LO TRIBUTARIO (nº
712)
La buena Administración (13): la
motivación de los actos
El artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales
de la UE (7.12.2000), establece: “1. Toda persona tiene derecho a
que las instituciones, órganos y organismos de la Unión traten sus asuntos
imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable.”
El artículo 35 de la Ley 39/2015, PAC, establece que serán motivados, con
sucinta referencia de hechos y fundamentos de derecho los actos que limiten
derechos subjetivos o intereses legítimos; los actos que resuelvan
procedimientos de revisión, recursos administrativos y procedimientos de
arbitraje; los actos que se separen del criterio seguido en actuaciones
precedentes o del dictamen de órganos consultivos; los acuerdos de suspensión y
la adopción de medidas provisionales; los acuerdos de aplicación de la
tramitación de urgencia, de ampliación de plazos y de realización de
actuaciones complementarias; los actos que rechacen pruebas propuestas por los
interesados; los actos que acuerden la terminación del procedimiento por
imposibilidad sobrevenida de continuarlo y los que acuerden el desistimiento de
la Administración en procedimientos que inició de oficio; las propuestas de
resolución en los procedimientos sancionadores, así como los actos que
resuelvan procedimientos sancionadores o de responsabilidad patrimonial; los
actos que se dicten en el ejercicio de potestades discrecionales; los que deban
serlo por disposición legal o reglamentaria expresa.
Dado que la Administración, en sus actuaciones, está sometida plenamente a
la Constitución, a la Ley y al Derecho (art. 103 CE; art. 3 Ley 40/2015 LRJSP)
parece razonable considerar que todo acto no motivado o no motivado
suficientemente se debe considerar, al menos, como anulable por infracción del
ordenamiento jurídico (art. 48 Ley 39/2015 LPAC), cuando no nulo de pleno
derecho (art. 47 Ley 39/2015, LPAC). La motivación es la explicación clara,
sencilla, inteligible sin necesidad de conocimientos específicos (TS s.
28-6-93, 15-7-04). Frente a lo se ha podido mantener en alguna ocasión la
motivación no es un requisito formal de los actos administrativos, sino un
elemento estructural (AN 1-2-07). Lo no motivado es ya, por este solo hecho,
arbitrario (TS s.29-11-25). La motivación hace que un acto discrecional no sea
arbitrario. La insuficiente o la deficiente motivación o la ausencia motivación
determina indefensión.
En el ámbito de la tributación se considera una referencia histórica
obligada recordar lo que ocurrió en los años ochenta con las llamadas
“liquidaciones paralelas” que contenían liquidaciones provisionales practicadas
por la Administración con la única base probatoria de una discrepancia con los
datos declarados por los contribuyentes (en una columna con asteriscos)
respecto de los datos de que disponía la Administración (en otra columna
paralela) sin otra explicación ni normativa más allá de indicar el número del
precepto no argumental. Las anulaciones eran masivas, pero no eran muchas las
impugnaciones. Cosa parecida ocurría con la comprobación de valores por
referencia a fórmulas incomprensibles o a explicaciones genéricas. El rigor
jurídico y las garantías exigido para los expedientes sancionadores es en la
actualidad asunto preocupante, sobre todo por el uso de “estándares” de
motivación de la culpa que es lo más ajeno a la consideración del elemento
subjetivo de la infracción. En general, debería ser suficiente admitir la
complejidad de las normas tributarias, para hacer de la infracción y sanción,
la excepción, y no la regla, en la aplicación de los tributos.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Considerando la rentabilidad del propio patrimonio y comparándola con la
estimación de los impuestos pagados por la renta y con la renta, se comprueba
la confiscación.
Pentecostés. Algunos cristianos celebran Pentecostés como una Pascua,
además de las de Navidad y de la Resurrección. Celebran la venida del Espíritu
Santo, aunque siempre, eternamente, está. Como recuerda san Pablo: “Sabemos que
hasta hoy la creación entera está gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no
sólo eso, también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu gemimos en
nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de
nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvados. Y una esperanza que se ve
ya no es esperanza. ¿Cómo seguirá esperando uno aquello que ve? Cuando
esperamos lo que novemos, aguardamos con perseverancia. Pero, además, el
Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir
lo que os conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
inefables. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu,
y que su intercesión por los santos es según Dios” (Rm 8,22-27)
Y, como en la Pascua de Navidad y en la de Resurrección, cantando Gloria o
Aleluya, muchos nos recreamos y saboreamos con las palabras de la Secuencia:
“Ven, Espíritu divino, / manda tu luz desde el cielo. / Padre amoroso del
pobre; / don en tus dones espléndido; /luz que penetra las almas; / fuente del
mayor consuelo. / Ven, dulce huésped del alma, / descanso de nuestro esfuerzo,
/ tregua en el duro trabajo, / brisa en las horas de fuego, / gozo que enjuga
las lágrimas / y reconforta en los duelos. / Entra hasta el fondo del alma, /
divina luz, y enriquécenos. / Mira el vacío del hombre, / si tú le faltas por
dentro; / mira el poder del pecado, / cuando no envías tu aliento. / Riega la
tierra en sequía, / sana el corazón enfermo, / lava las manchas, / infunde
calor de vida en el hielo, / doma el espíritu indómito, / guía al que tuerce el
sendero. / reparte tus siete dones, / según la fe de tus siervos; / por tu
bondad y tu gracia, / dale al esfuerzo su mérito; / salva al que busca salvarse
/ y danos tu gozo eterno.”
Los dones del Espíritu Santo, los que aprendimos en la escuela siendo
niños, son regalos actuales que nos permiten ser y estar como Dios quiere: don
de sabiduría, para saber lo que se ajusta al plan de Dios; don de entendimiento,
que nos ilumina para conocer las verdades reveladas; don de consejo, que nos
ayuda en las decisiones que hemos de tomar en nuestra vida; don de ciencia,
para conocer lo bueno de la obra de Dios; don de temor de Dios, que nos hace
vivir unidos a Él sin querer lo que nos separe; don de fortaleza, que nos ayuda
en las pruebas que debemos pasar por causa nuestra fe; don de piedad, que nos
hace amar y dar amor del amor que Dios nos da.
Con esa ayuda podremos ir y dar fruto y nuestro fruto permanecerá (Jn
15,16). Y así podremos dar los frutos del Espíritu Santo que son perfecciones
que forma en nosotros como primicias de la gloria eterna: caridad, gozo, paz,
paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia,
continencia y castidad (CIC nº 1832; cf Ga 5,22-23).
María vivió Pentecostés como vivió la Pasión. “… ¡Qué
manera tan graciosa / de enseñarnos la preciosa / lección del callar doliente!
/ Tronaba el cielo rugiente. / La tierra se estremecía. / Bramaba el agua…
María / estaba, sencillamente” (J.M. Pemán).
LA HOJA SEMANAL
Lunes (24)
María Madre de la Iglesia
Palabras: “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre… (Jn 19,25)
Reflexión: … Dijo a su madre: - Mujer, ahí tienes a tu hijo
Propósito, durante el día: Madre mía, no te alejes, tu vista de mí no apartes
Martes (25)
San Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia (8ª Tiempo Ordinario)
Palabras: “Os aseguro que quien deje …por mí y por el Evangelio…” (Mc 10,30)
Reflexión: Recibirá cien veces más, con persecuciones y la vida eterna
Propósito, durante el día: Tú me lo diste, a Ti Señor lo torno. Todo lo mío es tuyo
Miércoles (26)
San Felipe Neri, presbítero y fundador (8º TO)
Palabras: “El que quiera ser el primero que sea el esclavo de todos (Mc 10,44)
Reflexión: El Hijo del hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos
Propósito, durante el día: Señor, en la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Tí
Jueves (27)
San Agustín de Canterbury, obispo (8ª TO)
Palabras: ¿Qué quieres que haga por ti? El ciego contestó: Que vea… (Mc 10,51)
Reflexión: Al momento recobró la vista y lo seguía por el camino
Propósito, durante el día: Señor, que vea. Señor, que sea
Viernes (28)
San Germán de París, obispo (8ª TO; día de penitencia)
Palabras: “Cualquier cosa que pidáis en la oración … os la han concedido” (Mc 11,24)
Reflexión: Perdonad lo que tengáis contra otros para que vuestro Padre os perdone
Propósito, durante el día: Hágase tu voluntad, líbranos del Mal
Sábado (29)
San Alejandro, mártir (8ª TO)
Palabras: Mientras paseaba por el templo, se le acercaron… (Mc 11,27)
Reflexión: … ¿Con qué autoridad haces esto?
Propósito, durante el día: Madre, dile a Jesús cosas buenas de nosotros
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas de la misa del día 23, domingo
(Pentecostés) animan a los cristianos a sentirse protegidos, aconsejados y
defendidos por Dios Espíritu Santo: “Se llenaron todos del Espíritu santo y
empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el
espíritu le sugería” (Hech 2); “En cada uno se manifiesta el espíritu para el
bien común” (1 Co 12); “Recibid el Espíritu Santo” (Jn 20). Tiempo de alegría
porque la Santísima Trinidad está con cada uno de nosotros. Dios nos ama.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “La
ascensión completa la misión de Jesús en medio de nosotros. De hecho, si es por
nosotros que Jesús bajó del cielo, también es por nosotros que asciende.
Después de haber descendido en nuestra humanidad y haberla redimido -Dios, el
Hijo de Dios, desciende y se hace hombre, toma nuestra humanidad y la redime-
ahora asciende al cielo llevando consigo nuestra carne. Es el primer hombre que
entra en el cielo, porque Jesús es hombre, verdadero hombre, es Dios, verdadero
Dios; nuestra carne está en el cielo y esto nos da alegría. A la derecha del
Padre se sienta ya un cuerpo humano, por primera vez, el cuerpo de Jesús, y en
este misterio cada uno de nosotros contempla el propio destino futuro. No se
trata de un abandono, Jesús permanece para siempre con los discípulos, con
nosotros.” (Regina, 16 de mayo de 2021)
-
“¿Qué hacer entonces en esta sucesión de entusiasmos y abatimientos? Se debe
aprender a caminar siempre. El verdadero progreso de la vida espiritual no
consiste en multiplicar los éxtasis, sino en el ser capaces de perseverar en
tiempos difíciles: camina, camina, camina… Y si estás cansado, detente un poco
y vuelve a caminar. Pero con perseverancia. Recordemos la parábola de san
Francisco sobre la perfecta leticia: no es en las infinitas fortunas llovidas
del Cielo donde se mide la habilidad de un fraile, sino en caminar con
constancia, incluso cuando no se es reconocido, incluso cuando se es
maltratado, incluso cuando todo ha perdido el sabor de los comienzos. Todos los
santos han pasado por este “valle oscuro” y no nos escandalicemos si, leyendo
sus diarios, escuchamos el relato de noches de oración apática, vivida sin
gusto. Es necesario aprender a decir: “También si Tú, Dios mío, parece que
haces de todo para que yo deje de creer en Ti, yo sin embargo sigo rezándote”.
¡Los creyentes no apagan nunca la oración! Ésta a veces puede parecerse a la de
Job, el cual no acepta que Dios lo trate injustamente, protesta y lo llama a
juicio. Pero, muchas veces, también protestar delante de Dios es una forma de
rezar o, como decía esa viejecita, “enfadarse con Dios es una forma de rezar,
también”, porque muchas veces el hijo se enfada con el padre: es una forma de
relación con el padre; porque lo reconoce “padre”, se enfada…” (Audiencia
general, día 19 de mayo de 2021)
(23-5-21)
Noticias fiscales. El
Real Decreto-Ley 10/2021, de 18 de mayo, de reparación de daños de la borrasca
Filomena, incluye normas tributarias. El artículo 4 regula exenciones en el
IBI, en el IAE y en la tasa de la Jefatura de Tráfico, y la exención en el IRPF
de las ayudas por daños personales reguladas en el artículo 2; el artículo 6
autoriza al ministro de Hacienda a reducir los rendimientos a efectos de la
Estimación Objetiva Singular en el IRPF.
La Ley 7/2021, de 20 de mayo (BOE del 21), sobre el cambio climático, en su DTª 7ª establece el grupo para evaluar una reforma fiscal que valorará la fiscalidad verde.
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