LO TRIBUTARIO (nº 538)
Las fuentes del Derecho
La Constitución es nuestra norma suprema y no una declaración programática o principal (TC s. 20.12.82). Lejos de ser un mero catálogo de principios de no inmediata vinculación y de no inmediato cumplimiento hasta que sean objeto de desarrollo por vía legal, es una norma jurídica, la norma suprema de nuestro ordenamiento y en cuanto tal, tanto los ciudadanos como todos los poderes públicos y por consiguiente también los jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, están sujetos a ella (TC s. 28.04.82)
Establece el artículo 1 del Código civil: 1. Las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la costumbre y los principios generales del Derecho. 2. Carecerán de validez las disposiciones que contradigan otra de rango superior. 3. A costumbre sólo regirá en defecto de ley aplicable, siempre que no sea contraria a la moral o al orden público y que resulte probada. Los usos jurídicos que no sean meramente interpretativos de una declaración de voluntad, tendrán la consideración de costumbre. 4. Los principios generales del Derecho se aplicarán en defecto de ley o costumbre sin perjuicio de su carácter informador del ordenamiento jurídico. 5. Las normas jurídicas contenidas en los tratados internacionales no serán de aplicación directa en España en tanto no hayan pasado a formar parte del ordenamiento interno mediante su publicación íntegra en el Boletín Oficial del Estado. 6. La jurisprudencia complementará el ordenamiento jurídico con la doctrina que, de modo reiterado, establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley. La costumbre y los principios generales del Derecho. 7. Los jueces y Tribunales tienen el deber inexcusable de resolver en todo caso los asuntos de que conozcan, ateniéndose al sistema de fuentes establecido.
La costumbre es la norma jurídica elaborada por la conciencia social mediante repetición de actos realizados con intención jurídica (TS s. 18.04.51). Los principios generales del derecho incluidos en la Constitución tienen carácter informador de todo el ordenamiento jurídico y participan de la fuerza derogatoria de la misma (TC s. 2.02.81) y han de estar reconocidos como tales en la ley o en la jurisprudencia (TS s. 12.06.80). Para que la Jurisprudencia tenga trascendencia normativa y eficacia como precedente son precisos: varias sentencias contestes expresivas de un criterio uniformemente reiterado; sustancial analogía entre los hechos; que en todos esos casos el se postule o exija la aplicación de la misma norma por convenirles de modo naturales, es decir que la “ratio decidendi” -no los “dicta”, ni los “argumentos”- sea la misma (TS s.15.02.82)
El artículo 7 LGT establece que los tributos se regirán: a) por la Constitución; b) por los tratados y convenios internacionales que contengan cláusulas de naturaleza tributaria y en particular, por los convenios para evitar la doble imposición, según el art. 96 CE; c) por las normas que dicte la Unión Europea y otros organismos internacionales o supranacionales a los que se atribuya competencias en materia tributaria, según el art. 93 CE; d) por la LGT, por la leyes reguladoras de cada tributo y por las demás leyes que contengan disposiciones en materia tributaria; e) por las disposiciones reglamentarias dictadas en desarrollo de las citadas normas y, en el ámbito local, por las ordenanzas fiscales. Tienen carácter supletorio las disposiciones generales del Derecho Administrativo y los preceptos del Derecho Común (v. art. 4.3 Cc).
DE LO HUMANO A LO DIVINO
María, hermana de Moisés. “Un hombre de la casa de Levi tomó por esposa a una mujer de su misma tribu; ella concibió y dio a luz a un niño y, viendo que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses. Al no poderlo ocultar por más tiempo, tomó una cesta de papiro, la calafateó con betún y pez, colocó en ella al niño y la piso entre los juncos, a la orilla del Nilo. La hermana del niño se situó a lo lejos para ver qué le ocurría. La hija del Faraón bajó a bañarse mientras sus doncellas paseaban por la orilla. Cuando descubrió la cesta en medio de los juncos, envió a su sierva para que la recogiera. Al abrirla vio al niño que lloraba, se compadeció de él y dijo: - Es un niño de los hebreos. Entonces la hermana del niño dijo a la hija del Faraón: - ¿Quieres que vaya a buscarte una nodriza que te amamante al niño? - Ve - le contestó la hija del Faraón. Fue, pues, la joven y llamó a la madre del niño. Y la hija del Faraón le dijo: - Llévate este niño y amamántamelo, que yo te daré tu salario. Tomó la mujer al niño y lo amamantó” (Ex 2, 1-9)
- “María la profetisa, hermana de Aarón, tomó en sus manos un pandero y todas las mujeres la siguieron también con panderos y danzas a coro. Y María les iba respondiendo: - Cantad al Señor vencedor excelso; caballos y caballeros al mar ha precipitado” (Ex 15, 20-21)
- “María y Aarón murmuraron contra Moisés por causa de la cusita que había tomado por esposa -pues se había desposado con una mujer cusita- y dijeron: - ¿Acaso el Señor ha hablado sólo con Moisés? ¿No ha hablado también con nosotros? Y el Señor los oyó. Pero este hombre, Moisés, era muy humilde, más que ningún otro hombre sabre la faz de la tierra. De improviso, el Señor dijo a Moisés, a Aarón y a María: - Salid los tres hacia la Tienda de la Reunión. Y salieron los tres. El Señor bajó en una columna de nube, se puso a la entrada de la tienda, llamó a Aarón y a María, y salieron ambos.
Y dijo: - Escuchad, pues, mis palabras: Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, mediante visiones yo me doy a conocer, en el sueño yo le hablo. Esto no lo hago con mi siervo Moisés. Ningún otro es tan fiel en toda mi casa. Conversamos cara a cara. Mediante visión, no por enigmas, contempla la figura del Señor. ¿Cómo no teméis murmurar contra mi siervo Moisés? Se encendió la ira del Señor contra ellos y el Señor se marchó. La nube se apartó de la tienda y María quedó leprosa, blanca como la nieve.
Aarón se dirigió a María y vio que estaba leprosa. Entonces Aarón dijo a Moisés: - Por favor, señor mío, no cargues sobre nosotros este pecado que tan neciamente hemos cometido. ¡Que ella no sea como un aborto que, cuando sale de las entrañas de su madre, tiene consumida la mitad de su carne! Moisés clamó al Señor diciendo: - Oh Dios, ¡cúrala por favor! Y el Señor dijo a Moisés: - Si su padre le hubiera escupido en la cara ¿no quedaría avergonzada siete días? Así pues, sea confinada siete días fuera del campamento, y que después sea admitida de nuevo.
María fue confinada siete días fuera del campamento, y el pueblo no se puso en marcha hasta que maría no se reincorporó. Después el pueblo partió de Jaserot y acamparon en el desierto de Parán” (Num 12,1-16)
- “Toda la comunidad de los hijos de Israel llegó al desierto de Sin en el mes primero, y el pueblo se estableció en Cadés. Allí murió María y allí fue sepultada” (Num 20.1)
LA HOJA SEMANAL
(del 5 al 10 de agosto)
Lunes (5)
Dedicación de la Basílica de Santa María (Nª Sª Nieves, África, Remedio, Blanca)
Palabras: “Dadles vosotros de comer” (Mt 14,16)
Reflexión: Pronunció la bendición, partió los panes y los dieron a la gente. Y sobró
Propósito, durante el día: Amar a la Iglesia, ser Iglesia, morir en la Iglesia
Martes (6)
Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo (ciclo C)
Palabras: “Maestro, qué bien se está aquí” (Lc 9,33)
Reflexión: Una voz desde la nube decía: - Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle
Propósito, durante el día: Presencia de Dios, que es bueno y misericordioso
Miércoles (7)
San Cayetano, presbítero (18ª TO)
Palabras: “Mujer, qué grande es tu fe; que se cumpla lo que deseas (Mt 15,28)
Reflexión: La cananea pedía por su hija; pedía como las migajas para los perritos
Propósito, durante el día: Oración de intercesión: por mí, por mis amigos, por otros
Jueves (8)
Santo Domingo de Guzmán, presbítero y fundador (18ª TO)
Palabras: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” (Mt 16,13)
Reflexión: “Tú eres e mesías, el Hijo de Dios vivo”, dijo Pedro
Propósito, durante el día: Oración de adoración: Señor mío y Dios mío
Viernes (9)
Santa Teresa Benedicta de la Cruz, (Edith Stein), virgen y mártir (18ª TO)
Palabras: “El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo… (Mt 16,24)
Reflexión: … que cargue con su cruz y me siga”
Propósito, durante el día: Abandono en Dios; no escuchar al “yo”
Sábado (10)
San Lorenzo, diácono y mártir (18ª TO)
Palabras: “El que se ama a sí mismo, se pierde” (Jn 12,25)
Reflexión: El quiera servirme que me siga. Donde esté yo, estará mi servidor
Propósito, durante el día: Madre mía, de tu mano, junto a Jesús
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 4, domingo (18º TO; ciclo C) Nos invitan a adelantar la vida del cielo: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad. Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado” (Qo 1); “Dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia” (Col 3); “Pero Dios le dijo: “Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado ¿de quién será” (Lc 12). Nuestra riqueza es Dios, vivir en Él.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Así, un día, esperan a que Jesús concluya la oración, en un lugar apartado, y luego le preguntan: “Señor, enséñanos a orar” (v.1). Respondiendo a la pregunta explícita de los discípulos, Jesús no da una definición abstracta de la oración, ni enseña una técnica efectiva para orar y “obtener” algo. En cambio, invita a sus seguidores a experimentar la oración, poniéndolos directamente en comunicación con el Padre, despertando en ellos el anhelo de una relación personal con Dios, con el Padre. ¡Aquí está la novedad de la oración cristiana! Es un diálogo entre personas que se aman, un diálogo basado en la confianza, sostenido por la escucha y abierto a la solidaridad. Es un diálogo del Hijo con el Padre, un diálogo entre los hijos y el Padre. Esta es la oración cristiana.
Por lo tanto, les da la oración del “Padre Nuestro”, quizás el regalo más precioso que nos ha dejado el Maestro divino en su misión terrenal. Después de habernos revelado su misterio de Hijo y de hermano, con esa oración, Jesús nos hace penetrar en la paternidad de Dios. Quiero subrayarlo: cuando Jesús nos enseña el Padre Nuestro nos hace entrar en la paternidad de Dios y nos muestra el camino para entrar en un diálogo orante y directo con Él, a través del camino de la confianza filial. Es un diálogo entre el papá y su hijo, del hijo con su papá. Lo que pedimos en el “Padre Nuestro” ya está hecho para nosotros en el Hijo Unigénito: la santificación del Nombre, el advenimiento del Reino, el don del pan, el perdón y la liberación del mal. Mientras pedimos, abrimos nuestras manos para recibir. Recibir los dones que el Padre nos mostró en el Hijo. La oración que el Señor nos enseñó es la síntesis de toda oración, y nosotros siempre la dirigimos al Padre en comunión con los hermanos. A veces sucede que en la oración haya distracciones, pero tantas veces sentimos ganas de detenernos en la primera palabra: “Padre” y sentir esa paternidad en el corazón.” (Angelus, día 28 de julio de 2019)
(4.08.19)
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