LO TRIBUTARIO (n.º 975)
La
ciencia de la Hacienda: 21) Seguridad jurídica tributaria
En el
recuerdo de los de mayor edad en la profesión del Derecho Tributario está
aquella sentencia, quizá de hace casi medio siglo, que consideraba que la
obligación de autoliquidar que se exige a los contribuyentes, cualquiera que
sea su condición social, nivel y especialidad de conocimientos, es una
obligación “exorbitante”. De todos es conocido que prestigiosas mentes en
profesiones, artes u oficios carecen absolutamente de conocimientos
tributarios. No se debe dejar de señalar que son muchos los fracasos parciales
o definitivos que se pueden encontrar entre los que quieren o deben conocer o
aplicar los tributos de cualquier naturaleza y ámbito territorial: estudiantes,
opositores, profesores, jueces. Suspensos, anulaciones; nulidades y sanciones,
son consecuencias de la ignorancia, el error, la negligencia, el descuido, el
mal consejo, la mala intención; incluso la necesidad y, frecuentemente, la
discrepancia razonable y razonada sobre lo que dice la norma y sobre su
aplicación. Y esta consideración, que parece nacida de una mirada al pasado, se
convierte en planteamiento de problema actual cuando se trata de que ahora se
ha convertido en obligación generalizada de autoliquidar el IRPF por medios
informáticos, electrónicos o telemáticos. El comentario, también general, es
por qué todos, y cada uno, deben tener o adquirir un equipo informático para
cumplir esa obligación, por qué todos, y cada uno, deben tener los
conocimientos necesarios para confeccionar y enviar por vía electrónica,
telemática informática, su autoliquidación. Como ocurrió con la regulación
legal que obligó a personas y entidades a comunicarse con la Administración por
esa vía justificando la exigencia porque así se facilitaba a los administrados
la tramitación administrativa, en las autoliquidaciones se considera que así se
facilita el cumplimiento de los contribuyentes y la tramitación y resoluciones
de la Administración.
Y, como
si diera tranquilidad a todos, la nueva obligación informática se acompaña de
la noticia deseada: los contribuyentes contarán con la supervisión y ayuda para
confección y presentación de las autoliquidaciones del IRPF. No sólo se pierde
intimidad y confidencialidad, sino también seguridad jurídica si, como hasta
ahora, los “ayudantes informáticos” no extienden su tarea al asesoramiento
tributario (arts. 34.1 a) y 85.2.e) LGT) con identificación del empleado de la
Administración responsable de la elaboración, presentación y aplicación del
tributo a los hechos y circunstancias que le comunica el contribuyente. Desde
que en la tributación se exigió la colaboración del contribuyente más allá de
la sola declaración de hechos la seguridad jurídica (art. 9 CE) se ha
convertido en un contraste esencial para calificar el estado del Estado de
Derecho.
En este
sentido, hay que señalar la provisionalidad “como regla” en los actos de
aplicación de los tributos de la Administración (arts. 100 y 101 LGT), sin que
se haya regulado que, transcurrido un tiempo sin liquidación definitiva,
deviene nulo aquel acto y sus efectos. También se ha retrocedido en la
violación de la “santidad de la cosa prescrita” cuando se regula (art. 115 LGT)
que se puede comprobar hechos producidos en períodos prescritos y la
calificación que entonces se dio a efectos de liquidación de períodos no
prescritos. Inseguridad jurídica tan grave como la que tuvo que ordenó corregir
el TJUE cuando, con la misma ideología economicista y "ajurídica", se estableció
(Ley 7/2012, DA 18ª LGT) que no presentar en plazo la declaración de bienes y
derechos en el extranjero (modelo 720) determinaba considerarlos ganancia no
justificada en el período más antiguo no prescrito en preceptos que tuvieron
que ser derogados (arts. 39.2 LIRPF y 121.6 LIS). Inseguridad hay cuando se
recorta la aplicación de los derechos a la regularización íntegra y a una buena
Administración; cuando la confianza legítima (art. 3 Ley 40/2015) se
desactiva.
DE LO
HUMANO A LO DIVINO
Dice la
noticia que con los nuevos cambios en la Agencia se han situado en cabeza los
más rigurosos y quien, con otra ideología gobernante, eliminó derechos
redactando la LGT.
Cuaresma. Tiempo fuerte en la Liturgia y en el alma
de cada cristiano porque descubre que el amor a Dios exige vivir en oblación a
quien es Amor, nos da su amor y nos pide amor. “Amémonos unos a otros, porque
el amor procede de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios, y conoce a Dios.
El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor” (1 Jn
4,7-8). Se nos escapa del alma: “Señor, que te quiera; que te quiera mucho; que
te quiera más; que te quiera como Tú quieres que te quiera”. “La medida del
amor es el amor sin medida” (san Bernardo de Claraval, en “De diligendo”,
prólogo del cap.primero). Así, la oración, el ayuno y la limosna, se convierten
en alegre abandono a Dios y al prójimo: “Padre me pongo en tus manos, haz de mí
lo que quieras, sea lo que sea, te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo, lo
acepto todo, con tal que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre” (Charles de Foucauld). “… Hágase, cúmplase, sea
alabada y eternamente ensalzada la justísima y amabilísima Voluntad de Dios
sobre todas las cosas. Amén. Amén…” (san Josemaría, “Camino”, 691). “Si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mt
16,24; cf. Lc 9,23-27).
“Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres con el fin del que os vean; de otro modo no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Por tanto, cuando deis limosna no lo vayáis pregonando, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, con el fin de que los alaben los hombres. En verdad os digo que ya recibieron su recompensa. Tú, por el contrario, cuando des limosna, que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha, para que tu limosna quede en lo oculto; de este modo, tu Padre, que ve en lo oculto te recompensará. Cuando oréis no seáis como los hipócritas, que son amigos de orar puestos en pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para exhibirse delante de los hombres; en verdad os digo que ya recibieron su recompensa. Tú, por el contrario, cuando te pongas a orar, entra en tu aposento, y, con la puerta cerrada, ora a tu Padre, que está en lo oculto; y tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensará… Cuando ayunéis no os finjáis tristes como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres noten que ayunan. En verdad os digo que ya recibieron su recompensa. Tú en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lávate la cara, para que no adviertan los hombres que ayunas, sino tu Padre que está en lo oculto; y tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensará” (Mt 6, 1-6. 16-18)
“Mortificad, pues, lo que hay de terrenal en vuestros miembros: la fornicación, la impureza, las pasiones, la concupiscencia mala y la avaricia que es una idolatría. Por ella viene la ira de Dios sobre los hijos de la incredulidad… Desechad también vosotros todas esas cosas: la ira, la indignación, la malicia, la blasfemia y la conversación deshonesta en vuestros labios… Por tanto, como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de entrañas de misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga queja contra otros; como el Señor os ha perdonado, hacedlo también vosotros. Sobre todo, revestíos de la caridad que es el vínculo de la perfección (Col 3,5-8.12-14). “La caridad es paciente; la caridad es amable; no es envidiosa; no obra con soberbia, no se jacta, no es ambiciosa, no busca lo suyo. No se irrita, no toma en cuenta el mal, no se alegra por la injusticia, se complace en la verdad; todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Co 13,4-7)
LA HOJA SEMANAL
(del 12 al 17 de febrero)
Lunes (12)
Santa Eulalia de Barcelona, virgen y mártir (6ª TO)
Palabras: “Se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba… (Mc 8,11)
Reflexión: …le pidieron un signo del cielo” Él dijo: No se le dará un signo a esta generación
Propósito, durante el día: Toma, Señor, mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, mi voluntad
Martes (13)
San Benigno, mártir (6ª TO)
Palabras: “Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? … (Mc 8,17)
Reflexión: … ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis y los oídos si no oís?”
Propósito, durante el día: Señor, toma todo mi haber y mi poseer. Tú me lo diste. A Ti lo torno
Miércoles (14)
De Ceniza (Ayuno y abstinencia) (santos Cirilo y Metodio; Nª Sª Madre del Amor Hermoso)
Palabras: “Tu Padre que ve en lo escondido, te recompensará” (Mt 6,18)
Reflexión: Cuidaos de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos
Propósito, durante el día: Señor, todo lo mío es tuyo, Dispón de mí según tu voluntad
Jueves (15)
Después de Ceniza (San Claudio de la Colombière)
Palabras: “El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz … (Lc 9, 23)
Reflexión: y venga conmigo”. Quien quiera salvar su vida, la perderá; si la pierde por mí, la salvará
Propósito, durante el día: Señor, dame tu amor y tu gracia que eso me basta
Viernes (16)
Después de Ceniza (abstinencia) (santa Juliana)
Palabras: “¿Pueden guardar luto los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? (M7 9,15)
Reflexión: Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunarán
Propósito, durante el día: Señor, dentro de tus llagas escóndeme. No permitas que me aparte de Ti
Sábado (17)
Después de Ceniza (Los siete santos fundadores de los Siervos de María)
Palabras: “Jesús, vio a un publicano llamado Leví en el mostrador de los impuestos… (Lc 5,27)
Reflexión: … y le dijo: - Sígueme. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió”
Propósito, durante el día: Madre del Amor Hermoso, ayuda a tus hijos
(la reflexión y el
propósito, los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 11,
domingo (6º TO, ciclo B; Nuestra Señora de Lourdes) son una advertencia contra
la lepra que es el pecado y la recomendación a ir a Jesús: “El que haya sido declarado
enfermo de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada y
gritando: ¡Impuro, impuro!” (Lv 13); “Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier
cosa, hacedlo para gloria de Dios” (1 Co 10); “Si quieres, puedes limpiarme.
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: - Quiero queda limpio.
La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio” (Mc 1). Dios es Amor.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Este incesante
caminar de Jesús nos interpela. Podemos preguntarnos: ¿hemos descubierto el
Rostro de Dios como Padre de la misericordia, o más bien anunciamos y creemos
en un Dios frío, un Dios distante? ¿La fe nos mueve a ponernos en camino, o es
para nosotros un consuelo intimista que nos deja tranquilos? ¿Rezamos solo para
sentirnos en paz, o la Palabra que escuchamos y predicamos nos hace salir
también a nosotros, como a Jesús, al encuentro de los demás para difundir el
consuelo de Dios? Nos hará bien hacernos estas preguntas. Miremos, entonces, el
camino de Jesús, y recordemos que nuestro primer trabajo espiritual es éste:
abandonar el Dios que creemos conocer y convertirnos cada día al Dios que Jesús
nos presenta en el Evangelio, que es el Padre del amor y el Padre de la
compasión. El Padre cercano, compasivo y tierno. Y cuando
descubrimos el verdadero Rostro del Padre, nuestra fe madura: ya no nos
quedamos como “cristianos de sacristía” o “de salón”, sino que nos sentimos
llamados a ser portadores de la esperanza y la sanación de Dios. Que María
Santísima, Mujer en camino, nos ayude a salir de nosotros mismos para anunciar
y testimoniar al Señor, que es cercano, compasivo y tierno. (Angelus, 4 de
febrero de 2024)
-
Hermanos y hermanas, debemos tener cuidado con esta tristeza
y pensar que Jesús nos trae la alegría de la resurrección. Por muy llena que esté la vida de contradicciones, de
deseos incumplidos, de sueños no realizados, de amistades perdidas, gracias a
la resurrección de Jesús podemos creer que “todo se salvará”. Jesús ha
resucitado no sólo para sí mismo, sino también para nosotros, a fin
de “rescatar todas las felicidades” que no se han realizado en
nuestras vidas. La fe expulsa el miedo, y la resurrección de Cristo quita la
tristeza como la piedra del sepulcro. Cada día del cristiano es un ejercicio de
resurrección. Georges Bernanos, en su famosa novela “Diario de un cura
rural”, hace decir al párroco de Torcy lo siguiente: "La Iglesia dispone
de la alegría, de toda esa alegría que está reservada a este triste mundo. Lo
que han hecho contra ella, lo han hecho contra la alegría". Y otro
escritor francés, León Bloy, nos dejó esta maravillosa frase: "No hay más
que una tristeza, [...] la de no ser santos". Que el Espíritu de Jesús
resucitado nos ayude a vencer la tristeza con la santidad.” (Audiencia general,
8 de febrero de 2024)
(11.02.24)
Noticias
fiscales. La Orden HAC 72/2024, de 1 de febrero (BOE del 5)
modifica los modelos 04 y 238 para de plataformas digitales.
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