LO TRIBUTARIO (nº 738)

El derecho a una buena Administración (y 28): la revisión tributaria (y 2)

El artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (7.12.2000), establece: “1. Toda persona tiene derecho a que las instituciones, órganos y organismos de la Unión traten sus asuntos imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable.”

Hay supuestos respecto de los que el Estado de Derecho exige su revisión. Indiscutibles son los casos de errores artitméticos, materiales o de hecho y los casos de ingresos indebidos cualquiera que sea su causa. La distinción entre, por una parte, los ingresos indebidos (que proceden por duplicidad o porque no existía esa obligación o porque se había extinguido o porque aún no había nacido) y, por otra parte, los ingresos excesivos (que resultan de la aplicación de las normas del impuesto y respecto de los que la propia normativa debe determinar su devolución), es interesante porque, a veces, puede ser dificultosa la diferencia entre error de hecho y error de derecho (como ocurre en la consideración de los supuestos de no sujeción) y, también, porque regular y mantener la normativa que determina números casos de ingresos excesivos (como en los pagos a cuenta del IRPF) debería determinar resarcimientos que obligaran a revisar dicha normativa y porque dificultar o negar contra Derecho una devolución procedente debería suponer la exigencia de responsabilidades personales. En todo caso, estimar o efectuar una devolución debe ser un acto propio inalterable para la Administración.

El recurso de reposición (art. 222 a 224 LGT) que se interpone contra el mismo órgano que dictó el acto recurrido y que es el que debe resolver, es un caso de revisión tan difícilmente justificable (sobre todo si se estima sin consecuencias para el que actuó contra Derecho) que lógicamente suele derivar en procedimientos de corrección de errores. Es un medio de revisión de los propios actos que, además de disuasorio para desalentar a los recurrentes, afecta a la seguridad jurídica del administrado al extenderse la revisión a todas las cuestiones derivadas del expediente se hayan planteado o no.

Esa misma extensión de la revisión se vuelve a regular en las reclamaciones económico-administrativas (arts. 237 y 239 LGT). Aún antes de tramitarse la reclamación se permite también (art. 235.3 LGT) que el órgano que dictó el acto lo anule total o parcialmente. Y no acaban ahí las autorrevisiones: no sólo se permite el recurso “ordinario” de alzada de los centros administrativos (del Ministerio o de la AEAT) contra resoluciones de los TEAR, sino que también el propio TEAC a iniciativa de su Vocal de Coordinación (art. 229 1. d) LGT) puede promover el recurso para unificación de criterio. Los recursos económico-administrativos (para unificación de criterio, para unificación de doctrina, extraordinario de revisión) son procedimientos de revisión, aunque ésta no trascienda en todo caso a los administrados afectados por el acto objeto de revisión. Sea como sea, es evidente que esas posibilidades de revisión que permiten a la Administración cambiar sus actos, sin consecuencias, lo que está proscrito para los administrados, se acomoda mal con los principios del Estado de Derecho.

El derecho de los administrados a una buena Administración también debe reforzar los derechos y garantías de los contribuyentes para los casos en lo que las resoluciones adolecen de incongruencia porque dejan cuestiones planteadas sin resolver o de falta de consideración al decidir por remisión “in toto” o incumpliendo el plazo de resolución.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

“… El Señor habló a Job desde la tormenta: ¿Quién es ese que enturbia mis designios sin saber siquiera de qué habla? Si eres hombre, cíñete los lomos; voy a interrogarte y tú me instruirás. ¿Dónde estabas cuando cimenté la tierra? Cuéntamelo, si tanto sabes. ¿Quién señaló sus dimensiones (¡seguro que lo sabes!) o le aplicó la cinta de medir? ¿Dónde encaja su basamento o quién asentó su piedra angular entre la aclamación unánime de los astros de la mañana y los vítores de los hijos de Dios? ¿Quién cerró el mar con una puerta, cuando escapaba impetuoso de su seno, cuando le puse nubes por mantillas y nubes tormentosas por pañales, cuando le establecí un límite poniendo puertas y cerrojos, y le dije: “Hasta aquí llegarás y no pasarás; aquí se romperá la arrogancia de tus olas”? ¿Has mandado en tu vida a la mañana o señalado su puesto a la aurora, para que agarre la tierra por los bordes y sacuda de ella a los malvados; para marcarla como arcilla bajo el sello y teñirla lo mismo que un vestido; para negar la luz a los malvados y quebrar el brazo sublevado? ¿Has entrado por las fuentes del Mar o paseado por la hondura del Océano? ¿Te han enseñado las puertas de la Muerte o has visto los portales de las Sombras? ¿Has examinado la anchura de la tierra? Cuéntamelo, si lo sabes todo. ¿Por dónde se va a la casa de la luz?, ¿dónde viven las tinieblas? ¿Podrías conducirlas a su tierra o enseñarles el camino de su casa? Lo sabrás, pues ya habías nacido y has cumplido tantísimos años. ¿Has entrado en los silos de la nieve y observado los graneros del granizo, que reservo para la hora del peligro, para el día de la guerra y del combate? ¿Por dónde se dispersa el relámpago, por dónde se difunde el viento del Este? ¿Quién ha abierto un canal al aguacero y una ruta al relámpago y al trueno, para que llueva en las tierras despobladas, en la estepa no habitada por el hombre; para que empape el desierto desolado y brote la hierba en el páramo? ¿Tiene padre la lluvia?, ¿quién engendra el rocío?, ¿de qué seno sale el hielo?, ¿quién da a luz la escarcha de los cielos, cuando el agua se endurece como piedra y se cierra la superficie del Abismo?...

… El Señor interpeló a Job: “¿Quiere el censor discutir con el Todopoderoso? El que critica a Dios, que responda”. Job respondió al Señor: Me siento pequeño, ¿qué replicaré?  Me taparé la boca con la mano. Hablé una vez, no insistiré; dos veces, nada añadiré». El Señor replicó a Job desde la tormenta: Si eres hombre, cíñete los lomos;  voy a interrogarte, y tú me instruirás: ¿Te atreves a violar mi derecho, | a condenarme por salir tú absuelto? ¿Tienes el poder de Dios?, ¿truena tu voz como la suya? ¡Pues vístete de gloria y majestad, cúbrete de fasto y esplendor, derrama la riada de tu cólera y abate al soberbio con tu mirada; humilla con tu mirada al arrogante y aplasta a los malvados donde estén; entiérralos juntos en el polvo, venda sus rostros en la tumba! Entonces yo también te alabaré: “Tu diestra te ha dado la victoria” …

Job respondió al Señor: Reconozco que lo puedes todo, que ningún proyecto te resulta imposible. Dijiste: “¿Quién es ese que enturbia mis designios sin saber siquiera de qué habla?”. Es cierto, hablé de cosas que ignoraba, de maravillas que superan mi comprensión. Dijiste: “Escucha y déjame hablar; voy a interrogarte y tú me instruirás”. Te conocía solo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos; por eso, me retracto y me arrepiento, echado en el polvo y la ceniza …” El Señor bendijo a Job al final de su vida más aún que al principio… Murió anciano tras una larga vida.” (Job 38, 1-30, 40, 1-14, 42.1-6. 12 y 17)

LA HOJA SEMANAL
(del 6 al 11 de septiembre) (año de san José; año de la Familia)

Lunes (6)

San Zacarías, profeta (23ª TO; Nª Sª de Guadalupe, en España)
Palabras: “Pero Él conocía sus pensamientos” (Lc 6,8)
Reflexión: Quedó restablecida la mano paralizada. Ellos discutían qué hacer con Él
Propósito, durante el día: Te ofrezco mis pensamientos, mis obras y mis trabajos

Martes (7)

Santa Regina, mártir (22ª TO)
Palabras: “Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando” (Lc 6,12)
Reflexión: Llamó a sus discípulos y escogió de entre ellos a doce
Propósito, durante el día: Señor, que sea fiel a tu amor y en el amor a todos

Miércoles (8)

La Natividad de María (22ª TO; Nª Sª de Covadonga, de los Llanos, del Coro…)
Palabras: “No temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura… (Mt 1,20)
Reflexión: … que hay en ella viene del espíritu Santo. Cumpleaños de María
Propósito, durante el día: Jesús, José y María os doy el corazón y el alma mía

Jueves (9)

San Pedro Claver, presbítero (23ª TO; santa María de la Cabeza, esposa)
Palabras: Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso (Lc 6,36)
Reflexión: Os darán una medida generosa, colmada, remedida rebosante
Propósito, durante el día: Señor, ordéname lo que quieras y ayúdame a cumplirlo

Viernes (10)

San Francisco Gárate, religioso (23ª TO) (día de penitencia)
Palabras: “¡Hipócrita! Sácate primero la viga que llevas en el tuyo … (Lc 6,42)
Reflexión: … y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano”
Propósito, durante el día: Ayúdame, Señor, a comprender, a excusar y a perdonar

Sábado (11)

Santos Proto y Jacinto, mártires (23ª TO; Nª Sª de Valvanera)
Palabras: “Cada árbol se conoce por sus frutos” (Lc 6,44)
Reflexión: De lo que rebosa el corazón habla la boca
Propósito, durante el día: Madre, guárdame y defiéndeme como cosa tuya

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 5, domingo (23º TO, ciclo B; santa Teresa de Calcuta, virgen) nos animan a acogernos en Dios: “Sed fuertes, no temáis ¡He aquí vuestro Dios! llega el desquite, la retribución de Dios, Viene en persona y os salvará” (Is 35); “¿Acaso no eligió Dios a los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que lo aman?” (St 2); “Decían: Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos” (Mc 7). Todo a Jesús por María; y a María para Jesús.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Pidámosle hoy al Señor que nos libre de echar la culpa a los demás -como los niños: “¡Yo no he sido! Ha sido el otro, ha sido el otro…”-. Pidamos en la oración la gracia de no perder el tiempo contaminando el mundo con quejas, porque esto no es cristiano. Jesús nos invita a mirar la vida y el mundo desde nuestro corazón. Si nos miramos dentro, encontraremos casi todo lo que detestamos fuera. Y si le pedimos sinceramente a Dios que purifique nuestro corazón, comenzaremos a hacer el mundo más limpio. Porque hay una forma infalible de vencer el mal: empezar a vencerlo dentro de uno mismo. Los primeros Padres de la Iglesia, los monjes, cuando se les preguntaba: “¿Cuál es el camino de la santidad? ¿Cómo debo empezar?”, decían que el primer paso era acusarse a uno mismo: acúsate a ti mismo. La acusación de nosotros mismos. ¿Cuántos de nosotros, durante el día, en un momento del día o en un momento de la semana, somos capaces de acusarnos por dentro? “Sí, este me hizo esto, ese otro..., aquel una salvajada...”. ¿Y yo? Yo hago lo mismo, o lo hago así... Es una sabiduría: aprender a acusarse. Intentad hacerlo, os hará bien. Para mí es bueno, cuando consigo hacerlo, me hace bien, nos hará bien a todos.

Que la Virgen María, que cambió la historia con la pureza de su corazón, nos ayude a purificar el nuestro, superando en primer lugar el vicio de culpabilizar a los demás y de quejarse de todo.” (Angelus, día 29 de agosto de 2021)

- “De este modo, san Pablo nos invita también a nosotros a reflexionar ¿cómo vivimos la fe? ¿Permanece el amor de Cristo crucificado y resucitado en el centro de nuestra vida cotidiana como fuente de salvación, o nos conformamos con alguna formalidad religiosa para tener la conciencia tranquila? ¿Cómo vivimos la fe, nosotros? ¿Estamos apegados al tesoro valioso, a la belleza de la novedad de Cristo, o preferimos algo que en el momento nos atrae, pero después nos deja un vacío dentro? Lo efímero llama a menudo a la puerta de nuestras jornadas, pero es una triste ilusión, que nos hace caer en la superficialidad e impide discernir sobre qué vale la pena vivir realmente. Hermanos y hermanas, por tanto, mantengamos firme la certeza de que, también cuando tengamos la tentación de alejarnos, Dios sigue otorgando sus dones…

Porque, no obstante, todas las dificultades que nosotros podemos poner a sus acciones, también no obstante nuestros pecados, Dios no nos abandona sino que permanece con nosotros con su amor misericordioso. Dios siempre está cerca de nosotros con su bondad. Es como el padre que todos los días subía a la terraza para ver si volvía el hijo: el amor del Padre no se cansa de nosotros. Pidamos la sabiduría de darnos cuenta siempre de esta realidad y de echar a los fundamentalistas que nos proponen una vida de ascesis artificial, lejos de la resurrección de Cristo. La ascesis es necesaria, pero la ascesis sabia, no artificial.” (Audiencia general, 1 de septiembre de 2021)

(5.09.21)   

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