LO TRIBUTARIO (nº 182)
LGT (14): revisión de actos administrativos
Un principio general en Derecho es que no se puede ir contra los propios actos, la seguridad jurídica es un principio constitucional (art. 9 CE), los actos de la Administración en cuanto que está sometida a la ley y al Derecho (art. 3 Ley 30/1992) se presumen válidos y son inmediatamente ejecutivos (art. 57 Ley 30/1992). La actuación administrativa está sometida a la revisión jurisdiccional. En el ámbito tributario, el contribuyente está vinculado por sus declaraciones (que se presumen ciertas para él: art. 108.4 LGT), no puede modificar las opciones una vez tomadas (art. 119.3 LGT), no puede rectificar sus autoliquidaciones a la baja (art.120.3 LGT), sino sólo para complementarlas por un mayor ingreso, una menor devolución o menor cantidad a compensar y el ingreso extemporáneo le supone recargo de extemporaneidad, a veces también intereses y, si hay requerimiento previo, sanciones.
La Administración, en cambio, tiene varias posibilidades de revisión de sus propios actos: declarándolos, por acuerdo o a instancia de los interesados, nulos de pleno derecho (art 217 LGT); declarando lesivos para el interés público e impugnando sus actos que, habiendo favorecido a los administrados, hubieran incurrido en infracción del ordenamiento jurídico (art. 218 LGT); acordando de oficio su revocación respecto de los actos que, siendo favorables a los administrados, por circunstancias sobrevenidas, resultaran improcedentes o tramitados con indefensión (art. 219 LGT); rectificando, de oficio o a instancia de los interesados, errores materiales, de hecho o aritméticos (art. 220 LGT); reconociendo, de oficio o a instancia de los interesados, el derecho a la devolución de ingresos indebidos (art. 221 LGT). Este último procedimiento se ha modificado estableciendo que en ningún caso se devolverán las cantidades satisfechas en la regularización voluntaria (art. 252 LGT) que excluye de responsabilidad penal y del delito contra la Hacienda Pública. Lo que se entiende bien, pero con la sensación de que pueden producirse ingresos indebidos que se deberían devolver.
Sin ningún prestigio permanece el recurso de reposición (arts. 222 a 225 LGT) por el que el administrado se dirige al que dictó un acto pidiendo que dicte resolución por la que declare su propio acto contrario a Derecho y lo anule, en todo o en parte. Es un recurso potestativo previo a la reclamación económico-administrativa, no se suele interponer ni suele prosperar, a veces se emplea como alternativa a la revisión de errores materiales, de hecho o aritméticos. Simplificado al máximo en los trámites (no hay puesta de manifiesto del expediente, las alegaciones se deben hacer en el plazo de interposición) y reducido al mínimo en el tiempo, no ha podido evitar la contaminación del virus de las obligaciones conexas (art. 68.9 LGT). La reforma de la LGT añade (nuevo art. 224.5 LGT) que si el recurso afecta a una deuda tributaria tributaria que, a su vez, a determinado el reconocimiento de una devolución a favor del contribuyente, las garantías aportadas para la suspensión, garantizarán también las cantidades que deban reintegrarse si se estima el recurso; y que (nuevo art. 225.3 LGT), en ejecución de una resolución que estime el recurso contra la liquidación de una obligación conexa a otra del mismo obligado, se regularizará la obligación conexa distinta de la recurrida en la que la Administración hubiese aplicado los criterios o elementos en que se fundamentó la liquidación de la obligación objeto de la reclamación. Si de dicha regularización resultase la anulación de la liquidación de la obligación distinta de la recurrida y la practica de una nueva según los resuelto se exigirán intereses (art. 26.5 LGT)
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Ültima hora fiscal. Una instrucción de la AEAT decía que tributaban por el IS las comunidades de bienes “con el ánimo de obtener ganancias y lucros comunes”, pero otra del 22 de diciembre aclara que las comunidades con finalidad asociativa para realizar una actividad no están sujetas. Antes acertó aunque erró en el nombre: no hay comunidad; ahora en el error es pleno: no hay comunidades de bienes asociativas.
El cristiano vive el Tiempo de Navidad como si recordara lo que él mismo vivió. Con el corazón, mirando el belén, ante el Sagrario, en la tarea ordinaria de cada día, ve al Niño Jesús pequeño, precioso, sonriente, durmiendo, creciendo. Y caminando con sus padres, María y José, les acompaña al templo a los ocho días. Y se imagina un traslado desde la cueva del nacimiento hasta una casa en Belén. Y también la incorporación al trabajo de cada día: María con las nuevas ocupaciones de madre joven; José retomando la tarea, con los instrumentos de siempre que trajo de Nazaret, recibiendo encargos de los nuevos clientes y haciendo las cosas muy bien. Así, bajo la cariñosa mirada de la Sagrada Familia, el cristiano procura santificar el trabajo, santificarse con el trabajo y santificar en el trabajo a los que se relacionan con él.
- “Después de nacer Jesús en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes, unos Magos llegaron de oriente a Jerusalén preguntando: -¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle”. ¿Busco a Jesús en la tarea ordinaria de cada día?, ¿en lo que ocurre, en las personas con las que me relaciono, descubro la estrella que Dios pone para orientar mis pensamientos, mis palabras, mis acciones?, ¿me veo haciendo el camino del cielo en lo cotidiano?
- “Al oír esto, el rey Herodes se inquietó y con él toda Jerusalén. Y, reuniendo a todos los príncipes de los sacerdotes y a todos los escribas del pueblo, les interrogaba dónde había de nacer el Mesías. –En Belén de Judá –le dijeron-, pues así está escrito por medio del Profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que apacentará a mi pueblo, Israel”. Entonces Herodes, llamando en secreto a los Magos, se informó cuidadosamente por ellos del tiempo en que había aparecido la estrella; y les envió a Belén, diciéndoles: -Id e informaos bien acerca del niño; y cuando lo encontréis, avisadme para que vaya a adorarle”. Ante las diversas formas de ser, intenciones y creencias de aquellos con los que trato ¿ofrezco comprensión, evito juzgar y doy amor?
- “Ellos, después de oír al rey, se pusieron en marcha. Y entonces la estrella que habían visto en el Oriente se colocó delante de ellos, hasta pararse sobre el sitio donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.”. ¿Me lleno de alegría porque Dios está conmigo de continuo?; porque me ve, me oye, me ama.
- “Y entrando en la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose le adoraron. Luego, abrieron sus cofres y le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.” ¿Hago mi oración estos días con la actitud y las palabras como si estuviera con el Niño Jesús y con María, Madre de Dios y Madre nuestra, y con José, como padre y señor nuestro?
- “Y, después de recibir en sueños aviso de no volver a Herodes, regresaron a su país por otro camino.” (Mt 2, 1-12). Tiempo de propósito firme de huir de las ocasiones adversas para el bien de nuestra alma, de cumplir la amabilísima voluntad de Dios.
LA HOJA SEMANAL
(del 4 al 9 de enero)
Lunes (4)
Santa Genoveva Torres, fundadora (Feria de Navidad)
Palabras: “Rabí, (que significa Maestro) ¿dónde vives? -Venid y lo veréis” (Jn 1,38)
Reflexión: Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día
Propósito, durante el día: Pasar el día con Jesús, ver con sus ojos, amar con su corazón
Martes (5)
Santa Amelia, virgen (Feria de Navidad)
Palabras: “¿De qué me conoces? (Jn 1, 48)
Reflexión: –Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi
Propósito, durante el día: Dios conoce dentro de mí, sabe lo que pienso, lo que deseo
Miércoles (6)
La Epifanía del Señor (santos Melchor, Gaspar y Baltasar)
Palabras: “Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre” (Mt 2,11)
Reflexión: Y cayendo de rodillas, lo adoraron
Propósito, durante el día: Otra forma de ver a los reyes: rezar con ellos, con su fervor
Jueves (7)
San Raimundo de Peñafort, presbítero (Feria de Navidad)
Palabras: “Comenzó Jesús a predicar diciendo: Convertíos” (Mt 4,17)
Reflexión: Porque está cerca el reino de los cielos
Propósito, durante el día: Mirar el alma, asear el alma, para que sea hogar de Dios
Viernes (8)
San Luciano, presbítero (Feria de Navidad)
Palabras: “Jesús vio una multitud y le dio lástima” (Mc 6,34)
Reflexión: Y se puso a enseñarles con calma
Propósito, durante el día: Meditación, lectura espiritual: aprender con Jesús
Sábado (9)
San Eulogio de Córdoba, presbítero y mártir (Feria de Navidad)
Palabras: “Fue a Nazaret, donde se había criado” (Lc 4,16)
Reflexión: Todos se admiraban de sus palabras
Propósito, durante el día: Madre mía, llévame a Jesús para que sea su discípulo
(la reflexión y el propósito los fija cada uno)
Las lecturas del domingo día 3 (II de Navidad, Santísimo Nombre de Jesús) muestran la gloria de Dios en el Hijo hecho hombre: “Resido en la congregación plena de los santos” (Si 24); “Para que comprendáis... cuál es la riqueza de gloria que da en herencia a los santos” (Ef 1); “Hemos contemplado su gloria; gloria propia del Hijo único del Padre” (Jn 1,15). El precioso texto de la antífona, abre el alma y ensancha el corazón: “Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al mediar la noche su carrera, tu Palabra todopoderosa, Señor, vino desde el trono real de los cielos” (Sb 18,14-15). Y en ese amor inmenso, metemos nuestras intenciones.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Qué importante es para nuestras familias a caminar juntos para alcanzar una misma meta. Sabemos que tenemos un itinerario común que recorrer; un camino donde nos encontramos con dificultades, pero también con momentos de alegría y de consuelo. En esta peregrinación de la vida compartimos también el tiempo de oración. ¿Qué puede ser más bello para un padre y una madre que “bendecir a sus hijos” al comienzo de la jornada y cuando concluye? Hacer en su frente la señal de la cruz como el día del Bautismo. ¿No es esta la oración más sencilla de los padres para con sus hijos? Bendecirlos, es decir, encomendarles al Señor, como hicieron Elcaná y Ana, José y María, para que sea él su protección y su apoyo en los distintos momentos del día. Qué importante es para la familia encontrarse también en un breve momento de “oración antes de comer juntos”, para dar las gracias al Señor por estos dones, y para aprender a compartir lo que hemos recibido con quien más lo necesita. Son pequeños gestos que, sin embargo, expresan el gran papel formativo que la familia desempeña en la peregrinación de cada día.” (Homilía en la misa de la Sagrada Familia, en la basílica vaticana, el día 27 de diciembre de 2015)
- “Al comienzo de un nuevo año, la Iglesia nos hace contemplar la Maternidad de María como icono de la paz. La promesa antigua se cumple en su persona. Ella ha creído en las palabras del ángel, ha concebido al Hijo, se ha convertido en la Madre del Señor. A través de ella, a través de su “sí”, ha llegado la plenitud de los tiempos. El Evangelio que hemos escuchado dice: “Conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” (Lc 2,19). Ella se nos presenta como un vaso siempre rebosante de la memoria de Jesús, Sede de la Sabiduría, al que podemos acudir para saber interpretar coherentemente su enseñanza. Hoy nos ofrece la posibilidad de captar el sentido de los acontecimientos que nos afectan a nosotros personalmente, a nuestras familias, a nuestros países y al mundo entero. Donde no puede llegar la razón de los filósofos ni los acuerdos de la política, allí llega la fuerza de la fe que lleva la gracia del Evangelio de Cristo, y que siempre es capaz de abrir nuevos caminos a la razón y a los acuerdos.” (Homilía en la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, en la basílica vaticana, el 1 de enero de 2016)
- “5. El Año jubilar se concluirá en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud y de reconocimiento hacia la Santísima Trinidad por habernos concedido un tiempo extraordinario de gracia. Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que derrame su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro. ¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios! A todos, creyentes y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como signo del Reino de Dios que está ya presente en medio de nosotros.” (Bula “Misericordiae Vultus”, de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia)
(3.01.16)
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