LO TRIBUTARIO (nº 261)

Por qué el IRPF (4): exenciones

En la regulación de un impuesto además de la materia (renta) y el objeto (renta que se obtiene) es preciso delimitar los ámbitos subjetivo (por personas físicas, residentes), territorial (en España) y conceptual (salvo sujeción al I. Sucesiones y Donaciones) de su aplicación. Completando la regulación de los presupuestos que determinan la sujeción al IRPF y configurando el hecho imponible (art. 6 LIRPF), se establecen los casos y condiciones de exención (art. 7 LIRPF). Lo “no sujeto” (una herencia, una donación, no son renta obtenida, sino patrimonio recibido) es ajeno al impuesto; lo “exento” está “sujeto” al impuesto, pero “no está gravado”.

Este criterio de distinción no siempre se sigue: así, a diferencia de otras subvenciones y ayudas públicas, “no están sujetas” al IRPF las subvenciones de la política agraria comunitaria y las ayudas públicas (DA 5ª LRPF). Tampoco está sujeta la “renta fiscal” (diferencia entre renta estimada y renta real) ocasionada por la estimación objetiva (art. 33.1) ni las ganancias (art. 33.3) y pérdidas (art. 33.5) declaradas no sujetas. A lo largo de los años, desde 1978, la relación de rentas exentas (art. 7) ha ido aumentando hasta alcanzar los 27 casos (y hay exenciones en otros preceptos, como el art. 33.4) y con participación de legisladores de diversa formación ideológica y distinto nivel de estudios, hay aspectos científicos mejorables, como que en cada exención se indique el componente del hecho imponible exento.

Prestando especial atención a las condiciones de exención, la relación incluye: prestaciones por terrorismo, ayudas para afectados por virus de inmunodeficiencia humana, pensiones por consecuencia de la guerra civil, indemnizaciones por responsabilidad civil por daños personales, indemnizaciones por despido o cese hasta el límite establecido, prestaciones por incapacidad permanente y pensiones por inutilidad, prestaciones públicas familiares y por nacimiento, parto, adopción, hijos a cargo y orfandad, prestaciones por acogimiento de discapacitados y ayudas a discapacitados, becas públicas, anualidades por alimentos, premios literarios, artísticos o científicos, ayudas a deportistas de alto nivel, prestaciones por desempleo en la modalidad de pago único, rendimientos de seguros y depósitos en que se instrumenten planes de ahorro a largo plazo, gratificaciones por participación en misiones internacionales extraordinarias, trabajos en el extranjero, indemnizaciones por daños por el funcionamiento de la Administración, prestaciones por entierro o sepelio hasta los gastos incurridos, ayudas de la Ley 14/2002, cobertura de riesgo de interés variable en adquisición de vivienda, indemnizaciones por privación de libertad, planes de ahorro sistemático, prestaciones en forma de renta de planes a favor de discapacitados y patrimonio protegidos, prestaciones públicas para cuidados y asistencia personalizada en situaciones de dependencia, renta mínima de reinserción y ayudas a víctimas de delitos violentos, prestaciones y ayudas por nacimiento, adopción, acogimiento...

No faltan debates: los mínimos personal, por descendiente, por ascendiente, por discapacidad (arts. 56 a 61) están sujetos pero exentos (art. 56), aunque se computan en la base liquidable para determinar el tipo de gravamen (art. 63: exención con progresividad), a diferencia del tratamiento de las exenciones (art. 7.k): anualidades por alimentos percibidos de los padres por
decisión judicial) y de las reducciones (arts. 51 a 55, como el pago de pensiones compensatorias) que no se integran en la base liquidable.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

La noticia de la norma de urgencia que va a aumentar el importe del pago anticipado del Impuesto sobre Sociedades para evitar las consecuencias de un déficit público excesivo e incontrolado. En el recuerdo la doctrina del Tribunal Supremo sobre la confiscación.

El cristiano sabe que su vida es caminar hacia el cielo. Los desánimos, los miedos, las excusas no deben disminuir ni distraer las fuerzas para ir a buen paso, con decisión. Y así debe ser cualquiera que sea la edad y las circunstancias. En la parábola del hijo pródigo se encuentra un ejemplo del valor y el ánimo para superar malos momentos: “Me levantaré e iré a mi padre... Y levantándose se puso en camino hacia la casa de su padre” (Lc 15, 18 y 20). Dicho y hecho. Y ya sabemos lo que sigue: “Cuando aún estaba lejos, le vio su padre y se compadeció. Y corriendo a su encuentro, se le echó al cuello y le cubrió de besos” (Lc. 15, 20). Dios que es Amor es también Misericordia. Pero hay que decidirse, levantarse, ponerse en camino: “Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti” (san Agustín, Sermones 169,13). “Poneos en camino” (Lc 10,12)

En el caminar del cristiano hacia el cielo, su fuente de energía es la confianza en el amor de Dios. Como dice san Francisco de Sales: “Cuando la tierna madre enseña a andar a su hijito, le ayuda y sostiene cuanto es necesario, dejándole dar algunos pasos por los sitios menos peligrosos y más llanos asiéndole de la mano y sujetándole, o tomándole en sus brazo y llevándole en ellos. De la misma manera Nuestro Señor tiene cuidado continuo de los pasos de sus hijos” (Tratado del amor de Dios, 3,4). Y dice san Pablo: “Ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades, ni altura ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Rm 8,38-39)

Caminar hacia Dios, con Dios y en Dios. Y ser consciente de que es así. San Agustín anima a avanzar sin detenerse: “Que siempre te desagrade lo que eres si quieres llegar a lo que todavía no eres. Pues cuando te agradaste a ti mismo, ahí te quedaste. Pues si dijeras “basta”, en ese momento has perecido. Crece siempre, camina siempre, avanza siempre, no te quedes en el camino, no vuelvas atrás, no te desvíes. Se queda quien no avanza: retrocede quien se vuelve a las cosas que ya había dejado; se desvía quien apostata. Es mejor andar cojo por el camino que correr fuera del camino” (Serm. 169,8)

Es, sin duda, un caminar alegre. Lo dice san Pablo: “Alegraos siempre en el Señor, os lo repito alegraos. Que vuestra comprensión sea patente a todos los hombres. El Señor está cerca. No os preocupéis por nada; al contrario, en toda oración y súplica, presentad a Dios vuestras peticiones con acción de gracias. Y la paz de Dios que supera todo entendimiento custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Flp 4, 4-7). “Todo lo puedo en aquel que me conforta” (Flp 4,13). Y también san Pedro: “Descargad sobre Él todas vuestras preocupaciones, porque Él cuida de vosotros” (1 P 5,7). No es caminar hacia la muerte, es caminar hacia la gloria para siempre: “Porque para mí, el vivir es Cristo, y morir una ganancia” (Flp 1,21). “Cuanto era para mí ganancia, por Cristo lo considero como pérdida. Es más, considero que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor” (Flp. 3,7)

“Quiero en la vida seguirte/ y, por sus caminos, irte/ alabando y bendiciendo,/ y bendecirte sufriendo/ y muriendo bendecirte” (J.M. Pemán, Ante el Cristo de la Buena Muerte)

LA HOJA SEMANAL
(del 3 al 8 de octubre)

Lunes (3)

San Francisco de Borja S.I., presbítero (27ª TO; mes del rosario)
Palabras: “Anda, haz tú lo mismo” (Lc 10,37)
Reflexión: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Ten misericordia con él
Propósito, durante el día: Amar. Comprender. Ayudar. No criticar. Callar

Martes (4)

San Francisco de Asís, fundador (27ª TO; mes del rosario)
Palabras: “Sólo una cosa es necesaria” (Lc 10,42)
Reflexión: Una mujer llamada Marta lo recibió en su casa...
Propósito, durante el día: Amigo de Jesús. Invitarle, escucharle. Atenciones

Miércoles (5)

Témporas de acción de gracias y petición (27ª TO; s. Faustina Kowalska; rosario)
Palabras: “Vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden” (Mt 7,11)
Reflexión: Gracias por el curso pasado, por el verano; peticiones para el nuevo curso
Propósito, durante el día: Rezar mejor: Padrenuestro. Avemaría. Gloria

Jueves (6)

San Bruno, presbítero y fundador (27ª TO; mes del rosario)
Palabras: “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá” (Lc 11,9)
Reflexión: Vuestro Padre dará el Espíritu Santo a los que se lo piden
Propósito, durante el día: Ven Espíritu Santo, llena los corazones

Viernes (7)

Nª Sª La Virgen del Rosario (27ª TO; mes del rosario)
Palabras: “Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo” (Lc 1, 28)
Reflexión: Para Dios no hay nada imposible
Propósito, durante el día: Encomendar algo especial a nuestra Madre. Rezar el rosario

Sábado (8)

El anciano Simeón (27ª TO; mes del rosario)
Palabras: “Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen” (Lc 11,28)
Reflexión: Una mujer entre el gentío levantó la voz: Viva la madre que te parió
Propósito, durante el día: Madre de Dios y madre mía. Y madre quiere decir amor

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 2, domingo (27º TO, ciclo C; Santos Ángeles Custodios) nos llaman a vivir la fe: “el justo vivirá por su fe” (Hab 2); “vive con fe y amor en Cristo Jesús” (2 Tm 1); “Si tuvierais fe como un granito de mostaza...” (Lc 17,6). “Auméntanos la fe” pidieron los apóstoles y Jesús terminó su respuesta con estas palabras: “hemos hecho lo que teníamos que hacer”. Esa es la tarea: hacer bien lo que hay que hacer. Como Jesús, María y José vivían la familia y el trabajo, como vivían con los vecinos en Nazaret.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Jesús está ahí en la cruz para estar con los culpables: a través de esta cercanía, Él les ofrece la salvación. Lo cual es un escándalo para los jefes y para el primer ladrón, para los que estaban ahí y se burlaban de Jesús, sin embargo esto es el fundamento de su fe. Y así el buen ladrón se convierte en testigo de la Gracia; ha ocurrido lo impensable: Dios me ha amado hasta tal punto que ha muerto en la cruz por mí. La fe misma de este hombre es fruto de la gracia de Cristo: sus ojos contemplan en el Crucificado el amor de Dios por él, pobre pecador. Es verdad, era ladrón, era un ladrón, había robado toda su vida. Pero al final, arrepentido de lo que había hecho, mirando a Jesús tan bueno y misericordioso logró robarse el cielo: ¡éste es un buen ladrón!” (Audiencia general, día 28 de septiembre de 2016)

- “236. A estas se suman las crisis personales que inciden en la pareja, relacionadas con dificultades económicas, laborales, afectivas, sociales, espirituales. Y se agregan circunstancias inesperadas que pueden alterar la vida familiar, y que exigen un camino de perdón y reconciliación. Al mismo tiempo que intenta dar el paso del perdón, cada uno tiene que preguntarse con serena humildad si no ha creado las condiciones para exponer al otro a cometer ciertos errores. Algunas familias sucumben cuando los cónyuges se culpan mutuamente, pero “la experiencia muestra que, con una ayuda adecuada y con la acción de reconciliación de la gracia, un gran porcentaje de crisis matrimoniales se superan de manera satisfactoria. Saber perdonar y sentirse perdonados es una experiencia fundamental en la vida familiar”. “El difícil arte de la reconciliación, que requiere del sostén de la gracia, necesita la generosa colaboración de familiares y amigos, y a veces incluso de ayuda externa y profesional”.

237. Se ha vuelto frecuente que, cuando uno siente que no recibe lo que desea, o que no se cumple lo que soñaba, eso parece ser suficiente para dar fin a un matrimonio. Así no habrá matrimonio que dure. A veces, para decidir que todo acabó basta una insatisfacción, una ausencia en un momento en que se necesitaba al otro, un orgullo herido o un temor difuso. Hay situaciones propias de la inevitable fragilidad humana, a las cuales se otorga una carga emotiva demasiado grande. Por ejemplo, la sensación de no ser completamente correspondido, los celos, las diferencias que surjan entre los dos, el atractivo que despiertan otras personas, los nuevos intereses que tienden a apoderarse del corazón, los cambios físicos del cónyuge, y tantas otras cosas que, más que atentados contra el amor, son oportunidades que invitan a recrearlo una vez más.” (Exh. Ap. Postsinodal “Amoris laetitia” “Sobre el amor en la familia”)

(2 de octubre de 2016)

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