LO TRIBUTARIO (nº 734)
El derecho a una buena
Administración (25): el expediente sancionador
El
artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (7.12.2000),
establece: “1. Toda
persona tiene derecho a que las instituciones, órganos y organismos de la Unión
traten sus asuntos imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable.”
Del mismo modo que el comentario sobre la regulación
de las infracciones y sanciones hace necesario recordar los elementos
esenciales (la antijuridicidad por la lesión de un bien jurídicamente
protegido; la tipificación legal de la infracción por referencia a un
presupuesto de hecho y, en su caso, a determinadas circunstancias; la culpa
probada por mera negligencia, por voluntad manifiesta de infringir o por
dolo mediante la maquinación fraudulenta
que procura que no se descubra la infracción; y la pena, establecida por ley
que debe ser proporcionada a la gravedad de la infracción y a las
circunstancias concurrentes que puede exonerar de responsabilidad, atenuar la
pena o agravarla), el comentario del expediente sancionador obliga a considerar
desde la separación de expedientes (tributario y sancionador), la separación de
órganos (de instrucción y de resolución), la prueba del elemento subjetivo de
la infracción (la intención de infringir, que no existe en la fuerza mayor ni
en la interpretación razonable de la norma), la prueba de la culpa (que no se
puede identificar con el resultado del expediente tributario porque sería
contrario a la subjetividad de la conducta) y la proporcionalidad de la sanción
(que la LGT concreta en porcentajes de incumplimiento, y que el Estado de
Derecho obliga a que sean apreciaciones razonadas).
En esta consideración del expediente sancionador es
reiterada la doctrina de los tribunales sobre la exigencia de una adecuada
motivación. No lo es la expresión genérica que mantiene que “la conducta es
voluntaria porque podía haber sido otra”; no lo es cuando se dice que concurre
“dolo, culpa o al menos negligencia”; no lo es cuando se señala como prueba de
la culpa el resultado de la liquidación tributaria o que ha sido necesaria la
actuación de la Administración para determinar las diferencias o que se ha dado
la conformidad a la regularización; no es probar la intención y la voluntad de
infringir mantener que la norma tributaria es clara o que no admite otra
interpretación razonable distinta de la que mantiene la Administración o que el
infractor no ha probado que su interpretación es razonable. Una y otra vez se
pronunciaban los tribunales anulando sanciones por estos y otros motivos, pero
siempre se alternan tiempos de rigor y tiempos de relajación. Son señales de
alarma y de esperanza como cuando se empezó a repetir que había supuestos de
infracción en los que la culpa estaba “ínsita” o cuando se ha instalado el
extraño fundamento referido a que se han cumplido los estándares de motivación
que exige el TC o el TS, como si se tratara de distribuir el correo en
casilleros o de producir en serie penas y agravantes. Ahora se debate y se resuelve
que es posible iniciar el expediente sancionador antes de que se ultime el
expediente tributario, aunque sea en éste donde debería consta la integridad,
lo definitivo.
Lejos quedan los debates sobre la autoinculpación o la
presunción de inocencia o la obligada paralización del expediente sancionador
tributario desde el momento mismo en que se apreciara la posible existencia de
delito contra la Hacienda. La Ley 34/2015, acabó con ese sueño y ahora (arts.
250 a 259 LGT) el juzgador puede ver en paralelo lo que decide la
Administración, mientras él puede auxiliarse con peritos de la misma.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
“La comunidad de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el
desierto, diciendo: “¡Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en la
tierra de Egipto, cuando nos sentábamos alrededor de la olla de carne y
comíamos pan hasta hartarnos! Nos habéis sacado a este desierto para matar de
hambre a toda la comunidad”. El Señor dijo a Moisés: “Mira, haré llover pan
del cielo para vosotros: que el pueblo salga a recoger la ración de cada día;
lo pondré a prueba, a ver si guarda mi instrucción o no... El Señor dijo a Moisés: “He oído las
murmuraciones de los hijos de Israel. Diles: “Al atardecer comeréis carne, por
la mañana os hartaréis de pan; para que sepáis que yo soy el Señor Dios
vuestro”. (Ex 16, 1-4 y 12
“Entonces toda la comunidad empezó a dar gritos y el pueblo se pasó
llorando toda la noche. Los hijos de Israel murmuraban contra Moisés y
Aarón, y toda la comunidad les decía: “¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto; o,
si no, ojalá hubiéramos muerto en ese desierto! ¿Por qué nos ha traído
el Señor a esta tierra, para que caigamos a espada, y nuestras mujeres e hijos
caigan cautivos? ¿No es mejor volvernos a Egipto?”. Y se decían unos a
otros: “Nombraremos un jefe y nos volveremos a Egipto”. Moisés y Aarón se
postraron rostro en tierra ante toda la comunidad de los hijos de Israel. Josué, hijo de Nun, y
Caleb, hijo de Jefuné, dos de los que habían explorado el país, se rasgaron los vestidos 7y dijeron a la comunidad de los hijos de Israel: “La tierra que hemos recorrido y explorado es una tierra excelente. Si el Señor nos es
favorable, nos introducirá en ella y nos la entregará: es una tierra que mana
leche y miel. Pero no os rebeléis contra el Señor ni temáis al pueblo del país, pues
nos los comeremos. Su sombra protectora se ha apartado de ellos, mientras que
el Señor está con nosotros. ¡No les tengáis miedo!”. 1Pero la comunidad entera hablaba de apedrearlos, cuando la gloria del Señor apareció en la Tienda
del Encuentro ante todos los hijos de Israel.
El Señor dijo a Moisés: “¿Hasta cuándo me va a rechazar este pueblo?
¿Hasta cuándo van a desconfiar de mí, con todos los signos que he hecho entre
ellos? Voy a herirlo de peste y a desheredarlo. Pero de ti sacaré un pueblo
grande y más numeroso que ellos». Moisés replicó al Señor: “Se enterarán
los egipcios, de entre los cuales sacaste poderosamente a este pueblo y se lo
contarán a los habitantes de esta tierra; estos han oído decir que tú,
Señor, estás en medio de este pueblo y te dejas ver cara a cara; y que tu Nube
está sobre ellos y caminas delante de ellos en columna de nube de día, y en columna
de fuego de noche; y oirán que has dado muerte a este pueblo como
a un solo hombre. Entonces dirán las naciones que han oído hablar de ti: “El Señor no ha podido
llevar a este pueblo a la tierra que les había prometido con juramento, por eso
los ha matado en el desierto”. Por tanto, muestra tu gran fuerza, como lo
has prometido diciendo: “Señor, lento a la ira y rico en piedad, que
perdona la culpa y el delito, pero no lo deja impune, que castiga la culpa de
los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. Perdona,
pues, la culpa de este pueblo, por tu gran piedad, igual que lo has soportado
desde Egipto hasta aquí”. El Señor respondió: “Le perdono, como me lo
pides. Pero, ¡por mi vida y por la gloria del Señor que llena toda la
tierra!, ninguno de los hombres que vieron mi gloria y los signos que hice en
Egipto y en el desierto, y me han puesto a prueba diez veces ya, y no han
escuchado mi voz; ninguno de ellos verá la tierra que prometí con
juramento a sus padres.” (Num 14, 1-23)
LA HOJA SEMANAL
(del 16 al 21 de agosto) (año de san José; año de la Familia)
Lunes (16)
San Roque, confesor (20ª TO)
Palabras: “Si quieres ser perfecto, vende tus bienes, da el dinero a los pobres (Mt 19,21)
Reflexión: … El joven se fue triste porque era rico
Propósito, durante el día: Tú me lo diste, a Ti, Señor, lo torno. Todo es tuyo
Martes (17)
Santa Clara de Montefalco, virgen (20ª TO)
Palabras: “Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas… (Mt 19,29)
Reflexión: … recibirá cien veces más y heredará la vida eterna”
Propósito, durante el día: Toma, Señor, mi libertad, mi memoria, mi entendimiento
Miércoles (18)
Santa Elena, emperatriz (20ª TO)
Palabras: “¿O vas a tener tu envidia porque yo soy bueno?” (Mt 20,15)
Reflexión: Cuando llegaron los primeros pensaban que recibirían más
Propósito, durante el día: Lo que quieras, como quieras, porque Tú lo quieres
Jueves (19)
San Ezequiel Moreno, obispo (20ª TO)
Palabras: Los criados salieron a los caminos y reunieron a malos y buenos (Mt 22,10)
Reflexión: Pero uno no llevaba traje de fiesta
Propósito, durante el día: Señor, en la hora de mi muerte llámame y mándame ir a Ti
Viernes (20)
San Bernardo, abad (20ª TO) (día de penitencia)
Palabras: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón…” (Mt 22,37)
Reflexión: … Amarás a tu prójimo como a ti mismo
Propósito, durante el día: Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos
Sábado (21)
San Pío X, papa (20ª TO)
Palabras: “El primero entre vosotros sea vuestro servidor” (Mt 23,11)
Reflexión: El que se enaltece será humillado y el que humilla será enaltecido
Propósito, durante el día: Madre, no te alejes; no apartes tus ojos de mí
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 15, domingo (Asunción de la Bienaventurada
Virgen María) nos llenan de alegría a los hijos de María, Madre de Dios y Madre
nuestra: “Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida de sol y la
luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Ap 11); “El
último enemigo en ser destruido será la muerte, porque lo ha sometido todo bajo
sus pies” (1 Co 15); “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu
vientre!” (Lc 1). Madre desde ya y hasta el cielo contigo
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
-
“En el Evangelio, sin embargo, en vez de asombrarse, la gente se escandaliza,
se rasga las vestiduras. Piensan: “¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre
y madre conocemos? ¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?” (cfr vv.
41-42). También nosotros quizá nos escandalizamos: nos sería más cómodo un Dios
que está en el Cielo sin entrometerse en nuestra vida, mientras nosotros
podemos gestionar los asuntos de aquí abajo. Sin embargo, Dios se ha hecho
hombre para entrar en lo concreto del mundo, para entrar en nuestra concreción,
Dios se ha hecho hombre por mí, por ti, por todos nosotros, para entrar en
nuestra vida. Y le interesa todo de nuestra vida. Podemos hablarle de los
afectos, el trabajo, la jornada, los dolores, las angustias, muchas cosas. Le
podemos decir todo porque Jesús desea esta intimidad con nosotros. ¿Qué no
desea? Ser relegado a segundo plano – Él que es el pan- ser descuidado y
dejado de lado, o llamado solo cuando tenemos necesidad.
Yo soy el pan de la vida.
Al menos una vez al día nos encontramos comiendo juntos; quizá por la noche, en
familia, después de una jornada de trabajo o de estudio. Sería bonito, antes de
partir el pan, invitar a Jesús, pan de vida, pidiéndole con sencillez que
bendiga lo que hemos hecho y lo que no hemos conseguido hacer. Invitémosle a
casa, recemos de forma “doméstica”. Jesús estará en la mesa con nosotros y
seremos alimentados por un amor más grande. La Virgen María, en la cual el
Verbo se ha hecho carne, nos ayude a crecer día tras día en la amistad de
Jesús, pan de vida.” (Angelus, 8 de agosto de 2021)
- “Queridos,
esta primera exposición del apóstol a los Gálatas presenta la novedad radical
de la vida cristiana: todos los que tienen fe en Jesucristo están llamados a
vivir en el Espíritu Santo, que libera de la Ley y al mismo tiempo la lleva a
cumplimiento según el mandamiento del amor. Esto es muy importante, la Ley nos
lleva a Jesús. Pero alguno de vosotros puede decirme: “Pero, padre, una cosa:
¿esto quiere decir que si yo rezo el Credo no tengo que cumplir los Mandamientos?
No, los Mandamientos tienen actualidad en el sentido de que son los “pedagogos”
que te llevan al encuentro con Jesús. Pero si tú dejas de lado el encuentro con
Jesús y quieres volver para dar más importancia a los Mandamientos, eso no va
bien. Y precisamente este era el problema de estos misioneros fundamentalistas
que se mezclaron entre los gálatas para desorientarles. Que el Señor nos ayude
a caminar sobre el camino de los Mandamientos, pero mirando al amor a Cristo
hacia el encuentro con Cristo, sabiendo que el encuentro con Jesús es más
importante que todos los Mandamientos.” (Audiencia general, 11 de agosto de
2021)
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