LO TRIBUTARIO (n.º 1106)
Impuestos sobre el Patrimonio: 6) la base imponible
En el patio de operaciones de una Delegación de Hacienda andaluza, hace sesenta años, había una fuente decorativa de la que surgía y se elevaba un chorrrito de agua que volvía a la pila, y los contribuyentes lo conocían como “el líquido imponible”, que ahora es un término desusado, pero que era fiscalmente relevante entonces. Más o menos equivalente a la base liquidable de los tributos actuales (cf. art. 54 LGT), en los impuestos sobre el patrimonio que se exigen ahora, se produce la peculiar coincidencia entre el objeto del impuesto (art. 1,2 párrafo segundo LIPN y art. 3 Uno LIGF: “a efectos de este impuesto constituye el patrimonio neto el conjunto de bienes y derechos de contenido económico de que sea titular...”), el hecho imponible (art. 3 LIPN y art. 3 Tres LIGF : “la titularidad por el sujeto pasivo en el momento del devengo del patrimonio neto…”, en el IGF: superior a 3 millones de euros) y la base imponible (art. 9.1 LIPN y art. 3.Ocho LIGF: “el valor del patrimonio neto del sujeto pasivo”).
Aunque la sujeción al impuesto determina su devengo en un día determinado (art. 29 LIPN: el 31 de diciembre de cada año y afecta al patrimonio del cual sea titular el sujeto pasivo en dicha fecha” y art. 3 Diez LIGF), la referencia a “cada año” permite considerar que se trata de un impuesto periódico y se confirma con la presunción que se regula a efectos del hecho imponible: “Se presumirá que forman parte del patrimonio los bienes y derechos que hubieran pertenecido al sujeto pasivo en el “momento anterior al devengo”, salvo prueba de transmisión o pérdida patrimonial (art. 3 párrafo segundo LIPN y art. 3 tres LIGF). Si ese “momento” se entiende como el nanosegundo (millonésima parte de un segundo) anterior a que empiece el día 31 de diciembre, sería una referencia legal irrelevante, si se le da un contenido de tiempo mayor habría al menos un período impositivo de “día y pico”. Por otra parte, esa apreciación se confirma si se considera que en la regulación de la valoración de cada uno de los elementos del patrimonio para algunos hay una referencia expresa a tiempos anteriores al “día del devengo” (art. 12 LPN: los depósitos en cuenta corriente o de ahorro, a la vista o a plazo y las cuentas de gestión de tesorería y cuentas financieras o similares se computan por el saldo a la fecha del devengo, salvo que fuera inferior al saldo medio correspondiente al último trimestre del año, en cuyo caso se aplicará éste; art. 13 LIPN: los valores representativos de la cesión a terceros de capitales propios negociados en mercado organizados, se computarán por el valor de negociación media del cuarto trimestre de “cada año”; art. 14 LIPN: los valores representativos de la participación en fondos propios de entidades negociadas en mercado organizados se computarán por el valor de negociación media del cuarto trimestre de “cada año”; art. 16 LIPN: los demás valores representativos de participación en fondos propios de una entidad se imputarán según el valor teórico resultante del último balance aprobado, es de suponer que antes del devengo del impuesto). Y lo mismo cabe decir para el IGF por la referencia (art. 3 Ocho LIGF) a la regulación en el IPN.
El fenómeno de la “atribución” fiscal que, en la renta ganada (arts. 8.3 y 86 a 90 LIRPF), se refiere a las sociedades civiles no sujetas al IS, las herencias yacentes, las comunidades de bienes y las entidades sin personalidad jurídica (art. 35.4 LGT) a las que se atribuye la renta obtenida a través de esas entidades, en los impuestos sobre el patrimonio se refiere a titularidad y a la valoración de elementos. El artículo 7 LIPN se refiere a la atribución de titularidad atendiendo a las normas jurídicas aplicables con carácter general, pero en los regímenes económicos matrimoniales y en las relaciones patrimoniales entre miembros de la familia, cuando la titularidad resulte común a ambos cónyuges, se atribuirá por mitad, salvo que se justifique otra participación: Por otra parte, cuando no se acredite la titularidad, la Administración “tendrá derecho a considerar como titular a quien figure como tal en un registro fiscal u otros de carácter público. Es una regulación legal ignorante del Derecho y de la técnica tributaria porque no se trata de un régimen de atribución, sino de una presunción legal (cf. arts. 105 a 108 LGT) difícilmente considerable como “tener derecho a”. Amén
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Corrupción ideológica. La reacción bestial impositiva contra el falso “dumping fiscal autonómico” es ahora complacencia ante el “dumping fiscal foral” en normativa paralela. “Yo estoy bien”, dijo.
El Corpus Christi, El Cuerpo y la Sangre de Cristo. La semana grande que pone fin a solemnidades y fiestas, aunque el Tiempo Ordinario se retomó después de Pentecostés. Pero los cristianos aprovechan todas las ocasiones que son propicias para anticipar el sentimiento de lo que podría ser “vuestra alegría sea completa” (Jn 15,11, 16,24, 17.13), en palabras de Jesús. Y, así, celebramos el Sagrado Corazón de Jesús, el viernes, y el Inmaculado Corazón de María, el sábado. Y nos alegramos con festividades como la de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y con la Natividad de san Juan Bautista, San Josemaría, hasta alcanzar a la fiesta de san Pedro y san Pablo, apóstoles.
- Eucaristía. “Jesús les contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día». Los judíos murmuraban de él porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo», y decían: «¿No es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?». Jesús tomó la palabra y les dijo: «No critiquéis. Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo». Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre». Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.” (Jn 6, 35-59)
- “La fe verdadera consiste en que creamos y confesemos que nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, es Dios y Hombre. Es Dios, engendrado de la misma sustancia que el Padre, antes del tiempo; y hombre, engendrado de la sustancia de su Madre santísima en el tiempo. Perfecto Dios y perfecto hombre: que subsiste con alma racional y carne humana. Es igual al Padre según la divinidad; menor que el Padre según la humanidad. El cual, aunque es Dios y hombre, no son dos Cristos, sino un solo Cristo. Uno, no por conversión de la divinidad en cuerpo, sino por asunción de la humanidad en Dios. Uno absolutamente, no por confusión de sustancia, sino en la unidad de la persona. Pues como el alma racional y el cuerpo forman un hombre; así, Cristo es uno, siendo Dios y hombre. Que padeció por nuestra salvación: descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre todopoderoso: desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.” (“Quicumque”, Símbolo atanasiano, 28-37)
“¿Saber que me quieres tanto, Dios mío, y … no me he vuelto loco? (Camino 425)
LA
HOJA SEMANAL
(del 23 al 28 de junio)
Lunes (23)
Santa Ediltrude, abadesa (12ª TO)
Palabras: “¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y … (Mt 7,3)
Reflexión: … no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
Propósito, durante el día: Señor, dame de tu amor para que derrame amor en todos
Martes
(24)
Natividad de san Juan Bautista
Palabras: ¿Qué va a ser de este niño? Porque la mano del Señor estaba con él (Lc 1,66)
Reflexión: … Vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel”
Propósito, durante el día: Señor, no permitas que me aparte de TI
Miércoles
(25)
San Máximo de Turín, obispo (12ª TO)
Palabras: “Por sus frutos los conoceréis… ” (Mt 7,16)
Reflexión: … Los árboles sanos, dan frutos bueno, los dañado, dan frutos malos”
Propósito, durante el día: Señor, todo lo mío es tuyo; dispón de mí según tu voluntad
Jueves (26)
San Josemaría Escrivá de Balaguer, presbítero y fundador (12ª TO)
Palabras: “Rema mar adentro y echad las redes para pescar … (Lc 5,4)
Reflexión: … Por tu palabra, echaré las redes”
Propósito, durante el día: Hágase tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo
Viernes
(27)
Sagrado Corazón de Jesús (Nª Sª del Perpetuo Socorro) (día de abstinencia)
Palabras: “Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta (Lc 15,7)
Reflexión: … que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”
Propósito, durante el día: Señor, aleja de mí lo que aparte de Ti
Sábado
(28)
Inmaculado Corazón de María (12ª TO)
Palabras: “Al anochecer le llevaron muchos endemoniados; él con su palabra… (Mt 8,16)
Reflexión: … expulsó los espíritus y curó a todos los enfermos”
Propósito durante el día: Madre, consuelo del mortal, ampárame y guíame a la patria celestial
(la
reflexión y el propósito los fijaca cada uno, claro)
Las lecturas del día 22, domingo (Cuerpo y Sangre de Cristo, ciclo C) nos llenan del misterio de la Eucaristía, Jesús se queda con nosotros: “Melquisedec, rey de Salen, Sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino y bendijo a Abrán” (Gn 14); “Por eso cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor hasta que vuelva” (1 Co 11); Comieron todos y se saciaron y cogieron las sobras: doce cestos (Lc 9).
PALABRAS DEL PAPA LEÓN XIV
- “Y hoy, mientras celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad, estamos viviendo el Jubileo del Deporte. El binomio “Trinidad-deporte” no es precisamente habitual, sin embargo, la asociación no es absurda. De hecho, toda buena actividad humana lleva consigo un reflejo de la belleza de Dios, y sin duda el deporte es una de ellas. Después de todo, Dios no es estático, no está cerrado en sí mismo. Es comunión, relación viva entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que se abre a la humanidad y al mundo. La teología llama a esta realidad “pericoresis”, es decir, “danza”: una danza de amor recíproco. Es de este dinamismo divino de donde brota la vida. Hemos sido creados por un Dios que se complace y se regocija en dar la existencia a sus criaturas, que “juega”, como nos ha recordado la primera lectura (cf. Pr 8,30-31). Algunos Padres de la Iglesia hablan incluso, con audacia, de un “Deus ludens”, de un Dios que se divierte (cf. S. Salonio de Ginebra, in “Expositio Mystica in Parabolas Salomonis et Ecclesiasten”; S. Gregorio Nacianceno, “Carmina”, I, 2, 589). Es por eso que el deporte puede ayudarnos a encontrar a Dios Trinidad: porque requiere un movimiento del yo hacia el otro, ciertamente exterior, pero también y sobre todo interior. Sin esto, se reduce a una estéril competencia de egoísmos. Pensemos en una expresión que, en italiano, se utiliza habitualmente para animar a los atletas durante las competiciones: los espectadores gritan: “Dai!” (en español “¡Dale!”). Quizás no nos damos cuenta, pero es un imperativo precioso; es el imperativo del verbo “dar”. Y esto nos puede hacer reflexionar: no se trata solo de dar una prestación física, quizá extraordinaria, sino de darse uno mismo, de “jugársela”. (Homilía, en la Santísima Trinidad y el Jubileo del deporte, 15 de junio de 2025)
- “El paralítico agrega que cuando trata de sumergirse en la piscina hay siempre alguien que llega antes que él. Este hombre está expresando una visión fatalista de la vida. Pensamos que las cosas nos pasan porque no somos afortunados, porque el destino nos es adverso. Este hombre está desanimado. Se siente derrotado en la lucha de la vida. Jesús en cambio lo ayuda a descubrir que su vida también está en sus manos. Le invita a levantarse, a alzarse de su situación crónica, y a recoger su camilla (cfr v. 8). Ese camastro no se deja o se echa: representa su pasado de enfermedad, es su historia. Hasta aquel momento el pasado lo ha bloqueado; lo ha obligado a yacer como un muerto. Ahora es él que puede cargar aquella camilla y llevarla a donde quiera: ¡puede decidir qué cosa hacer con su historia! Se trata de caminar, asumiéndose la responsabilidad de escoger cual camino recorrer. ¡Y esto gracias a Jesús! Queridos hermanos y hermanas, pidamos al Señor el don de entender dónde se ha bloqueado nuestra vida. Intentemos dar voz a nuestro deseo de sanar. Y recemos por todos aquellos que se sienten paralizados, que no ven una salida. ¡Pidamos regresar a vivir en el Corazón de Cristo que es la verdadera casa de la misericordia! (Audiencia general, 18 de junio de 2025)
(22.06.25)
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