LO TRIBUTARIO (nº 998)
Ciencia de la Hacienda: 33) progresividad y
regresividad fiscales
Cuando se pone a prueba la finura de conocimiento
tributarios de las personas que se aproximan a tan precisa y preciosa materia,
es suficiente con pedirles que diferencien la “no sujeción” de la “exención”.
Para los que han leído u oído pronunciamientos en los que, con una
consideración benévola, confunden las palabras, hay que llamarles a recordar
conjuntamente con nosotros que, aunque en ambos casos no hay deuda tributaria
que exigir, en la “no sujeción” el presupuesto con trascendencia tributaria
está fuera del tributo, nada de su regulación le afecta salvo, precisamente,
cuando se trata de preceptos que regulan esa no sujeción por sí misma (no están
sujetas al IVA las operaciones de entrega o de servicio por quien no actúa como
empresario o profesional) o por delimitación con el ámbito de aplicación de
otros tributos (el ingreso obtenido por una donación o por una herencia no
tributa por el IRPF, pero sí por el ISyD). En esta fraternidad de profesión en
los conocimientos no se puede presumir, porque se es consciente de que hay
supuestos de “no sujeción” que lo son porque sí (porque lo dice la ley) aunque
su presupuesto sea de igual naturaleza que otro que estaría sujeto de no
regularse que no (cf. art. 7 LIVA); y también hay que ser consciente de que un
presupuesto puede estar sujeto a dos tributos, tributando sólo por uno (cf.
art. 4.4 LIVA: “las operaciones sujetas a este impuesto no estarán sujetas”),
como en la transmisión o la cesión de uso de inmueble por quien actúa como
empresario o profesional, con sujeción
IVA, pero exento salvo renuncia, lo
que determina la sujeción al ITP, cf. art. 7.5 LITPyAJD),
En este repaso escolar, con el olor inigualable a los
libros nuevos, llama la atención que cuando, atendiendo a la capacidad
económica (art.31 CE), se pregunta quíén debe tributar más, la respuesta
mayoritaria es “quien más tiene” (IP), cuando, fiscalmente, la contestación
adecuada es: “quien más gana” (IRPF, ISyD). Y aquí surge la evolución
progresista. En tiempos de la reforma de 1978 era un objeto de crítica
inmisericorde que la mayor recaudación, con mucho proviniera de la imposición
indirecta (IGTE, Lujo, Especiales -alcohol, tabaco, petróleo, bebidas
refrescantes…- y Transmisiones Patrimoniales) El sistema era “regresivo”,
porque se basaba en los impuestos indirectos. Y, sin rubor fiscal, el sofisma
aplastaba la discrepancia: si la propensión al ahorro empieza a partir de
cierto nivel de renta. Por debajo de ese nivel todo lo ganado se gasta; los que
más ganan son los que pueden ahorrar; todos tributan por la renta ganada
(IRPF), pero son los menos ricos los que tienen más propensión al consumo (IGTE…)
que está sometida a los impuestos indirectos. Luego, si la recaudación por
impuestos indirectos es mayor que la obtenida por directos el sistema es
regresivo, injusto (quien menos renta gana, tributa el cien por cien, porque
todo lo gasta; quien puede ahorrar, y más cuanto más gana). Todo era cuestión
de propensiones, procurando no sumar importes absolutos ni atender a consumos
más caros cuanta mayor es la renta ganada.
Llegó la UE y el IVA, con sus bondades obligatorias.
El IVA es un impuesto “neutral” que no afecta a empresarios ni a profesionales
porque el IVA que soportan al adquirir bienes y servicios lo restan del IVA que
cobran por repercusión a sus clientes cuando les entregan bienes o les prestan
servicios; y si de la resta resulta más repercutido que soportado sólo se
ingresa la diferencia y si es al revés se devuelve. Teóricamente y por lo
general. Sin entrar en concreciones. Se acaba así con el IGTE, beligerante que
hace tributar más (crece la base) cuantas más son las fases de producción o
transformación; “en cascada” (porque en cada fase “casca”)
DE LO DIVINO A LO HUMANO
La trascendencia fiscal del derecho fundamental de
todo español a cinco días de reflexión sin hacer otra cosa hace inevitable la
no tributación del importe equivalente.
Quinta semana de Pascua. El cristiano vive la Pascua
de Resurrección como una fiesta continua. El cristiano lo vive así porque
mantiene en el alma la alegría del primer encuentro con el resucitado, cuando
le parecía imposible, cuando veía su cuerpo glorioso, cuando escuchaba su
palabra con el tono de siempre, con la misma forma de expresarse, cuando no se
atrevía a preguntarle, cuando comió con Él, cuando caminó a su lado, cuando no
quería separarse de Él: “Quédate con nosotros, que atardece y el día está de
caída”(Lc 24,29), como le dijeron al llegar a Emaús, al ver que Jesús parecía
que iba a seguir solo. Y entró para quedarse con ellos. “éste es el
mandamiento, tal y como habéis oído desde el principio: que caminéis en el
amor” (2 Jn 6)
Cristianismo es encontrarse con Cristo, estar con Él.
Y todo nace de un encuentro. Cambia la vida y dura para siempre: Nos hiciste,
Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti” (san
Agustín, “Confesiones”, 1,1). “No se comienza a ser cristiano por una decisión
ética o una gran idea. Sino por el encuentro con un acontecimiento, con una
persona (Benedicto XVI, “Deus caritas est”). Y lo que empezó en el amor, porque
“Dios es amor” (1 Jn 4,8 y 16) debe durar siempre.
Cristianismo es saber que somos hijos de Dios (1 Jn
3,1). “Herederos de Dios, coherederos de Cristo, con tal de que padezcamos con
él, para ser con él también glorificados. Porque estoy convencido de que los
padecimientos del tiempo presente no son comprables con la gloria futura que se
va a manifestar en nosotros” (Rm 8, 17-18). “Tengo contra ti que has perdido la
caridad que tenías al principio” (Ap 2,4). “Sé fiel hasta la muerte y te daré
la corona de la vida” (Ap. 2,10). “Conozco tus obras, que no eres frío ni
caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Y así, porque eres tibio y no caliente
ni frío, voy a vomitarte de mi boca (Ap 3,15-17) … Mira, estoy a la puerta y
llamo: si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré
con él, y él conmigo” (Ap 3,20) “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi
Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él” (Jn 14,23.
“Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva (“en los que
habita la Justicia”, 2 Pe 3,13), pues el primer cielo y la primera tierra
desaparecieron, y el mar ya no existe …
Esta es la morada de Dios con los hombres. Habitará con ellos y ellos
serán su pueblo, y Dios, habitando realmente en medio de ellos, será su Dios. Y
enjugará toda lagrima de sus ojos; y no habrá ya muerte, ni llanto, ni lamento,
ni dolor, porque todo lo anterior ya pasó… Ya no habrá noche: no tienen necesidad
de luz de lámparas, ni de la luz del sol, porque el Señor Dios alumbrará sobre
ellos y reinarán por los siglos de los siglos. Mira vendré pronto con mi
recompensa, para dar a cada según su conducta” (Ap 21,1.3-4 y 22,5.12).
Poesía. Alegría pascual. “La noche y el alba, con su
estrella fiel, / se gozan con Cristo, Señor de Israel, / con Cristo aliviado al
amanecer. / La vida y la muerte luchándose están. / Oh, qué maravilla de juego
mortal, / Señor Jesucristo, qué buen capitán. / En él se redimen todos los
pecados, / el árbol caído devuelve su flor, / oh santa mañana de resurrección.
/ Qué gozo de tierra, de aire y de mar, / qué muerte, qué vida, qué fiel
despertar, / qué gran romería de la cristiandad. Amén” (Himno IV para Laudes en
tiempo de Pascua).
LA HOJA SEMANAL
(del 6 al 11 de mayo) (mes de la Virgen)
Lunes (6)
San Pedro Nolasco, presbítero y fundador (6ª de Pascua)
Palabras: “Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre … (Jn 15,26)
Reflexión: …, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mi”
Propósito, durante el día: Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles
Martes (7)
Santos Domitila, Flavio y compañeros mártires (6ª de Pascua)
Palabras: “Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy … (Jn 16,7)
Reflexión: … no vendrá a vosotros el Defensor” En cambio, si me voy, os lo enviaré
Propósito, durante el día: Envía tu Espíritu y enciende en tus fieles el fuego de tu amor
Miércoles
(8)
San Bonifacio IV, papa (6ª de Pascua)
Palabras: “Cuando venga el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad” (Jn 16,13)
Reflexión: El me glorificará porque recibirá de mí lo que os irá comunicando
Propósito, durante el día: Ven Espíritu divino, luz que penetras las almas
Jueves
(9)
Santa Luisa de Marillac, fundadora (6ª de Pascua)
Palabras: Dentro de poco no me veréis, pero poco después me volveréis a ver (Jn 16,16)
Reflexión: Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría
Propósito, durante el día: Señor, que te quiera más, que te quiera como Tú quieres
Viernes
(10)
San Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia (6ª de Pascua) (día de abstinencia)
Palabras: “Volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie … (Jn 16,22)
Reflexión: … os quitará vuestra alegría”
Propósito, durante el día: Señor, aunque no hubiera cielo yo te amara
Sábado
(11)
San John Henry Newman, presbítero (6ª de Pascua) (Nª Sª de los Desamparados)
Palabras: “Yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere (Jn 16,26)
Reflexión: … porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios”
Propósito, durante el día: Madre, mi vida alentare, todo mi amor para ti
(la reflexión y el propósito
los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 5,
domingo (6º de Pascua, ciclo B), en la proximidad de la Ascensión y de
Pentecostés, nos hablan del amor de Dios: “Pedro añadió: - ¿Se puede negar el
agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?
Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo” (Hech 10); “Amémonos unos a
otros, ya que el amor es de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios” (1 Jn 4);
“No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he
destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca” (Jn 15)
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- Hermanos
y hermanas, esto es lo que cuenta: permanecer en el Señor, habitar en Él.
Pensemos un momento en esto: permanecer en el Señor, habitar en Él. Y este
verbo -habitar- no debe interpretarse como algo estático, como si quisiera
decirnos que nos quedemos quietos, aparcados en la pasividad; en realidad, nos
invita a ponernos en movimiento, porque permanecer en el Señor significa crecer
en la relación con Él; siempre permanecer en el Señor significa crecer, crecer
en la relación con Él, dialogar con Él, acoger su Palabra, seguirle en el
camino hacia el Reino de Dios. Por tanto, se trata de ponernos en camino tras
Él: permanecer en el Señor y caminar, ponernos en camino tras Él, dejarnos
provocar por su Evangelio y convertirnos en testigos de su amor.” (Homilía,
misa en la Plaza de San Marcos, de Venecia, el 28 de abril de 2024)
- “Por
supuesto, como dice el Apóstol, la fe no es de todos (cfr. 2 Ts 3,2),
e incluso nosotros, que somos creyentes, a menudo nos damos cuenta de que solo
tenemos una pequeña reserva. Jesús podría reprendernos con frecuencia, como a
sus discípulos, por ser "hombres de poca fe". Pero es el don más
feliz, la única virtud que nos está permitido envidiar. Porque quien tiene fe
está habitado por una fuerza que no es sólo humana; en efecto, la fe
"suscita" en nosotros la gracia y abre la mente al misterio de Dios.
Como dijo una vez Jesús: “Si tuvieran un poco de fe como un granito de mostaza,
podrían decir a esa morera:" Arráncate y plántate en el mar", y les
obedecería.” (Lc 17, 6). Por eso también nosotros, como los discípulos,
repetimos: Señor, ¡aumenta nuestra fe! (cfr. Lc 17,5) ¡Es una hermosa
oración!” (Audiencia general, 1 de mayo de 2024)
(5.05.24)
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