LO TRIBUTARIO (nº 147)

La otra LGT (3): Declaraciones y pruebas

Se exige que el contribuyente sea un experto tributario (o que contrate los servicios de un profesional confesándole su intimidad, lo que no es irrelevante si se piensa que, en alguna filtración de datos, la AEAT rechaza responsabilidades propias señalando a otros) y la deuda así determinada se trata (apremio, embargos, responsables, sanciones) como si fuera una deuda liquidada por la Administración acreedora que es la que única competente para hacerlo. Pero hay más: esa deuda autoliquidada por el contribuyente se ha calculado a partir de los datos contenidos en su declaración que no sólo está bajo sospecha, sino que merece menor credibilidad que lo que otros informan sobre él (art. 108.4 LGT). Es obligado recordar el retroceso en la consideración del contribuyente: la LGT/1963 mantenía la secular referencia a “contribuyente” (el que contribuye con su dinero a la financiación de los gastos públicos; el pueblo llano que en las Cortes debía aprobar los presupuestos reales, el dueño de la Hacienda Pública puesto que se nutre con sus aportaciones); la LGT/2003 la sustituye por la denigrante denominación de “obligado tributario”, que no alude a la consecuencia de una relación jurídica (el deudor que debe pagar), sino que es la identificación de un estado social, y fiscal, en el que se diluyen los derechos y frente al que se procura que quede en la penumbra la teórica realidad legal que permite considerar que también la Administración es obligado tributario. En los incumplimientos se descubre que “unos son más obligados que otros”.

Y, en segundo lugar, es preciso atender a las palabras de la ley: la LGT/1963 (art. 116) establecía que lo declarado se presume cierto, salvo prueba de error de hecho; en la LGT/2003 se considera que los hechos y datos declarados por el contribuyente se presumen ciertos “para él” (le comprometen salvo que demuestre que incurrió en error de hecho), mientras que los datos contenidos en declaraciones de terceros que proporcionan información sobre él “se presumen ciertos”, salvo que el obligado alegue falsedad o inexactitud. Si se profundiza aún más en la práctica diaria de la gestión de los tributos y en los pronunciamientos de los tribunales se descubren detalles asombrosos de la carga probatoria en nuestro ordenamiento. Si las facturas son un medio “prioritario” (art. 106.3 LGT) para justificar gastos deducibles y deducciones, se ha llegado a implantar la “prueba de la prueba” exigiendo que se pruebe que el contenido de la factura es cierto, si la Administración puede utilizar informes elaborados por sus empelados, los dictámenes periciales aportados por los contribuyentes se consideran sospechosos porque les son favorables; los documentos privados habitualmente y contra Derecho se desacreditan como prueba.

En esas condiciones (dificultad de los conocimientos tributarios; exorbitante obligación de autoliquidar; sospechas sobre lo declarado y su prueba) el contribuyente tiene difícil oponerse a las pretensiones de la Administración. Con la asistencia de un profesional puede intentar la impugnación de la liquidación producida. Y entonces se encuentra con el principio “solve et repete”, que le obliga a desembolsar lo que considera que es exigencia ilegal o a pedir la suspensión del ingreso, por lo general, aportando garantía con el coste financiero correspondiente. A veces, se gana el recurso y se anula el acto.

Voz en off. Dice la LGT : “Las facturas no son un medio privilegiado respecto de la realidad de las operaciones”. ¿Realidad?: ni en el conflicto en la aplicación de la norma tributaria, ni en estimación indirecta, ni en actas con acuerdo. Ni en la práctica diaria.

Noticia fiscal: El BOE del día 11 publica la LO 10/2015, de 10 de septiembre, sobre publicidad de datos de fallos de sentencias firmes condenatorias por delitos contra la Hacienda, salvo que hayan consignado íntegramente la deuda antes de que sea firme.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

La Comisión Europea ha publicado el “indicador de la efectividad de la recaudación del IVA” correspondiente a 2013 y ha señalado que la “brecha fiscal” en España fue el 16%. En términos absolutos España es el quinto Estado con mayor brecha detrás de Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, que es el de mayor brecha; en términos relativos, hay once países con mayor brecha. Finlandia es el Estado más eficiente. El informe considera que 12.094 millones de euros no se recaudaron por causa del “fraude, la evasión fiscal, la elusión, las bancarrotas, insolvencias financieras y cálculos erróneos”. Todo son estimaciones teóricas. Lo que no es teoría es la noticia de que en los Presupuestos para 2016 se incluye la previsión de ingresos que determinará la actualización de valores catastrales en 1.567 millones y en 7,02 millones de inmuebles. En 126 municipios se reducirá el valor. La noticia se refiere al informe de los expertos que encargó el ministro y que recomendaba la subida del IBI como impuesto nuclear del sistema. Alguno piensa que ese parecer es injusto y técnicamente deficiente. En lo social convierte a los contribuyentes en esclavos tributarios. Continuamente se avanza en la tributación según capacidades económicas para contribuir irreales.

Es tradición secular en los pueblos de España celebrar en el mes de septiembre fiestas dedicadas a la Virgen (de la Cinta, de la Fontcalda, de los Llanos, de Meritxell, del Pino, de la Peña, de Fuensanta, de la Victoria, de Montserrat, de Covadonga, de san Lorenzo, del Coro, de Núria, de Soterraña, de Aranzazu, de Gracia, de las Maravillas, de Estíbaliz, de la Fuensanta, de las Viñas...). En ese mes se celebra: la Natividad de María (como si celebráramos su cumpleaños), el Dulcísimo Nombre de María (como si celebráramos su onomástica) y la Virgen Dolorosa. En la misa de ese día se incluye la secuencia “Stabat mater” (Estaba la Madre dolorosa de pie, llorando junto a la Cruz, mientras el Hijo pendía...) que, aunque de autor incierto, muchos la atribuyen a Iacopone da Todi que murió en 1306. En la Liturgia de las Horas se dividía en tres partes. La primera acaba: “Cuando llegue la hora de partir de este mundo, haz, oh Jesús, que, por medio de tu Madre, consiga yo la palma de la victoria” que son palabras que de consuelo y de esperanza que todos necesitamos. La tercera parte (“Virgo virginum praeclara”) mueve el alma a vivir la Pasión y Muerte de Cristo, pidiendo a la Virgen su auxilio para participar después con ella de la gloria de Dios para siempre, eternamente.

La segunda parte (“Eia mater, fons amoris”) lleva nuestro corazón a amar entrañablemente a nuestra Madre: “Oh dulce fuente de amor!/ Hazme sentir tu dolor/ para que llore contigo./ Y que, por mi Cristo amado,/ mi corazón abrasado/ más viva en él que conmigo./ Y, porque a amarle me anime,/ en mi corazón imprime/ las llagas que tuvo en sí./ Y de tu Hijo, Señora,/ divide conmigo ahora/ las que padeció por mí./ hazme contigo llorar/ y de veras lastimar/ de sus penas mientras vivo;/ porque acompañar deseo/ en la cruz, donde le veo/, tu corazón compasivo./ ¡Virgen de vírgenes santas!,/ llore ya con ansias tantas/ que el llanto dulce me sea;/ porque su pasión y muerte/ tenga en mi alma, de suerte/ que siempre sus penas vea./ Haz que su cruz me enamore/ y que en ella viva y more/ de mi fe y amor indicio;/ porque me inflame y encienda,/ y contigo me defienda/ en el día del juicio./ haz que me ampare la muerte/ de Cristo, cuando en tan fuerte/ trance vida y alma estén;/ porque, cuando quede en calma/ el cuerpo, vaya mi alma/ a su eterna gloria. Amén”. Es necesario saborear las palabras, mirar a María desde el corazón. Debe ser como el abrazo y los besos entre lágrimas en el reencuentro después de mucho tiempo lejos del ser querido. Son sentimientos propios de la emoción, del amor: aunque sólo haga un momento que la hemos besado, que le hemos rezado.

LA HOJA SEMANAL
(del 14 al 19 de septiembre)

Lunes (14)

La Exaltación de la Santa Cruz (24ª TO)
Palabras: “Para que todo el que cree en Él tenga vida eterna” (Jn 3,15)
Reflexión: Dios mandó a su Hijo para que el mundo se salve por él
Propósito, durante el día: Acciones de gracias: porque nos quiere como sólo Dios quiere

Martes (15)

La Virgen de los Dolores (24ª TO)
Palabras: “Mujer, aquí tienes a tu hijo” (Jn 19,26)
Reflexión: Aquí tiene a tu madre... Y la tomó como algo suyo, querida como lo propio
Propósito, durante el día: Actos de amor a nuestra Madre. “Más que tú, sólo Dios”

Miércoles (16)

Santos Cornelio, papa, y Cipriano, obispo, mártires (24ª TO)
Palabras: “¿A quien se parecen los hombres de esta generación?” (Lc 7,31)
Reflexión: No ven ni oyen a Dios cerca de ellos, lo consideran por criterios humanos
Propósito, durante el día: Descubrir a Dios en las personas, en lo ordinario que ocurre

Jueves (17)

San Roberto Belarmino S.I., obispo y doctor (24ª TO)
Palabras: “Sus muchos pecados están perdonados porque tiene mucho amor” (Lc 7,47)
Reflexión: La mujer pecadora. Los detalles del amor: señal de la cruz, genuflexión...
Propósito, durante el día: Con confianza. Con cariño. Con fe en su presencia. Sin prisas.

Viernes (18)

San José de Cupertino, mártir (24ª TO)
Palabras: “... de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios” (Lc 8,1)
Reflexión: Iba Jesús acompañado de los Doce y de algunas mujeres que había curado
Propósito, durante el día: Caminar con esa compañía. Detrás, sin perder el paso.

Sábado (19)

San Jenaro, obispo y mártir (24ª TO)
Palabras: “Los que con un corazón noble y generoso...” (Lc 8,15)
Reflexión: “... escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando”
Propósito, durante el día: Madre, haz que sea un hijo fiel y generoso en darme a todos

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del domingo día 13 (24º TO, ciclo B), nos llaman a hacer operativa la fe, con una esperanza consciente para realizar la caridad en obras de amor: “el Señor me ayuda, ¿quién me condenará” (Is 50); “yo, por las obras, te mostraré mi fe” (St 2); “el que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga” (Mc 8). ¿Venirse conmigo?. Ahora, ya, para siempre. La proximidad del Sínodo nos urge a rezar, a ofrecer, a encomendar, por las familias.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Pero este Evangelio habla también de nosotros: a menudo estamos replegados y cerrados en nosotros mismos, y creamos islas inaccesibles e inhóspitas. Incluso las relaciones humanas más elementales a veces crean realidades incapaces de apertura recíproca: la pareja cerrada, la familia cerrada, el grupo cerrado, la parroquia cerrada, la patria cerrada... Y esto ¡no es de Dios! Esto es nuestro, es nuestro pecado. Sin embargo desde el origen de nuestra vida cristiana, en el Bautismo, precisamente, está aquel gesto y aquella palabra de Dios: “Effetá – ¡Abrios!”. Y el milagro se produce: hemos sido curados de la sordera del egoísmo y la mudez de la cerrazón del pecado y hemos sido integrados en la gran familia de la Iglesia; podemos escuchar a Dios que nos habla y comunicar su Palabra a cuantos no la han escuchado nunca, o a quien la ha olvidado y sepultado bajo las espinas de las preocupaciones y de los engaños del mundo.” (Angelus, en la plaza de San Pedro, el día 6 de septiembre de 2015) (t.prp.)

- “241. María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido. Así como lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder humano. Ella vive con Jesús completamente transfigurada, y todas las criaturas cantan su belleza. Es la Mujer “vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Ap 12,1). Elevada al cielo, es Madre y Reina de todo lo creado. En su cuerpo glorificado, junto con Cristo resucitado, parte de la creación alcanzó toda la plenitud de su hermosura. Ella no sólo guarda en su corazón toda la vida de Jesús, que “conservaba” cuidadosamente (cf Lc 2,19.51), sino que también comprende ahora el sentido de todas las cosas. Por eso podemos pedirle que nos ayude a mirar este mundo con ojos más sabios.

242. Junto con ella, en la familia santa de Nazaret, se destaca la figura de san José. Él cuidó y defendió a María y a Jesús con su trabajo y su presencia generosa, y los liberó de la violencia de los injustos llevándolos a Egipto. En el Evangelio aparece como un hombre justo, trabajador, fuerte. Pero de su figura emerge también una gran ternura, que no es propia de los débiles sino de los verdaderamente fuertes, atentos a la realidad para amar y servir humildemente. Por eso fue declarado custodio de la Iglesia universal. Él también puede enseñarnos a cuidar, puede motivarnos a trabajar con generosidad y ternura para proteger este mundo que Dios nos ha confiado.” (enc. “Laudato si´”, 24 de mayo de 2015)

(13.IX.15)

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