LO TRIBUTARIO (nº 740)

Sensibilidad fiscal

En el recuerdo del buen amigo: “No puedo evitarlo, profeso el Derecho, mi vida es la Justicia”. Y se subraya en la resolución que la reducción de rendimientos por generación plurianual es “un beneficio” que se debe aplicar es restrictivamente, porque es ignorar que se trata de una exigencia técnica para realizar la Justicia. Y, así, en cada resolución.  

Es frecuente recordar la diferencia entre lo nulo de pleno derecho y lo anulable. La legislación se cuida de regular uno y otro concepto. Así, los artículos 47 y 48 de la Ley 39/2015, de Procedimiento Administrativo Común (LPAC). El acto nulo supone la invalidez y la ineficacia desde que se produce, como si no hubiera existido, a esos efectos; lo anulable pierde su validez y eficacia desde que se declara y en los términos en que se declara. El procedimiento de nulidad, precisamente por la radicalidad de sus efectos, tiene los motivos tasados tanto en el Derecho administrativo común (art. 106 PAC), como en el Derecho tributario (art. 217 LGT). En cambio, la anulación de un acto administrativo se puede pedir por cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder. Y, lógicamente, los tribunales administrativos y en la jurisdicción contencioso-administrativa, recuerdan y reiteran que los procedimientos de nulidad de pleno derecho son extraordinarios y no son una instancia más ni un mecanismo procedimental de subsanación de errores o de tabla de salvación fuera de cualquier plazo o límite temporal.

Es verdad que, del mismo modo que, hace unos años, menudearon los recursos extraordinarios de revisión (art. 244 LGT), sobre todo por “aparecer un documento esencial” (desde una sentencia posterior, que no vale “siempre” a un documento privado espontáneo o a petición del interesado, que no se aportó antes) para remediar cuando había difícil remedio, advertidos los tribunales y ante la inadmisión como regla, se descubrió la vía del procedimiento de nulidad (art. 217 LGT), que aún es más extraordinario, sobre todo por “haber prescindido plena y absolutamente del procedimiento correspondiente”. Los recuerdos de los antiguos animan: así, recordando antiguas doctrina que consideraba que si no había habido notificación válida y eficaz del inicio del procedimiento todo lo después actuado se debía considerar realizado “prescindiendo del procedimiento”.

El que hace profesión del Derecho tiene la piel muy fina y una sensibilidad a flor de piel. Y encuentra fundamento para una nulidad cuando ve que en un procedimiento sancionador se dice en la comunicación de inicio que hay culpabilidad porque se infringió una norma clara y que, sin más actuaciones se produce la resolución que sin contestar las alegaciones, reproduce literalmente el párrafo de la comunicación de inicio. Un procedimiento sancionador sin instrucción, un expediente sancionador preconcebido y desarrollado sin consideración de la conducta. Como encuentra nulidad de pleno Derecho cuando a un no residente (IRNR), al que se le ha pretendido hacer tributar como residente (IRPF), un año tras otro y sin que haya prosperado tal pretensión   como consecuencia de las reclamaciones presentadas, y que soporta las consecuencias de no haber atendido al requerimiento de iniciación de un nuevo procedimiento sin que hayan cambiado sus circunstancias de no residente ni la obstinada pretensión errónea de la Administración. Y hay nulidad cuando hay incoherencia porque eso es arbitrariedad.               

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Septiembre. Aunque mayo sea el mes de María, septiembre es el mes de las celebraciones marianas con fiestas en muchísimos pueblos de España y en la liturgia: el día 8 celebramos la Natividad de la Santísima Virgen María, el “cumpleaños” de nuestra Madre; el día 12 celebramos el Santo Nombre de María, el “santo” de nuestra Madre querida; y el día 15 acompañamos a nuestra Madre en los Dolores de la Pasión de Jesucristo, su hijo, el Hijo de Dios, hecho hombre, que murió en la Cruz para nuestra redención, abriendo así la puerta del cielo para nuestra salvación. Y, así, estar con Dios, “Para siempre. Para siempre”, como repetía santa Teresa de Jesús.

- “Canten hoy, pues nacéis vos, / los ángeles, gran Señora, / y ensáyense, desde ahora, / para cuando nazca Dios. / Canten hoy, pues a ver vienen / nacida su Reina bella, / que el fruto que esperan de ella / es por quien la gracia tienen. / Digan, Señora, de vos, que habéis de ser su Señora, / y ensáyense, desde ahora, / para cuando nazca Dios. /Pues de aquí a catorce años, / que en buena hora cumpláis, verán el bien que nos dais, / remedio de tantos daños. / Canten y digan, por vos, / que desde hoy tienen Señora / y ensáyense desde ahora, para cuando venga Dios. / Y nosotros, que esperamos / que llegue pronto Belén, / prepararemos también / el corazón y las manos. / Vete sembrando, Señora, / de paz nuestro corazón, / y ensayemos, desde ahora / para cuando nazca Dios. Amén” (Himno de Vísperas en la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María; Lope de Vega, 1562-1635).

- “Quien podrá tanto alabarte / según es tu merecer; / quién sabrá tan bien loarte / que no le falte saber; / pues que, para nos valer, / tanto vales, / da remedio a nuestro males. / ¡Oh Madre de Dios y hombre! / ¡Oh concierto de concordia! / Tú que tienes por renombre / Madre de misericordia; / pues, para quitar discordia, / tanto vales, / da remedio a nuestro males. / Tú que estabas ya criada / cuando el mundo se crio; / tú que estabas muy guardada / para quien de ti nació; / pues por ti nos conoció, / si nos vales, / fenecerán nuestros males. / Tú que eres flor de las flores, / tú que del cielo eres puerta, / tú que eres olor de olores, / tú que das gloria muy cierta; / si de la muerte muy muerta / no nos vales, / no hay remedio a nuestros males” (del Himno de Laudes del Común de Santa María Virgen; Juan del Enzina, 1468-1529).

- “¡Hay dolor, dolor, dolor, / por mi Hijo y mi Señor! / Yo soy aquella María / del linaje de David: / ¡Oíd, hermanos, oíd / la gran desventura mía! / A mí me dijo Gabriel / que el Señor era conmigo, / y me dejó sin abrigo / más amarga que la hiel. / Díjome que era bendita / entre todas las nacidas, / y soy de las doloridas / la más triste y afligida. / Decid hombres que corréis / por la vía mundanal, / decidme si visto habéis / igual dolor que mi mal. / Y vosotras que tenéis / padres, hijos y maridos, / ayudadme con gemidos, / si es que mejor no podéis. / Llore conmigo la gente, / alegres y atribulados, / por lavar cuyos pecados / mataron al Inocente. / ¡Mataron a mi Señor, / mi redentor verdadero! / ¡Cuitada! ¿cómo no muerto / con tan extremo dolor? / Señora, santa María, dejadme llorar contigo, / pues muere Dios y mi amigo, / y muerta está mi alegría. / Y, pues os dejan sin Hijo, / dejadme ser hijo vuestro. /¡Tendréis mucho más que amar, / aunque os amen mucho menos!” (Himno de Vísperas en la Memoria de la Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores; Gómez Manrique, 1412-1490).

Qué alegría sentimos todos, cada uno: nuestra Madre ¡La Madre de Dios es mi Madre!

LA HOJA SEMANAL
(del 13 al 18 de septiembre) (año de san José; año de la Familia)

Lunes (13)

San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia (24ª TO)
Palabras: “No soy quién para que entres bajo mi techo” (Lc 7,6)
Reflexión: Jesús comentó: Ni en Israel he encontrado tanta fe
Propósito, durante el día: Preparación de la Eucaristía. Actos de fe y amor

Martes (14)

Exaltación de la Santa Cruz
Palabras: “Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, … (Jn 3,17)
Reflexión: … sino para que el mundo se salve por él”
Propósito, durante el día: A la luz, por la Cruz

Miércoles (15)

Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores (de las Angustias, de la Soledad…)
Palabras: “Simeón los bendijo diciendo a María, su madre…” (Lc 2,34)
Reflexión: … Y a ti, una espada te traspasará el alma”
Propósito, durante el día: Madre, haz que me ampare la muerte de Cristo

Jueves (16)

Santos Cornelio, papa, y Cipriano, obispo, mártires (24ª TO)
Palabras: “Sus muchos pecados le son perdonados porque tiene mucho amor” (Lc 7,47)
Reflexión: Jesús dijo a la pecadora: “Tu fe te ha salvado, vete en paz”
Propósito, durante el día: No permitas que me aparte de Ti. Y en mi muerte, llámame

Viernes (17)

San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia (24ª TO) (día de penitencia)
Palabras: “Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado” (Lc 8,2-3)
Reflexión: La Magdalena, Juana, Susana y otras que le ayudaban con sus bienes
Propósito, durante el día: Señor, todo mi haber y poseer es tuyo, dispón de mí

Sábado (18)

San José de Cupertino, presbítero (24ª TO)
Palabras: “La tierra buena son los que escuchan la palabra … (Lc 8,15)
Reflexión: … con corazón noble y generoso y la guardan y dan fruto perseverando”
Propósito, durante el día: Todo a Jesús por María; todo a María para Jesús

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 12, domingo (24º TO, ciclo B; El Santo Nombre de María; Nª Sª de Estíbaliz, del Lluc) son una lección para la vida ordinaria de cada día: “Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará?” (Is 50); “¿De qué le sirve a uno, hermanos, decir que tiene fe, si no tiene obras?” (St 2); “El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga; el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí y por el Evangelio la salvará” (Mc 8). Ni más, ni menos.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Todos tenemos oídos, pero muchas veces no somos capaces de escuchar. ¿Por qué? Hermanos y hermanas, hay de hecho una sordera interior, que hoy podemos pedir a Jesús que toque y sane. Y esta sordera interior es peor que la física, porque es la sordera del corazón. Atrapados por las prisas, por mil cosas que decir y hacer, no encontramos tiempo para detenernos a escuchar a quien nos habla. Corremos el riesgo de volvernos impermeables a todo y de no dar cabida a quienes necesitan ser escuchados: pienso en los hijos, en los jóvenes, en los ancianos, en muchos que no necesitan tanto palabras y sermones, sino ser escuchados. Preguntémonos: ¿cómo va mi escucha? ¿Me dejo tocar por la vida de las personas, sé dedicar tiempo a los que están cerca de mí para escuchar? …

¿Nos acordamos de escuchar al Señor? Somos cristianos, pero quizás, entre las miles de palabras que escuchamos cada día, no encontramos unos segundos para dejar que resuenen en nosotros algunas palabras del Evangelio. Jesús es la Palabra: si no nos detenemos a escucharlo, pasa de largo. Si no nos detenemos a escuchar a Jesús, pasa de largo. Decía san Agustín: “Tengo miedo del Señor cuando pasa”. Y el miedo era dejarlo pasar sin escucharlo. Pero si dedicamos tiempo al Evangelio, encontraremos un secreto para nuestra salud espiritual. He aquí la medicina: cada día un poco de silencio y de escucha, algunas palabras inútiles de menos y algunas palabras más de Dios. Siempre con el Evangelio en el bolsillo, que ayuda mucho. Escuchemos hoy, como el día de nuestro bautismo, las palabras de Jesús: ¡“Effatá, ábrete”! Ábrete los oídos. Jesús, deseo abrirme a tu Palabra, Jesús abrirme a tu escucha; Jesús sana mi corazón de la cerrazón, Jesús sana mi corazón de la prisa, Jesús sana mi corazón de la impaciencia. Que la Virgen María, abierta a la escucha de la Palabra, que en ella se hizo carne, nos ayude cada día a escuchar a su Hijo en el Evangelio y a nuestros hermanos y hermanas con un corazón dócil, con corazón paciente y con corazón atento.” (Angelus, día 5 de septiembre de 2021)

- “Estas diferencias las hacemos nosotros, muchas veces, de forma inconsciente. No, somos iguales. Nuestra vocación es más bien la de hacer concreta y evidente la llamada a la unidad de todo el género humano (cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. Lumen gentium, 1). Cualquier cosa que agrave las diferencias entre las personas, causando a menudo discriminaciones, todo esto, delante de Dios, ya no tiene consistencia, gracias a la salvación realizada en Cristo. Lo que cuenta es la fe que obra siguiendo el camino de la unidad indicado por el Espíritu Santo. Y nuestra responsabilidad es caminar decididamente por este camino de igualdad, pero igualdad que es sostenida, que ha sido hecha por la redención de Jesús.” (Audiencia general, 8 de septiembre de 2021)          

(12.09.21)

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