LO TRIBUTARIO
IRPF (3): La renta exenta
Si los ingresos que la ley declara como “no sujetos” al impuesto sobre la renta ganada se justifican porque no ponen de manifiesto una capacidad económica para contribuir (reducción porque son para pagar la pensión conyugal) o porque están sujetos a otro impuesto (herencia) o porque la tributación se difiere en el tiempo (planes de pensiones) o por coherencia legal (ayudas públicas), los supuestos de “exención” se corresponden con ingresos sujetos al impuesto, pero que el legislador considera que no deben tributar.
Un ejemplo que permite aclarar estos conceptos se encuentra en los mínimos personal y familiares (arts. 56 a 61 LIRPF) con los que se constata que el IRPF, además de ser un impuesto “personal” (que afecta a toda la renta ganada por cada persona), es un impuesto “subjetivo” (que tiene en consideración sus circunstancias: edad, discapacidad, cargas familiares). Incorporados a la estructura del IRPF en la Ley 40/1998 por coherencia con la nueva definición del objeto del impuesto (“la renta disponible”), se excluía de tributación los mínimos personal y familiares “de sobrevivencia” (de consumo obligado para sobrevivir). Se podrían haber configurado como “no sujeciones”, pero se consideraron “exenciones”. Una error científico en la crítica (las “reducciones” son menor tributación calculada al tipo marginal y favorecen a los que ganan más; pero el mínimo de sobrevivencia, por definición, debe tener igual tratamiento fiscal para cualquier persona) llevó a la Ley 35/2006 que les dio su tratamiento actual: “exención con progresividad” (arts. 63 y 74 LIRPF), de modo que su importe está incluido en la base liquidable que sirve para determinar el tipo medio de gravamen, permitiendo deducir, luego, el resultado de aplicar luego la escala al importe de los mínimos que procedan. Como en la aplicación de toda “deducción” (en la cuota) se discrimina a favor de quien menos renta gana y se pierde su justificación científica.
El art. 7 LIRPF incluye la relación de exenciones pormenorizando los requisitos para su aplicación, de modo que es obligado atender al texto de la ley en cada caso: por causa de terrorismo, por causa de sida, por la guerra civil, indemnizaciones por daños personales, por cese o despido del trabajador, por incapacidad permanente absoluta o gran invalidez y, en clases pasivas, por inutilidad o incapacidad permanente, por prestaciones familiares por acogimiento, por becas públicas y entidades sin fines de lucro, anualidades por alimentos recibidas por los hijos por decisión judicial, premios literarios artísticos o científicos relevantes, ayudas a deportistas de alto nivel, prestaciones por desempleo en la modalidad de pago único, por participación en misiones internacionales de paz o humanitarias, por trabajos realizados en el extranjero, por daños producidos por el funcionamiento de los servicios públicos, cantidades percibidas por entierro o sepelio, ayudas de la Ley 14/2002, rentas derivadas de instrumentos que cubran exclusivamente el riesgo de incremento del tipo de interés, compensaciones a la privación de libertad, constitución de planes de ahorro sistemático, prestaciones en planes a favor de discapacitados, prestaciones públicas por cuidados familiares y asistencia personalizada, dividendos y participaciones en beneficios, ayudas públicas por nacimiento, acogimiento o cuidado de hijos menores. La Ley 26/2014 ha modificado o suprimido algunas de estas exenciones.
También regula la ley supuestos de exención en las ganancias patrimoniales (art. 33.4 LIRPF) y por reinversión en vivienda (art. 38; DA 23ª, 37ª y 38ª LIRPF)
Noticias fiscales. En el BOE del día 15 de mayo se ha publicado el RD-L 6/2015, del día 14, que incluye la modificación de la DA 44ª LIRPF sobre cuantificación de rentas derivadas de deuda subordinada y de participaciones preferentes: se da la opción por un cálculo conjunto y no por cada transmisión; y se permite pedir la rectificación de autoliquidaciones incluso de períodos prescritos.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Al tiempo que en la televisión se veía a los guardias civiles de la UCO entrar en los locales donde actuaba una mafia que había defraudado impuestos mediante operaciones de importación y exportación irregular, alguien podía estar leyendo el extenso reportaje publicado sobre el cuerpo de Vigilancia Aduanera, cuyo prestigio profesional no es de ahora, sino desde hace muchos años cuando, con pocos medios, actuaba con éxito en la represión del contrabando. Y se puede leer: es la policía económica o policía fiscal del Gobierno, son los más temidos pues tienen acceso a los datos de Hacienda “entidad a la que están adscritos”, todos pondrían la mano en el cogote de un no esposado que entrara en un coche, en los últimos diez años han descubierto blanqueo de capitales y fraude fiscal por 4.706 millones de euros, los detenidos e implicados son 5.614. Son 1.960 miembros: abogados, economistas, periodistas, contables. Y actúan armados. “Somos un cuerpo de carácter policial”, dicen y aclara el reportaje: funcionarios de alta cualificación, con las oposiciones más difíciles y las categorías mejor remuneradas. Al día siguiente otra noticia sobre estos empleados públicos: han elaborado un informe sobre el fraude en los cursos de formación de desempleados. Las pruebas conseguidas, lo razonamientos, los preceptos legales, han evitado el empleo de las armas. En Italia la investigación tributaria corresponde a la Guardia de Finanzas, cuerpo militarizado, con uniformes, jerarquía y armas.
La aspiración de los inspectores de Hacienda hace cuarenta años no era ser policías, sino ser inspectores de finanzas con el prestigio profesional que tenían en Francia: los más rigurosamente seleccionados entre los mejores expedientes universitarios, los mejor formados en la Escuela Nacional, los más elegantes, los que ganaban más, los que llegaban a presidente de Gobierno. La mente de quien luego alcanzó altos cargos en los distintos partidos políticos en que militó, actuó con precisión: aprovechando las vacaciones estivales y la ventaja de las normas de urgencia, unificó los Cuerpos inspectores con formación académica diversa, con distinto talante, con diferente retribución; creó primero un Servicio de Inspección Auxiliar y, luego, los subinspectores; creó la Escuela con una dura oposición de entrada por especialidades (derecho, economía, ingeniería) y una más dura formación para completar los conocimientos que faltaban a cada especialidad; se conseguía el objetivo no ocultado: “los mejores fiscalistas, las empresas estarán a la puerta para contratarlos”; y cambió el nombre: de Inspectores Financieros y Tributarios a Inspectores de Finanzas del Estado. Casi se había conseguido el sueño. Y, de pronto, el alud que todo lo arrasa y enrasa.
La Ascensión de Jesús a los cielos hace de puente entre la Pascua de Resurrección y la Pascua de Pentecostés. El Hijo de Dios ha vivido como hombre entre los hombres; después de confirmar su resurrección a los apóstoles, se va al cielo. Como Jesús les había dicho, era preciso que ocurriera así para que viniera el Espíritu Santo que es Dios, que nos aconseja, que fortalece nuestra fe y nuestra esperanza, que nos defiende. Jesús, Dios y hombre verdadero, se queda con nosotros en la Eucaristía: “Estaré con vosotros hasta el fin del mundo”. Dios con nosotros. Con Él, por Él y en Él vivimos y existimos. El cristiano debe llenar el alma de estas verdades y mantener así la paz y la alegría del ánimo en el quehacer de cada día, recibiendo el amor de Dios y dando amor a todos. El mes de mayo, dedicado a María, Madre de Dios y madre nuestra, es ocasión propicia para imaginar los días de Nazaret: cómo estaba, cómo miraba, cómo hablaba con Jesús; cómo se relacionaba con sus vecinos y parientes. De su trabajo bien hecho, y del de san José, debemos aprender a ser amables, diligentes, comprensivos, a cuidar los detalles.
LA HOJA SEMANAL
(del 18 al 23 de mayo)
Lunes (18)
San Juan I, papa y mártir (7ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “Tened valor: yo he vencido al mundo” (Jn 16,33)
Reflexión: “Para encontréis la paz en mí”
Propósito, durante el día: Don entendimiento: comprensión con todos
Martes (19)
San Celestino V, papa (7ª de Pascua, mes de María)
Palabras: “Te ruego por ellos” (Jn 17,9)
Reflexión: Jesús ruega al Padre por “éstos que tú me diste y son tuyos”
Propósito, durante el día: Don de sabiduría: hacer mejor el trabajo
Miércoles (20)
San Bernardino de Siena, presbítero (7ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “No te ruego que los retires del mundo” (Jn 17,15)
Reflexión: “Sino que los guardes del mal”
Propósito, durante el día: Don de ciencia: esforzarme en estudiar
Jueves (21)
Santa Gisela, virgen (7ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “Este es mi deseo que los que me confiaste estén conmigo” (Jn 17,24)
Reflexión: “Donde yo estoy y contemplen mi gloria”
Propósito, durante el día: Don de consejo: disponible para todo el que me necesite
Viernes (22)
Santa Joaquina Vedruna, fundadora (7ª de Pascua; mes de María; sta. Rita)
Palabras: “¿Me amas?... ¿Me quieres?... Sígueme” (Jn 21, 15-19)
Reflexión: Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero
Propósito, durante el día: Don de fortaleza: unido en todo a Dios
Sábado (23)
San Crispín de Viterbo, confesor (7ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “¿A ti qué?. Tú sígueme” (Jn 21,22)
Reflexión: Jesús corrige la curiosidad; atender precisamente a sus palabras
Propósito, durante el día: Don de piedad: amabilidad con todos; unido a Dios por María
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
El domingo, día 17, celebramos la solemnidad de la Ascensión. Las lecturas (ciclo B) nos recuerdan lo ocurrido: “miraban fijos al cielo, viéndolo irse” (Hch 1); “sentándolo a su derecha en el cielo” (Ef 1); “El Señor subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios”. Camino de Pentecostés. Tiempo de amor y de esperanza que son regalo del Espíritu Santo y, llenos de fe en la Santísima Trinidad, tiempo de pedir la santidad para nosotros, nuestros familiares y amigos, para todos. Y para las familias.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Por lo tanto, esta Palabra del Señor nos llama a amarnos unos a otros, incluso si no siempre nos entendemos y no siempre estamos de acuerdo… pero es precisamente allí donde se ve el amor cristiano. Un amor que también se manifiesta si existen diferencias de opinión o de carácter, ¡pero el amor es más grande que estas diferencias! Este es el amor que nos ha enseñado Jesús. Es un amor nuevo porque lo renueva Jesús y su Espíritu. Es un amor “redimido, liberado del egoísmo”. Un amor que “da alegría a nuestro corazón”, como dice Jesús mismo: “Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud” (v. 11).” (Regina coeli, en la plaza de San Pedro, el día 10 de mayo de 2015)
- “La tercera palabra es “perdón”. Palabra difícil, es verdad, sin embargo tan necesaria. Cuando falta, se abren pequeñas grietas —incluso sin quererlo— hasta convertirse en fosas profundas. No por casualidad en la oración que nos enseñó Jesús, el “Padrenuestro”, que resume todas las peticiones esenciales para nuestra vida, encontramos esta expresión: “Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden” (Mt 6, 12). Reconocer el hecho de haber faltado, y mostrar el deseo de restituir lo que se ha quitado —respeto, sinceridad, amor— hace dignos del perdón. Y así se detiene la infección. Si no somos capaces de disculparnos, quiere decir que tampoco somos capaces de perdonar. En la casa donde no se pide perdón comienza a faltar el aire, las aguas comienzan a verse estancadas. Muchas heridas de los afectos, muchas laceraciones en la familias comienzan con la pérdida de esta preciosa palabra: “Perdóname”. En la vida matrimonial se discute, a veces incluso “vuelan los platos”, pero os doy un consejo: nunca terminar el día sin hacer las paces. Escuchad bien: ¿habéis discutido mujer y marido? ¿Los hijos con los padres? ¿Habéis discutido fuerte? No está bien, pero no es este el auténtico problema. El problema es que ese sentimiento esté presente todavía al día siguiente. Por ello, si habéis discutido nunca terminar el día sin hacer las paces en la familia. ¿Y cómo debo hacer las paces? ¿Ponerme de rodillas? ¡No! Sólo un pequeño gesto, algo pequeño y vuelve la armonía familiar. Basta una caricia, sin palabras. Pero nunca terminar el día en familia sin hacer las paces. ¿Entendido esto? No es fácil pero se debe hacer. Y con esto la vida será más bonita.” (Audiencia general, en la plaza de San Pedro, el día 13 de mayo de 2015)
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