LO TRIBUTARIO (nº 873)
Seguridad jurídica: impuestos y Derecho
(3)
En una clase universitaria, el profesor explicaba la
doctrina de Pareto que considera que la acción fiscal de la Hacienda era
“alógica”, porque primero decide los gastos públicos y, después, debe obtener
los ingresos para financiarlo. Un alumno dijo que era lo mismo decir que era
“ilógica”. Y se produjo un animado debate con división de opiniones.
En los nuevos tributos creados por la Ley 38/2022 bajo
la denominación de “gravámenes” y la calificación de “prestaciones
patrimoniales”, precisamente en el año en el que la Hacienda Pública ha
obtenido unos ingresos extraordinarios que han superado en mucho todas las
previsiones y cuando, para combatir la elevada inflación, ha reducido la
tributación en los impuestos indirectos sobre la energía, se impone el nuevo gravamen
sobre los beneficios de determinadas empresas de los sectores petrolífero y
energético (excluidas las no sujetas y las exentas según la cifra de negocios) aunque
calculado sobre la cifra de negocios y no sobre los beneficios obtenidos (según
la CNMV y Morgan Stanley como señala la Exposición de Motivos) que pudieran
calificarse por la ley como “extraordinarios”, y tampoco determinados por la
contabilidad, sino por referencia a la cifra de negocios. Y lo mismo ocurre con
la mayor tributación en las entidades del sector financiero de crédito que se
calculan no sobre el beneficio que se pudiera considerar extraordinario por la
ley, sino sobre el importe de intereses y comisiones. Se debe recordar que, con
carácter general, los beneficios se someten al Impuesto sobre Sociedades, lo
que supone una doble tributación, y que la cifra de negocios -los ingresos-
dejó de ser índice de capacidad económica (cf. art. 31 CE) desde hace tantos
siglos como cuando se razonó que la Justicia fiscal se debía referir a la renta
neta. Crear un argumento para reconvertir la cifra de negocios -ingresos- en
beneficios -renta neta- y, además, extraordinarios (que es el objeto del
tributo) es contrario a los principios del Estado de Derecho. Pero hay más.
En la peculiar justificación de los nuevos gravámenes
se añade que en esos sectores es reducido el peso relativo de los gastos de
personal por lo que deben realizar una “especial aportación al pacto nacional
de rentas” a un “fondo virtual solidario para reforzar el pacto de rentas” (no
identificado ni en el tiempo ni en la regulación). Y, respecto del gravamen
sobre las empresas financieras de crédito, también se deja ver al punto
político discriminador cuando se recuerda que algunas empresas fueron
recientemente rescatadas movilizando recursos públicos. Como va ínsito en la
ideología “de la ley”, también se señala que esas empresas no tributan por el
IVA por ser operaciones exentas, lo que se califica (si no por ignorancia, por
mala fe) como “problema estructural del sistema tributario”, primero y, luego,
como “problema estructural del déficit de tributación” en el IVA. No se dice
que así se hace tributar por los ingresos en operaciones que el IVA
“armonizado” obliga a que estén exentas. Con sorna fiscal se advierte de que
los efectos “no parece que vayan a ser significativos en relación con las
grandes cifras del sector”, de que las entidades de crédito cuentan con un
Protocolo Estratégico para Reforzar el Compromiso Social y Sostenible de la
Banca y las entidades energéticas han firmado el Código de Buenas Prácticas
Tributarias de la AEAT. Así, contra algunas empresas se discrimina duplicando
un impuesto general, se excede de la capacidad económica y se defrauda el IVA
armonizado. ¿El anti-Derecho?
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Fiscalmente siempre es interesante analizar el momento
histórico respecto de los principios de legalidad, seguridad jurídica e
interdicción de la arbitrariedad (art. 9 CE).
Cristianismo es misericordia. Es el elogio y la
promesa de Dios: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia” Amar es darse por entero y sin condiciones, pero misericordia es
el amor mayor: amar lo miserable, poner el corazón en la miseria. Por eso el
amor empieza por uno mismo, las propias debilidades, y esa es una medida de
amor a los otros. El modelo es amar como Dios nos ama (Jn 15,34)
En el evangelio de san Lucas se recogen seguidas tres
parábolas de “la misericordia”: la de la oveja perdida, la de la dracma perdida
y la del padre amoroso del hijo pródigo. En las dos primeras el Señor pregunta
a los fariseos y escribas que murmuraban porque “éste recibe a los pecadores y
come con ellos”. Los cristianos que necesitan del amor misericordioso de Dios, llenan
de paz el alma meditando las preguntas del Señor: “¿Quién de vosotros que tenga
cien ovejas y pierda una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y
va en busca de la oveja perdida hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra,
la toma, lleno de gozo, sobre sus hombros, y, una vez que llega a casa, convoca
a sus amigos y vecinos y les dice: Alegraos conmigo, porque he encontrado mi
oveja perdida. Así os digo que habrá en el cielo más alegría por un pecador que
se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan penitencia. O
¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una, no enciende la lámpara y
barre la casa y la busca con gran diligencia hasta que la encuentra? Y, una vez
que la encuentra, convoca a sus amigas y vecinas y les dice: Alegraos conmigo,
porque he encontrado la dracma que había perdido. Así, os digo, se alegrarán
los ángeles de Dios por un pecador que se arrepienta” (Lc 15,3-10).
Una reflexión que se puede hacer al leer esas
parábolas podría ser que “amor es misericordia”, porque no se puede amar sin
atender, sin comprender, sin perdonar; y que “misericordia es amor” porque amar
es procurar atender a los otros, amigos, familiares, compañeros, cualquiera que
lo necesite, incluso en los pequeños, miserables, detalles. El amor
misericordioso, la misericordia en el amor, llama a pedir perdón, a perdonar, a
servir a los demás, a dar la vida: “Amad a vuestros enemigos y rezad por los
que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos”
(Mt 5,44-45); “Nadie tiene más amor más grande que el de dar la vida por sus
amigos” (Jn 15,13).
También se podría considerar estas parábolas como “de
la alegría”, porque se convoca a amigos y vecinos para que se alegren y porque
hay alegría del cielo, alegría de los ángeles. Para algunos esa consideración
lleva a recordar otro pasaje y la alegría de Jesús y los discípulos: “Volvieron
los setenta y dos llenos de alegría, diciendo: - Señor, hasta los demonios se
nos sometían en tu nombre. Él les dijo: - Veía yo a Satanás caer del cielo como
un rayo… Pero no os alegréis de que los espíritus se os sometan; alegraos más
bien de que vuestros nombres están escritos en el cielo” (Lc 10,17.18.20)
Y un mensaje para el cristiano. No debemos regatear
esfuerzos en el “darse al otro”: el pastor deja las ovejas en el desierto, sale
a buscar la perdida y al encontrarla la pone lleno de gozo en sus hombros; la
mujer que pierde la dracma, enciende la lámpara, barre la casa y la busca “con
gran diligencia”. “Vence el mal con el bien” (Rm 12,21).
LA HOJA SEMANAL
(del 30 y 31 de enero al 4 de febrero)
Lunes (30)
Santa Jacinta Maricotti, virgen (4ª TO)
Palabras: “Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor… (Mc 5,19)
Reflexión: … ha hecho contigo por su misericordia”. El endemoniado de Geresa
Propósito, durante el día: Gracias, Señor, por todos tus beneficios, incluso ignorados
Martes (31)
San Juan Bosco, presbítero y fundador (4ª TO)
Palabras: “Les insistió en que nadie se enterase; … (Mc 5,43)
Reflexión: … y le dijo que dieran de comer a la niña”. Jesús resucita a la hija de Jairo
Propósito, durante el día: Señor, en la hora de mi muerte, llámame
Miércoles (1)
San Cecilio de Granada, obispo y mártir (4ª TO)
Palabras: “Y se extrañó de su falta de fe …” (Mc 6,6)
Reflexión: … Y recorría los pueblos de alrededor enseñando. Sin milagros en Nazaret
Propósito, durante el día: Señor, aumenta nuestra fe
Jueves (2)
La Presentación del Señor (Nª Sª de Candelaria, de la Calle)
Palabras: “El niño iba creciendo y robusteciéndose y se llenaba de sabiduría” (Lc 2,40)
Reflexión: Cumplido lo prescrito en la ley, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret
Propósito, durante el día: Jesús, María y José que esté siempre con los tres
Viernes (3)
San Blas, obispo y mártir (4ª TO) (abstinencia de carne y caldo de carne)
Palabras: “Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de … (Mc 6,25)
Reflexión: … Juan, el Bautista. El rey… no quiso desairarla” (a la hija de Herodías)
Propósito, durante el día: Toma, Señor, mi libertad, toda mi voluntad, todo mi ser
Sábado (4)
Santa Juana de Valois, fundadora (4ª TO)
Palabras: “Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, … (Mc 6,34)
Reflexión: … y se puso a enseñarles con calma”
Propósito, durante el día: Madre, mientras mi vida alentare, todo mi amor para ti
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 29 de enero (4º TO, ciclo A, año
impar; san Valero de Zaragoza) nos llaman a la humildad: “Buscad al Señor, los
humildes, que cumplís sus mandamientos, buscad la justicia, buscad la
moderación…” (So 2); “Lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a
los sabios; lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder” (1
Co 1); Dichosos los pobres en el espíritu porque de ellos es el reino de los
cielos” (Mt 5). Humildad es la verdad.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Permanecer
con Jesús, por lo tanto, requiere la valentía de dejar, de ponerse en camino.
¿Qué debemos dejar? Nuestros vicios, nuestros pecados, por supuesto, que son
como anclas que nos sujetan a la orilla y nos impiden remar mar adentro. Para
empezar a dejar es justo que empecemos pidiendo perdón, perdón por las cosas
que no fueron buenas: dejo esas cosas y sigo adelante. Pero hay que dejar
también lo que nos impide vivir plenamente, por ejemplo, los miedos, los
cálculos egoístas, las garantías seguridad viviendo una vida mediocre. Y
también hay que renunciar al tiempo que se pierde en tantas cosas inútiles. Qué
hermoso es dejar todo esto para vivir, por ejemplo, el arduo pero gratificante
riesgo del servicio, o dedicar tiempo a la oración para crecer en la amistad
con el Señor. Pienso también en una familia joven, que deja una vida tranquila
para abrirse a la impredecible y hermosa aventura de la maternidad y de la
paternidad. Es un sacrificio, pero basta una mirada a los hijos para comprender
que era justo dejar ciertos ritmos y comodidades, para vivir esta alegría.
Pienso en ciertas profesiones, por ejemplo, en un médico o en un profesional
sanitario que han renunciado a mucho tiempo libre para estudiar y prepararse, y
ahora hacen el bien dedicando muchas horas del día y de la noche, muchas
energías físicas y mentales a los enfermos. Pienso en los trabajadores que dejan
sus comodidades, que dejan el "dolce far niente", el placer de no
hacer nada, para llevar el pan a casa. En fin, para realizar la vida hay que
aceptar el reto de dejar. A ello nos invita Jesús a cada uno de nosotros.”
(Angelus, 22 de enero de 2023)
- “Hermanos,
hermanas, no lo olvidéis: Dios lo olvida todo. ¿Por qué? Sí, olvida todos
nuestros pecados, de ellos no tiene memoria. Dios perdona todo porque olvida
nuestros pecados. Solamente hay que acercarse al Señor y Él nos perdona todo.
Pensad en algo del Evangelio, de ese que ha empezado a hablar: “¡Señor, he
pecado!”. Ese hijo… Y el padre le pone la mano en la boca. “No, está bien,
nada…”. No le deja terminar...Y esto es hermoso. Jesús nos espera para
perdonarnos, para resanarnos. ¿Y cuánto? ¿Una vez? ¿Dos veces? No. Siempre.
“Pero padre, yo hago las mismas cosas siempre…”. Y también él hará las mismas
cosas siempre: perdonarte, abrazarte. Por favor, no desconfiemos de esto. Así
se ama al Señor. Quien lleva pesos y necesita una caricia sobre el pasado, necesita
perdón, que sepa que Jesús lo hace. Y es esto lo que da Jesús: liberar el alma
de toda deuda.” (Audiencia general, 25 de enero de 2023)
(29.01.23)
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