LO TRIBUTARIO (nº 383)

Conocer el IVA (1): concepto y ámbitos

Al menos hubo tres proyectos de ley antes de la primera ley del IVA que se aplicó. El proyecto de 1978 fue fruto de los trabajos de reforma que acabó con todos los proyectos publicados en el BOCG de abril. La urgencia por aplicar la reforma en 1979 llevó a aprobar la ley del IRPF (septiembre) y del IS (diciembre; tenía parte I, porque no dio tiempo a aprobar la parte II dedicada a los regímenes especiales). Después todos los proyectos se desperdigaron en el tiempo hasta el ISyD que fue el último en 1987. El proyecto de LIVA de 1978 era tan original que no cabía en la armonización europea; el de 1981, el mejor de la serie, tampoco llegó a ser ley; el de 1982, una mala traducción del francés, gracias al Estatuto de Baleares no se pudo aprobar en septiembre y acabó la legislatura; las prisas por la entrada en la CEE, que obligaba a tener el IVA armonizado, llevó a aprobar la Ley 30/1985; el RIVA se aprobó en diciembre, se publicó tarde. Fue tan defectuosa que hubo que aprobar la Ley 37/1992, hoy vigente, reiteradamente ajustada a las directrices y Directivas de la UE. Quien fue coordinador nacional del IVA sabe de la excelente tarea de divulgación, con charlas, conferencias seminarios y contestaciones a consultas, resoluciones interpretativas, folletos y publicaciones, que, unida a los tres intentos anteriores que prepararon a los empresarios, evitó los problemas que hubo en otros lugares. No se evitó la terrible inflación.

Dice el artículo 1 LIVA que es un impuesto indirecto que “recae” sobre el consumo. Y así es cuando es así, puesto que el consumo es una manifestación indirecta de la capacidad económica; las trasferencias asimiladas a entregas, las exenciones, los regímenes especiales, los límites y exclusiones en la deducción del IVA soportado pueden hacer que la incidencia del impuesto se produzca antes del consumo final de bienes y servicios. Se añade que “grava” las entregas y servicios de empresarios y profesionales, las adquisiciones intracomunitarias de bienes y las importaciones de bienes.

Se repite así el error de las otras leyes reguladoras de los impuestos estatales al confundir “gravamen” con “sujeción”: todo hecho imponible (entregas, servicios, adquisiciones intracomunitarias e importaciones) está sujeto al impuesto (no está sujetas las entregas o ni sujetos los servicios de quien no actúa como empresario o profesional); pero hay hechos imponibles no gravados porque la ley regula su exención.

La dependencia respecto de la normativa y directivas de la UE, a las que se debe adaptar la ley española, no se expresa en el artículo 2 LIVA que establece que el IVA se regula por la normativa estatal, por las normas forales (Concierto con el País Vasco y Convenio con Navarra) y por los Tratados y Convenios internacionales incorporados al ordenamiento jurídico español.

El ámbito espacial se delimita en el artículo 3 LIVA que distingue entre “Estado miembro” (territorio de un Estado miembro, interior del país, que en España no incluye Ceuta, Melilla, en cuanto no comprendidos en la Unión Aduanera, ni Canarias, en cuanto territorio excluido de la armonización de impuestos indirectos), “Comunidad” (territorio de la Comunidad: los territorios del “interior del país”) y “Territorio tercero” (país tercero, cualquier territorio distinto de “interior del país”).

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Sigue la vida ordinaria, retoma impulso. A veces demasiado impuso, como con ese BOE del día 30 que trae el regalo de un decreto-ley y seis decretos. Y mientras posibles delitos graves pierden gravedad si no se justifican por el tiempo transcurrido, se abren nuevas vías de debate jurídico trasladado a la comparación de delitos contra la Hacienda. Un responsable dice que por menos “tenemos a algunos en la cárcel” y un investigado dice que fue más grave lo que hizo un ya condenado con acuerdo. Los jóvenes no sabrán lo que es el Derecho, los ancianos morirán desanimados.

Y pasaron las fiestas de la Navidad. Pero no debe pasar la amabilidad, la comprensión, el ánimo para perdonar que hemos tenido, a veces, incluso, con la justificación de estar en “estos días”. No debe pasar la ternura, la piedad que hayamos podido sentir mirando al Niño Jesús en Belén, en el pesebre, en brazos de su madre o de José o de un pastor; y si no hemos sentido nada en estos días, tampoco debemos dejar que pase la oportunidad de decidirnos a ser mejores, más buena gente, más amables, más comprensivos que antes, de retarnos a cumplir ese propósito como si se lo exigiéramos a otro.

Y si del fondo te sale el “yo”, con toda la fuerza del cuerpo que domina el alma, rebélate, haz que tu racionalidad domine tu animalidad y convéncete de que lo mejor no es hacer mal a los demás, despreciar, criticar, murmurar; lo mejor es hacer el bien a los demás, ser amable, perdonar, ayudar, escuchar, comprender, callar. Y si un ladino “yo” te susurra que “cada uno es como es”, no le dejes seguir y dile: “yo soy como debo ser”. Recuerda que el “yo” es un amigo egoísta, claro, al que hay que querer, del que no te puedes separar, pero por el que no te debes dejar dominar. No podemos olvidarlo: “Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo” (Mt 16,24) … que tome su cruz y que me siga. La cruz de cada día, porque cada día tiene su preocupación (v. Mt 6, 34). ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde el alma? (v. Mt 16, 28)

Año nuevo, lucha nueva. Tiempo ordinario, tiempo de amar más. Una guía infalible: el mejor en caridad. “La caridad es paciente, la caridad es amable; no es envidiosa, no obra con soberbia, no se jacta, no es ambiciosa, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal, no se alegra por la injusticia, se complace en la verdad; todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Co 13, 4-7)

Bautizados con Cristo. Siguiendo sus pasos en la vida corriente. “Por tanto, como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de entrañas de misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga queja contra otro; el Señor os ha personado, hacedlo así también vosotros… Y se agradecidos… Y todo cuanto hagáis de palabra o de obra, hacedlo todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (Col 3, 12. 13. 15. 17)

Caminando junto a Jesús, llenos de confianza: “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él todas las cosas? ¿Quién presentará acusación contra los hijos de Dios? ¿Dios, el que justifica? ¿Quién condenará? ¿Cristo Jesús, el que murió, más aún, el que fue resucitado, el que además está a la derecha de Dios, el que está intercediendo por nosotros?” (Rm 8, 31-34). Nada nos apartará del amor del Amor.

LA HOJA SEMANAL
(del 8 al 13 de enero)

Lunes (8)

San Apolinar de Hierápolis (1ª TO)
Palabras: “Está cerca el reino de Dios, convertíos, creed en el Evangelio” (Mc 1,15)
Reflexión: Vocación de los primeros discípulos. Lo dejaron todo y le siguieron
Propósito, durante el día: Fidelidad. Hacer bien lo que debo hacer

Martes (9)

San Eulogio de Córdoba, presbítero y mártir (1ª TO)
Palabras: “Hasta a los espíritus inmundos les manda” (Mc 1,27)
Reflexión: Predicaba con autoridad. Expulsaba a los demonios de los poseídos
Propósito, durante el día: Lo que Dios quiera. ¿Tú lo quieres?, yo también

Miércoles (10)

San Gregorio de Nisa (1ª TO)
Palabras: “Se levantó de madrugada, se marchó al descampado… (Mc 1,35)
Reflexión: … y allí se puso a orar”
Propósito, durante el día: Recogimiento. Recuerdo, jaculatorias, estar con Dios

Jueves (11)

San Higinio, papa (1ª TO)
Palabras: “- Si quieres, puedes limpiarme…” (Mc 1,40)
Reflexión: … - Quiero, queda limpio”
Propósito, durante el día: Buen ánimo. Pedir y confiar. Paz y alegría

Viernes (12)

San Arcadio (1ª TO)
Palabras: “Descolgaron la camilla con el paralítico” (Mc 2,4)
Reflexión: Al ver la fe de los amigos, Jesús perdonó y curó al paralítico
Propósito, durante el día: Amabilidad con todos. Rezar por los amigos.

Sábado (13)

San Hilario, obispo y doctor (1ª TO)
Palabras: “- Sígueme. Se levantó y lo siguió (Mc 2,14)
Reflexión: Llamó a Leví, comió con publicanos y pecadores
Propósito, durante el día: Madre mía, enséñame a servir para servir más y mejor

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 7, domingo (El Bautismo del Señor; ciclo B) nos sitúan en la línea de salida, una vez más, para seguir los pasos de Jesús que vino a enseñarnos el camino de la santidad hasta llegar al cielo: “Sobre él he puesto mi espíritu… La caña cascada no la qubrará, el pábilo vacilante no lo apagará” (Is 42); “… la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús… que pasó haciendo el bien y curando” (Hech 10); “Tú eres mi Hjo amado, mi predilecto” (Mc 1). Cogidos de la mano de Jesús y de María: toda a vida.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Es mediante María que el Hijo de Dios asume la corporeidad. Pero la “maternidad” de María no se reduce a esto: gracias a su “fe”, Ella es también la primera discípula de Jesús y esto “dilata” su “maternidad”. Será la fe de María, al provocar en Caná el primer “signo” milagroso, la que contribuye a suscitar la fe de los discípulos. Con la misma fe, María está presente a los pies de la cruz y recibe como hijo al apóstol Juan; y, finalmente, después de la Resurrección, deviene madre orante de la Iglesia sobre la que desciende la fuerza del Espíritu en el día de Pentecostés” (Angelus, día 1 de enero de 2018)

- “Aquí está hoy, frente a nosotros, el punto de partida: la “Madre de Dios”. Porque María es como Dios quiere que seamos nosotros, como quiere que sea su Iglesia: Madre tierna, humilde, pobre de cosas y rica de amor, libre del pecado, unida a Jesús, que custodia a Dios en su corazón y al prójimo en su vida. Para recomenzar, contemplemos a la Madre. En su corazón palpita el corazón de la Iglesia. La fiesta de hoy nos dice que para ir hacia delante es necesario volver de nuevo al pesebre, a la Madre que lleva en sus brazos a Dios.

La devoción a María no es una cortesía espiritual, es una exigencia de la vida cristiana. Contemplando a la Madre nos sentimos animados a soltar tantos pesos inútiles y a encontrar lo que verdaderamente cuenta. El don de la Madre, el don de toda madre y de toda mujer es muy valioso para la Iglesia, que es madre y mujer. Y mientras el hombre frecuentemente abstrae, afirma e impone ideas; la mujer, la madre, sabe custodiar, unir en el corazón, vivificar. Para que la fe no se reduzca sólo a ser idea o doctrina, todos necesitamos tener un corazón de madre, que sepa custodiar la ternura de Dios y escuchar los latidos del hombre. Que la Madre, que es el sello especial de Dios sobre la humanidad, custodie este año y traiga la paz de su Hijo a los corazones, nuestros corazones, y al mundo entero. Y como niños, sencillamente, os invito a saludarla hoy con el saludo de los cristianos de Éfeso, ante sus obispos: “¡Santa Madre de Dios!”. (mirando la imagen de la Virgen) Digámoslo, tres veces, con el corazón, todos juntos, mirándola: “¡Santa Madre de Dios!”. (Homilía, el día 1 de enero de 2018)

(7.01.18)

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