LO TRIBUTARIO (nº 887)
La seguridad jurídica: procedimientos
tributarios (4)
Con el tiempo se han incorporado al lenguaje de “lo
tributario” conceptos que, en ocasiones, pueden confundir y afectar a la
seguridad jurídica. En la anterior LGT, “de los maestros”, se hacía referencia
a dos “órdenes” al decir: “las funciones de la Administración en materia
tributaria se ejercerán con separación en sus dos órdenes sde gestión, para la
liquidación y recaudación, y de resolución de reclamaciones que contra aquella
gestión se susciten y estarán encomendadas a órganos diferentes” (art. 90 LGT/1963).
Y se regulaba un solo procedimiento de gestión tributaria que comprendía desde
la iniciación de oficio por declaración del administrado, de oficio o por
investigación (arts. 101 a 108), a la comprobación e investigación (arts. 109 a
119), a la liquidación de la Administración (arts. 120 a 125) y a la
recaudación (arts. 126 a 128), en la que se regulaba el procedimiento de
apremio (art. 129 a 139); la inspección (arts. 141 a 146), al principio, era
una actuación en el procedimiento de gestión y la liquidación la practicaba el
órgano de gestión, pero, después (reforma de la Ley 10/1985), la reivindicación
de autonomía de la Inspección incluyó entre sus competencias la liquidación
(art. 140.c). A continuación, se regulaban los procedimientos de revisión
(arts. 153 a 159), el recurso de reposición (art. 160 a 162) y las
reclamaciones y recursos económico administrativos (arts. 163 a 171). Todo era
más sencillo: el contribuyente declaraba, la Administración liquidaba y
recaudaba, y cabía la revisión en vía administrativa, previa a la contenciosa.
Junto a los “órdenes” aquí relacionados, se regulaban “funciones” (art. 90) y
“competencias” (arts. 91 a 95). Se regulaba la facultad “originaria” para
establecer tributos (art. 2) que corresponde al Estado, la potestad “derivada”
para establecer y exigir tributos (art. 5) que corresponde a la
Administraciones locales, la potestad reglamentaria (arts. 6 y 7). No había en
la ley un procedimiento sancionador, aunque sí la regulación de infracciones y
sanciones.
En la LGT/2003, se regulan tantos procedimientos que
ni siquiera se incluye una relación completa de los mismos y hay que buscar
muchos otros en los reglamentos, como el RD 1065/2007 (arts. 122 a 154),
respecto de los procedimientos de gestión. En la ley se regulan las actuaciones
y procedimientos, en general: la iniciación, desarrollo y terminación, la
liquidación y la obligación de resolver y notificar, la prueba y la entrada en
domicilios y locales, la potestad de comprobación e investigación y la denuncia
pública (arts. 97 a 116); y en particular; los procedimientos de gestión (arts.
120.3 y 123 a 140), de inspección (art. 143 a 159), de recaudación por apremio
(arts. 163 a 173), con responsables y sucesores (arts. 174 a 177) y el
procedimiento sancionador (art. 207 a 212). Y la revisión (arts. 216 a 221),
reposición y reclamaciones (arts. 222 a 244).
Para comprobar la falta de seguridad jurídica sería
suficiente señalar que la regla en la LGT/2003 es la liquidación provisional y
la excepción es la liquidación definitiva (arts. 101 y 102), que existen
procedimientos en los que se puede volver sobre su objeto (verificación: art.
133.2), que existen procedimientos sin caducidad ni perención (inspección: art.
150), que la revocación sólo se produce de oficio, sin que el afectado por el
acto contrario a derecho pueda iniciarla (art. 219), que la impugnación ganada
por el responsable con anulación del presupuesto que la originó no determina
ese efecto para otros deudores ni la revocación (art. 174.5).
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Andorra. Gibraltar. Libertad de establecimiento y de
circulación de capitales en la UE. Críticas y amenazas a los cambios de
domicilio social. Normas de imparcialidad fiscal.
Cuaresma. Cuarta semana. Domingo “Laetare”. Las
casullas rosas. A mitad del tiempo de austeridad y mortificación, la liturgia
regala este domingo (“Laetare Ierusalem, et conventum facite, omnes qui
diligitis eam…”) “Festejad a Jerusalén, gozad de ella todos los que la amáis,
alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis luto…” (Is 66,10): Gozad
con la Iglesia, alegraos con su alegría. Es nuestra “Santa Madre” que nos acoge
y que se forma con todos nosotros y con todos los santos. Es la Madre Iglesia
que se alegra (“Gaudet Mater Ecclesia”, discurso de Juan XXIII en la inauguración
del Concilio Vaticano II, eñ día 11 de octubre de 1962): “La Iglesia católica estima, por lo tanto,
como un deber suyo el trabajar con toda actividad para que se realice el gran
misterio de aquella unidad que con ardiente plegaria invocó Jesús al Padre
celestial, estando inminente su sacrificio. Goza ella de suave paz, pues tiene
conciencia de su unión íntima con dicha plegaria; y se alegra luego grandemente
cuando ve que tal invocación aumenta su eficacia con saludables frutos, hasta
entre quienes se hallan fuera de su seno. Y aún más; si se considera esta misma
unidad, impetrada por Cristo para su Iglesia, parece como refulgir con un
triple rayo de luz benéfica y celestial: la unidad de los católicos entre sí,
que ha de conservarse ejemplarmente firmísima; la unidad de oraciones y
ardientes deseos, con que los cristianos separados de esta Sede Apostólica
aspiran a estar unidos con nosotros; y, finalmente, la unidad en la estima y
respeto hacia la Iglesia católica por parte de quienes siguen religiones
todavía no cristianas…; aquellas palabras de San Cipriano: "La Iglesia,
envuelta en luz divina, extiende sus rayos sobre el mundo entero y, con todo,
constituye una sola luz que se difunde por doquier sin que su unidad sufra
división. Extiende sus ramas por toda la tierra, para fecundarla, a la vez que
multiplica, con mayor largueza, sus arroyos; pero siempre es única la cabeza,
único el origen, ella es madre única copiosamente fecunda: de ella hemos nacido
todos, nos hemos nutrido de su leche, vivimos de su espíritu”
Cuaresma camino hacia la
Pascua de Resurrección. Camino hacia el cielo. Con Jesús a nuestro lado.
Escuchamos sus palabras, meditamos sus preguntas: “Entonces, tomando la palabra
Pedro le dijo: Explícanos esa parábola. Y él contesto: ¿También estáis vosotros
sin inteligencia? ¿No comprendéis que todo lo que entra en la boca pasa al
vientre y es arrojado al estercolero? Pero lo que sale de la boca, viene del
corazón, y eso es lo que contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos
pensamientos” (Mt 15,15-19; Mc 7,17-21). Bien sabe Jesús lo que pensamos.
“Entonces algunos escribas dijeron para sus adentros: “Éste blasfema.
Conociendo Jesús sus pensamientos dijo: - ¿Por qué pensáis mal en vuestros
corazones? (Mt 9,3-4); “Jesús que conocía sus pensamientos, les replicó: Todo
reino dividido contra sí mismo queda desolado…” (Mt 12,25); “Conociendo Jesús
su malicia, respondió: ¿Por qué me tentáis hipócritas? (Mt 22,18); “Y
enseguida, conociendo Jesús en su espíritu qué pensaban para sus adentros de
este modo, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones?” (Mc
2,8); “Pero él conocía sus pensamientos y le dijo al hombre que tenía la mano
seca: “Levántate y ponte en medio” (Lc 6.8). “Señor, tu me sondeas y me
conoces… de lejos penetras mis pensamientos… No ha llegado la palabra a mi boca
y ya la conoces toda… Examíname Dios mío y conoce mi corazón… Guíame por el
camino eterno (salmo 138)
LA HOJA SEMANAL
(del 20 al 25 de marzo)
Lunes (20)
San José, patrono de la Iglesia universal (patrono del blog)
Palabras: “Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la … (Lc 2,49)
Reflexión: … en la casa de mi Padre? Tu padre y yo te buscábamos angustiados
Propósito, durante el día: Buscar a Jesús, encontrar a Jesús, tratar a Jesús, amar a Jesús
Martes (21)
San Nicolás de Flüe (4ª de Cuaresma)
Palabras: “Mira, has quedado sano; no peques más no sea que te ocurra … (Jn 5,14)
Reflexión: … algo peor”. Llevaba 38 años enfermo, junto a la piscina Betesda
Propósito, durante el día: Que ayude a los demás; que me deje ayudar
Miércoles (22)
San Pablo de Narbona, obispo (4ª de Cuaresma)
Palabras: “Os lo aseguro: Quien escucha mi palabra y cree al que me envió ... (Jn 5,24)
Reflexión: … posee la vida eterna y no se le llamará a juicio”
Propósito, durante el día: Señor, creo, pero aumenta mi fe
Jueves (23)
Santo Toribio de Mogroviejo, obispo (4ª de Cuaresma)
Palabras: “Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí… (Jn 5,37)
Reflexión: … Su palabra no habita entre vosotros porque el que envió no le creéis”
Propósito, durante el día: Creo en la Santísima Trinidad, un solo Dios
Viernes
(24)
San Severo de Catania, obispo (4ª de Cuaresma) (día de abstinencia)
Palabras: “Yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; … (Jn 7,28)
Reflexión: …a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco porque procedo de él”
Propósito, durante el día: Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo
Sábado
(25)
La Anunciación del Señor (nueve meses para Navidad)
Palabras: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá (Lc 1,35)
Reflexión: … por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios”
Propósito, durante el día: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 19, domingo (4º de Cuaresma,
“Laetare”, ciclo A) están llenas de alegría, en medio del rigor Cuaresmal:
“Vete por encargo mío a Jesé, el de belén, porque entre sus hijos me he elegido
un rey” (1 Sm 16), En otro tiempo eráis tinieblas, ahora sois luz en el Señor.
Caminad como hijos de la luz” (Ef 5); “¿Crees tú en el Hijo del hombre? Él
contestó ¿Y quién es Señor, para que crea en él? Jesús le dijo: Lo estás
viendo, el que te está hablando” (Jn 9). ¡Señor, que vea! ¡Señor, que sea!
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
-
“… el Evangelio de hoy nos ofrece a cada uno de nosotros el agua viva que puede
hacer que nos convirtamos en fuente de refrigerio para los demás. Y entonces,
como la samaritana, que dejó su ánfora en el pozo y fue a llamar a la gente del
pueblo (cf. v. 28), tampoco nosotros pensaremos solo en saciar nuestra sed,
nuestra sed material, intelectual o cultural, sino que, con la alegría de haber
encontrado al Señor, podremos saciar la sed de los demás: dar sentido a la vida
de los demás, no como amos sino como servidores de esta Palabra de Dios que ha
despertado nuestra sed, que continuamente nos la despierta; podremos entender
su sed y compartir el amor que Él nos dio a nosotros. Se me ocurre hacer esta
pregunta, a mí y a vosotros: ¿Somos capaces de entender la sed de los demás?
¿La sed de la gente, la sed de tantos en mi familia, en mi barrio? Hoy podemos
preguntarnos: ¿Tengo sed de Dios, me doy cuenta de que necesito su amor como el
agua para vivir? Y después, yo que estoy sediento, ¿me preocupo de la sed de
los demás, la sed espiritual, la sed material? Que la Virgen interceda por
nosotros y nos sostenga en el camino.” (Angelus, 12 de marzo de 2023)
-
“La cuestión de la igualdad en dignidad nos pide que reflexionemos sobre muchos
aspectos de nuestras relaciones, que son decisivas para la evangelización. Por
ejemplo, ¿somos conscientes del hecho de que con nuestras palabras podemos
dañar la dignidad de las personas, arruinando así las relaciones dentro de la
Iglesia? Mientras tratamos de dialogar con el mundo, ¿sabemos también dialogar
entre nosotros creyentes? ¿O en la parroquia uno va contra otro, uno habla mal
del otro para trepar más? ¿Sabemos escuchar para comprender las razones del
otro, o nos imponemos, quizá también con palabras suaves? Escuchar, humillarse,
estar al servicio de los otros: esto es servir, esto es ser cristiano, esto es
ser apóstol.
Queridos hermanos y
hermanas, no temamos plantearnos estas preguntas. Huyamos de la vanidad, de la
vanidad de los puestos. Estas palabras nos pueden ayudar a verificar la forma
en la que vivimos nuestra vocación bautismal, cómo vivimos nuestra forma de ser
apóstoles en una Iglesia apostólica, que está al servicio de los demás.”
(Audiencia general, 15 de marzo de 2023)
(19.03.23)
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