LO TRIBUTARIO (nº
821)
La seguridad jurídica: nulidad y anulación
“Desdichado el que desprecia la sabiduría y la
enseñanza, vana es su esperanza, estériles sus fatigas e inútiles sus obras”
(Sb 3,11). Aunque es muy clara la diferencia, es frecuente la confusión en las
palabras, quizá porque decir: “se ha anulado un acto” puede querer decir: “el
acto ha sido declarado nulo de pleno derecho” o “el acto ha sido anulado”. La
“nulidad de pleno” derecho excluye el acto del Derecho como si, como tal acto,
nunca hubiera existido, aunque se declare nulo, mucho después; en cambio, un
acto anulable sólo desde que se anula pierde validez y efectos. La nulidad de
pleno derecho es tan grave que sólo puede ser declarada por motivos limitados y
según procedimientos específicos. La anulación se produce por cualquier
infracción del ordenamiento jurídico, incluida la desviación de poder (cf. art.
48 Ley 39/2015, LPAC), es decir: “el empleo de una potestad para un fin
distinto del que la justifica”. La anulación de un acto no lo hace es
subsanable, pero es posible que la resolución que así lo declare: ordene la
retroacción al momento anterior cuando se produjo el vicio que determinó la
anulación, para que se subsane la deficiencia o irregularidad; o anule el acto
y ordene que se produzca otro en su sustitución con el contenido que se señale;
o simplemente lo anule, lo que permite a la Administración a dictar otro
mientras no prescriba el derecho, una y otra vez, salvo que se incurra en el
mismo vicio, en cuyo caso, la santidad de la cosa juzgada, impide la tercera
reiteración. La nulidad de pleno derecho, cuando se declara, no interrumpe la
prescripción por los procedimientos que se hayan debido seguir para su
declaración.
La inconstitucionalidad declarada, que parece que
debería ser tan grave como la nulidad de pleno derecho, no siempre produce los
efectos propios de ésta. A veces, se indican motivos de estabilidad normativa o
de seguridad jurídica, para dejar intocados preceptos declarados
inconstitucionales, como ocurrió en los albores del régimen actual (1989),
cuando se declaró inconstitucional la tributación conjunta obligatoria de las
unidades familiares por el IRPF. Con el tiempo, la inconstitucionalidad de las
normas ha llegado a niveles impensables de relatividad en su falta de efectos
jurídicos y en la ausencia de asunción de responsabilidades, aunque se hubieran
lesionado derechos fundamentales.
La nulidad de pleno derecho de los actos, en el ámbito
tributario, tiene motivos tasados (217.1 LGT: lesión de derechos susceptibles
de amparo constitucional; órgano manifiestamente incompetente por la materia o
el territorio; contenido imposible; constitutivos o consecuencia de infracción
penal; dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento;
contrarios a derechos por los que se adquieran, facultades o derechos
careciendo de los requisitos esenciales; otro motivo legal) y un procedimiento
de revisión especial (art. 217 LGT). Para la anulación de los actos caben
recursos de revisión (arts. 218 a 221 LGT), recurso de reposición (art. 222 y
sigs.) o reclamaciones y recursos en la vía económico administrativa (arts. 234
a 248 LGT), primero, y, luego, en la vía contencioso-administrativa (art. 249
LGT; Ley 29/1998).
Por justicia y seguridad jurídica (art. 9 CE), la
nulidad o la anulación de los actos de la Administración deberían determinar
(art. 106 CE) consecuencias al menos idénticas, si no más graves, que para los
administrados cuando éstos incumplen las normas con posibilidades limitadas y
costosas de revisión (recargos, intereses) y con sanción.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
En los viajes de autoridades y empleados públicos, en
lo no justificado, con gasto público, es obligado considerar la gratuidad como
retribución a efectos tributarios.
El cristiano vive de continuo en la presencia de Dios:
“Señor, mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me
oyes, te adoro…”. En varias ocasiones durante el día hace la señal de la cruz
invocando a la Santísima Trinidad: “En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo” o dice el “Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo”;
reza con frecuencia el “Padre nuestro”; tiene a Jesús en todo momento en el
pensamiento o en los labios, con oraciones, como el “Señor mío Jesucristo” al
“Alma de Cristo, santifícame”; con jaculatorias, como “Jesús, hijo de Dios, ten
misericordia de mí que soy un pecador” o la sencilla y preciosa: “Iesu, Iesu,
esto mihi semper Iesus” (Jesús, Jesús, sé para mí siempre Jesús). También al
Espíritu Santo, el “gran desconocido”, nuestro consejero, nuestro defensor,
deberíamos encomendarnos en toda ocasión: “Ven Espíritu Creador, visita las
almas de tus fieles…”. Y, entrando en el cielo con el alma, todos los
cristianos viven sus días y sus noches en el amor de María que es Madre de Dios
y Madre nuestra y amparados en san José, nuestro padre y señor.
La meditación de las preguntas del Señor en los
Evangelios ofrece ocasiones de repasar esa vivencia insuperable de estar oyendo
a Jesús, rodeado de quienes lo escucharon entonces y sintiéndose unidos todos
los que hacemos comunión con los santos. “Y añadió: ¿No entendéis esta
parábola? Entonces ¿cómo vais a entender todas las otras parábolas? El
sembrador siembra la palabra. Los que están a lo largo del camino son aquellos
donde se siembra la palabra y apenas han oído; viene enseguida Satanás y quita
la palabra sentada en ellos…” (Mc 4,13-15; cf. Mt 13,18-23; Lc 8,11-15). Y, el
cristiano termina la reflexión deseando que se cumpla en él el final de la
explicación de Jesús: Lo que cayó en buena tierra son los que, después de haber
oído la palabra, la conservan en su corazón noble y bueno y producen fruto con
constancia” (Lc 8,15). Y resuena en el corazón: “Os he elegido y os he
destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca” (Jn 15,16). Esa
es la misión en comendada, el sentido de nuestra vida.
Y recuerdos. Del campo a sembrar: “Vosotros sois el
campo de Dios (1 Co 3,9). Del crecimiento de la semilla y del fruto: “El Reino
de Dios viene a ser como un hombre que echa la semilla sobre la tierra y,
duerma o vele noche y día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo.
Porque la tierra produce fruto ella sola: primero hierba, después espiga y por
fin trigo maduro en la espiga. Y en cuanto está s punto el fruto, enseguida
mete la hoz, porque ha llegado la siega” (Mc 4,26-29). Y del cuidado del Señor
por todo, por cada uno y por todos: “Fijaos los lirios del campo, como crecen,
no se fatigan ni hilan y yo os digo que ni Salomón en toda su gloria pudo
vestirse como uno de ellos” (Mt 6, 28-29). Y de la cosecha abundante del rico
insensato: “Las ciertas de cierto hombre rico dieron mucho fruto. Y se puso a
pensar para sus adentros: ¿qué puedo hacer ya que no tengo dónde guardar mi
cosecha? Y se dijo: Esto haré: voy a destruir mis graneros y construiré otros
mayores, y allí guardaré todo mi trigo y mis bienes. Entonces le diré a mi
alma: Alma ya tiene muchos bienes almacenados para muchos años. Descansa, come,
bebe, pásalo bien. Pero Dios le dijo: Insensato, esta misma noche te van a
reclamar el alma; lo que has preparado ¿para quién será? Así ocurre con quien
atesora para sí y no es rico ante Dios” (Lc 12, 16-21). “Doce nos, Domine; duce
nos”.
LA HOJA SEMANAL
(del 11 al 16 de julio)
Lunes (11)
San Benito, abad, patrono de Europa (15ª TO)
Palabras: “El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre… (Mt 19,29)
Reflexión: … recibirá cien veces más y heredará la vida eterna”
Propósito, durante el día: Señor, todo lo que tengo me lo has dado, dispón de mí
Martes (12)
Santos Proclo e Hilarión, mártires (15ª TO)
Palabras: “Se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho… (Mt 11,20)
Reflexión: … casi todos sus milagros, porque no se habían convertido”
Propósito, durante el día: Gracias, Señor, por todos tus beneficios, incluso los ignorados
Miércoles (13)
San Enrique, emperador (15ª TO)
Palabras: “Nadie conoce al Padre, sino el Hijo, … (Mt 11,27)
Reflexión: … y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”
Propósito, durante el día: Señor, ¡que vea! ¡que sea!
Jueves (14)
San Camilo de Lelis, presbítero (15ª TO)
Palabras: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados… (Mt 11,28)
Reflexión: … y yo os aliviaré… Mi yugo es llevadero y mi carga ligera”
Propósito, durante el día: Señor, dame lo que quieras y ayúdame en lo que te necesite
Viernes (15)
San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia (15ª TO) (día de abstinencia)
Palabras: “Si comprendierais lo que significa: misericordia quiero y… (Mt 12,7)
Reflexión: … no sacrificio, no condenaríais a los que no tienen culpa”
Propósito, durante el día: Señor: que me niegue, que abrace la cruz, que te siga
Sábado (16)
Nuestra Señora del Carmen
Palabras: “Él los curó a todos mandándoles que no lo descubrieran” (Mt 12,15)
Reflexión: Dulce Madre, no te alejes, tos ojos de mí no apartes, ven conmigo siempre
Propósito, durante el día: Mientras mi vida alentare, Madre mía, todo mi amor para ti
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 10, domingo (15º TO, ciclo C) nos
llaman al amor de Dios y por Dios: “Conviértete al Señor, tu Dios, con todo el
corazón y con toda el alma” (Dt 30); “Cristo Jesús es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda criatura, porque por medio de él fueron creadas todas las
cosas” (Col 1); “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu
alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser y al prójimo como a ti mismo”
(Lc 10). El mandamiento que está en la intención y en las obras.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
-
“Una vez, un misionero contó que se había ido a África junto con un hermano de
comunidad. Sin embargo, al cabo de un tiempo se separó de él, quedándose en una
aldea donde llevó a cabo con éxito una serie de actividades de construcción
para el bien de la comunidad. Todo funcionaba bien. Pero un día tuvo un
sobresalto: se dio cuenta de que su vida era la de un buen empresario, ¡siempre
entre obras y papeleo! Pero… y el “pero” se quedó allí. Entonces, dejó la
gestión en manos de otros, a los laicos, y volvió con su hermano. Así comprendió
por qué el Señor había enviado a los discípulos "de dos en dos": la
misión evangelizadora no se basa en el activismo personal, es decir, en el
"hacer", sino sobre el testimonio de amor fraterno, incluso a través
de las dificultades que conlleva convivir con otro.
Así que podemos
preguntarnos: ¿cómo llevamos la buena noticia del Evangelio a los demás? ¿Lo
hacemos con espíritu y estilo fraterno, o a la manera del mundo, con
protagonismo, competitividad y centralidad en la eficacia? Preguntémonos si
tenemos la capacidad de colaborar, si sabemos tomar decisiones juntos,
respetando sinceramente a los que nos rodean y teniendo en cuenta su punto de
vista, si lo hacemos en comunidad, no solos. En efecto, es sobre todo así como
la vida del discípulo deja traslucir la del Maestro, anunciándolo
verdaderamente a los demás. Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, nos
enseñe a preparar el camino del Señor con el testimonio de la fraternidad.”
(Angelus, día 3 de julio de 2022)
(10.07.22)
Noticia fiscal. La Ley 14/2022, de 8 de julio (BOE del 9), en su DF 1ª, modifica extensamente el Impuesto sobre Gases Fluorados de efecto invernadero
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