LO TRIBUTARIO (1012)
Ciencia de la Hacienda: 40) impuestos compuestos
Quizá desde la primera reunión de grupo de
funcionarios que realizaron los trabajos de la reforma tributaria quedó claro
que se quería un sistema tributario moderno, coherente, sencillo y eficaz en la
recaudación. Los impuestos básicos del sistema estatal pasaron de 11 a 6,
desapareciendo los impuestos reales y el impuesto sobre el lujo; se acomodaron
a la nueva estructura los gravámenes del pasado (Derechos Reales, Timbre del
Estado, Personas Jurídicas). Se establecía la regla: leyes cortas, reglamentos
procedimentales, empleo de “preceptos cierre” para que nada escapara (en el
IRPF no está sujeta (art. 6.4 LIRPF) la renta que esté sujeta al ISyD y es “ganancia
o pérdida patrimonial” (art. 33.1 LIRPF) toda alteración patrimonial que no es
rendimiento, en el IVA es “servicio” (art. 11 Uno LIVA) toda operación
empresarial que no sea entrega, importación o adquisición intracomunitaria).
Y, convertidos en la columna del sistema los impuestos
sobre la renta ganada y el IVA que recae
sobre la renta gastada, el ideal era que ninguna capacidad económica quedara
sin incidencia de la fiscalidad. Y, para conseguir este último objetivo, nada
mejor que el esquema funcional de doble incidencia: se tributa por la renta que
se gana (IRPF, IS) y también por la que se gasta (IVA, ITP) y por la que se
ahorra (IP, ISyD). La incidencia se multiplicaba con la imposición local, sobre
todo en los inmuebles (construcción, promoción, transmisión; por el beneficio,
por la contraprestación, por imputación de renta) y, lógicamente, con los
impuestos especiales (alcohol, hidrocarburos, tabaco, medios de transporte…).
Los cálculos sobre la carga fiscal en sectores (inmobiliario) o en
circunstancias particulares (imposición indirecta en las diversión de los fines
de semana) eran impresionantes. Los demonios familiares, a reducir o eliminar,
eran la estimación objetiva, las exenciones y deducciones, los regímenes especiales.
Todo cambió y lo que se había hecho quedó corto con el
paso del tiempo: la desagregación del IRPF y del IS en el nuevo IRNR, para los
no residentes; en el IRPF, la multiplicación de exenciones, la complicada
delimitación de rendimientos que pueden ser del trabajo o del capital o de
actividad según las regulaciones particulares y el tratamiento diferencial en el IRPF, pasando por la sucesión de
fórmulas de corrección de la progresividad en la irregularidad temporal de la
renta; en el IS, la ida y vuelta de las deducciones y la multiplicación de
regímenes especiales hasta incluir uno la estimación objetiva; en el IVA, entró
un hecho imponible nuevo (adquisiciones intracomunitarias) y la UE ha
introducido continuos cambios olvidando principios originales (neutralidad,
localización en destino…); queda registrada para la Historia la peculiar
intromisión del Ejecutivo “ejecutor” en el legislativo cambiando la norma legal
en el IAJD, respecto del sujeto pasivo en los préstamos, con la inolvidable
frase cinematográfica: “Nunca más pagará el impuesto el que pida el préstamo”.
Los tributaristas ancianos siguen gozando al
reencontrar los antiguos tributos engastados como los diamantes en las joyas en
los impuestos actuales. Son los llamados impuestos compuestos. Así, en el ITP,
la modalidad del IAJD es el antiguo Impuesto sobre el Timbre del Estado y la
modalidad de Operaciones Societarias tiene relación con el antiguo Impuesto
sobre las Sociedades y demás Personas Jurídicas; incluso la modalidad de
Transmisiones Patrimoniales Onerosas estuvo en trance de “armonizarse” con
“Europa” y convertirse en una “accisa”, como una exacción fiscal.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Se puede preguntar al TC si una ley es constitucional,
Pero, aunque lo sea, puede ser ilegal e inaplicable porque carece o atenta
contra los principios del Estado de Derecho.
Tiempo ordinario. Vida ordinaria. La oración es la
vida del cristiano. La vida del cristiano es oración. Se vive como se reza; se
reza como se vive. Petición de apóstoles a Jesús. Estaba haciendo oración en
cierto lugar. Y cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: - Señor,
enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos. Él les respondió: Cuando
oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino; sigue dándonos
cada día nuestro pan cotidiano; y perdónanos nuestros pecados, puesto que también
nosotros perdonamos a todo el que nos debe; y no nos pongas en tentación. Y les
dijo: - ¿Quién de vosotros que tenga un amigo y acuda a él a medianoche y le
diga: “Amigo, préstame tres panes porque un amigo mío me ha llegado de viaje y
no tengo qué ofrecerle”, le responderá desde dentro: “No me molestes, ya está
cerrada la puerta; los míos y yo estamos acostados, no puedo levantarme a
dártelos”? Os digo que, si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos
por su impertinencia se levantará para darle cuanto necesite. Así, pues, yo os
digo: pedir y se os dará; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá; porque
todo el que pide, recibe; y el que busca encuentra; y al que llama, se le abre”
(Lc 11, 1-13).
Otro pasaje evangélico enmarca el Padrenuestro entre
las condiciones en que se debe producir el ayuno y la limosna Y dice: Cuando
oréis no seáis como los hipócritas, que son amigos de orar puestos de pie en
las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para exhibirse delante de los
hombres; en verdad os digo que ya recibieron su recompensa. Tú, por el
contrario, cuanto te pongas a orar, entra en tu aposento y, con la puerta
cerrada, ora a tu Padre; y tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensará. Y al
orar no empleéis muchas palabras como los gentiles, que piensan que por su
locuacidad van a ser escuchados. Así pues, no seáis como ellos, porque bien
sabe vuestro Padre de qué tenéis necesidad antes de que lo pidáis” (Mt 6, 5-8).
En el Catecismo se aprende que tiene siete peticiones, aunque “se oigan” ocho con
la pausa previa a “como nosotros…”
Rezar. “Es tratar de amistad estando a solas muchas
veces con quien sabemos nos ama” Tratar de amistad: “Esta es la verdadera, la
perfecta, la estable y constante amistad: la que no se deja corromper por la
envidia; la que no se enfría por las sospechas; la que no se disuelve por la
ambición; la que, puesta a prueba de esta manera no cede; la que, a pesar de
tantos golpes, no cae; la que, batida por tantas injurias, se muestra
inflexible; la que, provocada por tantos ultrajes, permanece inmóvil. Anda, pues,
haz tú lo mismo” (beato Elredo, abad, “Tratado sobre la amistad espiritual”)
Y una poesía: “No sé de dónde brota la tristeza que
tengo. / Mi dolor se arrodilla, como el tronco de un sauce, / sobre el agua del
tiempo, por donde voy y vengo, / casi fuera de madre, derramado en el cauce. /
Lo mejor de mi vida es el dolor. T ú sabes / cómo soy; tú levantas esta carne
que es mía; / tú, esta luz que sonrosa las alas de las aves; / tú, esta noble
tristeza que llaman alegría. / Tú me diste la gracia para vivir contigo; / tú
me diste las nubes como el amor humano; / y, al principio del tiempo, tú me
ofreciste el trigo, / con la primera alondra que nació de tu mano. / Como el
último rezo de un niño que se duerme / y con la voz nublada de sueño y de
pureza, / se vuelve hacia el silencio, yo quisiera volverme / hacia ti, y en
tus manos desmayar la cabeza” (De la poesía de Leopoldo Panero; en el himno de
las I Vísperas del Domingo de la Semana IV)
LA HOJA SEMANAL
(del 24 al 29 de junio)
Lunes (24)
La Natividad de san Juan Bautista
Palabras: “La mano del Señor estaba con él … (Lc 1,66)
Reflexión: … vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel”
Propósito, durante el día: Señor, creo que estás aquí, que me ves, que me oyes
Martes (25)
San Máximo de Turín, obispo (12ª TO)
Palabras: “Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso … (Mt 7,13)
Reflexión: … el camino que lleva a la perdición”
Propósito, durante el día: Señor, que te siga en mi camino; que te escuche; que te hable
Miércoles (26)
San Josemaría Escrivá de Balaguer, presbítero y fundador (fiesta en el blog)
Palabras: “Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron” (Lc 5,11)
Reflexión: “Rema mar adentro, y echad las redes para pescar”
Propósito, durante el día: Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía
Jueves (27)
San Cirilo de Alejandría, ob. y doc. de la Iglesia (Nª Sª Perpetuo Socorro) (12ª TO)
Palabras: “No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino … (Mt 7,21)
Reflexión: … de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre”
Propósito, durante el día: Señor, que hagamos tu voluntad como la hacen en el cielo
Viernes (28)
San Ireneo, obispo y doctor de la Iglesia (12ª TO) (día de abstinencia)
Palabras: “Señor, si quieres puedes limpiarme” (Mt 8,2)
Reflexión: … Quiero, queda limpio. Y en seguida quedó limpio”
Propósito, durante el día: Señor, no nos dejes en la tentación y líbranos del Maligno
Sábado (29)
San Pedro y san Pablo, apóstoles
Palabras: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia… (Mt 16,18)
Reflexión: … Te daré las llaves del reino de los cielos…”
Propósito, durante el día: Madre de Dios. ¡La Madre de Dios es mi Madre!
(la reflexión y el
propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 23,
domingo (12º TO, ciclo B) nos llenan de confianza en Dios: “Quien cerró el mar
con una puerta cuando salía impetuoso del seno materno… y le dije: Hasta aquí
llegarás y no pasarás; aquí se romperá la arrogancia de tus olas” (Jb 38); Nos
apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos
murieron.” (2 Co 5); “Se levantó un fuerte huracán… Él estaba a popa, dormido
sobre un almohadón… ¡Silencio, cállate! El viento cesó y vino una gran calma”
(Mc 4)
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
-
“Haciendo así, el Señor nos da un ejemplo: nos enseña también a nosotros a
sembrar con confianza el Evangelio allí donde estemos y después a esperar que
la semilla plantada crezca y dé fruto en nosotros y en los demás, sin
desanimarnos y sin dejar de apoyarnos y ayudarnos unos a otros, incluso allí
donde, a pesar de los esfuerzos, nos parece que no se ven resultados
inmediatos. A menudo, de hecho, también entre nosotros, más allá de las
apariencias, el milagro está ya en marcha y a su debido tiempo dará frutos
abundantes. Por ello, podemos preguntarnos: ¿Yo dejo sembrar en mí la Palabra?
¿A su vez, siembro con confianza la Palabra de Dios en los ambientes en los que
vivo? ¿Soy paciente a la hora de esperar, o me desanimo porque no veo
inmediatamente los resultados? Y, ¿sé confiar todo serenamente al Señor, al
tiempo que doy lo mejor de mí para anunciar el Evangelio?” (Angelus, 16 de
junio de 2024)
-
“Los salmos son oraciones "para todas las estaciones": no hay estado
de ánimo o necesidad que no encuentre en ellos las mejores palabras para
convertirlos en oración. A diferencia de todas las demás oraciones, los salmos
no pierden su eficacia a fuerza de repetirlos; al contrario, la aumentan. ¿Por
qué? Porque están inspirados por Dios y "espiran" Dios, cada vez que
se leen con fe. Si nos sentimos oprimidos por el remordimiento y la culpa,
porque somos pecadores, podemos repetir con David: “Ten piedad de mí, oh Dios,
en tu amor; / en tu gran misericordia” (Sal 51,3). Si queremos expresar un
fuerte vínculo personal con Dios, decimos: “Oh Dios, tú eres mi Dios, / desde
el alba te busco, / mi alma tiene sed de ti, / mi carne te anhela / en una
tierra seca, sedienta y sin agua”, (Sal 63,2). No es por casualidad que la
liturgia ha incluido este salmo en las laudes de los domingos y de las
solemnidades. Y si nos asaltan el miedo y la angustia, esas maravillosas
palabras del salmo vienen en nuestro socorro: “El Señor es mi pastor [...].
Aunque pase por valle tenebroso, / no temo ningún mal” (Sal 23,1.4). Los
salmos nos permiten no empobrecer nuestra oración reduciéndola sólo a
peticiones, a un continuo “dame, danos…”. (Audiencia general, 19 de junio de
2024)
-
“1. Una conciencia progresiva de la centralidad de la
dignidad humana … “Los tiempos actuales” … 16. Por ello, el
Concilio Vaticano II habla de la “excelsa dignidad de la persona humana, de su
superioridad sobre las cosas y de sus derechos y deberes universales e
inviolables”. Como recuerda el “íncipit” de la Declaración
conciliar “Dignitatis Humanae”, “los hombres de nuestro tiempo se hacen
cada vez más conscientes de la dignidad de la persona humana, y aumenta el
número de aquellos que exigen que los hombres en su actuación gocen y usen del
propio criterio y libertad responsables, guiados por la conciencia del deber y
no movidos por la coacción”. Esta libertad de pensamiento y de
conciencia, tanto individual como comunitaria, está basada sobre el
reconocimiento de la dignidad humana “tal como se la conoce por la palabra
revelada de Dios y por la misma razón natural”. El mismo magisterio eclesial
ha madurado, cada vez con más plenitud, el significado de esta dignidad, junto
con las exigencias e implicaciones relacionadas con ella, llegando a la
comprensión de que la dignidad de todo ser humano es tal más allá de toda
circunstancia.” (“Dignitas infinita”)
(23.06.24)
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