LO TRIBUTARIO (nº 996)

Ciencia de la Hacienda: 32) Tributación especial

“Todos contribuirán” es el principio del apartado 1 del artículo 31 CE. Al tiempo que se hacía la reforma de 1978, con trabajos realizados desde los primeros papeles de junio de 1977 en el primer fin de semana en El Paular, hasta que en abril de 1978 se publicaron los primeros proyectos de ley, aunque la última ley del sistema tributario estatal reformado, la del ISyD, se aprobó en 1987, los siete reformadores ya habían asumido ese principio antes de que se aprobara texto constitucional. Y el propósito, cumplido por ellos, fue: pocas exenciones, pocas deducciones, pocas reducciones, pocos regímenes especiales. Por segunda vez en la historia del sistema tributario en 2006 se planteó la necesidad de acabar con las deducciones y los regímenes especiales en el IRPF y en el IS. La primera vez fue en febrero de 1974 cuando el ministro Barrera de Irimo creó una comisión con cuatro funcionarios, los presidentes de los colegios profesionales adecuados y un joven y prestigioso catedrático, que luego entró en política. La tarea fue recopilar todas las exenciones y bonificaciones existentes en la imposición estatal, analizar su contenido y eficacia y dictaminar sobre la sobrevivencia o eliminación de cada beneficio o incentivo, y hacerlo antes de acabar el año porque se cumplía el plazo quinquenal (art.15 LGT/1963) de duración de su vigencia (en 1969 se prorrogaron los existentes). Ni se pudo conocer el número de exenciones y bonificaciones existentes ni hubo dictamen ni subsistió la comisión ni el ministro que cesó en noviembre.

Los que vean ahora, por ejemplo, las exenciones en el IRPF y los regímenes especiales en el IS descubrirán incoherencias como las que surgieron después del debate sobre la exención de las indemnizaciones por servicios de salud o por la pérdida del derecho al trabajo y la luego creada y desaparecida exención para el pequeño ahorro en cuentas. Podrían volver a ser cuatro o cinco. Las deducciones en el IS han sido la crítica permanente desde los primeros tiempos y siempre se reproducen por presiones políticas, sobre todo en la actividad cinematográfica, siempre “entre ceja y ceja”; y no se debe olvidar.que, en el impuesto que presume del rigor contable, se aplica la estimación objetiva para entidades navieras según el tonelaje. Hay un régimen especial que no se aplica cuando “el principal objetivo sea el fraude o la evasión fiscal”, en particular, cuando no se efectúe por “motivos económicos válidos”: todo un mundo de interpretaciones. El modélico diseño del impuesto europeo, IVA, está lleno de regímenes especiales (a favor, como la estimación objetiva del simplificado, o conveniente, como la compensación en el de actividad agrícola, ganadera, forestal o de pesca fluvial, o discriminante como el, recargo de equivalencia o complejo como el de agencias de viaje, o curioso desde su nacimiento como el de oro de inversión que se reguló con referencia a una norma inexistente. El ITP tiene un abrumador número de exenciones objetivas, subjetivas y otras. Y el ISyD se complica con sus reducciones.

Las diferencias autonómicas, influidas por las ideologías políticas, hacen imposible el “todos contribuirán” porque “todos” supone “igualdad” y no la hay en tanta diversidad. De la foralidad se trató en los trabajos para la reforma de 1978. Intocable, no pudo con el IVA armonizado, pero se mantiene en la peculiar práctica de la aplicación de los tributos. Los impuestos discriminatorios por patrimonio o beneficios y sólo en determinados sectores, de energía y financieros, han acabado con el modelo autonómico y son ilegales porque lo que hace esa ley discriminatoria es ir contra la LOFCA, al violar la autonomía del “sistema” tributario -el número de impuestos, los elementos cuantificadores de cada uno- que decide cada Autonomía; como en “segunda casación”.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

El consejo de fiscales, los defensores imparciales de la legalidad, se divide casi por la mitad. La mayoría no ve reprochable publicar las conversaciones entre abogado y fiscal.

Vivir la Pascua de resurrección para el cristiano es vivir el amor de Dios porque sabemos que somos hijos de Dios: “Mirad que amor tan grande nos ha mostrado el Padre: que nos amemos hijos de Dios ¡y lo somos! … Amémonos unos a otros porque el amor procede de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios… Porque Dios es amor … Nosotros amamos porque Él nos amó primero … (1 Jn 3.1. 4,7,8,10). Dios nos ha dado la vida eterna y esta vida está en su Hijo” (1 Jn 5,11).  

“No queremos hermanos que ignoréis lo que se refiere a los que han muerto, para que no os entristezcáis como esos que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual manera también Dios, por medio de Jesús, reunirá con Él a los que murieron. Así pues, como palabra del Señor, os trasmitimos lo siguiente: nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la venida del Señor, no nos anticiparemos a los que hayan muerto: porque cuando la voz del arcángel y la trompeta de Dios den la señal, el Señor mismo descenderá del cielo y resucitarán en primer lugar los que murieron en Cristo; después, nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados a las nubes junto con ellos al encuentro del Señor en los aires, de modo que, en adelante estaremos siempre con el Señor. Por tanto, animaos mutuamente con estas palabras” (1 Tes 4, 13-18). “Ya no habrá noche: no tienen necesidad de luz de lámparas ni de la luz del sol porque el Señor Dios alumbrará sobre ellos” (Ap 22,5)

“La resurrección de Cristo destruye el poder del abismo, los recién bautizados renuevan la tierra, el espíritu Santo abre las puertas del cielo. Porque el abismo, al ver sus puertas destruidas, devuelve los muertos, la tierra, renovada, germina resucitados, y el cielo, abierto, acoge a los que ascienden. El ladrón es admitido en el paraíso, los cuerpos de los santos entran en la ciudad santa y los muertos vuelven a tener su morada entre los vivos. Así como si la resurrección de Cristo fuera germinando en el mundo, todos los elementos de la creación se ven arrebatados a lo alto. El abismo devuelve sus cautivos, la tierra envía al cielo a los que estaban sepultados en su seno, y el cielo presenta al Señor a los que han subido desde la tierra: así con un solo y único acto, la pasión del Salvador nos extrae del abismo, nos eleva por encima de lo terreno y nos coloca en lo más alto de los cielos. La resurrección de Cristo es vida para los difuntos, perdón para los pecadores, gloria para los santos. Por esto el salmista invita a toda la creación para celebrar la resurrección de Cristo al decir que hay que alegrarse y llenarse de gozo en este día en el actuó el Señor” (san Máximo de Turín, obispo. Sermón 53)

Tiempo de oración y de poesía. Himno de la liturgia de las Horas. “La bella flor que en el suelo/ plantada se vio marchita / ya torna, ya resucita / ya su olor inunda el cielo. / De tierra estuvo cubierto, / pero no fructificó/ del todo, hasta que quedó / en un árbol seco injerto. / Y, aunque los ojos del suelo / se puso después marchita, ya torna, ya resucita, / ya su olor inunda el cielo. / Toda es de flores la fiesta, / flores de finos olores, / mas no se irá todo en flores, / porque flor de fruta es ésta. / Y, mientras su Iglesia grita / mendigando algún consuelo, / ya torna, ya resucita, / ya su olor inunda el cielo. / Que nadie se sienta muerto / cuando resucita Dios, / que, si el barco llega a puerto, / llegamos junto con vos. / Hoy la cristiandad se quita/ sus vestiduras de duelo. / Ya torna, ya resucita, / ya su olor inunda el cielo.” (Invitatorio. “A la Resurrección”, Juan de Salinas y Castro).

LA HOJA SEMANAL

(29 y 30 de abril y del 1 al 4 de mayo)

Lunes (29)

Santa Catalina de Siena (virgen y doctora de la Iglesia) (5ª de Pascua)
Palabras: “El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará … (Jn 14,23)
Reflexión: … y vendremos a él y haremos morada en él”
Propósito, durante el día: Señor, dime dónde vives y pasaré el día contigo

Martes (30)

San Pío V, papa (5ª de Pascua) (Fiesta familiar en el blog)
Palabras: Si me amaráis os alegraríais de que me vaya al Padre … (Jn 14,28)
Reflexión: … porque el Padre es más que yo… y lo que el Padre me manda yo lo hago”
Propósito, durante el día: Señor, llévanos a donde vayas. Queremos estar contigo

Miércoles (1)

San José obrero
Palabras: “¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María … (Mt 13,55)
Reflexión: … y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?”
Propósito, durante el día: ¡Hijos de Dios! Pues lo somos

Jueves (2)

San Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia (María Reparadora) (5ª de Pascua)
Palabras: “Como el Padre me ha amado, así os he amado yo … (Jn 15,9)
Reflexión: … Para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría llegue a plenitud”
Propósito, durante el día: Bendito sea: Dios Padre y Dios Hijo y Dios Espíritu Santo

Viernes (3)

Santos Felipe y Santiago, apóstoles (abstinencia)
Palabras: Porque yo me voy al Padre; y lo qie pidáis en mi nombre… (Jn 14,13)
Reflexión: …yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”
Propósito, durante el día: Gloria al Padre, gloría al Hijo, gloria al Espíritu Santo

Sábado (4)

San José María Rubio, presbítero (Nª Sª de la Montaña, del Lledó) (5ª de Pascua)
Palabras: “De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé” (Jn 15,16)
Reflexión: “Esto os mando: que os améis unos a otros”
Propósito, durante el día: Madre, no te apartes de mí, no permitas que me aleje de ti

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 28, domingo (de la 5ª Semana de Pascua, ciclo B; san Pedro Chanel, presbítero y mártir, Luis María Grignion de Monfort, presbítero y fundador) nos pueden dar motivo de meditación en la Iglesia del amor: “La Iglesia se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor y se multiplicaba animada por el Espíritu Santo” (Hech 9); “Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros” (1 Jn 3); “Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante, así seréis discípulos míos” (Jn 15)

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Hermanos y hermanas, ¡cuántas personas hoy se consideran inadecuadas o incluso equivocadas! ¡Cuántas veces se piensa que nuestro valor depende de los objetivos que seamos capaces de alcanzar, del éxito a ojos del mundo, de los juicios de los demás! ¡Y cuántas veces acabamos desperdiciándonos por pequeñeces! Hoy Jesús nos dice que nosotros para Él valemos mucho y siempre. Y entonces, para encontrarnos a nosotros mismos, lo primero que hay que hacer es situarnos en su presencia, dejarnos acoger y aliviar los por brazos amorosos de nuestro Buen Pastor. Hermanos, hermanas, preguntémonos, por lo tanto: ¿Sé encontrar cada día un momento para abrazar la certeza que da valor a mi vida? ¿Sé encontrar un momento de oración, de adoración, de alabanza, para estar en presencia de Cristo y dejarme acariciar por Él? Hermano, hermana, el Buen Pastor nos dice que, si lo haces, descubrirás el secreto de la vida: recordarás que Él dio la vida por ti, por mí, por todos nosotros. Y que para Él somos todos importantes, cada uno de nosotros y todos. Que la Virgen nos ayude a encontrar en Jesús lo esencial para vivir.” (Regina coeli, 21 de abril de 2024)

- “El bien no es sólo un fin, sino también un modo. El bien tiene necesidad de mucha discreción, de mucha consideración. El bien tiene necesidad sobre todo de desembarazarse de la presencia a veces demasiado incómoda que es nuestro “yo”. Cuando nuestro “yo” es el centro de todo, todo se estropea. Si cada acción que realizamos en la vida la hacemos sólo por nosotros mismos, ¿es realmente importante esa motivación? El pobre “yo” se hace cargo de todo y así nace la soberbia. Para corregir todas esas situaciones que, a veces, devienen penosas, las virtudes teologales son de gran ayuda. Lo son sobre todo en los momentos de la caída porque también aquellos que tienen buenos propósitos morales caen a veces. Todos caemos en la vida, porque todos somos pecadores. Como también quien se ejercita cotidianamente en la virtud se equivoca a veces -todos nos equivocamos en la vida-: no siempre es lúcida la inteligencia, no siempre es firma la voluntad, no siempre las pasiones son dominadas, no siempre el ánimo supera al miedo. Pero si abrimos el corazón al Espíritu Santo – el Maestro interior- Él reaviva en nosotros las virtudes teologales: entonces, si habíamos perdido la esperanza, Dios lo reabre a la fe -con la fuerza del Espíritu; si estamos desanimados, Dios despierta en nosotros la esperanza; y si nuestro corazón se ha endurecido, Dios lo enternece con su amor” (Audiencia general, 24 de abril de 2024) (traducción a cargo de Julio Banacloche Pérez)        

(28.04.24) 

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