LO TRIBUTARIO (nº 736)

El derecho a una buena Administración (27): la revisión tributaria (1)

El artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (7.12.2000), establece: “1. Toda persona tiene derecho a que las instituciones, órganos y organismos de la Unión traten sus asuntos imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable.”

No se puede terminar ni siquiera una primera aproximación al derecho de los administrados disponer de una buena Administración sin enlazar el comentario al derecho sancionador por los incumplimientos de los contribuyentes con el sistema legal de revisión que permite a la Administración volver una y otra vez sobre sus actos, declarando nulos o anulando aquellos en lo que ella misma considera que ha actuado contra Derecho. El administrado debe cumplir todas las obligaciones materiales y formales que la ley le impone, a estos efectos debe estar capacitado para calificar jurídicamente hechos y circunstancias y para conocer e interpretar la normativa tributaria que le señala a qué impuestos está sujeto, cómo tributar en cada caso y por cada uno de ellos e incurre en responsabilidad, incluso por simple negligencia, si su tributación no es considerada como la que le corresponde por la Administración. En cambio, la Administración puede ver declaradas nulos o anulados sus actos por los tribunales sin que se derive responsabilidad de ni institucional ni personal. La responsabilidad patrimonial (art. 106 CE) es una cosa insólita, inaudita, inimaginable.

Pero la LGT regula la revisión de actos de la Administración cuando procede declararlos nulos de pleno de derecho (art. 217 LGT). Son supuestos tan graves que determinan la exclusión del acto del mundo del Derecho como si no hubiera existido. Pero no son casos infrecuentes. Al contrario, con la multiplicación de procedimientos en la aplicación de los tributos (arts. 120 a 162 LGT), se producen excesos -se prescinde total y absolutamente del procedimiento- sobre las limitaciones legalmente establecidas para la verificación de datos o la comprobación limitada o la inspección. Como en TS ss. 2.03.18, 2.07.18, 28.11.19, 6.02.20 (dos), 19.02.20, 19.05.20, 15.10.20 (tres), 17.09.20, 28.05.20, nulidad radical en verificación o iniciación por declaración cuando lo procedente era comprobación limitada (TS 19-11-20 y 30-11-20). La Ley 34/2015 modificó el artículo 115 LGT permitiendo modificar la comprobación o la calificación de hechos producidos en períodos respecto de los que habría prescrito el derecho a determinar la deuda tributaria (arts. 66 a 69 LGT), pero no ha habido que esperar mucho tiempo para que los tribunales hayan tenido que corregir los excesos de la Administración. Así: No cabe comprobar, TS ss. 30.09.14, 22.10.20, 4.11.20, hechos producidos en períodos prescritos y anteriores a 2003 porque la LGT/1963 no lo permitía (AN 28-1-21).

El artículo 219 LGT regula el procedimiento de revocación de los actos contrarios a Derecho que perjudicaron a los administrados, pero no permite a éstos activarlo, sino sólo promoverlo de modo que la Administración cuando así se hace sólo está obligada a acusar recibo (arts. 10 a 12 RD 520/2005). Se inicia de oficio sin que nada pueda determinar su procedencia. Pero la Administración por su propia voluntad sí que puede iniciar de oficio el expediente de declaración de lesividad (art. 218 LGT) cuando considera que se debe anular un acto propio contrario a Derecho que le perjudica. Nada más lejano al derecho a una buena Administración.         

DE LO HUMANO A LO DIVINO

“El Señor dirigió su palabra a Jonás, hijo de Amitai, en estos términos: - Ponte en marcha, ve a Nínive, la gran ciudad, y llévale este mensaje contra ella, pues me he enterado de sus crímenes. Jonás se puso en marcha para huir a Tarsis, lejos del Señor. Bajó a Jafa y encontró un barco que iba a Tarsis; pagó el pasaje y embarcó para ir con ellos a Tarsis, lejos del Señor. Pero el Señor envió un viento recio y una fuerte tormenta en el mar, y el barco amenazaba con romperse. Los marineros se atemorizaron y se pusieron a rezar, cada uno a su dios. Después echaron al mar los objetos que había en el barco, para aliviar la carga. Jonás bajó al fondo de la nave y se quedó allí dormido. El capitán se le acercó y le dijo: - ¿Qué haces durmiendo? Levántate y reza a tu dios; quizá se ocupe ese dios de nosotros y no muramos. Se dijeron unos a otros: - Echemos suertes para saber quién es el culpable de que nos haya caído esta desgracia. Echaron suertes y le tocó a Jonás…

… El Señor dirigió la palabra por segunda vez a Jonás. Le dijo así:  - Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré. Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando: “Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada”. Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor. La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó de su trono, se despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo. Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus ministros: “Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia. ¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta ira y no nos destruirá!”. Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.

Jonás se disgustó y se indignó profundamente. Y rezó al Señor en estos términos: - ¿No lo decía yo, Señor, cuando estaba en mi tierra? Por eso intenté escapar a Tarsis, pues bien sé que eres un Dios bondadoso, compasivo, paciente y misericordioso, que te arrepientes del mal. Así que, Señor, toma mi vida, pues vale más morir que vivir. Dios le contestó: - ¿Por qué tienes ese disgusto tan grande? 

Salió Jonás de la ciudad y se instaló al oriente. Armó una choza y se quedó allí, a su sombra, hasta ver qué pasaba con la ciudad. Dios hizo que una planta de ricino surgiera por encima de Jonás, para dar sombra a su cabeza y librarlo de su disgusto. Jonás se alegró y se animó mucho con el ricino. Pero Dios hizo que, al día siguiente, al rayar el alba, un gusano atacase al ricino, que se secó. Cuando salió el sol, hizo Dios que soplase un recio viento solano; el sol pegaba en la cabeza de Jonás, que desfallecía y se deseaba la muerte: “Más vale morir que vivir”, decía. Dios dijo entonces a Jonás: - ¿Por qué tienes ese disgusto tan grande por lo del ricino? Él contestó: - Lo tengo con toda razón. Y es un disgusto de muerte. Dios repuso: - Tú te compadeces del ricino, que ni cuidaste ni ayudaste a crecer, que en una noche surgió y en otra desapareció, ¿y no me he de compadecer yo de Nínive, la gran ciudad, donde hay más de ciento veinte mil personas, que no distinguen la derecha de la izquierda, y muchísimos animales? (Jonás 1,1-7, 2-4).

LA HOJA SEMANAL
(30 y 31 de agosto y del 1 al 4 de septiembre) (año de san José; año de la Familia)

Lunes (30)

Santa Juana Jugan, virgen (22ª TO)
Palabras: “Fue Jesús a Nazaret donde se había criado” (Lc 4,16)
Reflexión: Lo echaron fuera del pueblo hasta un precipicio del monte
Propósito, durante el día: Cerca de Ti, Señor, yo quiero estar; y gozar de tu eterno amor

Martes (31)

San Ramón Nonato, religioso (22ª TO)
Palabras: “Sé quién eres: el Santo de Dios” (Lc 4,34)
Reflexión: Su palabra estaba llena de autoridad
Propósito, durante el día: Dispón de mí. Dame tu amor y tu gracia. Eso me basta

Miércoles (1)

San Sixto, obispo (22ª TO; Nª Sª de los Ángeles del Puig)
Palabras: “Intentaban retenerlo para que no se separara de ellos” (Lc 4,42)
Reflexión: Al amanecer se fue a un lugar desierto, pero lo encontraron
Propósito, durante el día: Que te busque, que te acompañe, que no te abandone

Jueves (2)

San Zenón, mártir (22ª TO)
Palabras: “La gente se agolpaba en torno a Jesús, para oír la palabra de Dios” (Lc 5,1)
Reflexión: “Rema mar adentro”
Propósito, durante el día: Venga tu Reino. Hágase tu voluntad. Perdóname

Viernes (3)

San Gregorio Magno, papa y doctor de la Iglesia (22ª TO) (día de penitencia)
Palabras: “Nadie echa vino nuevo en odres viejos” (Lc 5,38)
Reflexión: A vino nuevo, odres nuevos
Propósito, durante el día: Ayúdame, Señor, a revivir la caridad primera

Sábado (4)

Santa Rosalía, virgen (22ª TO; Nª Sª de la Consolación)
Palabras: “El Hijo del hombre es señor del sábado” (Lc 6,5)
Reflexión: Iba Jesús caminando por medio de un sembrado
Propósito, durante el día: Madre mía. Mientras mi vida alentare todo mi amor para ti

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 29 domingo, (22º TO, ciclo B; Martirio de san Juan Bautista) nos animan a vivir la cercanía de Dios: “¿Dónde hay otra nación tan grande, que tenga unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos? (Dt 4); “Por propia iniciativa nos engendró con la palabra de la verdad para que seamos como una primicia de sus criaturas” (St 1); “Lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre” (Mc 7). Todo lo puedo con Dios. Sin él, nada. Que no me aparte de Ti.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Detengámonos brevemente en la actitud de quienes se retiran y deciden no seguir más a Jesús ¿De dónde surge esta incredulidad? ¿Cuál es el motivo de este rechazo? Las palabras de Jesús suscitan un gran escándalo. Nos está diciendo que Dios ha elegido manifestarse y realizar la salvación en la debilidad de la carne humana. Es el misterio de la encarnación. La encarnación de Dios es lo que causa escándalo y lo que, para esas personas, pero a menudo también para nosotros, representa un obstáculo. De hecho, Jesús afirma que el verdadero pan de salvación, el que transmite la vida eterna, es su propia carne; que, para entrar en comunión con Dios, antes que observar las leyes o cumplir los preceptos religiosos, es necesario vivir una relación real y concreta con Él. Porque la salvación ha venido por Él, en su encarnación. Esto significa que no debemos buscar a Dios en sueños e imágenes de grandeza y poder, sino que debemos reconocerlo en la humanidad de Jesús y, por consiguiente, en la de los hermanos y hermanas que encontramos en el camino de la vida. Y cuando decimos esto, en el Credo, el día de Navidad, el día de la anunciación, nos arrodillamos para adorar este misterio de la encarnación. Dios se hizo carne y sangre: se rebajó a ser hombre como nosotros, se humilló hasta asumir nuestros sufrimientos y nuestro pecado, y, por tanto, nos pide que no lo busquemos fuera de la vida y de la historia, sino en la relación con Cristo y con los hermanos. Buscarlo en la vida, en la historia, en nuestra vida cotidiana. Y este, hermanos y hermanas, es el camino para el encuentro con Dios: la relación con Cristo y los hermanos.” (Angelus, día 22 de agosto de 2021)

- “El hipócrita es una persona que finge, adula y engaña porque vive con una máscara en el rostro y no tiene el valor de enfrentarse a la verdad. Por esto, no es capaz de amar verdaderamente – un hipócrita no sabe amar – se limita a vivir de egoísmo y no tiene la fuerza de demostrar con transparencia su corazón. Hay muchas situaciones en las que se puede verificar la hipocresía. A menudo se esconde en el lugar de trabajo, donde se trata de aparentar ser amigos con los colegas mientras la competición lleva a golpearles a la espalda. En la política no es inusual encontrar hipócritas que viven un desdoblamiento entre lo público y lo privado. Particularmente detestable es la hipocresía en la Iglesia, y lamentablemente existe la hipocresía en la Iglesia, y hay muchos cristianos y muchos ministros hipócritas. No deberíamos olvidar nunca las palabras del Señor: “Sea vuestro lenguaje: ‘sí, sí’; ‘no, no’; que lo que pasa de aquí viene del Maligno” (Mt 5,37). Hermanos y hermanas, pensemos hoy en lo que Pablo condena y que Jesús condena: la hipocresía. Y no tengamos miedo de ser sinceros, de decir la verdad, de escuchar la verdad, de conformarnos con la verdad. Así podremos amar. Un hipócrita no sabe amar. Actuar de otra manera que no sea la verdad significa poner en peligro la unidad en la Iglesia, por la cual el Señor mismo ha rezado.” (Audiencia general, día 25 de agosto de 2021)

(29.08.21) 

LO TRIBUTARIO (nº 735)

El derecho a una buena Administración (26): sociología fiscal

El artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (7.12.2000), establece: “1. Toda persona tiene derecho a que las instituciones, órganos y organismos de la Unión traten sus asuntos imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable.”

“Contribuir es recibir” fue la frase que animaba a los contribuyentes a declarar con exactitud y a pagar el impuesto que correspondía a cada uno. Fue hace medio siglo. Después vino “Hacienda somos todos” y, casi inevitablemente, el honroso título de contribuyente, el que aporta, el que contribuye a financiar el gasto común, fue sustituido por el de “obligado tributario”, que evita caer en la tentación de pensar que también podría tener derechos. La protesta racional contra “Hacienda somos todos”, que es tanto como considerar esclavos, elementos propiedad del Estado, a los contribuyentes, proclamó a los cuatro vientos, inútilmente: “La Hacienda es nuestra”, porque nosotros la nutrimos con nuestros impuestos y porque pagamos a una Administración para que gestione eficaz y eficientemente los fondos que aportamos. Después, ahora, se ha convertido en un espectáculo anual la publicación de la lista de morosos tributarios. Como se repiten los nombres año tras año, parece que más que disuasoria esa publicación es un estímulo a mantenerse en la relación.

Cuando una Administración que gestiona los tributos publica, año tras año que en el presente se ha descubierto más fraude que en el anterior, pero que será menos del que descubra el año próximo, está reconociendo que es una Administración que fracasa en su función social. Hace sesenta años, en uno de los Cuerpos de Inspectores se modificó el baremo de incentivos económicos, se estableció una planificación que hacía actuar cerca de los mismos inspeccionados cada dos años y que sólo premiaba cuando en ese tiempo se comprobaba que el contribuyente declaraba mejor, ocultaba menos o nada. Con el paso del tiempo, quizá se pudo oír “No hay que declararlo todo y bien, porque en la comprobación siempre se tiene que encontrar algo que regularizar” o también: “A la hora de concluir una regularización tributaria es inevitable aceptar lo conveniente aunque no sea lo ajustado a la ley” o también: “En todo comprobación se encuentran diferencias” y se señalaría como prueba indiciaria que, en la individualización de los planes de control tributario, se fijan objetivos de diferencias regularizables por anticipado, objetivos que, por lo general, se superan y sobradamente.

Hace veinte años se produjo una sentencia que consideró que era “exorbitante” la obligación de autoliquidar que las leyes exigen a los administrados. No se trata de que la ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento (art. 6.1 Cc); se trata de que es un exceso exigir que todo ciudadano cualquiera que sea su condición cultural y el nivel y especialidad de sus conocimientos debe saber calificar jurídicamente los hechos con trascendencia tributaria, interpretar con exactitud las normas tributarias y aplicar sin error la técnica de la liquidación fiscal. En esa tarea no sólo fallan los contribuyentes, la doctrina de los tribunales pone de manifiesto que también yerran los empleados públicos encargados de la gestión tributaria y los jueces, y los profesores y los asesores. Pero sólo hay sanción para los contribuyentes. Y no hay sanción para el que acusa indebidamente de incumplimientos ni para el que, desde su impunidad, imputa a otro de una conducta ilícita y sanciona contra Derecho. Quizá no hay Derecho.

DE LO HUMANO A LO DIVINO       

“Jerubaal, es decir Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él madrugaron y acamparon en En Jarod, quedando el campamento de Madián al norte del suyo, junto a la colina de Moré, en el valle. El Señor dijo a Gedeón: “Es mucha la gente que está contigo, como para que yo entregue a Madián en tu mano. No vaya a engreírse Israel ante mí, diciendo: “Mi mano me ha salvado””. Ahora, pues, pregona a oídos del pueblo: “Quien tenga miedo y tiemble, vuelva y márchese por el monte Galaad”. Se volvieron veintidós mil del pueblo y quedaron diez mil. Mas el Señor dijo a Gedeón: “Es todavía mucha gente. Haz que bajen a la fuente y allí los seleccionaré. Y del que yo te diga: “Ese ha de ir contigo”, ese irá contigo; y del que te diga: “Ese no ha de ir contigo”, ese no irá contigo”. Gedeón hizo que el pueblo bajara a la fuente y el Señor le dijo: “A todo el que beba lamiendo el agua con su lengua, como lame el perro, lo pondrás aparte, y lo mismo a cuantos doblen la rodilla para beber”. El número de los que lamieron el agua llevándola con las manos a la boca fue de trescientos. El resto de la gente dobló la rodilla para beber agua. El Señor declaró a Gedeón: “Os salvaré con los trescientos hombres que han lamido y entregaré a Madián en tu mano. El resto de la gente, que cada uno se vuelva a su casa”. Entonces cogieron en sus manos las vituallas del pueblo y los cuernos. Despidió a todos los demás israelitas, cada cual a su tienda, y retuvo a los trescientos hombres. El campamento de Madián se encontraba más abajo del suyo, en el valle. El Señor le dijo aquella noche: “Levántate, baja al campamento, pues voy a entregarlo en tus manos. Y si tienes miedo de bajar, desciende hasta el campamento con tu criado Furá. Cuando escuches lo que hablan, se fortalecerá tu mano y bajarás contra el campamento”.

… Al oír Gedeón el relato del sueño y su interpretación, se postró. Volvió al campamento de Israel y ordenó: “¡Levantaos, pues el Señor ha entregado en vuestras manos el campamento de Madián!”. Dividió los trescientos hombres en tres cuerpos y puso en manos de todos ellos cuernos y cántaros vacíos con antorchas en el interior de los cántaros. Les ordenó: “Miradme y haced lo mismo. Cuando llegue al extremo del campamento, haced lo mismo que yo. Tocaré el cuerno con todos los que estén conmigo. Entonces, también vosotros tocaréis el cuerno alrededor del campamento y exclamaréis: ¡por el Señor y por Gedeón!”. Gedeón y los cien hombres que estaban con él llegaron al extremo del campamento al comienzo de la segunda vigilia, cuando acababan de relevarse los centinelas. Tocaron los cuernos y rompieron los cántaros que llevaban en las manos. Los tres grupos tocaron los cuernos y rompieron los cántaros. Cogieron en la izquierda las antorchas y en la derecha los cuernos para tocar, y gritaron: “¡Espada para el Señor y para Gedeón!”. Permanecieron cada cual en su puesto, alrededor del campamento. Todos los del campamento corrían y, dando gritos, huían. Los trescientos tocaron los cuernos y el Señor hizo que esgrimieran la espada unos contra otros en todo el campamento y que huyeran hasta Bet Sitá, hacia Sererá, hasta la ribera de Abel Mejolá, en dirección de Tabat. Los israelitas de Neftalí, de Aser y de todo Manasés se reunieron y persiguieron a Madián. 

Gedeón despachó mensajeros a toda la montaña de Efraín, para decir: “Bajad al encuentro de Madián y tomadles los puntos de agua hasta Bet Bará y el Jordán”. Se reunieron todos los hombres de Efraín y tomaron los puntos de agua hasta Bet Bará y el Jordán. Capturaron a dos príncipes de Madián, a Oreb y a Zeeb.” (Jc 7, 1-10, 15-25)

LA HOJA SEMANAL
(del 23 al 28 de agosto) (año de san José; año de la Familia)

Lunes (23)

Santa Rosa de Lima, virgen (21ª TO)
Palabras: “¡Ay de vosotros guías de ciegos!” (Mt 23,16)
Reflexión: Ni entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren
Propósito, durante el día: Señor, aleja de mí lo que me aparte de Ti

Martes (24)

San Bartolomé, apóstol
Palabras: “Cuando estabas debajo de la higuera, te ví” (Jn 1,48)
Reflexión: Antes de que Felipe te llamara
Propósito, durante el día: Quita de mí la doblez, que no haya en mí engaño

Miércoles (25)

San José de Calasanz, presbítero (21ª TO)
Palabras: “Parecéis sepulcros blanqueados” (Mt 23,27)
Reflexión: Por fuera buena apariencia, dentro llenos de podredumbre
Propósito, durante el día: Ayúdame, Señor, a limpiar mi corazón

Jueves (26)

Santa Teresa de Jesús Chornet, religiosa (21ª TO)
Palabras: “Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor” (Mt 24,42)
Reflexión: Estad también vosotros preparados
Propósito, durante el día: En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti

Viernes (27)

Santa Mónica, madre de familia (21ª TO) (día de penitencia)
Palabras: “Velad porque no sabéis el día ni la hora” (Mt 25,13)
Reflexión: “En verdad os digo que no os conozco”
Propósito, durante el día: Señor, no permitas que me aparte de Ti

Sábado (28)

San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia (21ª TO)
Palabras: “¡Bien siervo bueno y fiel! Entra en el gozo de tu señor” (Mt 25,23)
Reflexión: Como has sido fiel en lo poco te daré un cargo importante
Propósito, durante el día: Madre no te alejes, ven conmigo a todas partes

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 22, domingo (22º TO, ciclo B; Santa María Virgen Reina) contienen un mensaje de fidelidad; “Lejos de nosotros abandonar al Señor para ir a servir otros dioses” (Js 24); “Así deben también los maridos mar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo” (Ef 5); “Desde entonces muchos discípulos se echaron atrás y no volvieron a ir con él… ¿También vosotros queréis marcharos?… ¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna (Jn 6). Siempre fieles.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “El poeta Dante se refiere a la Virgen María como "humilde y más elevada que una criatura" (Paraíso XXXIII, 2). Es hermoso pensar que la criatura más humilde y elevada de la historia, la primera en conquistar los cielos con todo su ser, cuerpo y alma, pasó su vida mayormente dentro del hogar, pasó su vida en lo ordinario, en la humildad. Los días de la “Llena de gracia” no tuvieron mucho de impresionantes. A menudo se sucedieron iguales, en silencio: por fuera, nada extraordinario. Pero la mirada de Dios permaneció siempre sobre ella, admirando su humildad, su disponibilidad, la belleza de su corazón, nunca tocado por el pecado.

Este es un gran mensaje de esperanza para nosotros; para ti, para cada uno de nosotros, para ti que vives las mismas jornadas, agotadoras y a menudo difíciles. María te recuerda hoy que Dios también te llama a este destino de gloria. No son palabras bonitas, es la verdad. No es un final feliz artificioso, una ilusión piadosa o un falso consuelo. No, es la verdad, es la pura realidad, viva y verdadera como la Virgen Asunta al Cielo. Celebrémosla hoy con amor de hijos, celebrémosla gozosos pero humildes, animados por la esperanza de estar un día con ella en el Cielo.” (Angelus, 15 de agosto de 2021)

- “En resumen, la convicción del apóstol es que la Ley posee ciertamente su propia función positiva – por tanto, como pedagogo en el llevar adelante -, pero es una función limitada en el tiempo. No se puede extender su duración más allá de toda medida, porque está unida a la maduración de las personas y a su elección de libertad. Una vez que se alcanza la fe, la Ley agota su valor propedéutico y debe ceder el paso a otra autoridad. ¿Esto qué quiere decir? Que terminada la Ley nosotros podemos decir: “¿Creemos en Jesucristo y hacemos lo que queremos?” ¡No! Los Mandamientos están, pero no nos justifican. Lo que nos justifica es Jesucristo. Los mandamientos se deben observar, pero no nos dan la justicia; está la gratuidad de Jesucristo, el encuentro con Jesucristo que nos justifica gratuitamente. El mérito de la fe es recibir a Jesús. El único mérito: abrir el corazón. ¿Y qué hacemos con los Mandamientos? Debemos observarles, pero como ayuda al encuentro con Jesucristo.

Esta enseñanza sobre el valor de la ley es muy importante y merece ser considerada con atención para no caer en equívocos y realizar pasos en falso. Nos hará bien preguntarnos si aún vivimos en la época en que necesitamos la Ley, o si en cambio somos conscientes de haber recibido la gracia de habernos convertido en hijos de Dios para vivir en el amor. ¿Cómo vivo yo? ¿En el miedo de que si no hago esto iré al infierno? ¿O vivo también con esa esperanza, con esa alegría de la gratuidad de la salvación en Jesucristo? Es una bonita pregunta. Y también la segunda: ¿desprecio los Mandamientos? No. Los observo, pero no como absolutos, porque sé que lo que me justifica es Jesucristo.” (Audiencia general, 18 de agosto de 2021)

(22.08.21) 

LO TRIBUTARIO (nº 734)

El derecho a una buena Administración (25): el expediente sancionador

El artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (7.12.2000), establece: “1. Toda persona tiene derecho a que las instituciones, órganos y organismos de la Unión traten sus asuntos imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable.”

Del mismo modo que el comentario sobre la regulación de las infracciones y sanciones hace necesario recordar los elementos esenciales (la antijuridicidad por la lesión de un bien jurídicamente protegido; la tipificación legal de la infracción por referencia a un presupuesto de hecho y, en su caso, a determinadas circunstancias; la culpa probada por mera negligencia, por voluntad manifiesta de infringir o por dolo  mediante la maquinación fraudulenta que procura que no se descubra la infracción; y la pena, establecida por ley que debe ser proporcionada a la gravedad de la infracción y a las circunstancias concurrentes que puede exonerar de responsabilidad, atenuar la pena o agravarla), el comentario del expediente sancionador obliga a considerar desde la separación de expedientes (tributario y sancionador), la separación de órganos (de instrucción y de resolución), la prueba del elemento subjetivo de la infracción (la intención de infringir, que no existe en la fuerza mayor ni en la interpretación razonable de la norma), la prueba de la culpa (que no se puede identificar con el resultado del expediente tributario porque sería contrario a la subjetividad de la conducta) y la proporcionalidad de la sanción (que la LGT concreta en porcentajes de incumplimiento, y que el Estado de Derecho obliga a que sean apreciaciones razonadas).

En esta consideración del expediente sancionador es reiterada la doctrina de los tribunales sobre la exigencia de una adecuada motivación. No lo es la expresión genérica que mantiene que “la conducta es voluntaria porque podía haber sido otra”; no lo es cuando se dice que concurre “dolo, culpa o al menos negligencia”; no lo es cuando se señala como prueba de la culpa el resultado de la liquidación tributaria o que ha sido necesaria la actuación de la Administración para determinar las diferencias o que se ha dado la conformidad a la regularización; no es probar la intención y la voluntad de infringir mantener que la norma tributaria es clara o que no admite otra interpretación razonable distinta de la que mantiene la Administración o que el infractor no ha probado que su interpretación es razonable. Una y otra vez se pronunciaban los tribunales anulando sanciones por estos y otros motivos, pero siempre se alternan tiempos de rigor y tiempos de relajación. Son señales de alarma y de esperanza como cuando se empezó a repetir que había supuestos de infracción en los que la culpa estaba “ínsita” o cuando se ha instalado el extraño fundamento referido a que se han cumplido los estándares de motivación que exige el TC o el TS, como si se tratara de distribuir el correo en casilleros o de producir en serie penas y agravantes. Ahora se debate y se resuelve que es posible iniciar el expediente sancionador antes de que se ultime el expediente tributario, aunque sea en éste donde debería consta la integridad, lo definitivo.

Lejos quedan los debates sobre la autoinculpación o la presunción de inocencia o la obligada paralización del expediente sancionador tributario desde el momento mismo en que se apreciara la posible existencia de delito contra la Hacienda. La Ley 34/2015, acabó con ese sueño y ahora (arts. 250 a 259 LGT) el juzgador puede ver en paralelo lo que decide la Administración, mientras él puede auxiliarse con peritos de la misma.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

“La comunidad de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto, diciendo: “¡Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos alrededor de la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos! Nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda la comunidad”. El Señor dijo a Moisés: “Mira, haré llover pan del cielo para vosotros: que el pueblo salga a recoger la ración de cada día; lo pondré a prueba, a ver si guarda mi instrucción o no... El Señor dijo a Moisés: “He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Diles: “Al atardecer comeréis carne, por la mañana os hartaréis de pan; para que sepáis que yo soy el Señor Dios vuestro”.  (Ex 16, 1-4 y 12

“Entonces toda la comunidad empezó a dar gritos y el pueblo se pasó llorando toda la noche. Los hijos de Israel murmuraban contra Moisés y Aarón, y toda la comunidad les decía: “¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto; o, si no, ojalá hubiéramos muerto en ese desierto! ¿Por qué nos ha traído el Señor a esta tierra, para que caigamos a espada, y nuestras mujeres e hijos caigan cautivos? ¿No es mejor volvernos a Egipto?”. Y se decían unos a otros: “Nombraremos un jefe y nos volveremos a Egipto”. Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra ante toda la comunidad de los hijos de Israel. Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefuné, dos de los que habían explorado el país, se rasgaron los vestidos 7y dijeron a la comunidad de los hijos de Israel: “La tierra que hemos recorrido y explorado es una tierra excelente. Si el Señor nos es favorable, nos introducirá en ella y nos la entregará: es una tierra que mana leche y miel. Pero no os rebeléis contra el Señor ni temáis al pueblo del país, pues nos los comeremos. Su sombra protectora se ha apartado de ellos, mientras que el Señor está con nosotros. ¡No les tengáis miedo!”. 1Pero la comunidad entera hablaba de apedrearlos, cuando la gloria del Señor apareció en la Tienda del Encuentro ante todos los hijos de Israel. 

El Señor dijo a Moisés: “¿Hasta cuándo me va a rechazar este pueblo? ¿Hasta cuándo van a desconfiar de mí, con todos los signos que he hecho entre ellos? Voy a herirlo de peste y a desheredarlo. Pero de ti sacaré un pueblo grande y más numeroso que ellos». Moisés replicó al Señor: “Se enterarán los egipcios, de entre los cuales sacaste poderosamente a este pueblo y se lo contarán a los habitantes de esta tierra; estos han oído decir que tú, Señor, estás en medio de este pueblo y te dejas ver cara a cara; y que tu Nube está sobre ellos y caminas delante de ellos en columna de nube de día, y en columna de fuego de noche; y oirán que has dado muerte a este pueblo como a un solo hombre. Entonces dirán las naciones que han oído hablar de ti: “El Señor no ha podido llevar a este pueblo a la tierra que les había prometido con juramento, por eso los ha matado en el desierto”. Por tanto, muestra tu gran fuerza, como lo has prometido diciendo: “Señor, lento a la ira y rico en piedad, que perdona la culpa y el delito, pero no lo deja impune, que castiga la culpa de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. Perdona, pues, la culpa de este pueblo, por tu gran piedad, igual que lo has soportado desde Egipto hasta aquí”. El Señor respondió: “Le perdono, como me lo pides. Pero, ¡por mi vida y por la gloria del Señor que llena toda la tierra!, ninguno de los hombres que vieron mi gloria y los signos que hice en Egipto y en el desierto, y me han puesto a prueba diez veces ya, y no han escuchado mi voz; ninguno de ellos verá la tierra que prometí con juramento a sus padres.” (Num 14, 1-23)

LA HOJA SEMANAL
(del 16 al 21 de agosto) (año de san José; año de la Familia)

Lunes (16)

San Roque, confesor (20ª TO)
Palabras: “Si quieres ser perfecto, vende tus bienes, da el dinero a los pobres (Mt 19,21)
Reflexión: … El joven se fue triste porque era rico
Propósito, durante el día: Tú me lo diste, a Ti, Señor, lo torno. Todo es tuyo

Martes (17)

Santa Clara de Montefalco, virgen (20ª TO)
Palabras: “Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas… (Mt 19,29)
Reflexión: … recibirá cien veces más y heredará la vida eterna”
Propósito, durante el día: Toma, Señor, mi libertad, mi memoria, mi entendimiento

Miércoles (18)

Santa Elena, emperatriz (20ª TO)
Palabras: “¿O vas a tener tu envidia porque yo soy bueno?” (Mt 20,15)
Reflexión: Cuando llegaron los primeros pensaban que recibirían más
Propósito, durante el día: Lo que quieras, como quieras, porque Tú lo quieres

Jueves (19)

San Ezequiel Moreno, obispo (20ª TO)
Palabras: Los criados salieron a los caminos y reunieron a malos y buenos (Mt 22,10)
Reflexión: Pero uno no llevaba traje de fiesta
Propósito, durante el día: Señor, en la hora de mi muerte llámame y mándame ir a Ti

Viernes (20)

San Bernardo, abad (20ª TO) (día de penitencia)
Palabras: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón…” (Mt 22,37)
Reflexión: … Amarás a tu prójimo como a ti mismo
Propósito, durante el día: Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos

Sábado (21)

San Pío X, papa (20ª TO)
Palabras: “El primero entre vosotros sea vuestro servidor” (Mt 23,11)
Reflexión: El que se enaltece será humillado y el que humilla será enaltecido
Propósito, durante el día: Madre, no te alejes; no apartes tus ojos de mí

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 15, domingo (Asunción de la Bienaventurada Virgen María) nos llenan de alegría a los hijos de María, Madre de Dios y Madre nuestra: “Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida de sol y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Ap 11); “El último enemigo en ser destruido será la muerte, porque lo ha sometido todo bajo sus pies” (1 Co 15); “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!” (Lc 1). Madre desde ya y hasta el cielo contigo

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “En el Evangelio, sin embargo, en vez de asombrarse, la gente se escandaliza, se rasga las vestiduras. Piensan: “¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?” (cfr vv. 41-42). También nosotros quizá nos escandalizamos: nos sería más cómodo un Dios que está en el Cielo sin entrometerse en nuestra vida, mientras nosotros podemos gestionar los asuntos de aquí abajo. Sin embargo, Dios se ha hecho hombre para entrar en lo concreto del mundo, para entrar en nuestra concreción, Dios se ha hecho hombre por mí, por ti, por todos nosotros, para entrar en nuestra vida. Y le interesa todo de nuestra vida. Podemos hablarle de los afectos, el trabajo, la jornada, los dolores, las angustias, muchas cosas. Le podemos decir todo porque Jesús desea esta intimidad con nosotros. ¿Qué no desea? Ser relegado a segundo plano – Él que es el pan-  ser descuidado y dejado de lado, o llamado solo cuando tenemos necesidad.

Yo soy el pan de la vida. Al menos una vez al día nos encontramos comiendo juntos; quizá por la noche, en familia, después de una jornada de trabajo o de estudio. Sería bonito, antes de partir el pan, invitar a Jesús, pan de vida, pidiéndole con sencillez que bendiga lo que hemos hecho y lo que no hemos conseguido hacer. Invitémosle a casa, recemos de forma “doméstica”. Jesús estará en la mesa con nosotros y seremos alimentados por un amor más grande. La Virgen María, en la cual el Verbo se ha hecho carne, nos ayude a crecer día tras día en la amistad de Jesús, pan de vida.” (Angelus, 8 de agosto de 2021)

- “Queridos, esta primera exposición del apóstol a los Gálatas presenta la novedad radical de la vida cristiana: todos los que tienen fe en Jesucristo están llamados a vivir en el Espíritu Santo, que libera de la Ley y al mismo tiempo la lleva a cumplimiento según el mandamiento del amor. Esto es muy importante, la Ley nos lleva a Jesús. Pero alguno de vosotros puede decirme: “Pero, padre, una cosa: ¿esto quiere decir que si yo rezo el Credo no tengo que cumplir los Mandamientos? No, los Mandamientos tienen actualidad en el sentido de que son los “pedagogos” que te llevan al encuentro con Jesús. Pero si tú dejas de lado el encuentro con Jesús y quieres volver para dar más importancia a los Mandamientos, eso no va bien. Y precisamente este era el problema de estos misioneros fundamentalistas que se mezclaron entre los gálatas para desorientarles. Que el Señor nos ayude a caminar sobre el camino de los Mandamientos, pero mirando al amor a Cristo hacia el encuentro con Cristo, sabiendo que el encuentro con Jesús es más importante que todos los Mandamientos.” (Audiencia general, 11 de agosto de 2021)

(15.08.21)

LO TRIBUTARIO (nº 733)

Derecho a una buena Administración (24): principios del derecho sancionador

El artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (7.12.2000), establece: “1. Toda persona tiene derecho a que las instituciones, órganos y organismos de la Unión traten sus asuntos imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable.”

No hay que engañarse: la liquidación del tributo, determinar lo que cada uno debe tributar por cada concepto tributario y por un determinado período impositivo, supone un cálculo objetivo que se realiza a partir de las previsiones legales y reglamentarias que se deben aplicar a las circunstancias objetivas y subjetivas que según dichas previsiones determinan el importe de la obligación tributaria. Es la realización objetiva de la Justicia fiscal mirada desde el punto de vista de la obligación de contribuir de cada uno según un sistema tributario justo, progresivo y no confiscatorio (cf. art,31 CE). En cambio, la imputación a un administrado de una conducta ilícita, culposa o dolosa, e imponer y exigir la sanción que corresponda no es, ni debe ser, el resultado de un cálculo objetivo, sino la consideración de la intención, la voluntad y las circunstancias que determinan un incumplimiento del deber de contribuir según se establece en la ley del tributo.

La LGT/1963, que alguno llamamos “de los maestros” definía la infracción tributaria como la conducta voluntaria, antijurídica, tipificada en la ley como infracción y a la que corresponde la sanción legalmente establecida. La infracción de omisión se tipificaba como no presentar declaración o presentar declaraciones incompletas, inexactas o fraudulentas. La Ley 10/1985 inició un peculiar camino que excluía el componente subjetivo de la infracción: ésta se tipificaba como “no ingresar en plazo”. Con la Ley 58/2003, nueva LGT, se sustituyó la personalización de la infracción y de la pena por porcentajes automáticos (cf. art. 184 y 187 LGT/2003); lo que se justificaba como forma de evitar la arbitrariedad se convertía en un sistema sancionador basado en el resultado objetivo y no en la consideración de la conducta subjetiva; se avanzaba así retrocediendo a la punición tribal.

La consecuencia inevitable de ese retroceso es el deterioro de los principios. El artículo 178 LGT establece que serán aplicables los principios de legalidad, tipicidad, responsabilidad, proporcionalidad y no concurrencia. El artículo 179.2 LGT relaciona los supuestos que no dan lugar a responsabilidad, aunque considera que se ha puesto diligencia cuando se aplica una interpretación razonable, pero este concepto se rechaza habitualmente cuando no se exige que sea el administrado el que prueba su racionalidad y olvidando que, por definición, sólo lo absurdo no es razonable según antigua jurisprudencia. Así: En la discrepancia razonable no es bastante decir que las normas son claras, sino que se debe explicar por qué la posición del sancionado no es razonable, sin que el sancionado sea quien deba probar la racionalidad de su criterio, sino que la Administración debe explicar por qué es claramente rechazable (TS 6-6-08). El artículo 180 LGT regula las excepciones al principio de no concurrencia. La doctrina del TC (s. 25.06.15) considera que es adecuado incluir en las infracciones de las obligaciones de facturación las conductas de quienes no están obligados al respecto; y, contra TJUE ss. 26.04.17 y 15.04.21, se mantiene: La LGT/2003 no deja margen, TS ss. 22.09.11, 11.12.14 y 9.03.15, para aplicar el principio de proporcionalidad (TS 4-4-16). Así es como se degrada el Derecho: empezando por no aplicar los principios esenciales.  

DE LO HUMANO A LO DIVINO

“El Señor dijo: “El clamor contra Sodoma y Gomorra es fuerte y su pecado es grave: voy a bajar, a ver si realmente sus acciones responden a la queja llegada a mí; y si no, lo sabré”. Los hombres se volvieron de allí y se dirigieron a Sodoma, mientras Abrahán seguía en pie ante el Señor. Abrahán se acercó y le dijo: “¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable? Si hay cincuenta inocentes en la ciudad, ¿los destruirás y no perdonarás el lugar por los cincuenta inocentes que hay en él? ¡Lejos de ti tal cosa!, matar al inocente con el culpable, de modo que la suerte del inocente sea como la del culpable; ¡lejos de ti! El juez de toda la tierra, ¿no hará justicia”. El Señor contestó: “Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos”. Abrahán respondió: “¡Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza! Y si faltan cinco para el número de cincuenta inocentes, ¿destruirás, por cinco, toda la ciudad?”. Respondió el Señor: “No la destruiré, si es que encuentro allí cuarenta y cinco”. Abrahán insistió: “Quizá no se encuentren más que cuarenta”. Él dijo: “En atención a los cuarenta, no lo haré”. Abrahán siguió hablando: “Que no se enfade mi Señor si sigo hablando. ¿Y si se encuentran treinta?”. Él contestó: “No lo haré, si encuentro allí treinta”. Insistió Abrahán: “Ya que me he atrevido a hablar a mi Señor, ¿y si se encuentran allí veinte?”. Respondió el Señor: “En atención a los veinte, no la destruiré”. Abrahán continuó: “Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más: ¿Y si se encuentran diez?”. Contestó el Señor: “En atención a los diez, no la destruiré”. Cuando terminó de hablar con Abrahán, el Señor se fue; y Abrahán volvió a su lugar.

Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer, mientras Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma … Los visitantes dijeron a Lot: “¿A quién más tienes aquí? Saca de este lugar a tus yernos, hijos, hijas y todo cuanto poseas en la ciudad, porque vamos a destruir este lugar, pues el clamor contra ellos ante el Señor es enorme, y el Señor nos ha enviado para destruirlo”. Lot salió a hablar con sus yernos, prometidos de sus hijas, y les dijo: “Levantaos, salid de este lugar, porque el Señor va a destruir la ciudad”. Pero sus yernos lo tomaron a broma. Al amanecer, los ángeles urgieron a Lot: “Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, no vayas a perecer por culpa de la ciudad”. Y como no se decidía, los hombres los tomaron de la mano a él, a su mujer y a sus dos hijas, por la misericordia del Señor hacia él, y lo sacaron, poniéndolo fuera de la ciudad y diciéndole: “Ponte a salvo; por tu vida, no mires atrás ni te detengas en la vega; ponte a salvo en los montes, para no perecer”. Lot les respondió: “No, Señor mío. Aunque tu siervo ha alcanzado tu favor, pues me has tratado con gran misericordia, salvándome la vida, yo no puedo ponerme a salvo en los montes; la desgracia me alcanzará y moriré. Mira, cerca de aquí hay una ciudad pequeña, donde puedo refugiarme. ¡Permíteme escapar allá! ¿No es acaso muy pequeña? Así yo salvaré la vida». Le contestó: “Accedo a lo que pides, no arrasaré la ciudad que dices. Aprisa, ponte a salvo allí, pues no puedo hacer nada hasta que llegues allá”. Por eso la ciudad se llama Soar. Salía el sol sobre la tierra cuando Lot llegó a Soar. El Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego desde el cielo. Arrasó aquellas ciudades y toda la vega; los habitantes de las ciudades y la vegetación del suelo. La mujer de Lot miró atrás, y se convirtió en estatua de sal. Abrahán madrugó y se dirigió al sitio donde había estado delante del Señor. Miró en dirección de Sodoma y Gomorra, toda la extensión de la vega, y vio humo que subía del suelo, como humo de horno. Cuando Dios destruyó las ciudades de la vega, se acordó de Abrahán y sacó a Lot de la catástrofe, al arrasar las ciudades donde había vivido Lot. (Gn 18, 20-33. 19, 1, 12-29)

LA HOJA SEMANAL
(del 9 al 14 de agosto) (año de san José; año de la Familia)

Lunes (9)

Santa Teresa Benedicta de la Cruz, virgen y mártir, patrona de Europa (19ª TO)
Palabras: “Velad porque no sabéis el día ni la hora” (Mt 25,13)
Reflexión: Llegó el esposo, las que estaban preparadas entraron con él al banquete
Propósito, durante el día: En la hora de mi muerte llámame y mándame ir a Ti

Martes (10)

San Lorenzo, diácono y mártir (19ª TO)
Palabras: “El que se ama a sí mismo se pierde…” (Jn 12,25)
Reflexión: El que quiera servirme que me siga y donde esté yo allí estará mi servidor
Propósito, durante el día: Todo es tuyo, dispón de mí. Dame tu amor y tu gracia

Miércoles (11)

Santa Clara, virgen (19ª TO)
Palabras: “Donde dos o más están reunidos en mi nombre… (Mt 18,20)
Reflexión: … allí estoy yo en medio de ellos”
Propósito, durante el día: Lo que quieras, como quieras, porque Tú lo quieres

Jueves (12)

Santa Juana F. de Chantal, religiosa (19ª TO)
Palabras: “Si mi hermano me ofende…” (Mt 18,21)
Reflexión: Debes perdonarlo hasta setenta veces siete
Propósito, durante el día: Señor ayúdame a pedir perdón y a saber perdonar

Viernes (13)

Santos Ponciano e Hipólito, mártires (19ª TO)
Palabras: “De modo que ya no son dos, sino una sola carne” (Mt 19,6)
Reflexión: ¿Es lícito a uno repudiar a su mujer por cualquier motivo?
Propósito, durante el día: Sagrada Familia de Nazaret, modelo de familias

Sábado (14)

San Maximiliano María Kolbe, presbítero y mártir (19ª TO)
Palabras: “Dejad que los niños se acerquen a mí; …” (Mt 19,14)
Reflexión: … de los que son como ellos es el reino de los cielos
Propósito, durante el día: Madre, en tus brazos mecido, como niño pequeño dormir

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 8, domingo (19º TO, ciclo B; santo Domingo de Guzmán) nos animan a vivir en la confianza en Dios: “Elías se levantó, comió, bebió y con la fuerza de aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios” (1 R 19); “Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dos os perdonó en Cristo” (Ef 4); “Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí” (Jn 6). Unidos a Cristo, de la mano de nuestra Madre, con la ayuda de ángeles y santos.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “¿Por qué buscamos al Señor? ¿Por qué busco yo al Señor? ¿Cuáles son las motivaciones de mi fe, de nuestra fe? Necesitamos discernirlo porque entre las muchas tentaciones que tenemos en la vida, entre las tantas tentaciones hay una que podríamos llamar “tentación idolátrica”. Es la que nos impulsa a buscar a Dios para nuestro propio provecho, para resolver los problemas, para tener gracias a Él lo que no podemos conseguir por nosotros mismos, por interés. Pero así, la fe es superficial y -me permito la palabra- la fe es milagrera: buscamos a Dios para que nos alimente y luego nos olvidamos de Él cuando estamos satisfechos. En el centro de esta fe inmadura no está Dios, sino nuestras necesidades. Pienso en nuestros intereses, en tantas cosas...Es justo presentar nuestras necesidades al corazón de Dios, pero el Señor, que actúa mucho más allá de nuestras expectativas, desea vivir con nosotros ante todo en una relación de amor. Y el verdadero amor es desinteresado, es gratuito: ¡no se ama para recibir un favor a cambio! Eso es interés; y tantas veces en la vida somos interesados.” (Angelus, día 1 de agosto de 2021)

- “Esta situación descrita al principio de la Carta parece paradójica, porque todos los sujetos en cuestión parecen animados por buenos sentimientos. Los Gálatas que escuchan a los nuevos misioneros piensan que con la circuncisión podrán estar aún más entregados a la voluntad de Dios y por tanto agradar aún más a Pablo. Los enemigos de Pablo parecen estar animados por la fidelidad a la tradición recibida por los padres y consideran que la fe genuina consista en la observancia de la Ley. Delante de esta suma fidelidad justifican incluso las insinuaciones y las sospechas sobre Pablo, considerado poco ortodoxo en lo relacionado con la tradición. El mismo apóstol es bien consciente de que su misión es de naturaleza divina – ¡ha sido revelada por Cristo, a él! - y por tanto está movido por el total entusiasmo por la novedad del Evangelio, que es una novedad radical, no es una novedad pasajera: no hay evangelios “de moda”, el Evangelio es siempre nuevo, es la novedad. Su inquietud pastoral lo lleva a ser severo, porque ve el gran riesgo que se cierne sobre los jóvenes cristianos. En resumen, en este laberinto de buenas intenciones es necesario desprenderse, para acoger la verdad suprema que se presenta como la más coherente con la Persona y la predicación de Jesús y su revelación del amor del Padre. Esto es importante: saber discernir. Muchas veces hemos visto en la historia, y también lo vemos hoy, algún movimiento que predica el Evangelio con una modalidad propia, a veces con carismas verdaderos, propios; pero después exagera y reduce todo el Evangelio al “movimiento”. Y esto no es el Evangelio de Cristo: esto es el Evangelio del fundador, de la fundadora y esto sí, podrá ayudar al principio, pero al final no da frutos porque no tiene raíces profundas. Por esto, la palabra clara y decidida fue provechosa para los Gálatas y es provechosa también para nosotros. El Evangelio es el don de Cristo para nosotros, es Él mismo quien lo revela. Esto es lo que nos da vida.” (Audiencia general, 4 de agosto de 2021)

(8.08.21) 

LO TRIBUTARIO (nº 732)

Derecho a una buena Administración (23): procedimiento sancionador (3)

El artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (7.12.2000), establece: “1. Toda persona tiene derecho a que las instituciones, órganos y organismos de la Unión traten sus asuntos imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable.”

Cuando los institutos jurídicos pierden su sentido de modo que su aplicación práctica los deteriora, a veces, hasta hacer que pierdan su esencia y fundamento, es obligado para quien profesa el Derecho revisar lo que aprendió, comprendió, asimiló y aplicó durante mucho tiempo y comprobar si ha sufrido deterioro o dejación. Ideas elementales se convierten en básicas e imprescindibles para esa revisión. Y, en cuanto a infracciones y sanciones y al procedimiento sancionador, en el ámbito tributario, es obligado partir de este concepto: La sanción es un reproche social con trascendencia moral (TEAC r. 6.02.90). Expresado de otro modo sería: imputar de infracción a un administrado es señalarle ante la Sociedad por haber incurrido en una conducta ilícita e insolidaria y sancionarlo es poner de manifiesto que debe soportar el reproche de la Sociedad y satisfacer la pena que sirva: a él de escarmiento y a los demás como medio de disuasión.

Cuando se repasa las colecciones de jurisprudencia llama la atención encontrar sentencias como ésta: Hay desviación de poder en la imposición de sanciones con mera finalidad recaudatoria, pero sólo si así se prueba aunque sea mediante deducción razonable (TS 9-7-97). Son sentencias antiguas, pero antigua es la leyenda que se trataba sobre la participación de los funcionarios en el importe de las multas que imponían. Más de medio siglo sitúa el recuerdo de las regularizaciones tributarias documentadas en actas en las que se incluía la cuota a ingresar y la sanción, porque eran tiempos en los que la “deuda tributaria” estaba integrada por la cuota tributaria, los recargos e intereses de demora y las sanciones. La multa por infracciones de omisión era un componente más de la regularización tributaria y su cálculo, aritméticamente, se relacionaba con la capacidad económica del infractor y con el importe dejado de ingresar.

La Constitución de 1978 tuvo consecuencias en el procedimiento sancionador tributario y la rigurosa Ley 10/1985 se vio condicionada en su aplicación como consecuencia de la sentencia del TC. Fueron tiempos que abrieron paso al expediente sancionador separado, a separar instrucción y resolución, a la necesidad de referir la motivación de la sanción a la consideración de la conducta y a exigir la prueba de la culpa aunque fuera por negligencia simple. Se llegó al máximo con al Ley 1/1998, de Derechos y Garantías de los Contribuyentes que incluyó en su regulación no sólo el principio de presunción de inocencia (art. 31.2 LDGC; cf. art. 24 CE), que exige la prueba de la culpa, sino también la presunción legal de buena de los contribuyentes. Buena fe que encontró definición jurisprudencial: "es la creencia íntima de que se ha actuado conforme a derecho, o que se poseen los bienes o se ejercitan los derechos o se cumplen las obligaciones, sin intención engañosa, abusiva o fraudulenta (TS 29-10-97). Presunción de buena fe que desapareció con la LGT/2003. Es el progreso fiscal

DE LO HUMANO A LO DIVINO

“Al ver el Señor que la maldad del hombre crecía sobre la tierra y que todos los pensamientos de su corazón tienden siempre y únicamente al mal, el Señor se arrepintió de haber creado al hombre en la tierra y le pesó de corazón. Dijo, pues, el Señor: “Voy a borrar de la superficie de la tierra al hombre que he hecho, junto con los cuadrúpedos, reptiles y aves del cielo, pues me pesa haberlos hecho”. Pero Noé obtuvo el favor del Señor. Esta es la historia de Noé. Noé era un hombre justo e íntegro entre sus contemporáneos. Noé siguió los caminos de Dios y engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet. La tierra estaba corrompida ante Dios y llena de violencia. Dios vio la tierra y, en efecto, estaba corrompida, pues todas las criaturas de la tierra se habían corrompido en su proceder. Dios dijo a Noé: “Por lo que a mí respecta, ha llegado el fin de toda criatura, pues por su culpa la tierra está llena de violencia; así que he pensado exterminarlos junto con la tierra. Fabrícate un arca de madera de ciprés. Haz compartimentos en el arca, y calafatéala por dentro y por fuera. La fabricarás así: medirá ciento cincuenta metros de larga, veinticinco de ancha y quince de alta. Haz una claraboya a medio metro del remate, pon una puerta al costado del arca y haz una cubierta inferior, otra intermedia y otra superior. Yo voy a enviar el diluvio a la tierra para exterminar toda criatura viviente bajo el cielo; todo cuanto existe en la tierra perecerá. Pero yo estableceré mi alianza contigo, y entrarás en el arca con tu mujer, tus hijos y sus mujeres. Meterás también en el arca una pareja de cada criatura viviente, macho y hembra, para que conserve la vida contigo. Recoge toda clase de alimentos y almacénalos para que os sirva de sustento a ti y a ellos”. Noé hizo todo lo que le mandó Dios.” (Gn 6,5-19. 21-22)

“El diluvio duró cuarenta días sobre la tierra; el agua creció y levantó el arca, que se alzó por encima de la tierra. El agua se hinchaba y crecía mucho sobre la tierra y el arca flotaba sobre la superficie del agua. El agua se hinchaba más y más sobre la tierra, hasta cubrir las montañas más altas bajo el cielo; unos siete metros por encima subió el agua, cubriendo las montañas. Perecieron todas las criaturas que se movían en la tierra: aves, ganados, fieras y cuanto bullía sobre la tierra; y todos los hombres. Todo lo que exhalaba aliento de vida, todo cuanto existía en la tierra firme, murió. Así fueron exterminados todos los seres de la superficie del suelo, desde los hombres hasta los ganados, los reptiles y las aves del cielo; todos fueron exterminados de la tierra. Solo quedó Noé y los que estaban con él en el arca. Las aguas llenaron la tierra durante ciento cincuenta días.” (Gn 7,17-24)

“El año seiscientos uno, el día primero del mes primero se secó el agua en la tierra. Noé abrió la claraboya del arca, miró y vio que la superficie del suelo estaba seca. El día veintisiete del mes segundo la tierra estaba seca. Entonces dijo Dios a Noé: “Sal del arca con tu mujer, tus hijos y tus nueras. Haz salir también todos los animales que están contigo, todas las criaturas: aves, ganados y reptiles; que se muevan por la tierra, sean fecundos y se multipliquen en ella”. Salió, pues, Noé con sus hijos, su mujer y sus nueras. También salieron del arca, por familias, todos los animales, todos los ganados, todas las aves y todos los reptiles que se mueven sobre la tierra. Noé construyó un altar al Señor, tomó animales y aves de toda especie pura y los ofreció en holocausto sobre el altar. El Señor olió el aroma que aplaca y se dijo: “No volveré a maldecir el suelo a causa del hombre, porque la tendencia del corazón humano es mala desde la juventud. No volveré a destruir a los vivientes como acabo de hacerlo. Mientras dure la tierra no han de faltar siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche”. (Gn 8,13-22)

LA HOJA SEMANAL
(del 2 al 7 de agosto)

Lunes (2)

San Pedro Fabro, presbítero (18ª TO; Nª Sª de los Ángeles)
Palabras: “Dadles vosotros de comer” (Mt 14,16)
Reflexión: Comieron todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras
Propósito, durante el día: Señor, mándame lo que quieras y dame lo que necesite

Martes (3)

San Martín, ermitaño (18ª TO)
Palabras: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!” (Mt 14,27)
Reflexión: Se acercó Jesús andando sobre las aguas
Propósito, durante el día: Señor, que creamos; aumenta nuestra fe

Miércoles (4)

San Juan María Vianney, presbítero, patrón de los sacerdotes (18ª TO)
Palabras: “Señor, ayúdame” (Mt 15,25)
Reflexión: La mujer cananea que pedía por su hija
Propósito durante el día: Señor, enséñame a pedirte lo que me conviene

Jueves (5)

San Dedicación de Santa María la Mayor (18ª TO; Nª Sª de las Nieves, Virgen Banca)
Palabras: Te daré las llaves del reino de los cielos (Mt 16,19)
Reflexión: Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia
Propósito, durante el día: Omnes cum Petro, ad Iesum per Mariam

Viernes (6)

La Transfiguración del Señor (día de penitencia)
Palabras: “Se transfiguró delante de ellos” (Mc 9,2)
Reflexión: Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí!
Propósito, durante el día: De continuo en Tu presencia, haciendo tu voluntad

Sábado (7)

San Cayetano, presbítero (18ª TO)
Palabras: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza…” (Mt 17,20)
Reflexión: … nada os sería imposible.
Propósito, durante el día: Bajo tu amparo nos acogemos santa Madre de Dios

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 1 de agosto, domingo (18º TO, ciclo B; san Alfonso María de Ligorio) son una llamada a poner nuestra confianza en el Señor: “Moisés les dijo: Es el pan que el Señor os da de comer” (Ex 16); “Renovaos en la mente y en el espíritu y revestíos de la nueva condición humana, creada a imagen de Dios” (Ef 4); “Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás” (Jn 6). Abandonarse en Dios, meterse en Dios, llenarse de Dios.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Tratemos ahora de ponernos en el lugar de ese muchacho. Los discípulos le piden que comparta todo lo que tiene para comer. Parece una propuesta sin sentido, es más, injusta. ¿Por qué privar a una persona, sobre todo a un muchacho, de lo que ha traído de casa y tiene derecho a quedárselo para sí? ¿Por qué quitarle a uno lo que en cualquier caso no es suficiente para saciar a todos? Humanamente es ilógico. Pero no para Dios. De hecho, gracias a ese pequeño don gratuito y, por tanto, heroico, Jesús puede saciar a todos. Es una gran lección para nosotros. Nos dice que el Señor puede hacer mucho con lo poco que ponemos a su disposición. Sería bueno preguntarnos todos los días: “¿Qué le llevo hoy a Jesús?”. Él puede hacer mucho con una oración nuestra, con un gesto nuestro de caridad hacia los demás, incluso con nuestra miseria entregada a su misericordia. Nuestras pequeñeces a Jesús, y Él hace milagros. A Dios le encanta actuar así: hace grandes cosas a partir de las pequeñas, de las gratuitas.” (Angelus, día 25 de julio de 2021)

- “Después de que todos comieron, el Evangelio refiere que sobraron muchos pedazos de pan. Ante esto, Jesús da una indicación: “Recojan los pedazos que han sobrado, para que no se pierda nada” (Jn 6,12). Es así el corazón de Dios, no sólo nos da mucho más de lo que necesitamos, sino que se preocupa también de que nada se desperdicie, ni siquiera un fragmento. Un pedacito de pan podría parecer poca cosa, pero a los ojos de Dios nada se debe descartar. Es una invitación profética que hoy estamos llamado a hacer resonar en nosotros mismos y en el mundo: “recoger, conservar con cuidado, custodiar”. Los abuelos y los mayores no son sobras de la vida, desechos que se deben tirar. Ellos son esos valiosos pedazos de pan que han quedado sobre la mesa de nuestra vida, que pueden todavía nutrirnos con una fragancia que hemos perdido, “la fragancia de la misericordia y de la memoria”. No perdamos la memoria de la que son portadores los mayores, porque somos hijos de esa historia, y sin raíces nos marchitaremos. Ellos nos han custodiado a lo largo de las etapas de nuestro crecimiento, ahora nos toca a nosotros custodiar su vida, aligerar sus dificultades, estar atentos a sus necesidades, crear las condiciones para que se les faciliten sus tareas diarias y no se sientan solos. Preguntémonos: “¿He visitado a los abuelos? ¿a los mayores de la familia o de mi barrio? ¿Los he escuchado? ¿Les he dedicado un poco de tiempo?”. Custodiémoslos, para que no se pierda nada. Nada de su vida ni de sus sueños. Depende de nosotros, hoy, que no nos arrepintamos mañana de no haberles dedicado suficiente atención a quienes nos amaron y nos dieron la vida.” (Homilía, misa en la Jornada mundial de los abuelos y de los mayores, 25.07.21)  

(01.08.21)