LO TRIBUTARIO (nº 449)

La aplicación de los tributos (y 16): el procedimiento administrativo

Si en gramática una oración es el conjunto de palabras que, así, tienen un sentido completo, en Derecho Administrativo, el procedimiento es un conjunto de actos ordenados en su producción y contenido que concluyen con uno con el que se alcanza la resolución o, de otro modo, determina la terminación de actuaciones.

La Ley 39/2015 LPAC, regula la instrucción y la finalización. Establece cómo deben ser los actos de instrucción (en la forma más conveniente para los interesados que sea compatible en la medida que sea posible con sus obligaciones laborales o profesionales -art. 75.3-; adoptando las medidas necesarias para lograr el pleno respeto a los principios de contradicción y de igualdad entre los interesados: art. 75.4). En cualquier momento anterior al trámite de audiencia se puede aducir alegaciones y aportar documentos u otros elementos de prueba (art. 76). Y se regulan las pruebas admisibles, las rechazables y su valoración según la Ley 1/2000 LEC (art. 77), así como la práctica de la prueba (art. 78) y la petición, solicitud y emisión de informes (arts. 79 a 81)

Al considerar el procedimiento administrativo y, por tanto y en especial, en los procedimientos de aplicación de los tributos, se debe tener en cuenta que en la aplicación de los tributos la Administración que actúa no es “una parte” del procedimiento respecto de los administrados que serían la “otra parte”. La Administración no combate contra el administrado, está obligada a aplicar el ordenamiento jurídico y está reglada en sus competencias, actuaciones y facultades: no hay triunfo de la Administración sobre el administrado cuando resuelve. Ni siquiera en las reclamaciones económico-administrativas hay dos partes y un tribunal que resuelve, sino que en ese procedimiento la Administración revisa sus propios actos a la vista de lo que fundamenta y alega el administrado reclamante. Los administrados en el procedimiento son “interesados” (arts. 82).

Establece la ley (art. 82) que, “instruidos los procedimientos e inmediatamente antes de redactar la propuesta de resolución se pondrán de manifiesto a los “interesados”, o a sus representantes, para, en un plazo no inferior a 10 días ni superior a 15, alegar y presentar documentos y justificantes. Este trámite de audiencia pretende que el interesado conozca la totalidad del expediente, todo lo actuado, porque sólo sobre ese contenido se podrá decidir en la resolución. Por este motivo en la audiencia se puede completar o pedir que se complete el expediente, pero no es tiempo aún de alegar.

Ponen fin al procedimiento (art. 84) la resolución, el desistimiento, la renuncia al derecho en que se funde la solicitud si no está prohibido (arts. 93 y 94), y la caducidad (art. 95); también la imposibilidad material de continuar el procedimiento por causa sobrevenida. La resolución (art. 88) en el procedimiento administrativo decide todas las cuestiones planteadas por los interesados (congruencia) y aquellas otras derivadas del mismo (extensión); si se trata de cuestiones conexas no planteadas por los interesados, el órgano competente se puede pronunciar sobre ellas poniéndolo de manifiesto a los interesados para que aleguen y aporten los medios que estimen convenientes. La resolución en todo caso será motivada. Se debe resolver de forma expresa en todo caso (art. 21); no resolver en plazo determina caducidad (art. 25) o permite recurrir (art. 24).

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Ajicar, copero del rey Asarhadón, intercedió por Tobit que pudo regresar a su casa y le devolvieron a su esposa Ana y a su hijo Tobías. Una desgracia le tuvo ciego durante cuatro años, Ana se tuvo que poner a trabajar a sueldo, de costurera. Mientras en Nínive, Tobit pedía la muerte a Dios, ese mismo día, Sara, hija de Ragüel, el de Ecbatana de Media, escuchó injurias de una criada de su padre y también pidió la muerte a Dios. Esas oraciones fueron escuchadas y Dios envió a Rafael para curar a Tobit y para que Sara se pudiera casar con Tobias y así verse liberada del perverso demonio Asmodeo.

Se acordó Tobit del dinero que había dejado en depósito en Gabael en Ragués de Media. Y pensó: “Yo he pedido la muerte. ¿Por qué no llamo a mi hijo Tobias y le informa de ese dinero antes de morir? Llamó a su hijo y empezó un precioso discurso de últimas voluntades (Tb 4, 3-21): “… Hijo, acuérdate del Señor todos tus días y no quieras pecar ni vulnerar sus preceptos Realiza obras buenas todos los días de tu vida y no vayas por caminos de iniquidad…”. Respondió Tobías que haría todo lo mandado por su padre y salió a buscar a un hombre que le acompañara a Media y que conociera el camino. Encontró al ángel Rafael, que se presentó ante él, pero Tobías no sabía que fuera un ángel de Dios. Partieron hacia Media; en el río Tigris, como le dijo el ángel, Tobías agarró un gran pez que iba a devorar su pie, quitó y tiró los intestinos y guardó la hiel, el corazón y el hígado. Cuando llegaron a Media y estaban cerca de Ecbatana, Rafael dijo a Tobías: Conviene que esta noche nos hospedemos en casa de Ragüel. Tiene una hija llamada Sara y tú eres el pariente más cercano. Yo hablaré con el padre para que la recibas como esposa. Cuando regresemos de Ragüel celebraremos la boda. Tobías recordó que el demonio Asmodeo había matado a siete esposos cuando iban a acercarse a la muchacha. Rafael le recomendó que esa noche pusiera parte del hígado y del corazón del pez en las brasas del incienso: al inhalar ese aroma, el demonio huirá y no volverá. Y añadió: “No tengas miedo porque está destinada para ti desde la eternidad”.

En la noche esponsales, cuando terminaron de comer y de beber, decidieron ir a dormir. Acompañaron al muchacho y lo introdujeron en el aposento. Vencido el demonio, los esposos oraron para “suplicar al Señor que haga descender sobre nosotros misericordia y salvación” (Tb 8, 4-8). No murió el muchacho y dieron de nuevo gracias a Dios (Tb 8, 15-17). Transcurridos los catorce días de la boda, los que Ragüel había jurado dedicar a su hija, Tobías le pidió marchar a su casa. Salieron para Nínive y allí los esperaba Tobit. El perro seguía con ellos detrás de Rafael y de Tobías. Puso Rafael la hiel del pez en los ojos de Tobit y volvió a ver. Tobit se acercó a Sara y la bendijo: ¡Bienvenida seas, hija! ¡Bendito sea tu Dios que te ha traído hasta nosotros, hija! ¡Bendito sea tu padre, y bendito mi hijo Tobías, y también bendita tú, hija! Bienvenida a ésta tu casa con bendición y con gozo. ¡Entra hija! (Tb 11,17). Aquel día festejaron todos los judíos que vivían en Nínive; también vinieron los parientes y durante siete días celebraron con alegría las bodas.

Cuando murió su madre, Tobías la enterró junto a su padre y después se marchó con su esposa a Media. Se estableció en Ecbatana en casa de su suegro Ragüel. Cuidó de la ancianidad de sus suegros de forma digna y les dio sepultura en Ecbatana en Media. Murió estimado por todos.

LA HOJA SEMANAL
(del 27 de agosto al 1 de septiembre)

Lunes (27)

Santa Mónica (21ª TO)
Palabras: “Ni entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren” (Mt 23,13)
Reflexión: Cerráis a los hombres el reino de los cielos
Propósito, durante el día: Dar testimonio del amor de Dios

Martes (28)

San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia (21ª TO)
Palabras: “Ay de vosotros que… descuidáis lo más grave de la ley: … (Mt 23,23)
Reflexión: … el derecho, la compasión y la sinceridad”
Propósito, durante el día: Amabilidad, comprensión, disculpa con los otros

Miércoles (29)

Martirio de san Juan Bautista (21ª TO)
Palabras: “En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza…” (Mc 6,27)
Reflexión: Herodes respetaba a Juan sabiendo que era honrado y santo
Propósito, durante el día: Dejar los respetos humanos. El Amor merece mi amor

Jueves (30)

Santa Margarita Ward, mártir (21ª TO)
Palabras: “Estad en vela porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor (Mt 24,42)
Reflexión: Dicho el siervo que, al llegar el señor, lo encuentra portándose bien
Propósito, durante el día: Agradecer a Dios la vida; preparar con Dios mi muerte

Viernes (31)

Santos José de Arimatea y Nicodemo (21ª TO)
Palabras: “Las que estaban preparadas, entraron con él al banquete” (Mt 25,10)
Reflexión: Y se cerró la puerta
Propósito, durante el día: El cielo me espera. A Jesús por María

Sábado (1)

San Sixto de Reims, obispo (21ª TO; Nª Sª de los Ángeles del Puig)
Palabras: “Eres un empleado fiel y cumplidor; …” (Mt 25,21)
Reflexión: … como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante”
Propósito, durante el día: De tu mano, Madre, en todo momento y para siempre

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 26, domingo (21º TO, ciclo B) nos mantienen en la fidelidad a Dios: “También nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!” (Jos 24); “Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano” (Ef 5); “Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios” (Jn 6). Vivir continuamente en la presencia de Dios, nos hace asimilar la piedad como virtud: ser amables y comprensivos con todos; hacer de la vida oración.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Cuando comulgamos recibimos la vida misma de Dios. Para tener esta vida es necesario nutrirse con el Evangelio y el amor de los hermanos. Ante la invitación de Jesús a alimentarnos con su Cuerpo y con su Sangre, podremos notar la necesidad de discutir y de resistir, como hicieron los que escuchaban a que se refiere el Evangelio de hoy. Esto sucede cuando nos esforzamos en configurar nuestra existencia como la de Jesús, en actuar según sus criterios y no según los criterios del mundo. Alimentándonos con este alimento podemos entrar en plena sintonía con Cristo, con sus sentimientos, con sus comportamientos. Esto es muy importante: ir a Misa y comulgar, porque recibir la comunión es recibir a este Cristo vivo, que nos transforma por dentro y nos prepara para el cielo” (Angelus, día 19 de agosto de 2018)

- “Se puede vivir una relación falsa con Dios. Jesús lo decía de aquellos doctores de la ley; hacían cosas, pero no hacían lo que Dios quería. Hablaban de Dios, pero no hacían la voluntad de Dios. Y el consejo que da Jesús es: “Haced lo que dicen, pero no lo que hacen”. Se puede vivir una relación falsa con Dios, como aquella gente. Y esta Palabra del Decálogo es precisamente la invitación a una relación con Dios que no sea falsa, sin hipocresía, a una relación en la que nos fiamos de Él con todo lo que somos. En el fondo, hasta el día en que no arriesguemos nuestra existencia con el Señor, tocando con la mano que en Él se encuentra la vida, sólo hacemos teoría” (Audiencia general, día 22 de agosto de 2018) (trad. propia)

- 159. No se trata solo de un combate contra el mundo y la mentalidad mundana, que nos engaña, nos atonta y nos vuelve mediocres sin compromiso y sin gozo. Tampoco se reduce a una lucha contra la propia fragilidad y las propias inclinaciones (cada uno tiene la suya: la pereza, la lujuria, la envidia, los celos, y demás). Es también una lucha constante contra el diablo, que es el príncipe del mal. Jesús mismo festeja nuestras victorias. Se alegraba cuando sus discípulos lograban avanzar en el anuncio del Evangelio, superando la oposición del Maligno, y celebraba: “Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo” (Lc 10,18).

160. No aceptaremos la existencia del diablo si nos empeñamos en mirar la vida solo con criterios empíricos y sin sentido sobrenatural. Precisamente, la convicción de que este poder maligno está entre nosotros, es lo que nos permite entender por qué a veces el mal tiene tanta fuerza destructiva. Es verdad que los autores bíblicos tenían un bagaje conceptual limitado para expresar algunas realidades y que en tiempos de Jesús se podía confundir, por ejemplo, una epilepsia con la posesión del demonio. Sin embargo, eso no debe llevarnos a simplificar tanto la realidad diciendo que todos los casos narrados en los evangelios eran enfermedades psíquicas y que en definitiva el demonio no existe o no actúa. Su presencia está en la primera página de las Escrituras, que acaban con la victoria de Dios sobre el demonio. De hecho, cuando Jesús nos dejó el Padrenuestro quiso que termináramos pidiendo al Padre que nos libere del Malo. La expresión utilizada allí no se refiere al mal en abstracto y su traducción más precisa es “el Malo”. Indica un ser personal que nos acosa. Jesús nos enseñó a pedir cotidianamente esa liberación para que su poder no nos domine.” (Exh. Ap. “Gaudete et exsultate”)

(26.08.18)
LO TRIBUTARIO (nº 448)

La aplicación de los tributos (15): nulidad, anulación, validez de los actos

Los actos de la Administración se presumen válidos (art. 38 Ley 39/2015 PAC). Pero hay actos “nulos de pleno derecho” (no sólo inválidos e ineficaces, sino como si nunca se hubieran producido): a) los que lesionen derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional; b) los dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de la materia o del territorio; c) los que tengan contenido imposible; d) los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de ésta; e) los dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido…; f) los actos contrario al ordenamiento jurídico por los que se adquieran facultades o derechos careciendo de los requisitos esenciales para su adquisición… En los procedimientos tributarios de revisión se incluye el de declaración de nulidad de pleno derecho (art. 217 LGT). Se trata de la más grave consideración de un acto (en el recuerdo la diferencia entre acto “sólo” inconstitucional, inaplicable desde que se declara, y acto “inconstitucional y nulo”, inválido e ineficaz desde su origen). Esa gravedad determina el mayor rigor en la apreciación de las causas de nulidad; así, por ejemplo, “prescindir absolutamente del procedimiento establecido”, en la práctica, ha llegado a entenderse como que no haya ningún trámite procedimental; o a admitir la aplicación de “otro” procedimiento (verificación, comprobación limitada) porque no se aprecia indefensión.

Son anulables (art. 48 LPAC) los actos de la Administración que incurran en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder (utilización de una potestad para un fin distinto al correspondiente). Los defectos de forma determinan la anulabilidad sólo si el acto carece de los indispensables para alcanzar su fin o si producen indefensión. Las actuaciones fuera del tiempo establecido sólo implican anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza del término o plazo. Estas matizaciones, y otras (art. 104 y art. 150 LGT), son lacerantes para los administrados tributarios cuando las contrastan con las consecuencias (arts. 27 y 191 y sigs. LGT) de sus errores, deficiencias o incumplimientos de plazo. La anulabilidad, sólo afecta a la validez del acto desde que así se declara.

La nulidad o la anulabilidad de un acto no implica (art. 49 LPAC) la de los sucesivos en el procedimiento que sean independientes; la nulidad o anulabilidad de una parte del acto no implica la de las partes del mismo independientes, salvo que la parte viciada sea de tal importancia que sin ella el acto administrativo no hubiera sido dictado. Los actos nulos o anulables que contengan elementos constitutivos de otro distinto producirán los efectos de éste (art. 50 LPAC: conversión). El órgano que declare la nulidad o anule las actuaciones dispondrá siempre la conservación de los actos y trámite cuyo contenido se hubiera mantenido igual de no haberse cometido la infracción (art. 51 LPAC: conservación). La Administración puede convalidar (art. 52 LPAC) los actos anulables, subsanando los vicios de que adolezcan: el acto de convalidación (salvo art. 39.3 LPAC respecto de la retroactividad) produce efecto desde su fecha; si el vicio consiste en incompetencia no determinante de nulidad, la convalidación se puede realizar por el órgano competente cuando sea superior del que dictó el acto viciado; si el vicio consiste en la falta de alguna autorización, se puede convalidar mediante el otorgamiento de la misma por el órgano competente.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

“Había un hombre sufita llamado Elcaná, de Ramá, de la montaña de Efraím, hijo de Yerojam, hijo de Elí, hijo de Tojú, hijo de Suf, efraimita, que tenía dos mujeres: una llamada Ana y otra Peniná. Peniná tenía hijos, pero Ana no. Elcaná subía cada año desde su ciudad para adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los ejércitos en Siló, donde los dos hijos de Elí, Jofní y Pinjás, eran sacerdotes del Señor. El día que Elcaná ofrecía sacrificios daba a Peniná y a todos sus hijos las porciones correspondientes. Sin embargo, a Ana, aunque la amaba, le daba una sola porción, pues el Señor había cerrado su seno. Su rival la importunaba con insolencia hasta humillarla porque el Señor la había hecho estéril. Esto ocurría año tras año; siempre que subían a la casa del Señor la importunaba del mismo modo. Así que Ana lloraba y no quería comer. Su marido, Elcaná, le decía: - Ana ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué se aflige tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos?

En una ocasión, después de haber comido y bebido en Siló, Ana se levantó y se puso ante el Señor. El sacerdote Elí estaba sentado en su sede unto a las jambas del Santuario del Señor. Ella, con el alma llena de amargura, rogaba al Señor llorando sin cesar, y decidió hacer un voto diciendo: “- Señor de los ejércitos, si te dignas mirar la aflicción de tu sierva y te acuerdas de mí; si no te olvidas de tu sierva y me concedes un hijo varón, lo dedicará al Señor por todos los días de su vida de modo que nunca la navaja tocará su cabeza.”. Como se demoraba en sus ruegos al Señor, Elí se puso a observar el movimiento de su boca. Ana hablaba para sí y sus labios se movían sin que se oyera su voz, por lo que Elí supuso que estaba ebria, y le dijo: “- ¿Hasta cuando vas a estar ebria? Arroja el vino que llevas dentro”. Pero Ana contestó: “- No, mi señor. Yo soy una mujer angustiada. No he probado ni vino ni bebida embriagante; simplemente abría mi alma ante el Señor. Así que no consideres a tu sierva como una perdida, pues por mi gran dolor y angustia he hablado así”. Elí le respondió: “- Vete en paz. Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido.” Y dijo ella: “- Que tu sierva encuentre gracia a tus ojos”. Entonces se marchó la mujer, comió, y su rostro ya no volvió a ser el mismo.

Se levantaron muy temprano, se postraron ante el Señor y regresaron a su casa en Ramá. Elcaná conoció a su mujer Ana, el Señor se acordó de ella, y al cabo del tiempo Ana concibió y dio a luz a un hijo al que puso por nombre Samuel, pues dijo: “Lo he pedido al Señor”.

Volvió a subir Elcaná con toda su casa a ofrecer el sacrificio anual y a cumplir sus votos. Pero Ana no subió, pues le dijo a su marido: - Cuando el niño haya sido destetado, lo llevaré. Entonces será presentado ante el Señor y se quedará allí para siempre” (1 Sam 1,1-22) … Así pues, se quedó la mujer y amamantó a su hijo hasta que lo destetó. “Entonces subió con él llevando consigo un novillo de tres años, un efah de flor de harina y un odre de vino; entró con él en la casa del Señor en Siló. El niño era todavía muy pequeño. Cuando inmolaron el novillo y presentaron al muchacho ante Elí, Ana le dijo: “- Perdona, señor; por tu vida, señor: yo soy aquella mujer que estuvo aquí en tu presencia implorando al Señor. Por este niño rogué y el Señor me ha concedido lo que le pedí. Ahora yo se lo devuelvo al Señor para que durante toda su vida esté entregado al Señor.” Y adoraron allí al Señor. (1 Sam 1,24-28). Sigue el cántico de Ana: “Mi corazón exulta en el Señor, mi frente se enaltece en el Señor, mi boca se ríe…”

LA HOJA SEMANAL
(del 20 al 25 de agosto)

Lunes (20)

San Bernardo de Claraval, abad y doctor de la Iglesia (20ª TO)
Palabras: “Vende lo que tienes, da el dinero a los pobres… (Mt 19,21)
Reflexión: así tendrás un tesoro en el cielo, y luego vente conmigo”
Propósito, durante el día: Desprendimiento, desasimiento; aceptación

Martes (21)

San Pío X, papa (20ª TO)
Palabras: “El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, mujer, hijos… (Mt 19,29)
Reflexión: … o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna”
Propósito, durante el día: Hágase, cúmplase, sea alabada tu amabilísima voluntad

Miércoles (22)

Santa María Virgen, Reina
Palabras: “Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo” (Lc 1,28)
Reflexión: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios
Propósito, durante el día: ¡La Madre de Dios es mi madre!

Jueves (23)

Santa Rosa de Lima, virgen (20ª TO)
Palabras: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta? (Mt 22,12)
Reflexión: Los invitados al banquete del Reino de Dios
Propósito, durante el día: Dios mío, aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad

Viernes (24)

San Bartolomé, apóstol
Palabras: “… cuando estabas debajo de la higuera, te vi” (Jn 1,48)
Reflexión: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay doblez
Propósito, durante el día: Gracias, Dios mío, por llamarme, por estar conmigo

Sábado (25)

San José de Calasanz, presbítero, fundador Escuelas Pías (Nª Sª del Mar; 20ª TO)
Palabras: “No os dejéis llamar maestro…” (Mt 23,10)
Reflexión: Uno solo es vuestro maestro y todos sois hermanos
Propósito, durante el día: Madre, cuida de mí que solo no me valgo

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 19, domingo (20º TO nos animan a la vida en Dios, en la Santísima Trinidad: “Venid a comer mi pan y a beber mi vino…” (Prv 9); “dejaos llenar del Espíritu… Dad siempre gracias a Dios Padre…” (Ef 5); “el que come este pan vivirá para siempre” (Jn 6). Es un tiempo adecuado para encontrar sentido a nuestra oración, a la Eucaristía, a los pequeños sacrificios de cada día, a las pruebas que debemos soportar para nuestro bien, al darnos con amabilidad a todos, al perdonar y al pedir perdón.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “¡Hoy os exhorto a ser protagonistas en el bien! Protagonistas “en” el bien. No os sintáis a gusto cuando no hacéis el mal; cada uno es culpable del bien que podría hacer y no ha hecho. No basta no odiar, es necesario perdonar; no basta no tener rencor, es necesario rezar por los enemigos; no basta no ser causa de división, es necesario llevar paz donde no hay; no basta no hablar mal de otros, es necesario interrumpir cuando oigamos hablar mal de alguno: cortar la charla: esto es hacer el bien. Si no nos oponemos al mal, lo alimentamos de forma tácita…” (Angelus, día 12 de agosto de 2018) (trad. propia)

- “La Iglesia nos invita hoy a contemplar este misterio: se demuestra así que “Dios quiere salvar al hombre entero”, es decir, salvar “alma y cuerpo”. Jesús resucitó con el cuerpo que había asumido en María; y ascendió al Padre con su humanidad transfigurada. Con el cuerpo, un cuerpo como el nuestro, pero transfigurado. La Asunción de María, criatura humana, es la confirmación de cuál será nuestro destino glorioso… Nuestro cuerpo transfigurado estará allí. Esto – “resurrección de la carne”- es un elemento propio de la revelación cristiana y esencial de nuestra fe” (Angelus, día 15 de agosto de 2018, en la Asunción de la Virgen María) (trad. propia)

- 151. Recordemos que “es la contemplación del rostro de Jesús muerto y resucitado la que recompone nuestra humanidad, también la que está fragmentada por las fatigas de la vida, o marcada por el pecado. No hay que domesticar el poder del rostro de Cristo”. Entonces, me atrevo a preguntarte: ¿Hay momentos en los que te pones en su presencia en silencio, permaneces con él sin prisas, y te dejas mirar por él? ¿Dejas que su fuego inflame tu corazón? Si no le permites que él alimente el calor de su amor y de su ternura, no tendrás fuego, y así ¿cómo podrás inflamar el corazón de los demás con tu testimonio y tus palabras? Y si ante el rostro de Cristo todavía no logras dejarte sanar y transformar, entonces penetra en las entrañas del Señor, entra en sus llagas, porque allí tiene su sede la misericordia divina.

154. La súplica es expresión del corazón que confía en Dios, que sabe que solo no puede. En la vida del pueblo fiel de Dios encontramos mucha súplica llena de ternura creyente y de profunda confianza. No quitemos valor a la oración de petición, que tantas veces nos serena el corazón y nos ayuda a seguir luchando con esperanza. La súplica de intercesión tiene un valor particular, porque es un acto de confianza en Dios y al mismo tiempo una expresión de amor al prójimo. Algunos, por prejuicios espiritualistas, creen que la oración debería ser una pura contemplación de Dios, sin distracciones, como si los nombres y los rostros de los hermanos fueran una perturbación a evitar. Al contrario, la realidad es que la oración será más agradable a Dios y más santificadora si en ella, por la intercesión, intentamos vivir el doble mandamiento que nos dejó Jesús. La intercesión expresa el compromiso fraterno con los otros cuando en ella somos capaces de incorporar la vida de los demás, sus angustias más perturbadoras y sus mejores sueños. De quien se entrega generosamente a interceder puede decirse con las palabras bíblicas: “Este es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por el pueblo” (2 M 15,14).” (Exh. Ap. “Gaudete et exsultate”)

(19.08.18)

LO TRIBUTARIO (nº 447)

Aplicación de los tributos (14): motivación, fundamentación, congruencia

Hay requisitos básicos que deben cumplir todos los actos administrativos. Así, entre otros: identificación y domicilio del destinatario, identificación del órgano que los dicta, naturaleza (comunicación, requerimiento, resolución o acuerdo…), fecha, número o referencia al expediente de que se trate, asunto (concepto, trámite…), alcance temporal, contenido (regularización, propuesta, exigencia y forma y plazo para cumplirla…), firma del que dicta el acto y, cuando proceda, recursos y plazos de interposición. Pero hay tres requisitos esenciales que, reconocidos como tales hace años, han venido a decaer hasta el abandono, con pérdida de derechos de los administrados.

- Porque lo ordena la ley, determinados actos debe estar motivados (art. 35 LPA: los que limiten derechos subjetivos, los que resuelvan recursos, los que separen del criterio de actuaciones precedentes, los acuerdos de suspensión de actos, los de aplicación de tramitación de urgencia, de ampliación de plazos o acordando actuaciones complementarias, los que rechacen pruebas de los interesados, los que acuerden la terminación del procedimiento por imposibilidad o por desistimiento de la propia Administración en procedimientos iniciados de oficio, las propuestas de resolución en los procedimientos sancionadores y las resoluciones en procedimiento sancionador o de responsabilidad, los dictados en el ejercicio de potestades discrecionales).

Motivar es dar explicación clara, sencilla e inteligible sin necesidad de conocimientos específicos. Es un requisito esencial hasta el extremo de poder considerar todo acto no motivado como arbitrario (contra art. 9 CE). Es un requisito estructural porque la manifestación de voluntad de la Administración debe ser racional y razonada. Hoy se considera un requisito “formal”, no invalidante si no produce absoluta indefensión y subsanado de hecho en cuanto se recurre el acto alegando lo que se considera conveniente. Lo habitual es que la motivación reproduzca los hechos y, sin otra explicación, señale la procedencia de lo actuado: o sea, sin verdadera motivación.

- La fundamentación de los actos administrativos se ha convertido en un “self service”: al final del acto se abre un apartado que, bajo el título “normas aplicables”, relaciona unas disposiciones (leyes, decretos…) y, en cada una de ellas, unos preceptos, no sólo sin reproducir su texto vigente al tiempo de ser aplicados, sino también sin exponer por qué son aplicables al caso, cómo deben ser interpretados y por qué se aplican así.

- Los actos administrativos que tengan la naturaleza de resolución deben ser, además, congruentes: es decir, deben considerar todas las cuestiones planteadas y resolver en el fallo todas las pretensiones. Se debe distinguir entre argumentos, cuestión o motivo y pretensión, porque la resolución, desde luego, debe decidir sobre todas y cada una de las pretensiones; también debe considerar, replicar y decidir sobre las cuestiones o motivos que, con su correspondiente fundamento normativo o jurisprudencial, se han planteado; pero no es necesario considerar ni replicar a todas y cada una de las alegaciones o argumentos incluidos en el desarrollo de los motivos o cuestiones. En los recursos y reclamaciones en vía administrativa, la revisión se extiende a todas las cuestiones derivadas del expediente, hayan sido o no planteadas. También este aspecto ha decaído hasta el extremo de permitir resoluciones “por referencia” a la previa que se confirma.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Hubo un hombre de Sorá, de la estirpe de Dan, llamado Manóaj. Su mujer era estéril y no tenía hijos. Se le apareció un ángel del Señor a esta mujer y le dijo: - Mira eres estéril y no has tenido hijos, pero concebirás y darás a luz un hijo. Así que ahora guárdate de beber vino y licor y de comer nada impuro, pues concebirás y darás un hijo por cuya cabeza no pasará la navaja, ya que el muchacho será nazareo de Dios desde el vientre materno. Él comenzará a salvar a Israel de la mano de los filisteos.

La mujer se dirigió a su marido y le dijo: - Un hombre de Dios se ha dirigido a mí. Su aspecto era como el de un ángel de Dios, muy terrible, y no le he preguntado de dónde es, ni me ha dicho su nombre; pero me ha dicho: “Concebirás y darás a luz un hijo, así que ahora no bebas vino ni licor y no comas nada impuro, pues el muchacho será nazareo de Dios desde el vientre materno hasta el día de su muerte”. Manóaj invocó al Señor y le dijo: - Te ruego, Señor mío, que el hombre de Dios que nos enviaste venga de nuevo y nos enseñe qué debemos hacer con el muchacho que va a nacer. El Señor escuchó la voz de Manóaj y el ángel de Dios se dirigió de nevo a la mujer que estaba sentada en el campo sin que Manóaj, su marido, la acompañase.

La mujer corrió a avisar a su marido y le dijo: - Se me ha aparecido el hombre que se dirigió a mí el otro día. Manóaj se puso en marcha siguiendo a su mujer y se dirigió a aquel hombre diciéndole: - ¿Eres tú el hombre que habló a esta mujer? Él respondió: - Lo soy. Manóaj le dijo: - Cuando se cumpla lo que dijiste, ¿qué se debe hacer y qué comportamiento deberemos tener con el muchacho? El ángel del Señor le respondió: - Se abstendrá de todo lo que dije a esta mujer: no comerá nada de lo que produce la vid, no beberá vino ni licor, ni probará nada impuro. Y ella cumplirá todo lo que le he mandado.

Entonces Manóaj dijo al ángel del Señor: - Deja que te retengamos y te preparemos un cabrito. Y el ángel del Señor respondió: - Aunque me espere no probaré vuestra comida, pero si quieres hacer un holocausto al Señor, hazlo. Manóaj no sabía que era un ángel del Señor. Y preguntó Manóaj al ángel del Señor: - ¿Cuál es tu nombre, para que cuando se cumpla tu palabra te podamos honrar? A lo que le respondió: - ¿Por qué preguntas mi nombre que es misterioso?” (Jc 13, 2-19). Manóaj ofreció un cabrito como ofrenda en una roca; cuando la llama subía al cielo el ángel se elevó en esa llama. Manóaj y su mjer cayeron rostro en tierra. El ángel no se volvió a aparecer. Cuando Manóaj dijo a su mujer: “- Vamos a morir, pues hemos visto a Dios”, ella contestó que si el Señor hubiera querido que murieran no habría aceptado el holocausto y la ofrenda, ni habría informado de todas aquellas cosas.

“La mujer dio a luz un hijo y le puso el nombre de Sansón. El muchacho creció y el Señor lo bendijo. El espíritu del Señor comenzó a inspirarle en el campamento de Dan entre Sorá y Estaol.” (Jc 13,24-25)

Apresado por los filisteos y arrancados sus ojos, cuando murió Sansón, tirando con fuerza de las columnas que sostenían la casa, los muertos que ocasionó fueron muchos más que los que había matado en vida. “Sus hermanos y toda su familia bajaron para llevárselo y subieron a sepultarlo entre Sorá y Estaol, en la tumba de Manóaj, su padre” (Jc 16, 31).

LA HOJA SEMANAL
(del 13 al 19 de agosto)

Lunes (13)

San Ponciano, papa, y san Hipólito, presbítero, y mártires (19ª TO)
Palabras: “Al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres” (Mt 17,22)
Reflexión: Ellos se pusieron muy tristes
Propósito, durante el día: Considerar con Jesús, sus días entre nosotros. Aprender de Él

Martes (14)

San Maximiliano Kolbe, presbítero y mártir (19ª TO)
Palabras: “Si un hombre tiene cien ovejas y una se le pierde…” (Mt 18,12)
Reflexión: ¿no deja las noventa y nueve y va a buscar la perdida?
Propósito, durante el día: Confiar en la Misericordia divina

Miércoles (15)

La Asunción de la Virgen (Nª Sª de los Reyes)
Palabras: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!” (Lc 1,42)
Reflexión: ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Propósito, durante el día: Madre mía, no me dejes, de tu mano hasta el cielo

Jueves (16)

San Roque, peregrino (19ª TO)
Palabras: “Hasta setenta veces siete” (Mt 18,22)
Reflexión: Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar?
Propósito, durante el día: Padrenuestro: Perdonar, pedir perdón, dar satisfacción

Viernes (17)

Santa Clara de Montefalco, virgen (19ª TO)
Palabras: “Pues lo que ha unido Dios, que no lo separe el hombre” (Mt 19,6)
Reflexión: Ya no son dos, sino una sola carne
Propósito, durante el día: Amar con el amor de Dios que nos ama a todos

Sábado (18)

San León, mártir (19ª TO)
Palabras: “Dejad que los niños se acerquen a mí” (Mt 19,14)
Reflexión: Le acercaron unos niños para les impusiera las manos y rezara por ellos
Propósito, durante el día: Madre, llévame a Jesús. Dile cosas buenas de mí

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 12, domingo (19º TO, ciclo B) nos animan a vivir en la confianza en Dios: “¡Levántate, come!, que el camino es superior a tus fuerzas” (1 R 19); “Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo nos amó” (Ef 4); “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre” (Jn 6). De Dios tomamos el ánimo y la recta intención. Dios es nuestro descanso. ¡Nos quiere tanto! ¡Nos cuida tanto! Al llegar al cielo nos dirá: “¡Al fin!”

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Por eso la multitud quiere saber de Jesús qué acciones debe hacer para contentar a Dios. Pero Jesús da una respuesta inesperada: “La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado” (v. 29). Estas palabras están dirigidas, hoy, también a nosotros: la obra de Dios no consiste tanto en el “hacer” cosas, sino en el “creer” en Aquel que Él ha mandado. Esto significa que la fe en Jesús nos permite cumplir las obras de Dios. Si nos dejamos implicar en esta relación de amor y de confianza con Jesús, seremos capaces de realizar buenas obras que perfumen a Evangelio, por el bien y las necesidades de los hermanos.” (Angelus, 5 de agosto de 2018)

- “Pero todo nace de la incapacidad de confiar sobre todo en Dios, de poner en Él nuestras seguridades, de dejar que sea Él el que dé verdadera profundidad a los deseos de nuestro corazón. Esto permite sostener también la debilidad, la incertidumbre y la precariedad. La referencia a Dios nos hace fuertes en la debilidad, en la incertidumbre y también en la precariedad. Sin el primado de Dios se cae fácilmente en la idolatría y nos contentamos con míseras certezas. Pero esta es una tentación que nosotros leemos siempre en la Biblia. Y pensad bien esto: liberar al pueblo de Egipto no le costó tanto trabajo a Dios; lo hizo con señales de poder, de amor. Pero el gran trabajo de Dios fue quitar a Egipto del corazón del pueblo, es decir, quitar la idolatría del corazón del pueblo. Y todavía Dios continúa trabajando para quitarla de nuestros corazones. Este es el gran trabajo de Dios: quitar “aquel Egipto” que nosotros llevamos dentro, que es la fascinación de la idolatría.” (Audiencia general, 8 de agosto de 2018)

- 147. Finalmente, aunque parezca obvio, recordemos que la santidad está hecha de una apertura habitual a la trascendencia, que se expresa en la oración y en la adoración. El santo es una persona con espíritu orante, que necesita comunicarse con Dios. Es alguien que no soporta asfixiarse en la inmanencia cerrada de este mundo, y en medio de sus esfuerzos y entregas suspira por Dios, sale de sí en la alabanza y amplía sus límites en la contemplación del Señor. No creo en la santidad sin oración, aunque no se trate necesariamente de largos momentos o de sentimientos intensos.

148. San Juan de la Cruz recomendaba “procurar andar siempre en la presencia de Dios, sea real, imaginaria o unitiva, de acuerdo con lo que le permitan las obras que esté haciendo”. En el fondo, es el deseo de Dios que no puede dejar de manifestarse de alguna manera en medio de nuestra vida cotidiana: “Procure ser continuo en la oración, y en medio de los ejercicios corporales no la deje. Sea que coma, beba, hable con otros, o haga cualquier cosa, siempre ande deseando a Dios y apegando a él su corazón”.

149. No obstante, para que esto sea posible, también son necesarios algunos momentos solo para Dios, en soledad con él. Para santa Teresa de Ávila la oración es “tratar de amistad estando muchas veces a solas con quien sabemos nos ama”. Quisiera insistir que esto no es solo para pocos privilegiados, sino para todos, porque “todos tenemos necesidad de este silencio penetrado de presencia adorada”. La oración confiada es una reacción del corazón que se abre a Dios frente a frente, donde se hacen callar todos los rumores para escuchar la suave voz del Señor que resuena en el silencio.” (Exh. Ap. “Gaudete et exsultate”)

(12.08.18)
LO TRIBUTARIO (nº 446)

Aplicación de los tributos (13): los actos administrativos

Era práctica escolar antigua distinguir entre “actos del hombre” y “actos humanos”. Los “actos del hombre” incluían los actos instintivos, a semejanza de los de cualquier animal. Los “actos humanos” se caracterizan por el componente de la racionalidad, teóricamente son actos libres y voluntarios y, por tanto, son actos responsables, de los que se puede derivar una responsabilidad. A diferencia de los actos instintivos, los actos humanos manifiestan una voluntad, se hacen por algún motivo o causa y para alguna finalidad. Los actos de la Administración son actos humanos porque se realizan por una voluntad humana responsable.

No existe definición legal del acto administrativo. La Ley 39/2015, LPA (art. 34), señala que puede ser dictado de oficio o a instancia del administrado y exige que se produzca por órgano competente (recuérdese que la competencia puede ser territorial, material, orgánica o funcional; la incompetencia territorial y la material determinan la nulidad: art. 47 LPA), ajustándose a los requisitos y al procedimiento establecido (prescindir absolutamente del procedimiento establecido determina la nulidad: art. 47 LPA). El contenido de los actos se ajustará a lo dispuesto por el ordenamiento jurídico y adecuado a los fines de tales actos (los actos contrarios al ordenamiento son anulables, incluso por desviación de poder: art. 48 LPA). Los actos de la Administración sujetos al Derecho Administrativo son ejecutivos con arreglo a la LPA (art. 38 LPA). Los actos de la Administración se presumen válidos y producen efectos desde la fecha en que se dicten, salvo que se disponga otra cosa (por lo general, la eficacia del acto administrativo queda demorada hasta su notificación, publicación o aprobación: v. arts. 39 a 46 LPA)

Es conveniente recordar la diferencia entre actos y resoluciones. Éstas que, por lo general, son actos por los que concluye un procedimiento, en todo caso son manifestaciones de voluntad de la Administración que contienen un mandato, una ordenación, una decisión que se debe cumplir. Las resoluciones de carácter particular (por razón de la persona, de la materia, del territorio…), no pueden vulnerar (art. 37 LPA) lo dispuesto en una disposición de carácter general (decretos, órdenes ministeriales …), aunque aquéllas procedan de un órgano de igual o superior jerarquía. Son nulas las resoluciones administrativas que vulneren una disposición reglamentaria y aquellas en las que concurra causa de nulidad (art. 47 LPA). La resolución debe ser expresa y en plazo, salvo caducidad. El “silencio negativo” puede permitir recurso.

Los actos de la Administración, en su forma (art. 36 LPA) pueden ser gestuales (como en la ordenación del tráfico), orales (cuando se ordena a un órgano inferior, si debe quedar constancia escrito se firmará por este órgano, expresando en la comunicación del mismo la autoridad de que procede: por orden de…) o escritos (a través de medios electrónicos, a menos que su naturaleza exija otra forma más adecuada de expresión y constancia (art. 26 LPA, sobre el contenido de los documentos electrónicos). Igualmente se regula la validez y eficacia de las copias realizadas por la Administración (art. 27 LPA). Y se regula la obligación de cumplir los plazos establecidos y su cómputo, así como la ampliación y la tramitación de urgencia (arts. 29 a 33 LPA)

DE LO HUMANO A LO DIVINO

- “El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó En el jardín de Edén para que lo trabajara y los guardara; y el Señor Dios impuso al hombre este mandamiento: “-De todos los árboles del jardín podrás comer, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que comas morirás. Entonces dijo el Señor Dios: -No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle una ayuda adecuada para él… Entonces el Señor Dios infundió un profundo sueño al hombre y éste se durmió; tomó luego una de sus costillas y cerró el hueco con carne. Y el Señor Dios, de la costilla que había tomado del hombre, formó una mujer y la presentó al hombre. Entonces dijo el hombre: - Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se la llamará mujer, porque del varón fue hecha. Por eso, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne. Ambos estaban desnudos, el hombre y la mujer, y no sentían vergüenza” (Gn 2,15-18 y 21-25)

El pasaje recuerda un relato publicado hace muchos años en un periódico. Solos en el Paraíso, amándose y bien avenidos, Adán regaló un día a Eva una lagartija de preciosos colores. Probando distintos sitios, Eva se preguntaba dónde quedaría mejor. Y se la puso en el pelo. Quedaba muy bonita. Pensaban ir a pasear por Edén, ¿dónde si no?, como siempre. La mujer, sentando así un precedente secular, dijo que no le apetecía. El hombre se fue solo, no sin escuchar la advertencia de tener cuidado y volver pronto. Cuando regresó Adán, ella parecía dormida; él se recostó en una curvatura del terreno y se durmió. Eva se acercó a él y, delicadamente, suavemente y poco a poco, fue acariciando el costado de Adán y, en él, cada una de sus costillas: una, dos, tres… No faltaba ninguna. Eva entornó los ojos, suspiró tranquila y se durmió también.

- “La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que había hecho el Señor Dios, y dijo a la mujer: - ¿De modo que os ha mandado Dios que no comáis de ningún árbol del jardín? La mujer respondió a la serpiente: - Podemos comer del fruto de los árboles del jardín; pero Dios nos ha mandado: “No comáis ni toquéis el futo del árbol que está en medio del jardín, pues moriríais”. La serpiente dijo a la mujer: - No moriréis en modo alguno; es que Dios sabe que el día que comáis de él se os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal. La mujer se fijó que el árbol era bueno para comer, atractivo a la vista y que aquel árbol era apetecible para alcanzar sabiduría; tomo de su fruto, comió, y a su vez dio a su marido que también comió. Entonces se les abrieron los ojos y conocieron que estaban desnudos; entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron. Y cuando oyeron la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, el hombre y su mujer se ocultaron de la presencia del Señor Dios entre los árboles del jardín…” (Gen 3,1-8). “El Señor Dios hizo unas túnicas de piel para el hombre y la mujer, y los vistió… Así pues, el Señor Dios lo expulsó del jardín del Edén, para que trabajase la tierra de la que había sido tomado… (Gen 3,21.23)

- “Adán conoció a Eva, su mujer, que concibió y dio a luz a Caín. Y dijo: - He adquirido un varón gracias al Señor. Después, dio a luz a su hermano Abel. Abel fue pastor de ganado menor y Caín, labrador… Adán conoció de nuevo a su mujer, y ella dio a luz a un hijo al que puso por nombre Set, pues se dijo: “Dios me ha concedido otro descendiente en lugar de Abel, ya que lo mató Caín” (Gen 4,1-2, 25). El día 24 de diciembre celebramos los santos Adán y Eva.

LA HOJA SEMANAL
(del 6 al 11 de agosto)

Lunes (6)

La Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo
Palabras: Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador (Mc 9,3)
Reflexión: ¡Qué bien se está aquí!
Propósito, durante el día: Presencia de Dios. Todo el día, en todo momento

Martes (7)

San Cayetano, presbítero (18ª TO)
Palabras: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo” (Mt 14,27)
Reflexión: Pedro empezó a hundirse. “¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?”
Propósito, durante el día: Dios mío, no te fíes de mí; yo me fío de Ti

Miércoles (8)

Santo Domingo de Guzmán, presbítero y fundador (18ª TO)
Palabras: “Se postró ante él y le pidió: - Señor socórreme” (Mt 15,25)
Reflexión: Mujer, qué grande es tu fe. Que se cumpla lo que deseas
Propósito, durante el día. Actos de fe. Contigo, todo. Sin Ti, nada

Jueves (9)

Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), virgen y mártir (18ª TO)
Palabras: ¿Quién decís que soy yo? (Mt 16,15)
Reflexión: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia
Propósito, durante el día: Vivir en la Iglesia, amar a la Iglesia

Viernes (10)

San Lorenzo, diácono y mártir (18ª TO)
Palabras: “El que se ama a sí mismo, se pierde” (Jn 12,25)
Reflexión: El que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna
Propósito, durante el día: Poner ante Dios, el yo, la vanagloria, la presunción

Sábado (11)

Santa Clara, virgen (18ª TO)
Palabras: “Si vuestra fe fuera como un grano de mostaza… (Mt 17,20)
Reflexión: … le diríais a aquella montaña que viniera aquí y vendría”
Propósito, durante el día: Madre mía, pide a Dios que aumente mi fe

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 5, domingo (18º TO, ciclo B; Dedicación de la Basílica de Santa María; Nª Sª de las Nieves, de África, del Remedio, Virgen Blanca de Ibiza) nos recuerdan nuestra existencia y subsistencia en Dios: “Moisés les dijo: - Es el pan que el Señor os da de comer” (Ex 16); “Revestiros de la nueva condición humana, creada a imagen de Dios: justicia y santidad verdaderas” (Ef 4); “Yo soy el pan de vida” (Jn 6). Abandonados en Dios, llenos de su amor, derramando amor del Amor para todos.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Después, al final del relato, Jesús, cuando todos fueron saciados, Jesús dijo a los discípulos que recogieran los pedazos que habían sobrado, para que no se perdiera nada. Y yo quisiera proponeros esta frase de Jesús: “Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda” (v. 12). Pienso en la gente que tiene hambre y en cuánta comida sobrante tiramos... que cada uno piense: el alimento que sobra en la comida, la cena, ¿a dónde va? ¿En mi casa qué se hace con la comida que sobra? ¿Se tira? No. Si tú tienes esta costumbre, te doy un consejo: habla con tus abuelos que han vivido la posguerra, y pregúntales qué hacían con la comida sobrante. Nunca se tira la comida sobrante. Se vuelve a hacer o se da a quien pueda comerlo, a quien tiene necesidad. Nunca se tira la comida sobrante. Este es un consejo y también un examen de conciencia: ¿Qué se hace en casa con la comida que sobra?” (Angelus, día 29 de julio de 2018)

-“Queridos hermanos y hermanas, los ídolos prometen vida, pero en realidad la quitan. El Dios verdadero no pide la vida, sino que la dona, la regala. El Dios verdadero no ofrece una proyección de nuestro éxito, sino que enseña a amar. El Dios verdadero no pide hijos, sino que dona a su Hijo por nosotros. Los ídolos proyectan hipótesis futuras y hacen despreciar el presente; el Dios verdadero enseña a vivir en la realidad de cada día, en lo concreto, no con ilusiones sobre el futuro: hoy y mañana y pasado mañana caminando hacia el futuro. La concreción del Dios verdadero contra la liquidez de los ídolos. Yo os invito a pensar hoy: ¿cuántos ídolos tengo o cuál es mi ídolo favorito? Porque reconocer las propias idolatrías es un inicio de gracia, y pone en el camino del amor. De hecho, el amor es incompatible con la idolatría: si algo se convierte en absoluto e intocable, entonces es más importante que un cónyuge, que un hijo, o que una amistad. El apego a un objeto o a una idea hace ciegos al amor. Y así para ir detrás de los ídolos, de un ídolo, podemos incluso renegar al padre, la madre, los hijos, la mujer, el esposo, la familia... lo más querido. El apego a un objeto o a una idea hace ciegos al amor. Llevad esto en el corazón: los ídolos nos roban el amor, los ídolos nos hacen ciegos al amor y para amar realmente es necesario ser libres de todo ídolo. ¿Cuál es mi ídolo? ¡Quítalo y tíralo por la ventana!” (Audiencia general, 1 de agosto de 2018)

- 143. Pero estas experiencias no son lo más frecuente, ni lo más importante. La vida comunitaria, sea en la familia, en la parroquia, en la comunidad religiosa o en cualquier otra, está hecha de muchos pequeños detalles cotidianos. Esto ocurría en la comunidad santa que formaron Jesús, María y José, donde se reflejó de manera paradigmática la belleza de la comunión trinitaria. También es lo que sucedía en la vida comunitaria que Jesús llevó con sus discípulos y con el pueblo sencillo

144. Recordemos cómo Jesús invitaba a sus discípulos a prestar atención a los detalles. El pequeño detalle de que se estaba acabando el vino en una fiesta. El pequeño detalle de que faltaba una oveja. El pequeño detalle de la viuda que ofreció sus dos moneditas. El pequeño detalle de tener aceite de repuesto para las lámparas por el si el novio se demora. El pequeño detalle de pedir a sus discípulos que vieran cuántos panes tenían. El pequeño detalle de tener un fueguito preparado y un pescado en parrilla mientras esperaba a los discípulos de madrugada.” (Exh. Ap. “Gaudete et exsultate”)

(5.08.18)