LO TRIBUTARIO (nº 801)

La otra Ley 11/21: la imputación temporal de rentas

La renta, como la vida, es un fluir sin solución de continuidad; no cabe la foto fija sin atender al momento anterior y al posterior que condicionan el presente y el futuro. Pero la exigencia de impuestos obliga a señalar un tiempo para determinar la capacidad económica de cada contribuyente que es el fundamento de la exigencia constitucional: “todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo” (art. 31 CE). En la imposición “indirecta” que presume la capacidad económica a la vista de la renta gastada (IVA, ITPyAJD, I. Especiales) la influencia del tiempo sólo tiene cierta complicación para elegir el criterio de devengo del impuesto en las operaciones con pagos anticipados, con precio aplazado, en los suministros o en los negocios de tracto sucesivo. Pero en los impuestos sobre la renta ganada, salvo cuando se lleva contabilidad y se aplican las normas de determinación del resultado contable (IS), las leyes deben señalar un tiempo determinado (período impositivo) para calcular la renta obtenida en el mismo (IRPF, IRNR) y fijar un criterio de imputación temporal (por lo general, el de exigibilidad de ingresos y gastos), permitiendo la opción por otro que se ha de comunicar.

La Ley 11/21 entra en ese complicado ámbito con justificaciones diferentes según los casos. Modifica el artículo 14.2.h) LIRPF que regula la imputación de renta período a período, como rendimiento de capital mobiliario (art. 25.3 LRPF) por diferencia de valores liquidativos de los activos afectos a la póliza de seguro de vida al final y al comienzo del período impositivo cuando es el tomador el que asume el riesgo de la inversión, actualizando las referencias normativas aplicables para que no se aplique esa regla especial de imputación (art. 89 RD 1060/2015, en vez de RD 2486/1998). Lo esencial permanece: la regla especial se justificaba porque la voluntad del tomador en las inversiones desvirtuaba el contrato y la exclusión se condiciona a relativizar esa incidencia. En el recuerdo, los seguros de prima única, hace más de treinta años.

También se modifica el artículo 23.2 LIRPF, que regula la reducción del rendimiento neto positivo obtenido por el arrendamiento de viviendas, y lo que la Ley 11/21 califica de “aclaración de la redacción”, encubre una regulación distinta. Se sustituye la expresión “rendimientos declarados por el contribuyente” por dos párrafos: “que hayan sido calculados por el contribuyente en una autoliquidación presentada antes de que se haya iniciado un procedimiento de verificación de datos, de comprobación limitada o se inspección que incluya en su objeto la comprobación de tales rendimientos” y “en ningún caso resultará de aplicación…” a ingresos no incluidos o a gastos indebidamente deducidos en la autoliquidación del contribuyente que se regularicen en alguno de esos procedimientos, incluso aunque hayan sido declaradas o aceptadas por el contribuyente en el procedimiento”. Se trataba de evitar que el texto legal amparara como “rendimientos declarados” los “declarados en un procedimiento”. Menuda aclaración.

Se modifica el artículo 94 LIRPF, que regula el régimen de diferimiento de rentas para instituciones de inversión colectiva. Se añade (ap. 1.a) últ. párr.) otra causa de exclusión del régimen para participaciones de instituciones que tengan la consideración de fondos o sociedades cotizados (art. 79 RD 1082/2012), lo que es un tercer requisito exigido en el apartado 2.a) 3º (y DTª 36 LIRPF) para instituciones con funciones análogas

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Debate inútil sobre cómo reducir la tributación de los que ganan menores rentas: modificando la tarifa del IRPF en los tramos más bajos o aumentando los mínimos exentos o con subsidios nominativos; sólo falta reinventar el impuesto negativo.

Pascua de Resurrección. Si la Cuaresma fueron cuarenta días, la Pascua son cincuenta que llegan hasta Pentecostés, como dice la etimología de la palabra, y que hacen que todos los domingos no sean “después de Pascua”, sino “de Pascua” como una prolongación del único domingo de celebración de la Resurrección del Señor. Tiempo de repetir el “aleluya”, que es palabra compuesta de la que significa alabanza (allelu)  y de la que inicia el nombre de Dios (Yah; Jehová). Y, sustituyendo en este tiempo al “Ángelus” por el “Regina coeli”, así lo cantamos los cristianos a nuestra Madre: “Reina del cielo, alégrate, aleluya, porque el que mereciste llevar en tu seno, aleluya, ha resucitado según predijo, aleluya. Ruega por nosotros a Dios, aleluya. Gózate y alégrate Virgen María, porque ha resucitado verdaderamente el Señor, aleluya”. En griego: Christos anesti! Alithos anesti! Cristo ha resucitado. Verdaderamente ha resucitado.

Tiempo de alegría porque con la Resurrección de Jesucristo hemos sido redimidos, se ha abierto la puerta para la salvación, para poder llegar junto a Dios y quedarnos con Él para siempre. “El Señor es compasivo y misericordioso. Lento a la ira y rico en misericordia. No dura siempre su querella, ni guarda rencor perpetuamente. No nos trata según nuestros pecados, ni nos paga según nuestras culpas… Él conoce de qué estamos hechos, recuerda que somos polvo. ¡El hombre! Como el heno son sus días: florece como flor silvestre; sobre él pasa el viento y no subsiste, ni se reconoce más su sitio. Pero la misericordia del Señor dura para siempre…” (salmo 103, 8-10, 14-17)

Tiempo pascual, tiempo de meditar las preguntas que hace Jesús en los textos evangélicos. “¿Por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis lo que digo?” (Lc 6,46) es una pregunta que tiene respuesta en otro texto: “No todo el que dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor ¿no profetizamos en tu nombre, yen tu nombre arrojamos a los demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces yo les responderé: Jamás os he conocido; alejaos de mí los que hicisteis el mal” (Mt 7,21). Ante esas palabras del alma se escapa el ofrecimiento ignaciano: “Toma Señor, mi libertad, mi memoria, mi entendimiento; toda mi voluntad; todo mi haber y poseer. Tú me lo diste, a Ti, Señor, lo torno. Todo es tuyo, dispón de mi según tu voluntad. Dame tu amor y tu gracia que esto me basta” Y acabar: “Nec aliud quidquam ultra posco”. Y llamamos Señor al Resucitado: “Se han llevado al Señor del sepulcro y no sabemos dónde lo han puesto” (Jn 20,2); “Señor mío y Dios mío” (Jn 20,28)”; “¡Es el Señor!” (Jn 21,7); “Señor, Tú que lo sabes todo, Tú sabes que te amo” (Jn 21,17)

Mes de mayo. Mes de María. Mes de romerías a santuarios de la Virgen. De llevar flores a María que Madre nuestra es. Venid y vamos todos con flores a María. Mes de mayo que empieza con la fiesta de san José, el artesano de Nazaret, que también trabajó en Egipto; cabeza de la Sagrada Familia: “¡Oh, feliz varón, bienaventurado José, a quien fue concedido no sólo ver y oír a Dios… sino también abrazarlo, besarlo, vestirlo y custodiarlo!”. Tiempo de invocar con frecuencia: “Madre mía inmaculada, san José, mi padre y señor, ángel de la guarda, interceded por mí”.     

LA HOJA SEMANAL
(del 2 al 7 de mayo) (año de la Familia) (mes de María)

Lunes (2)

San Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia (3ª de Pascua) (María Reparadora)
Palabras: “La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado” (Jn 6,29)
Reflexión: La gente se embarcó y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús
Propósito, durante el día: Señor, que te busque, que te encuentre, que me quede contigo

Martes (3)

Santos Felipe y Santiago, apóstoles (La Cruz de Mayo)
Palabras: “Felipe le dice: - Señor muéstranos al Padre y nos basta” (Jn 14,8)
Reflexión: “Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí”
Propósito, durante el día: Señor, aumenta nuestra fe

Miércoles (4)

San José María Rubio S.I. presbítero (3ª de Pascua)
Palabras: “Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda… (Jn 6,39)
Reflexión: … nada de lo que me dio, sino que lo resucite el último día”
Propósito, durante el día: Señor, en la hora de mi muerte llámame y mándame ir a Ti

Jueves (5)

San Máximo de Jerusalén, obispo (3ª de Pascua)
Palabras: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; … (Jn 6,50)
Reflexión: … el que coma de este pan vivirá para siempre”
Propósito, durante el día: Yo quisiera recibiros con la pureza y humildad de tu Madre

Viernes (6)

San Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced (3ª de Pascua; abstinencia)
Palabras: “El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él” (Jn 6,56)
Reflexión: El que come este pan vivirá para siempre
Propósito, durante el día: Señor, no soy digno, pero di una palabra y sanará mi alma

Sábado (7)

Santa Domitila, mártir (3ª de Pascua; Nª Sª de Argame; Nª Sª de los Desamparados)
Palabras: “¿También vosotros queréis marcharos?” (Jn 6,68)
Reflexión: ¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna
Propósito, durante el día: Madre, llévanos a Jesús, mantennos a su lado contigo

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 1, domingo (de Pascua, 3ª semana, ciclo C; san José Obrero) nos mantienen en la alegría de la gloria de Jesucristo Hijo de Dios, Resucitado: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5); “Al que se sienta en el trono y al Cordero, la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos” (Ap 5); Aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: - Es el Señor. Al oír que era el Señor, Simón Pedro que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua” (Jn 21)

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Porque en Tomás está la historia de todo creyente, de cada uno de nosotros. Hay momentos difíciles, en los que parece que la vida desmiente a la fe, en los que estamos en crisis y necesitamos tocar y ver. Pero, como Tomás, es precisamente en esos momentos cuando redescubrimos el corazón del Señor, su misericordia. Jesús, en estas situaciones, no viene hacia nosotros de modo triunfante y con pruebas abrumadoras, no hace milagros rimbombantes, sino que ofrece cálidos signos de misericordia. Nos consuela con el mismo estilo del Evangelio de hoy: ofreciéndonos sus llagas. No olvidemos esto, ante el pecado, el más escandaloso pecado nuestro o de los demás, está siempre la presencia del Señor que ofrece sus llagas. No olvidemos eso. Y en nuestro ministerio de confesores, debemos hacer ver a la gente que ante sus pecados están las llagas del Señor, que son más poderosas que el pecado.” (Homilía, misa de la Divina Misericordia, 24 de abril de 2022)

- “Hermanos y hermanas, especialmente cuando experimentamos cansancios o momentos de crisis, Jesús, el Resucitado, desea volver para estar con nosotros. Sólo espera que lo busquemos, que lo invoquemos, incluso que protestemos, como Tomás, llevándole nuestras necesidades y nuestra incredulidad. Él siempre vuelve. ¿Por qué? Porque es paciente y misericordioso. Viene a abrir los cenáculos de nuestros miedos, nuestras incredulidades, porque siempre quiere darnos otra oportunidad. Jesús es el Señor de las “otras oportunidades”: siempre nos da otra, siempre. Pensemos entonces en la última vez - hagamos un poco de memoria - cuando, durante un momento difícil o un período de crisis, nos hemos encerrado en nosotros mismos, atrincherándonos en nuestros problemas y dejando a Jesús fuera de casa. Y prometámonos, la próxima vez, en nuestro cansancio, buscar a Jesús, volver a Él, a su perdón - ¡Él siempre perdona, siempre! -, regresar a esas llagas que nos han curado. De este modo, también seremos capaces de compasión, de acercarnos sin rigidez ni prejuicios a las llagas de los demás. Que la Virgen, Madre de la misericordia, - me gusta pensar en ella como la Madre de la misericordia el lunes después del Domingo de la Misericordia -, nos acompañe en el camino de la fe y del amor.” (Regina coeli, 24 de abril de 2022)

- “Si los jóvenes se abren a la gratitud por lo recibido y los ancianos toman la iniciativa de relanzar su futuro, ¡nada podrá detener el florecimiento de las bendiciones de Dios entre los pueblos! Por favor, que los jóvenes hablen con los abuelos, que los jóvenes hablen con los ancianos, que los ancianos hablen con los jóvenes. Este puente debemos restablecerlo fuerte, hay ahí una corriente de salvación, de felicidad. Que el Señor nos ayude, haciendo esto, a crecer en armonía en las familias, esa armonía constructiva que va de los ancianos a los más jóvenes, ese bonito puente que nosotros debemos custodiar y cuidar.” (Audiencia general, día 27 de abril de 2022) 

(1.05.22)

Noticia del blog. El día 24 de abril, domingo de la Divina Misericordia, se superaron las 95.000 entradas visitadas desde que en septiembre de 2013 apareció publicada la primera. Las más recientes visitas se producen desde servidores en España, sobre todo, Alemania, Portugal, Rusia y Suecia. Gracias a todos. Que Dios nos bendiga. 

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