LO TRIBUTARIO (n.º 1131)
Impuesto sobre Sociedades: 11) regímenes especiales: 8) minería; 9) hidrocarburos
Cuando se busca la justificación que lleva a regular un régimen especial en un impuesto suele encontrar las referencias de estímulo o incentivo de lo que es bueno para el interés general, aunque sea protegiendo o favoreciendo a un sector o a una actividad o a ciertas operaciones. Con carácter más amplio, se puede recordar las lecciones sobre políticas fiscales de estabilización, de desarrollo y de redistribución con las que los profesores de Hacienda Pública “institucionalistas” (respecto de los “economistas”) explicaban la adecuada utilización de ingresos y gastos públicos y de los presupuestos generales del Estado para conseguir el remedio, la reorientación o el progreso social. Y ya descendiendo a la experiencia personal, los lectores de la regulación de los regímenes especiales de la LIS no podrán olvidar el “salto definitivo” que hace setenta años se produjo cuando en la protección y estímulo a la inversión de las empresas se sustituyó la “desgravación fiscal a la inversión”, a reducir en la base imponible con toda clase de problemas en la materialización y su control, por la “deducción por inversión”, a deducir en la cuota íntegra, con efecto inmediato y con inversiones concretas. Después se añadió el “mixto”: creación de empleo, mantenimiento de plantilla, con diversa fortuna. Así permanecen y no hay quien reduzca deducciones ni regímenes.
El primero de los “hermanitos” especiales regula el régimen especial de la minería (arts. 90 a 94 LIS) consiste en dos peculiaridades. La primera consiste en “poder gozar” de la libertad de amortización durante 10 años a contar a partir del comienzo del primer período impositivo en cuya base imponible se integre el resultado de la explotación y se refiere a las inversiones en activos mineros y a las cantidades abonadas en concepto de canon de superficie. La segunda se refiere al “Factor Agotamiento” que es una reducción en la base imponible no superior al 30% de la parte de base imponible correspondiente a los aprovechamientos que la ley del impuesto señala. Cuando el aprovechamiento es en materias primas minerales y actividades prioritarias, las entidades pueden optar porque el FA sea hasta el 15% de valor de los minerales vendidos o consumidos. La ley regula la inversión en que se puede emplear las cantidades del FA y también el plazo máximo de 10 años para la inversión, el incremento de las cuentas de reservas en el importe que redujo la base imponible el FA y la limitación condicionada para disponer de las reservas. Y los incumplimientos de los requisitos, u otras incidencias, como liquidación de la entidad, cesión de explotación., fusión.
El otro “hermanito” especial es el régimen especial de la investigación y explotación de hidrocarburos (arts. 95 a 99 LIS) aplicable a las sociedades cuyo objeto social sea exclusivamente la exploración, investigación y explotación de yacimientos y de almacenamientos subterráneos de hidrocarburos naturales, líquidos o gaseosos, existentes en el territorio español y en el subsuelo del mar territorial y de los fondos marinos bajo soberanía del Reino de España. Y consiste en una reducción en su base imponible en concepto de factor agotamiento que podrá ser, a elección de la entidad: a) el 25% del importe de la contraprestación por la venta de hidrocarburos y servicios de almacenamiento con el límite del 50% de la base imponible previa a esta redució;n b) el 40% de la cuantía de la base imponible previa a esta reducción.
El resto de la regulación de este régimen especial es paralelo al de la minería: las cantidades que redujeron la base imponible en concepto de FA deben invertirse, en el plazo de 10 años, en actividades de exploración, investigación y explotación o almacenaje y abandono de campos y plataformas marinas; en cada período se debe incrementar las cuentas de reservas en el importe que se redujo la base imponible en concepto de FA; disposición libre de las reservas en la medida en que se vayan amortizando los bienes financiados con los fondos. El incumplimiento de los requisitos o la liquidación de la entidad con importe pendiente de aplicación del FA o en caso de cesión o enajenación, fusión o trasformación, salvo continuidad, determina que se integre en la base imponible el importe correspondiente al incumplimiento, en los términos regulados en la ley.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Témporas y culto. Si hay que protestar por todo, protestemos por el uso público de nuestro dinero. Y si se recauda demasiado o se gasta mal, hagamos rogativas temporales para que escampe.
Octubre. Mes del Rosario. Mes mariano porque esa corona de oración es perfume espiritual que llena cada día del amor a Dios por María y a María para Jesús. En la mente y en los labios de cada orante se nota el parón en cada avemaría: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ... ahora… y … en la hora de nuestra muerte”. Y, en cada misterio, rezado o recordado y ponderado, se revive el diálogo con nuestra Madre. Porque, “Madre quiere decir amor, cariño, preocupación por sus hijos, miradas dulces, tiernas caricias, sacrificios, beneficios sin cuenta para nosotros”, como reza la sabatina marista que repetíamos en los años de colegio.
También san Lucas, cuya fiesta celebramos el 18 de octubre, es un referente mariano con la lectura, proclamación, consideración de su evangelio, que contiene los pasajes de la Anunciación a la Virgen y la Encarnación del Hijo de Dios (Lc 1,26-38), con el “Fiat” que tuvo en expectación al universo y a la eternidad; y la Visita a la prima Isabel (Lc 1, 39-45), con el: ¡Bendita eres entre todas las mujeres!; Y el canto del Magnificat (Lc 1,46-56). San Lucas también es el evangelista de María en la infancia de Jesús: desde el nacimiento y la adoración de los pastores en Belén a la circuncisión a los ocho días y la subida a Jerusalén para la presentación del Niño Jesús y la Purificación de María hasta el regreso a Nazaret, donde el niño “iba creciendo y fortaleciéndose lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con Él” (Lc 2,1-40). Cuando Jesús tuvo doce años, sus padres que todos los años iban a Jerusalén para la Pascua, subieron a la fiesta como de costumbre, y en ese pasaje san Lucas narra el episodio del Niño que se queda en Jerusalén, sus padres que lo buscan tres días y cuando lo encuentran en el Templo, “sentado entre los doctores, escuchándoles y preguntándoles y cuantos le oían quedaban admirados de su sabiduría y de sus respuestas.” Luego, bajó con sus padres a Nazaret y les estaba sujeto. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en la sabiduría, en edad y en gracia delante de Dios y de los hombres” (Lc 2,41-52). San Lucas nos da noticia también de la Virgen María nuestra Madre, en los Hechos de los Apóstoles cuando recuerda que, después de la Ascensión, regresaron a Jerusalén y subieron al Cenáculo donde vivían los apóstoles. Y añade: “Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y con María, la madre de Jesús, y sus hermanos” (Hech 1-14)
Textos de san Lucas son: “Dad y se os dará; echarán en vuestro regazo una buena medida, apretada, colmada, rebosante, porque con la misma medida con que midáis se os medirá” (Lc 6,38); “Si alguno quiere venir detrás de mí que se niegue a sí mismo que tome su cruz cada día y que me siga. Porque el que quiera salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mi, ése la salvará” (Lc 9,23-24). “Alegraos más bien de que vuestros nombres están escritos en el cielo” (Lc 10,20)
Octubre también es mes de ángeles y de santos. El día 15 celebramos a santa Teresa de Jesús. “No es otra cosa la oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama (Vida, 8,5). “Ahora, volviendo a los que quieren ir hacia Él y no parar hasta el fin -que es llegar a beber de esta agua de vida- el modo en que han de comenzar digo que importa mucho y todo una grande y muy determinada determinación de no parar hasta llegar a ella, venga lo que viniere, suceda la que sucediere, trabajase lo que se trabajare, murmure quien murmurare aunque llegue allá, aunque se muera en el camino, aunque no tenga devoción para los trabajos que hay en él, aunque se hunda el mundo” (Camino de Perfección 21,2). “Pues todo es nada y menos que nada lo que se acaba y no contenta a Dios (Vida 20,26). “Que no queramos comodidades, hijas; bien estamos aquí: sólo es una noche la mala posada” (Camino de Perfección 40,9). “Agrada mucho al Señor cualquier servicio que se haga a su Madre” (Fundaciones 10,5). Y una poesía. “Nada te turbe, / nada te espante, / todo se pasa. / Dios no se muda, / la paciencia / todo lo alcanza; / quien a Dios tiene / nada le falta / sólo Dios basta” (Poesía, 30)
LA
HOJA SEMANAL
(del 13 al 18 de octubre de 2025)
Lunes (13)
San Teófilo de Alejandría, obispo (28ª TO)
Palabras: “La gente se apiñaba alrededor de Jesús…” (Lc 11,29)
Reflexión: Este generación es una generación perversa...”
Propósito, durante el día: Señor, tuyo soy, para Ti nací. Lo que Tú quieras de mi
Martes (14)
San Calixto I, papa (28ª TO)
Palabras: “Dad limosna de lo de dentro y lo tendréis limpio todo” (Lc 11,41)
Reflexión: … Por dentro rebosáis robos y maldades”
Propósito, durante el día: Señor, dame amor para que rebose de tu amor en todos
Miércoles (15)
Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia (28ª TO)
Palabras: “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré… (Mt 11,28)
Reflexión: … Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón”
Propósito, durante el día: Señor, toma mi voluntad, mi memoria, mi entendimiento
Jueves (16)
Santa Margarita María de Alacoque, virgen (28ª TO)
Palabras: “¡Ay de vosotros maestros de la ley que os habéis quedado con la llave… (Lc 11,52)
Reflexión: del saber; no habéis entrado y habéis cerrado el paso a los que intentaban entrar”
Propósito, durante el día: Oh, mi buen Jesús, óyeme, dentro de tus llagas escóndeme
Viernes (17)
San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir (28ª TO) (día de abstinencia)
Palabras: “Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados… (Lc 12,7)
Reflexión: Por lo tanto, no tengáis miedo” A los que sólo pueden matar el cuerpo
Propósito, durante el día: Señor, en la hora de mi muerte llámame y mándame ir a Ti
Sábado (18)
San Lucas, evangelista
Palabras: Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan… (Lc 10,7)
Reflexión: … curad a los enfermos que haya y decid: ésta cerca de vosotros el reino de Dios”
Propósito, durante el día: Madre del Amor Hermoso, ayuda a tus hijos
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 12, domingo (28º TO, ciclo C; Nuestra Señora del Pilar; fiesta Nacional de España y fiesta de la Hispanidad) nos llaman a la fe y a la acción de gracias: “Ahora reconozco que no hay dios en toda la tierra más que el de Israel” (2 R 5); “Si somos infieles, él permanece c¡fie, porque no puede negarse a sí mismo” (2 Tm 2) ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios? Y le dijo: - Levántate; tu fe te ha salvado (Lc 17). Que Dios nos bendiga a todos.
PALABRAS DEL PAPA LEÓN XIV
- “Hermanos y hermanas, la resurrección de Cristo nos enseña que no hay historia tan marcada por el desengaño o el pecado que no pueda ser visitada por la esperanza. Ninguna caída es definitiva, ninguna noche es eterna, ninguna herida está destinada a permanecer abierta para siempre. Por distantes, perdidos o indignos que nos sintamos, no hay distancia que pueda apagar la fuerza infalible del amor de Dios. A veces pensamos que el Señor sólo viene a visitarnos en momentos de recogimiento o de fervor espiritual, cuando nos sentimos con fuerzas, cuando nuestra vida parece ordenada y luminosa. En cambio, el Resucitado se acerca en los lugares más oscuros: en nuestros fracasos, en las relaciones desgastadas, en los trabajos cotidianos que pesan sobre nuestros hombros, en las dudas que nos desaniman. Nada de lo que somos, ningún fragmento de nuestra existencia le es ajeno.
Hoy, el Señor resucitado viene junto a cada uno de nosotros, tal como recorremos nuestros caminos -los del trabajo y el compromiso, pero también los del sufrimiento y la soledad- y con infinita delicadeza nos pide que nos dejemos calentar el corazón. No se impone con clamores, no exige ser reconocido inmediatamente. Con paciencia espera el momento en que nuestros ojos se abran para ver su rostro amigo, capaz de transformar la decepción en confiada espera, la tristeza en gratitud, la resignación en esperanza. El Resucitado sólo desea manifestar su presencia, hacerse nuestro compañero de camino y encender en nosotros la certeza de que su vida es más fuerte que cualquier muerte. Pidamos, pues, la gracia de reconocer su presencia humilde y discreta, de no esperar una vida sin pruebas, de descubrir que todo dolor, si es habitado por el amor, puede convertirse en lugar de comunión. Y así, como los discípulos de Emaús, también nosotros volvemos a nuestras casas con un corazón que arde de alegría. Una alegría sencilla, que no borra las heridas, sino que las ilumina. Una alegría que nace de la certeza de que el Señor está vivo, que camina con nosotros y nos da en cada momento la posibilidad de recomenzar.” (Audiencia general, 8 de octubre de 2025)
-“Pedir”, “buscar”, “llamar”, entonces, quiere decir también mirar hacia atrás la propia existencia, trayendo a la mente y al corazón todo lo que el Señor ha realizado, a lo largo de los años, para multiplicar los talentos, para acrecentar y purificar la fe, para hacer más generosa y libre la caridad. A veces esto ha sucedido en circunstancias alegres, otras veces por caminos más difíciles de entender, tal vez a través del crisol misterioso del sufrimiento. Siempre, sin embargo, en el abrazo de esa bondad paternal que caracteriza su actuar en nosotros y a través de nosotros, por el bien de la Iglesia (cf. Cost. Dogm. "Lumen Gentium", 43).
Y esto nos lleva a una segunda reflexión, sobre Dios como plenitud y sentido de nuestra vida: para ustedes, para nosotros, el Señor es todo. Lo es en distintos modos, ya sea como Creador y fuente de la existencia, como amor que llama e interpela, como fuerza que impulsa y anima a la donación. Sin Él nada existe, nada tiene sentido, nada vale, y el “pedir”, “buscar” y “llamar” de ustedes, tanto en la oración como en la vida, hacen referencia a esta verdad. San Agustín, a este propósito, describe la presencia de Dios en su existencia con imágenes bellísimas. Habla de una luz que trasciende el espacio, de una voz que no se ve abrumada por el tiempo, de un sabor que nunca se ve empañado por la voracidad, de un hambre que nunca se apaga con la saciedad, y concluye: “Esto es lo que amo cuando amo a mi Dios” (S. Agustín, Confesiones, 10,6.8). Son palabras de un místico, y aun así nos resultan cercanas, pues manifiestan la necesidad de infinito que habita en el corazón de todo hombre o mujer de este mundo.” (Homilía, 9 de octubre de 2025. Jubileo de la vida consagrada)
(12.10.25)
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