LO TRIBUTARIO (nº 504)

Procedimientos tributarios (12): procedimiento de comprobación limitada (1)

Después de regular un procedimiento que es una actuación (verificación) y una actuación que puede ser o no un procedimiento (comprobación de valores) la LGT/2003 regula una comprobación “limitada” que no llega a una tributación ajustada a Derecho por no llegar a la realidad de los hechos y circunstancias no investigados ni comprobados ni calificados totalmente. Como todos estos procedimientos “de Gestión”, también el de comprobación limitada determina una resolución, una liquidación, provisional, porque el propio procedimiento impide conocer toda la realidad y, por tanto, la tributación ajustada a Derecho. Debería ser suficiente esta circunstancia para, al menos, limitar en el tiempo la validez de esa provisionalidad y considerar definitiva la liquidación si no se dicta resolución con ese carácter en un corto plazo. No es así, claro.

Establece el artículo 136 LGT que en la comprobación limitada sólo se puede realizar las siguientes actuaciones: a) examen de los datos declarados y de los justificantes presentados o requeridos; b) examen de datos y antecedentes en poder de la Administración que pongan de manifiesto la realización del hecho imponible, del presupuesto de una obligación tributaria o la existencia de elementos no declarados o distintos de los declarados; c) examen de registros y documentos exigidos por las normas tributarias y cualquier otro libro, registro o documento oficial y de las facturas y documentos que justifiquen las operaciones incluidas en dichos libros, registros o documentos (no se permite examinar la contabilidad mercantil; si en el curso del procedimiento, sin mediar requerimiento, se aporta documentación contable para acreditar la contabilización de determinadas operaciones, la Administración podrá examinarla a los solos efectos de constatar la coincidencia entre la documentación contable y los datos en poder de la Administración y sin perjuicio de que en un procedimiento de inspección posterior se pueda examinar dicha documentación); d) requerir información a terceros obligados suministrarla por disposición general o para que la ratifiquen mediante justificantes (pero no se les podrá requerir información sobre movimientos financieros, aunque sí se podrá exigir al comprobado la justificación documental de operaciones financieras con incidencia en su obligación tributaria).

El artículo 137 LGT (sobre iniciación del “procedimiento”) establece que “las actuaciones” se iniciarán de oficio por acuerdo del órgano competente que deberá notificarse al administrado mediante comunicación que exprese: la naturaleza y alcance de las actuaciones e informe de los derechos y obligaciones en el curso de las mismas. Las actuaciones no se pueden realizar fuera de las oficinas de la Administración (art. 136.4 LGT), salvo a efectos de obligaciones aduaneras, censales o relativas a métodos objetivos de comprobación y en ellas los funcionarios tendrán las facultades de la inspección y serán considerados como agentes de la autoridad (v. art. 142.2 y 4 LGT). Las actuaciones se documentarán mediante comunicaciones y diligencias (v. arts. 99.7 y 107 LGT). Los administrados deben (art. 138 LGT): atender a la Administración y colaborar con ella en el desarrollo de sus funciones, personarse donde y cuando se les requiera y aportar los documentos y elementos que se les soliciten. Antes de la práctica de la liquidación se comunicará la propuesta al administrado para que alegue lo que convenga a su derecho.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Una fundación ha publicado el Índice de Competitividad Fiscal entre las Comunidades Autónomas: la más, el País Vasco, seguida por Madrid; la peor, Cataluña.

Cuarto domingo de Cuaresma. Domingo “Laetare”. Como en la austeridad del Adviento se reanima el corazón con el domingo “Gaudete”, en el ambiente cuaresmal de penitencia se deja oír la antífona de entrada: “Festejad a Jerusalén, gozad con ella todos los que la amáis, alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis luto…” (Is 66,10). Y en una de las lecturas para el domingo (ciclo B) se dice: “Hermanos, Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo -por pura gracia estáis salvados-, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las edades futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino a que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Pues somos obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que Él nos asignó para que las practicásemos” (Ef 2,4-10)

El cristiano da gracias a Dios, se llena de Cristo y desborda en el amor del Amor. Es la alegría de la Esperanza y quiere más: “Porque, he aquí que Yo creo cielos nuevos y una tierra nueva. Las cosas pasadas no serán recordadas, ni vendrán a la memoria. Al contrario, alegraos y regocijaos eternamente de lo que yo voy a crear, pues voy a crear a Jerusalén para el gozo y a su pueblo para la alegría… Ya no habrá allí niño que viva pocos días, ni anciano que no colme sus días, pues se considerará que era joven el que muera centenario, y quien no llegue a cien años se le tendrá por maldito … No trabajarán en vano, ni aguardará la ansiedad a los hijos que engendren, pues serán un linaje de benditos del Señor, y sus vástagos lo mismo que ellos. Sucederá que antes de que me invoquen Yo responderé; apenas hablen Yo los escucharé…” (Is 65, 17-18. 20. 23-24)

Domingo “Laetare”. Es tanta la alegría en el amor de Dios que escapa el canto del alma: “¡Oh hermosura que excedéis / a todas las hermosuras! / ¡Sin herir dolor hacéis, / y sin dolor deshacéis / el amor de las criaturas! / ¡Oh nudo que así juntáis / dos cosas tan desiguales, / no sé por qué desatáis, / pues atado fuerza dais / a tener por bien los males! / Juntáis quien no tiene ser / con el Ser que no se acaba; / sin acabar acabáis, / sin tener que amar amáis, / engrandecéis nuestra nada.” (Santa Teresa de Jesús)

Alegría en la Cuaresma. Se acerca la Pascua. Es como la luz que se adivina en el horizonte cuando empieza a clarear el día. Todo saldrá bien. Como se puede leer en el Catecismo de la Iglesia Católica (nº 313): “… Tú misma verás que todas las cosas serán para bien” Thou shalt see thyself that all MANNER of thing shall be well (Juliana de Norwich “Revelatio”, texto en inglés incluso en la versión en español)

Alegría en el amor del Amor. Lo repetía Jesús a sus discípulos: “Os he dicho esto para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría sea completa. Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he amado” (Jn 15,11-12); y también: “Así pues, también vosotros ahora os entristecéis, pero os volveré a ver y se os alegrará el corazón y nadie os quitará vuestra alegría” (Jn 16,22)

LA HOJA SEMANAL
(del 1 al 6 de abril)

Lunes (1)

San Hugo, obispo (4ª de Cuaresma)
Palabras: “Anda, tu hijo está curado” (Jn 4,50)
Reflexión: Le había pedido el padre: “Señor, baja antes de que se muera mi niño”
Propósito, durante el día: Señor te pido por mí y por todos los que ahora lo necesiten

Martes (2)

San Francisco de Paula, ermitaño y fundador (4ª de Cuaresma)
Palabras: “Levántate, toma tu camilla y echa a andar” (Jn 5,8)
Reflexión: Luego lo encontró Jesús: “… no peques más; no te ocurra algo peor”
Propósito, durante el día: Señor, gracias, perdón y ayúdame más

Miércoles (3)

San Sixto I, papa (4ª de Cuaresma)
Palabras: “Os aseguro: quien escucha mi palabra y cree al que me envió… (Jn 5,24)
Reflexión: … posee la vida eterna y no se le llamará a juicio…”
Propósito, durante el día: Señor, aumenta nuestra fe

Jueves (4)

San Francisco Marto, niño (4ª Cuaresma)
Palabras: “¡Y no queréis venir a mí para tener vida!” (Jn 5,40)
Reflexión: El reproche de Jesús a los que no creen; las explicaciones que les da
Propósito, durante el día: Señor, haz que te quiera como Tú quieres que te quiera

Viernes (5)

San Vicente Ferrer, presbítero (4ª Cuaresma)
Palabras: Intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano… (Jn 7,30)
Reflexión: … porque todavía no había llegado su hora”
Propósito, durante el día: Todo lo mío es tuyo, dispón de mí

Sábado (6)

San Prudencio de Troyes, obispo (4ª Cuaresma)
Palabras: “Jamás ha hablado nadie como este hombre” (Jn 7,46)
Reflexión: Los guardias no prendieron a Jesús como les ordenaron los fariseos
Propósito, durante el día: Madre mía, ampárame y guíame a la patria celestial

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 31, domingo (4º de Cuaresma, “Laetare”, ciclo C) nos llena de alegría porque somos hijos de Dios, porque Dios no ama: “Los israelitas acamparon en Guilgal y celebraron la Pascua… en la estepa de Jericó” (Jos 5); “Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados” (2 Co 5); “Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y echando a correr se le echó al cuello y se puso a besarlo” (Lc 15). ¡Qué bueno es Dios!

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “En el tiempo de Cuaresma, el Señor nos invita a la conversión. Cada uno de nosotros debe sentirse interpelado por esta llamada, corrigiendo algo en nuestras vidas, en nuestra manera de pensar, de actuar y vivir las relaciones con los demás. Al mismo tiempo, debemos imitar la paciencia de Dios que confía en la capacidad de todos para poder “levantarse” y reanudar el viaje. Dios es Padre, y no apaga la llama débil, sino que acompaña y cuida a los débiles para que puedan fortalecerse y aportar su contribución de amor a la comunidad. Que la Virgen María nos ayude a vivir estos días de preparación para la Pascua como un tiempo de renovación espiritual y de confianza abierta a la gracia de Dios y a su misericordia.” (Angelus, día 24 de marzo de 2019)

- “Ni siquiera los más altos místicos cristianos pueden prescindir de la simplicidad de esta pregunta. “Padre, haz que tengamos hoy el pan necesario para nosotros y para todos”. Y “pan” vale también para el agua, las medicinas, el hogar, el trabajo... Pedir lo necesario para vivir. El pan que el cristiano pide en oración no es “mío”, sino “nuestro”. Esto es lo que quiere Jesús. Nos enseña a pedirlo no solo para nosotros, sino para toda la fraternidad del mundo. Si no se reza de esta manera, el Padre Nuestro deja de ser una oración cristiana. Si Dios es nuestro Padre, ¿cómo podemos presentarnos a Él sin tomarnos de la mano? Todos nosotros. Y si el pan que Él nos da nos lo robamos entre nosotros ¿cómo podemos llamarnos hijos suyos? Esta oración contiene una actitud de empatía una actitud de solidaridad. En mi hambre, siento el hambre de las multitudes, y por eso rezaré a Dios hasta que no obtengan lo que piden.” (Audiencia general, día 27 de marzo de 2019)

- “Quedaron solo ellos dos: la miserable y la misericordia”. Solo ellos. Cuántas veces nos sentimos solos y perdemos el hilo de la vida. Cuántas veces no sabemos ya cómo recomenzar, oprimidos por el cansancio de aceptarnos. Necesitamos comenzar de nuevo, pero no sabemos desde dónde. El cristiano nace con el perdón que recibe en el Bautismo. Y renace siempre de allí: del perdón sorprendente de Dios, de su misericordia que nos restablece. Solo sintiéndonos perdonados podemos salir renovados, después de haber experimentado la alegría de ser amados plenamente por el Padre. Solo a través del perdón de Dios suceden cosas realmente nuevas en nosotros. Volvamos a escuchar una frase que el Señor nos ha dicho por medio del profeta Isaías: “Realizo algo nuevo” (Is 43,18). El perdón nos da un nuevo comienzo, nos hace criaturas nuevas, nos hace ser testigos de la vida nueva. El perdón no es una fotocopia que se reproduce idéntica cada vez que se pasa por el confesionario. Recibir el perdón de los pecados a través del sacerdote es una experiencia siempre nueva, original e inimitable. Nos hace pasar de estar solos con nuestras miserias y nuestros acusadores, como la mujer del Evangelio, a sentirnos liberados y animados por el Señor, que nos hace empezar de nuevo.” (Homilía en la Celebración de la Penitencia, día 29 de marzo de 2019)

(31.03.19)

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