LO TRIBUTARIO (nº 207)
Por qué la LGT (10): otras obligaciones tributarias
La LGT completa la regulación de la obligación tributaria principal y de las obligaciones de realizar pagos a cuenta y así como las que resultan del tributo entre particulares, de contenido económico aunque no siempre se trate de pagar una cantidad, con las que denomina accesorias (art. 25) y con las obligaciones formales (art. 29). Aunque por la práctica cotidiana pudiera parecerlo se aclara que el pago de las sanciones no se considera obligación tributaria accesoria.
- El artículo 26 regula los “intereses de demora” que aumentan el importe de la deuda a ingresar y que se calculan atendiendo al tiempo de retraso en el ingreso. Se exige sobre el importe de cuota o de sanción no ingresado en plazo o sobre la devolución cobrada improcedentemente (ap. 3). No se exigen intereses de demora desde que la Administración incumpla alguno de los plazos que según la ley le obligan (ap. 4). En caso de nueva liquidación por anulación de la anterior se exigen igualmente intereses, aunque la causa sea imputable a la Administración, porque hay retraso en el ingreso (ap. 5). El interés de demora exigible es el legal del dinero incrementado; sin este incremento en los aplazamientos, fraccionamientos o suspensión garantizada de deudas.
- También son obligaciones accesorias, por una parte, los “recargos por declaración extemporánea sin requerimiento previo” (art. 27) en porcentaje creciente según el tiempo de retraso, con exigencia también de intereses si el retraso es superior a 12 meses; y, por otra parte, los recargos del período ejecutivo (art. 28): el “recargo ejecutivo” es del 5% cuando se satisface la totalidad de la deuda no ingresada en período voluntario antes de la notificación de la providencia de apremio; el “recargo de apremio reducido” es del 10% cuando se satisface la totalidad de la deuda no ingresada en período voluntario y el propio recargo antes de la finalización del plazo de pago para deudas apremiadas (art. 62.5 LGT); el “recargo de apremio ordinario” es del 20%. La exigencia de los recargos ejecutivo y reducido de apremio excluye la exigencia de intereses desde el inicio del período ejecutivo; en cambio el recargo de apremio ordinario es compatible con la exigencia de intereses de demora.
- El artículo 29 LGT regula las obligaciones formales: las que sin tener carácter pecuniario son impuestas por las normas a los obligados tributario sean deudores o no del tributo. Además de otras que puedan establecerse legalmente se relacionan las obligaciones: censales, para solicitar el NIF, de presentar declaraciones, autoliquidaciones o comunicaciones; llevar y conservar libros de contabilidad, así como los programas, ficheros y archivos informáticos y los sistemas de codificación y conservar copia; expedir y entregar facturas o documentos sustitutivos; aportar a requerimiento de la Administración libros, registros, documentos o información que se deba conservar; facilitar la práctica de inspecciones y comprobaciones; entregar un certificado de retenciones o ingresos a cuenta practicados; las obligaciones establecidas en la normativa aduanera. Se añade que, además de otros desarrollos reglamentarios, así se determinarán los casos en los que la aportación de libros registro se deba efectuar de forma periódica y por medios telemáticos.
La práctica diaria muestra excesos en las exigencias de aportación documental tanto por el número como por la forma de presentación, contra lo dispuesto en el art. 3.2 LGT.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
En todo el año realizó una sola operación sujeta al IVA y la declaró en el trimestre correspondiente. Al año siguiente se le notifica una sanción porque no presentó la declaración resumen anual. No falta la culpa, falta la antijuricidad. Exigencia irracional.
Tiempo Pascual. Tiempo de encuentros con el Señor. A veces, leyendo, comentando, escribiendo sobre un asunto humano se siente que Dios está cerca, que hace mucho tiempo que no pensamos en Él, que no hablamos con Él, que no vamos junto al Sagrario y estamos en silencio un ratito. Es provechoso siempre y no tiene contraindicaciones.
- “Estaba allí el pozo de Jacob, Jesús, fatigado del camino, se había sentado en el pozo. Era más o menos la hora sexta. Vino una mujer de Samaría a sacar agua. Jesús le dijo: -Dame de beber... – Sé que el Mesías, el llamado Cristo, va a venir –le dijo la mujer-. Cuando él venga nos anunciará todas las cosas. Le respondió Jesús: -Yo soy, el que habla contigo... La mujer dejó su cántaro, fue a la ciudad y le dijo a la gente: - Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?... Así que, cuando los samaritanos llegaron a donde él estaba, le pidieron que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Entonces creyeron en él muchos más por su predicación. Y le decían a la mujer: -Ya no creemos por tu palabra, nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es en verdad el salvador del mundo” (Jn 4, 6-7. 25-26. 28-29.40-42). Hay que tomar nota: encontrar a Jesús, hablar con Jesús y de Jesús, animar a otros.
- “Estaba allí un hombre que padecía una enfermedad desde hacía treinta y ocho años. Jesús al verlo tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo le dijo: - ¿Quieres curarte?... Le dijo Jesús: -Levántate, toma tu camilla y ponte a andar. Al instante aquel hombre quedó sano, tomó su camilla y echo a andar.. Le interrogaron: - ¿Quién es el hombre que te dijo: “Toma tu camilla y anda”?. El que había sido curado no sabía quién era, pues Jesús se había apartado de la muchedumbre allí congregada. Después de esto lo encontró Jesús en el Templo y le dijo: - Mira, estás curado; no peques más para que no te ocurra algo peor. Se marchó aquel hombre y les dijo a los judíos que era Jesús el que le había curado.” (Jn 5, 5-6. 8-9. 12-15). Encontrar a Jesús, escuchar a Jesús, hacer lo que Jesús nos dice: “cargar” con la camilla de nuestras debilidades y “andar” en el trabajo de cada día, hablar de Jesús y animar a otros para que disfruten de su amistad.
- “Cuando la multitud vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, subieron a alas barcas y fueron a Cafarnaún buscando a Jesús. Y al encontrarle en la otra orilla del mar, le preguntaron: - Maestro ¿cuándo has legado aquí?.” (Jn 6,24-25). Buscar a Jesús, encontrar a Jesús, tratar a Jesús, amar a Jesús. Llama la atención que no le preguntaron cómo había llegado, sino cuándo. Cuando se quiere estar con Jesús, escucharle, pedirle, lo importante es no perder el tiempo y aprender para otra ocasión.
- “Y al pasar vio Jesús a un hombre ciego de nacimiento... Y le preguntaban: - ¿Cómo se te abrieron los ojos?. Él respondió: -Ese hombre que se llama Jesús hizo loso, me untó los ojos y me dijo: Vete a Siloé y lávate. Así que fui, me lavé y comencé a ver... Oyó Jesús que le habían echado fuera, y cuando se encontró con él le dijo: - Crees tú en el Hijo del Hombre? -¿Y quien es, Señor, para que crea en él? –respondió. Le dijo Jesús: - Si lo has visto: el que está hablando contigo, ése es. Y él exclamó: - Creo, Señor – y se postró ante él.” (Jn 9, 1. 10-11.35-38). Los encuentros con Jesús son así: sencillos, un dulce sobresalto del corazón y saberse inundados de Dios. Y amar.
LA HOJA SEMANAL
(del 3 al 9 de abril)
Lunes (4)
La Anunciación del Señor (solemnidad; traslada del día 25 de marzo)
Palabras: “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38)
Reflexión: Hijos de Dios, hermanos de Dios, herederos del cielo
Propósito, durante el día: Felicitar a la Madre. Muchos detalles con ella
Martes (5)
San Vicente Ferrer (Feria de Pascua: 2ª semana)
Palabras: “Tenéis que nacer de nuevo” (Jn 3,5)
Reflexión: Pascua, tiempo de renovación
Propósito, durante el día: Más intimidad con el ángel de la guarda
Miércoles (6)
San Celestino I, papa (Feria de Pascua: 2ª semana)
Palabras: “El que obra perversamente odia la luz” (Jn 3,17)
Reflexión: Pascua, tiempo de renovación
Propósito, durante el día: Confesión sacramental: examen, arrepentimiento
Jueves (7)
San Juan Bautista de la Salle, presbítero (Feria de Pascua: 2ª semana)
Palabras: “El que cree en el Hijo posee la vida eterna” (Jn 3, 33)
Reflexión: Pascua, tiempo de renovación
Propósito, durante el día: Meditar en la Santísima Trinidad. Actos de amor
Viernes (8)
San Dionisio, obispo (Feria de Pascua: 2ª semana)
Palabras: “Le seguía mucha gente porque habían visto los signos que hacía” (Jn 6,3)
Reflexión: Pascua, tiempo de renovación
Propósito, durante el día: Meditar en la Resurrección de Jesús.
Sábado (9)
Santa Casilda, ermitaña (Feria de pascua: 2ª semana)
Palabras: “En Jerusalén crecía mucho el número de discípulos” (Jn 6,7)
Reflexión: Pascua, tiempo de renovación
Propósito, durante el día: Contigo, Madre, en todo momento
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del domingo día 3 (de la Divina Misericordia; 2ª semana Pascua; ciclo C) nos recuerdan el poder de Dios: “todos se curaban” (Hech 5); “Ya ves, vivo por los siglos de los siglos” (Ap, 1); “Porque has visto has creído” (Jn 20). La misericordia va más allá del amor y pone el corazón en la deficiencia de los hombres, en sus miserias, en sus infidelidades. Renueva las almas con el poder de Dios.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “...¡Dios es más grande que nuestro pecado!. Y su amor es un océano en el cual nos podemos sumergir sin miedo de ser vencidos: perdonar para Dios significa darnos la certeza de que Él nunca nos abandona. Sea lo que sea lo que podamos reprocharnos, Él es aún y siempre más grande que todo (cf. 1 Jn 3, 20), porque Dios es más grande que nuestro pecado.
En este sentido, quien reza con este salmo busca el perdón, confiesa la propia culpa, y reconociéndola celebra la justicia y la santidad de Dios. Y después pide gracia y misericordia. El salmista se confía a la bondad de Dios, sabe que el perdón divino es enormemente eficaz, porque crea lo que dice. No esconde el pecado, sino que lo destruye y lo elimina pero lo elimina desde la raíz, no como sucede en la tintorería cuando llevamos un traje y le quitan la mancha. ¡No! Dios quita nuestro pecado desde la raíz, ¡todo! Por ello el penitente se vuelve puro, cada mancha es eliminada y él ahora está más blanco que la nieve incontaminada. Todos nosotros somos pecadores. ¿Es verdad esto? Si alguno de los presentes no se siente pecador que levante la mano... ¡Nadie! Todos lo somos. Nosotros pecadores con el perdón nos volvemos criaturas nuevas, llenas por el Espíritu y llenas de alegría. Entonces una nueva realidad comienza para nosotros: un nuevo corazón, un nuevo espíritu, una nueva vida...” (Audiencia general, día 30 de marzo de 2016)
- “18. Durante la Cuaresma de este Año Santo tengo la intención de enviar los “Misioneros de la Misericordia”. Serán un signo de la solicitud materna de la Iglesia por el Pueblo de Dios, para que entre en profundidad en la riqueza de este misterio tan fundamental para la fe. Serán sacerdotes a los cuales daré la autoridad de perdonar también los pecados que están reservados a la Sede Apostólica, para que se haga evidente la amplitud de su mandato. Serán, sobre todo, signo vivo de cómo el Padre acoge cuantos están en busca de su perdón. Serán misioneros de la misericordia porque serán los artífices ante todos de un encuentro cargado de humanidad, fuente de liberación, rico de responsabilidad, para superar los obstáculos y retomar la vida nueva del Bautismo. Se dejarán conducir en su misión por las palabras del Apóstol: “Dios sometió a todos a la desobediencia, para tener misericordia de todos” (Rm 11,32). Todos entonces, sin excluir a nadie, están llamados a percibir el llamamiento a la misericordia. Los misioneros vivan esta llamada conscientes de poder fijar la mirada sobre Jesús, “sumo sacerdote misericordioso y digno de fe” (Hb 2,17).
Pido a los hermanos Obispos que inviten y acojan estos Misioneros, para que sean ante todo predicadores convincentes de la misericordia. Se organicen en las Diócesis “misiones para el pueblo” de modo que estos Misioneros sean anunciadores de la alegría del perdón. Se les pida celebrar el sacramento de la Reconciliación para los fieles, para que el tiempo de gracia donado en el Año jubilar permita a tantos hijos alejados encontrar el camino de regreso hacia la casa paterna. Los Pastores, especialmente durante el tiempo fuerte de Cuaresma, sean solícitos en invitar a los fieles a acercarse “al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia” (Hb 4,16).” (Bula “Misericordiae Vultus”, de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia)
(03.04.16)
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