a Jesús se fue triste; era rico
Propósito, durante el día: Desprendimiento. Servir. Ayudar.

Martes (20)

San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia (20ª TO)
Palabras: “El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre… (Mt 19,29)
Reflexión: … recibirá cien veces más y heredará la vida eterna”
Propósito, durante el día: Todo lo mío es tuyo, dispón de mí según tu voluntad

Miércoles (21)

San Pío X, papa (20ª TO)
Palabras: “¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete” (Mt 20,13-14)
Reflexión: El contratado a última hora del día, cobró lo mismo que el primero en llegar
Propósito, durante el día: No juzgar a Dios, no compararnos con otros. Sólo amar

Jueves (22)

Santa María Reina
Palabras: “Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo” (Lc 1,28)
Reflexión: Darás a luz un hijo… será grande y llamado Hijo del Altísimo
Propósito, durante el día: Dios te salve, reina y madre de misericordia

Viernes (23)

Santa Rosa de Lima, virgen (20ª TO)
Palabras: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón…” (Mt 22,37)
Reflexión: … Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
Propósito, durante el día: Danos más amor, para que rebosemos más amor a los demás

Sábado (24)

San Bartolomé, apóstol
Palabras: “Antes de que Felipe te llamara, … (Jn 1,48)
Reflexión: … cuando estabas debajo de la higuera, te vi”
Propósito, durante el día: Con nuestra Madre, de continuo, con Dios y por Dios

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 18, domingo (20º TO, ciclo C), nos advierten de las dificultades en la vida y nos animan en la esperanza: “Sacad al profeta jeremías del aljibe, antes de que muera” (Jr 38); “Quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata, y corramos la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe” (Heb 12); “He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ardiendo!” (Lc 12). Dios sabe lo que nos conviene. Lo nuestro es hacer bien lo que debemos hacer.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “María es asunta al cielo: pequeña y humilde, recibe la primera la gloria más alta. Ella, que es una criatura humana, uno de nosotros, alcanza la eternidad en el alma y en el cuerpo. Y ella espera, como espera una madre, que los hijos vuelvan a casa. En efecto, el pueblo de Dios la invoca como “puerta del cielo”. Nosotros estamos en camino, peregrinos hacia la casa de Jesús. Hoy miramos a María y vemos la meta. Vemos que una criatura a sido asunta a la gloria de Jesucristo resucitado, y que aquella criatura no podía ser otra sino la Madre del Redentor. Vemos que, en el paraíso, junto a Cristo, el Nuevo Adán, está también Ella, María, la nueva Eva, y esto nos conforta y nos da esperanza en nuestro peregrinar hacia lo alto” (Angelus, día 15 de agosto de 2019, festividad de la Asunción de la Virgen al cielo) (trad. propia)

- “DOLOR”. “He visto la aflicción de mi pueblo” (Ex 3,7).

En estos últimos tiempos hemos podido oír con mayor claridad el grito, tantas veces silencioso y silenciado, de hermanos nuestros, víctimas de abuso de poder, conciencia y sexual por parte de ministros ordenados. Sin lugar a dudas es un tiempo de sufrimiento en la vida de las víctimas que padecieron las diferentes formas de abusos; también para sus familias y para todo el Pueblo de Dios…

… Este dolor no es indiferente tampoco a los presbíteros. Así lo pude constatar en las diferentes visitas pastorales tanto en mi diócesis como en otras donde tuve la oportunidad de mantener encuentros y charlas personales con sacerdotes. Muchos de ellos me manifestaron su indignación por lo sucedido, y también cierta impotencia, ya que además del “desgaste por la entrega han vivido el daño que provoca la sospecha y el cuestionamiento, que en algunos o muchos pudo haber introducido la duda, el miedo y la desconfianza”. Numerosas son las cartas de sacerdotes que comparten este sentir. Por otra parte, consuela encontrar pastores que, al constatar y conocer el dolor sufriente de las víctimas y del Pueblo de Dios, se movilizan, buscan palabras y caminos de esperanza…

… Estoy convencido de que, en la medida en que seamos fieles a la voluntad de Dios, los tiempos de purificación eclesial que vivimos nos harán más alegres y sencillos y serán, en un futuro no lejano, muy fecundos. “¡No nos desanimemos! El señor está purificando a su Esposa y nos está convirtiendo a todos a Sí. Nos permite experimentar la prueba para que entendamos que sin Él somos polvo. Nos está salvando de la hipocresía y de la espiritualidad de las apariencias. Está soplando su Espíritu para devolver la belleza a su Esposa sorprendida en flagrante adulterio. Nos hará bien leer hoy el capítulo 16 de Ezequiel. Esa es la historia de la Iglesia. Esa es mi historia, puede decir alguno de nosotros. Y, al final, a través de tu vergüenza, seguirás siendo un pastor. Nuestro humilde arrepentimiento, que permanece en silencio, en lágrimas ante la monstruosidad del pecado y la insondable grandeza del perdón de Dios, es el comienzo renovado de nuestra santidad”. (Carta a los sacerdotes)

(18.08.19)
LO TRIBUTARIO (nº 539)

Las fuentes del Derecho (2): las leyes

Aunque haya que considerarlo con reservas cuando se trata de analizar en la práctica las fuentes del Derecho y la jerarquía de las normas, parece conveniente y necesario, al menos, conocer y emplear los términos y los conceptos y distinguir unos de otros; por ejemplo: decreto legislativo, decreto ley, decreto; o norma, disposición general, ley; texto refundido, ley de bases. Más que de definiciones, se trata de aclaraciones.

Aunque el marco normativo tiene la Constitución como ley de leyes, como norma suprema del ordenamiento jurídico, político y social, se trata aquí de las normas de contenido jurídico con trascendencia tributaria. Y se debe empezar repasando el concepto de ley según una definición clásica: Ordenación racional para el bien común, solemnemente promulgada, por quien tiene encomendado el cuidado de la comunidad (Ordinatio rationis ad bonum commune, solemniter promulgata, ab eo qui curam habet communitate). De esa definición se puede deducir con facilidad: que las leyes sólo se aprueban por quien tiene esa potestad (art. 66.2 CE: “Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del Estado…”); que se aprueban según lo establecido a tal efecto (arts. 81 a 92 CE: Título III, Capítulo II: De la elaboración de las leyes); y que deben ser razonables y procurar el bien común.

En esta regulación constitucional se incluye la de: a) “leyes orgánicas” (art. 81 CE: las relativas al desarrollo de los derechos fundamentales y de las libertades públicas, las que aprueben los Estatutos de Autonomía y el régimen electoral general y las demás previstas en la Constitución: así, el art. 93 CE establece que mediante LO se puede autorizar la celebración de tratados internacionales); b) “leyes de bases” (art. 82 CE: las Cortes delegan en el Gobierno la potestad de dictar normas con rango de ley mediante ley de bases -para textos articulados- o de ley ordinaria -para textos refundidos); c) la legislación delegada se realiza mediante decretos legislativos (art. 85 CE); “decretos-leyes” (art. 86 CE: en caso de extraordinaria y urgente necesidad el Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que inmediatamente se deben someter a debate y votación de totalidad al Congreso de Diputados).

Hay leyes que tienen su contenido limitado (art. 134.7 CE: La ley de presupuestos no puede crear tributos. Podrá modificarlos cuando una ley tributaria sustantiva así lo prevea). Hay contenidos que exigen ser regulados por ley (art. 133 CE: 1. La potestad originaria para establecer los tributos corresponde exclusivamente al estado, mediante ley. 2. Las Comunidades Autónomas y las Corporaciones locales podrán establecer y exigir tributos, de acuerdo con la Constitución y las leyes. 3. Todo beneficio fiscal que afecte a los tributos del Estado deberá establecerse por ley…). En el ámbito tributario se regula la reserva de ley (art. 8 LGT: Se regularán en todo caso por ley: a) La delimitación del hecho imponible… m) Los supuestos en que proceda el establecimiento de intervenciones tributarias de carácter permanente) Y hay limitaciones para algunas leyes (art. 1 LGT: Lo establecido en esta ley se entenderá sin perjuicio de lo dispuesto en las leyes que aprueban el Convenio y el Concierto Económico en vigor respectivamente en la Comunidad Foral de Navarra y en los Territorios Históricos del País Vasco). Fraude de ley (v. art. 6 Cc) es aplicar indebidamente una ley (de cobertura) en vez de la procedente (defraudada).

DE LO HUMANO A LO DIVINO

La madre de los macabeos. “Sucedió asimismo que siete hermanos, que habían sido detenidos con su madre, eran obligados por el rey a comer carne de cerdo prohibida, flagelándoles con látigos y vergajos…” (2 Mc 7,1). “La madre fue de todo punto admirable y digna de gloriosa memoria. Viendo morir a sus siete hijos en el plazo de un día, lo soportaba con serenidad gracias a la esperanza en el Señor. Exhortaba en su lengua patria a cada uno de ellos llena de nobles sentimientos; e, imprimiendo a su talante femenino un coraje varonil, les decía: “- No sé cómo aparecisteis en mi vientre; yo no os di el espíritu y la vida, ni puse en orden los miembros de cada uno de vosotros. Por eso el creador del mundo, que plasmó al hombre en el principio y dispuso el origen de todas las cosas, os devolverá de nuevo misericordiosamente el espíritu y la vida, puesto que ahora, a causa de sus leyes, no os preocupáis de vosotros mismos”.

Antíoco, pensando que era despreciado y sospechando que se trataba de palabras injuriosas, como todavía quedaba el más joven, no sólo le hacía exhortaciones con palabras, sino que le prometía bajo juramento que le haría a la vez rico y feliz si abandonaba las costumbres de sus padres; que lo tendría como amigo y le confiaría cargos. Como el joven no le hacía ningún caso, el rey llamó a la madre y le instaba a que aconsejara al muchacho que se salvase. Después de que el rey le recomendara muchas cosas, ella aceptó persuadir a su hijo. E inclinándose hacia él, y riéndose del cruel tirano, le habló así en la lengua patria: “- Hijo apiádate de mí que te he llevado nueve meses en el vientre, te he amamantado durante tres años, te he educado y guiado hasta esta edad, y te he proporcionado el alimento. Te suplico, hijo, que mires el cielo y la tierra, y viendo todo lo que hay en ellos reconozcas que Dios no los ha hecho de cosas ya existentes, y que lo mismo sucede con el género humano. No tengas miedo de este verdugo, sino sé digno de tus hermanos, acepta la muerte para que, en el tiempo de la misericordia, te recupere junto con tus hermanos.”

Apenas ella terminó de hablar, el joven respondió: “- ¿A qué esperáis? Yo no voy a obedecer el mandato del rey, sino que obedezco el mandamiento de la Ley que fue dada a nuestros padres por medio de Moisés. Y, tú que has sido el iniciador de todos los males contra los hebreos, no escaparás de las manos de Dios. Pues nosotros sufrimos por nuestros pecados, y si el Señor viviente se ha irritado con nosotros por un breve tiempo para castigarnos y corregirnos, de nuevo se reconciliará con sus siervos. Pero tú, sacrílego, el más impío de todos los hombres, no te ensalces vanamente alimentando esperanzas inconfesables cuando levantas la mano contra los hijos de cielo, pues todavía no has escapado al juicio de Dios todopoderoso que ve todas las cosas. Porque ahora nuestros hermanos, tras haber soportado un breve tormento, han adquirido la promesa de Dios de una vida eterna; pero tú sufrirás por el juicio de Dios el justo castigo de tu soberbia. Yo, como mis hermanos, entrego cuerpo y alma por las leyes de los padres, suplicando que Dios sea pronto misericordioso con la nación, y que tú, entre tormentos y azotes, confieses que sólo Él es Dios. Que en mí y en mis hermanos se detenga la ira del Todopoderoso justamente desatada sobre toda nuestra raza.”

El rey, fuera de sí, se ensañó con éste más que con los otros, exasperado por el desprecio. El joven pasó puro a la otra vida, confiando totalmente en el Señor. La madre murió la última después de sus hijos” (2 Mc 7, 20-41)

LA HOJA SEMANAL
(del 12 al 17 de agosto)

Lunes (12)

Santa Juana Francisca de Chantal, religiosa y fundadora (19ª TO)
Palabras: “¿Vuestro maestro no paga las dos dracmas?” (Mt 17,24)
Reflexión: Y Jesús, el Hijo de Dios, pagó el tributo para el Templo
Propósito, durante el día: Enséñanos, Señor, a discernir y a decidir bien

Martes (13)

Santos Ponciano, papa, e Hipólito, presbítero, mártires (19ª TO)
Palabras: “Vuestro Padre no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños” (Mt 18,14)
Reflexión: Si no os volvéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos
Propósito, durante el día: Encomendarnos a nuestro ángel que está con Dios en el cielo

Miércoles (14)

San Maximiliano Kolbe, presbítero y mártir (19ª TO)
Palabras: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, … (Mt 18,20)
Reflexión: … allí estoy yo en medio de ellos”
Propósito, durante el día: Ayúdanos, señor, a estar atentos en la oración en común

Jueves (15)

La Asunción de la Virgen (Nº Sª de los Reyes)
Palabras: “Proclama mi alma la grandeza del Señor…” (Lc 1,46)
Reflexión: Porque ha mirado la humildad de su esclava
Propósito, durante el día: Madre, tennos de tu mano; llévanos al cielo, con Jesús

Viernes (16)

San Roque, peregrino (19ª TO)
Palabras: “De modo que ya no son dos, sino una sola carne” (Mt 19,6)
Reflexión: Abandonará a sus padres, se unirá a su mujer y serán una sola carne
Propósito, durante el día: Mirando al cielo, fieles en el camino y en la compañía

Sábado (17)

Santa Clara de Montefalco, virgen (19ª TO)
Palabras: “Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; …” (Mt 19,14)
Reflexión: … de los que son como ellos es el reino de los cielos
Propósito, durante el día: Madre, enséñanos a ser como Dios quiere que seamos

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 11, domingo (19º TO, ciclo C; santa Clara) nos indican la actitud del cristiano, disponible para Dios: “La noche de la liberación se les anunció de antemano a nuestros padres, para que tuvieran ánimo al conocer con certeza la promesa de que se fiaban” (Sb 18); “La fe es seguridad de lo que se espera y prueba de lo que no se ve” (Heb 11); “Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame” (Lc 12). Esperar a Dios, esperar en Dios.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Hoy Jesús nos invita a considerar que las riquezas pueden encadenar el corazón y distraerlo del verdadero tesoro que está en el cielo. San Pablo nos lo recuerda también en la segunda lectura de hoy. Él dice: “Buscad las cosas de arriba... Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra” (Col 3, 1-2). Esto -se entiende- no significa alejarse de la realidad, sino buscar las cosas que tienen un verdadero valor: la justicia, la solidaridad, la acogida, la fraternidad, la paz, todo lo que constituye la verdadera dignidad del hombre. Se trata de tender hacia una vida vivida no en el estilo mundano, sino en el estilo evangélico: amar a Dios con todo nuestro ser, y amar al prójimo como Jesús lo amó, es decir, en el servicio y en el don de sí mismo. La codicia de bienes, el deseo de tener bienes, no satisface al corazón, al contrario, causa más hambre. La codicia es como esos caramelos buenos: tomas uno y dices: “¡Ah, qué bien!”, y luego tomas el otro; y uno tira del otro. Así es la avaricia: nunca estar satisfecho. ¡Tened cuidado! El amor así comprendido y vivido es la fuente de la verdadera felicidad, mientras que la búsqueda ilimitada de bienes materiales y riquezas es a menudo fuente de inquietud, de adversidad, de prevaricaciones, de guerra. Tantas guerras comienzan con la codicia.” (Angelus, día 4 de agosto de 2019)

- “A mis hermanos presbíteros. Queridos hermanos:
Recordamos los 160 años de la muerte del santo Cura de Ars a quien Pío XI presentó como patrono para todos los párrocos del mundo. En su fiesta quiero escribirles esta carta, no sólo a los párrocos sino también a todos Ustedes hermanos presbíteros que sin hacer ruido “lo dejan todo” para estar empeñados en el día a día de vuestras comunidades. A Ustedes que, como el Cura de Ars, trabajan en la “trinchera”, llevan sobre sus espaldas el peso del día y del calor (cf. Mt 20,12) y, expuestos a un sinfín de situaciones, “dan la cara” cotidianamente y sin darse tanta importancia, a fin de que el Pueblo de Dios esté cuidado y acompañado. Me dirijo a cada uno de Ustedes que, tantas veces, de manera desapercibida y sacrificada, en el cansancio o la fatiga, la enfermedad o la desolación, asumen la misión como servicio a Dios y a su gente e, incluso con todas las dificultades del camino, escriben las páginas más hermosas de la vida sacerdotal.

Hace un tiempo manifestaba a los obispos italianos la preocupación de que, en no pocas regiones, nuestros sacerdotes se sienten ridiculizados y “culpabilizados” por crímenes que no cometieron y les decía que ellos necesitan encontrar en su obispo la figura del hermano mayor y el padre que los aliente en estos tiempos difíciles, los estimule y sostenga en el camino.

Como hermano mayor y padre también quiero estar cerca, en primer lugar, para “agradecerles” en nombre del santo Pueblo fiel de Dios todo lo que recibe de Ustedes y, a su vez, “animarlos” a renovar esas palabras que el Señor pronunció con tanta ternura el día de nuestra ordenación y constituyen la fuente de nuestra alegría: “Ya no los llamo siervos…, yo los llamo amigos” (Jn 15,15)” (Carta a los sacerdotes).

(11.08.19)
LO TRIBUTARIO (nº 538)

Las fuentes del Derecho

La Constitución es nuestra norma suprema y no una declaración programática o principal (TC s. 20.12.82). Lejos de ser un mero catálogo de principios de no inmediata vinculación y de no inmediato cumplimiento hasta que sean objeto de desarrollo por vía legal, es una norma jurídica, la norma suprema de nuestro ordenamiento y en cuanto tal, tanto los ciudadanos como todos los poderes públicos y por consiguiente también los jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, están sujetos a ella (TC s. 28.04.82)

Establece el artículo 1 del Código civil: 1. Las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la costumbre y los principios generales del Derecho. 2. Carecerán de validez las disposiciones que contradigan otra de rango superior. 3. A costumbre sólo regirá en defecto de ley aplicable, siempre que no sea contraria a la moral o al orden público y que resulte probada. Los usos jurídicos que no sean meramente interpretativos de una declaración de voluntad, tendrán la consideración de costumbre. 4. Los principios generales del Derecho se aplicarán en defecto de ley o costumbre sin perjuicio de su carácter informador del ordenamiento jurídico. 5. Las normas jurídicas contenidas en los tratados internacionales no serán de aplicación directa en España en tanto no hayan pasado a formar parte del ordenamiento interno mediante su publicación íntegra en el Boletín Oficial del Estado. 6. La jurisprudencia complementará el ordenamiento jurídico con la doctrina que, de modo reiterado, establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley. La costumbre y los principios generales del Derecho. 7. Los jueces y Tribunales tienen el deber inexcusable de resolver en todo caso los asuntos de que conozcan, ateniéndose al sistema de fuentes establecido.

La costumbre es la norma jurídica elaborada por la conciencia social mediante repetición de actos realizados con intención jurídica (TS s. 18.04.51). Los principios generales del derecho incluidos en la Constitución tienen carácter informador de todo el ordenamiento jurídico y participan de la fuerza derogatoria de la misma (TC s. 2.02.81) y han de estar reconocidos como tales en la ley o en la jurisprudencia (TS s. 12.06.80). Para que la Jurisprudencia tenga trascendencia normativa y eficacia como precedente son precisos: varias sentencias contestes expresivas de un criterio uniformemente reiterado; sustancial analogía entre los hechos; que en todos esos casos el se postule o exija la aplicación de la misma norma por convenirles de modo naturales, es decir que la “ratio decidendi” -no los “dicta”, ni los “argumentos”- sea la misma (TS s.15.02.82)

El artículo 7 LGT establece que los tributos se regirán: a) por la Constitución; b) por los tratados y convenios internacionales que contengan cláusulas de naturaleza tributaria y en particular, por los convenios para evitar la doble imposición, según el art. 96 CE; c) por las normas que dicte la Unión Europea y otros organismos internacionales o supranacionales a los que se atribuya competencias en materia tributaria, según el art. 93 CE; d) por la LGT, por la leyes reguladoras de cada tributo y por las demás leyes que contengan disposiciones en materia tributaria; e) por las disposiciones reglamentarias dictadas en desarrollo de las citadas normas y, en el ámbito local, por las ordenanzas fiscales. Tienen carácter supletorio las disposiciones generales del Derecho Administrativo y los preceptos del Derecho Común (v. art. 4.3 Cc).

DE LO HUMANO A LO DIVINO

María, hermana de Moisés. “Un hombre de la casa de Levi tomó por esposa a una mujer de su misma tribu; ella concibió y dio a luz a un niño y, viendo que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses. Al no poderlo ocultar por más tiempo, tomó una cesta de papiro, la calafateó con betún y pez, colocó en ella al niño y la piso entre los juncos, a la orilla del Nilo. La hermana del niño se situó a lo lejos para ver qué le ocurría. La hija del Faraón bajó a bañarse mientras sus doncellas paseaban por la orilla. Cuando descubrió la cesta en medio de los juncos, envió a su sierva para que la recogiera. Al abrirla vio al niño que lloraba, se compadeció de él y dijo: - Es un niño de los hebreos. Entonces la hermana del niño dijo a la hija del Faraón: - ¿Quieres que vaya a buscarte una nodriza que te amamante al niño? - Ve - le contestó la hija del Faraón. Fue, pues, la joven y llamó a la madre del niño. Y la hija del Faraón le dijo: - Llévate este niño y amamántamelo, que yo te daré tu salario. Tomó la mujer al niño y lo amamantó” (Ex 2, 1-9)

- “María la profetisa, hermana de Aarón, tomó en sus manos un pandero y todas las mujeres la siguieron también con panderos y danzas a coro. Y María les iba respondiendo: - Cantad al Señor vencedor excelso; caballos y caballeros al mar ha precipitado” (Ex 15, 20-21)

- “María y Aarón murmuraron contra Moisés por causa de la cusita que había tomado por esposa -pues se había desposado con una mujer cusita- y dijeron: - ¿Acaso el Señor ha hablado sólo con Moisés? ¿No ha hablado también con nosotros? Y el Señor los oyó. Pero este hombre, Moisés, era muy humilde, más que ningún otro hombre sabre la faz de la tierra. De improviso, el Señor dijo a Moisés, a Aarón y a María: - Salid los tres hacia la Tienda de la Reunión. Y salieron los tres. El Señor bajó en una columna de nube, se puso a la entrada de la tienda, llamó a Aarón y a María, y salieron ambos.

Y dijo: - Escuchad, pues, mis palabras: Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, mediante visiones yo me doy a conocer, en el sueño yo le hablo. Esto no lo hago con mi siervo Moisés. Ningún otro es tan fiel en toda mi casa. Conversamos cara a cara. Mediante visión, no por enigmas, contempla la figura del Señor. ¿Cómo no teméis murmurar contra mi siervo Moisés? Se encendió la ira del Señor contra ellos y el Señor se marchó. La nube se apartó de la tienda y María quedó leprosa, blanca como la nieve.

Aarón se dirigió a María y vio que estaba leprosa. Entonces Aarón dijo a Moisés: - Por favor, señor mío, no cargues sobre nosotros este pecado que tan neciamente hemos cometido. ¡Que ella no sea como un aborto que, cuando sale de las entrañas de su madre, tiene consumida la mitad de su carne! Moisés clamó al Señor diciendo: - Oh Dios, ¡cúrala por favor! Y el Señor dijo a Moisés: - Si su padre le hubiera escupido en la cara ¿no quedaría avergonzada siete días? Así pues, sea confinada siete días fuera del campamento, y que después sea admitida de nuevo.

María fue confinada siete días fuera del campamento, y el pueblo no se puso en marcha hasta que maría no se reincorporó. Después el pueblo partió de Jaserot y acamparon en el desierto de Parán” (Num 12,1-16)

- “Toda la comunidad de los hijos de Israel llegó al desierto de Sin en el mes primero, y el pueblo se estableció en Cadés. Allí murió María y allí fue sepultada” (Num 20.1)

LA HOJA SEMANAL
(del 5 al 10 de agosto)

Lunes (5)

Dedicación de la Basílica de Santa María (Nª Sª Nieves, África, Remedio, Blanca)
Palabras: “Dadles vosotros de comer” (Mt 14,16)
Reflexión: Pronunció la bendición, partió los panes y los dieron a la gente. Y sobró
Propósito, durante el día: Amar a la Iglesia, ser Iglesia, morir en la Iglesia

Martes (6)

Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo (ciclo C)
Palabras: “Maestro, qué bien se está aquí” (Lc 9,33)
Reflexión: Una voz desde la nube decía: - Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle
Propósito, durante el día: Presencia de Dios, que es bueno y misericordioso

Miércoles (7)

San Cayetano, presbítero (18ª TO)
Palabras: “Mujer, qué grande es tu fe; que se cumpla lo que deseas (Mt 15,28)
Reflexión: La cananea pedía por su hija; pedía como las migajas para los perritos
Propósito, durante el día: Oración de intercesión: por mí, por mis amigos, por otros

Jueves (8)

Santo Domingo de Guzmán, presbítero y fundador (18ª TO)
Palabras: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” (Mt 16,13)
Reflexión: “Tú eres e mesías, el Hijo de Dios vivo”, dijo Pedro
Propósito, durante el día: Oración de adoración: Señor mío y Dios mío

Viernes (9)

Santa Teresa Benedicta de la Cruz, (Edith Stein), virgen y mártir (18ª TO)
Palabras: “El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo… (Mt 16,24)
Reflexión: … que cargue con su cruz y me siga”
Propósito, durante el día: Abandono en Dios; no escuchar al “yo”

Sábado (10)

San Lorenzo, diácono y mártir (18ª TO)
Palabras: “El que se ama a sí mismo, se pierde” (Jn 12,25)
Reflexión: El quiera servirme que me siga. Donde esté yo, estará mi servidor
Propósito, durante el día: Madre mía, de tu mano, junto a Jesús

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 4, domingo (18º TO; ciclo C) Nos invitan a adelantar la vida del cielo: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad. Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado” (Qo 1); “Dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia” (Col 3); “Pero Dios le dijo: “Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado ¿de quién será” (Lc 12). Nuestra riqueza es Dios, vivir en Él.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Así, un día, esperan a que Jesús concluya la oración, en un lugar apartado, y luego le preguntan: “Señor, enséñanos a orar” (v.1). Respondiendo a la pregunta explícita de los discípulos, Jesús no da una definición abstracta de la oración, ni enseña una técnica efectiva para orar y “obtener” algo. En cambio, invita a sus seguidores a experimentar la oración, poniéndolos directamente en comunicación con el Padre, despertando en ellos el anhelo de una relación personal con Dios, con el Padre. ¡Aquí está la novedad de la oración cristiana! Es un diálogo entre personas que se aman, un diálogo basado en la confianza, sostenido por la escucha y abierto a la solidaridad. Es un diálogo del Hijo con el Padre, un diálogo entre los hijos y el Padre. Esta es la oración cristiana.

Por lo tanto, les da la oración del “Padre Nuestro”, quizás el regalo más precioso que nos ha dejado el Maestro divino en su misión terrenal. Después de habernos revelado su misterio de Hijo y de hermano, con esa oración, Jesús nos hace penetrar en la paternidad de Dios. Quiero subrayarlo: cuando Jesús nos enseña el Padre Nuestro nos hace entrar en la paternidad de Dios y nos muestra el camino para entrar en un diálogo orante y directo con Él, a través del camino de la confianza filial. Es un diálogo entre el papá y su hijo, del hijo con su papá. Lo que pedimos en el “Padre Nuestro” ya está hecho para nosotros en el Hijo Unigénito: la santificación del Nombre, el advenimiento del Reino, el don del pan, el perdón y la liberación del mal. Mientras pedimos, abrimos nuestras manos para recibir. Recibir los dones que el Padre nos mostró en el Hijo. La oración que el Señor nos enseñó es la síntesis de toda oración, y nosotros siempre la dirigimos al Padre en comunión con los hermanos. A veces sucede que en la oración haya distracciones, pero tantas veces sentimos ganas de detenernos en la primera palabra: “Padre” y sentir esa paternidad en el corazón.” (Angelus, día 28 de julio de 2019)

(4.08.19)