LO TRIBUTARIO (nº 696)
La buena Administración (5): Caducidad de
los procedimientos
El artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales
de la UE (7.12.2000), establece: “1. Toda persona tiene derecho a
que las instituciones, órganos y organismos de la Unión traten sus asuntos
imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable.”
En los procedimientos iniciados de oficio (art. 25 Ley
39/2015, LPAC) el vencimiento del plazo máximo establecido sin que se haya
dictado y notificado resolución expresa no exime a la Administración de la
obligación legal de resolver, produciendo los siguientes efectos: a) si del
procedimiento se pudiera derivar el reconocimiento o la constitución de
derechos u otras situaciones jurídicas favorables, los interesados podrán
entender desestimadas sus pretensiones por silencio administrativo; b) y en los
procedimientos en que la Administración ejercite potestades sancionadoras o, en
general, de intervención, susceptibles de producir efectos desfavorables o de
gravamen, se producirá la caducidad. El acto que declare la caducidad ordenará
el archivo de las actuaciones. Si el procedimiento se hubiera paralizado por
causa imputable al interesado, se interrumpirá el cómputo del plazo para
resolver y notificar la resolución.
En los procedimientos iniciados a solicitud del
interesado (art. 95 LPAC) cuando se produzca su paralización por causa
imputable al mismo, la Administración le advertirá de que, transcurridos 3
meses, se producirá la caducidad del procedimiento. Consumido este plazo sin
que el requerido realice las actividades necesarias para reanudar, la
Administración acordará el archivo de las actuaciones, notificándolo. Contra la
resolución que declare la caducidad cabe recurso. No se puede acordar la
caducidad por la simple inactividad del interesado en la cumplimentación de
trámites si no son indispensables para dictar resolución; sólo se pierde el
derecho al trámite. La caducidad no produce la prescripción de las acciones del
particular o de la Administración, pero los procedimientos caducados no
interrumpen el plazo de prescripción. En los casos en los que sea posible la
iniciación de un nuevo procedimiento por no haberse producido la prescripción,
se podrá incorporar a éste los actos y trámites cuyo contenido se hubiera
mantenido de no haberse producido la caducidad. En todo caso, en el
procedimiento se debe cumplir los trámites de alegaciones, proposición de
prueba y audiencia. Podrá no ser aplicada la caducidad si la cuestión suscitada
afecta al interés general o fuera conveniente sustanciarla para su definición y
esclarecimiento.
En el ámbito tributario, el artículo 104 LG regula la
duración de los procedimientos tributarios y las consecuencias de las
paralizaciones, interrupciones o incumplimiento de los plazos según se trate de
procedimientos iniciados de oficio o a solicitud del interesado. Aunque el art.
29 de la Ley de Derechos y Garantías de los Contribuyentes establecía el plazo
máximo de las actuaciones inspectoras, a diferencia de lo que se admitía para
procedimientos de gestión (art. 23 LDGC) o sancionador (art. 34 LDGC), se
interpretó que no era así para inspección, y expresamente se dice en el
artículo 150 LGT/2003 en las dos sucesivas versiones del precepto. Los
alargamientos de los plazos por dilaciones imputables al inspeccionado, aunque
no imposibilitaran continuar las actuaciones, se han sustituido por
suspensiones y, aumentados los plazos de duración máxima, se mantienen las
consecuencias del incumplimiento: corre la prescripción, no se devengan
intereses de demora. La inspección: el procedimiento que no caduca.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Campaña de renta. Inquietud para empleados en ERTE
(327.000) por tener dos pagadores; por cobros indebidos por errores del SEPE;
por cobrar el IMV (460.000).
Semana Santa. El cristiano vive con sincero dolor de
amor esos pasos de Jesús que van desde la entrada en Jerusalén entre aclamaciones
el domingo, al derroche de amor sin límites de la cena de Jueves Santo junto a
sus discípulos y a las trágicas horas que van desde el prendimiento en la noche
del jueves hasta el Viernes Santo, cuando Jesús, el Hijo de Dios, muere clavado
en la Cruz. El cristiano vive la soledad de María, la Madre de Dios y Madre
nuestra, en el Sábado Santo. Y el cristiano nota que su corazón rebosa de
alegría desde la mañana del Domingo de Resurrección.
Aquel domingo… Una gran multitud extendió sus propios
mantos por el camino; otros cortaron ramas de árboles y las echaban por el
camino. Las multitudes que iban delante de él y las que seguían detrás gritaban
diciendo: - ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del
Señor! ¡Hosanna en las alturas! Al entrar en Jerusalén, se conmovió toda la
ciudad y se preguntaban: -¿Quién es éste? - Éste es el profeta Jesús, el de
Nazaret de Galilea- decía la multitud … Mientras estaba en el Templo, se
acercaron a él ciegos y cojos y los curó… Salió fuera de la ciudad, a Betania,
y allí pasó la noche” (Mt 21,8-11.17).
Y el lunes. “Muy de mañana, cuando volvía a la ciudad,
sintió hambre. Viendo una higuera junto al camino, se acercó, pero no encontró
en ella nada más que hojas. Y le dijo: -Que nunca jamás brote de ti fruto
alguno. Y al instante se secó la higuera.” (Mt 21,18-19). El martes, en el
Templo empezaron las preguntas: los príncipes de los sacerdotes y los ancianos
del pueblo, preguntaron sobre su potestad; a los príncipes de los sacerdotes y
a los fariseos les habló con la parábola de los invitados a las bodas; los
fariseos enviaron a sus discípulos con los herodianos para preguntarle sobre
pagar el tributo al César; los saduceos le preguntaron sobre la resurrección y
la ley del levirato; un doctor de la ley le preguntó cuál era el mandamiento
principal de la ley. Y Jesús preguntó a unos fariseos que estaban reunidos
sobre de quién es hijo el Mesías. “Y nadie podía responderle una palabra y,
desde aquel día ninguno se atrevió a hacerle ya más preguntas” (v. Mt 21,23-46
y 22,1-46). El miércoles Jesús les dijo a sus discípulos: -Sabéis que dentro de
dos días será la Pascua y el Hijo del hombre será entregado para que lo
crucifiquen (Mt 26,2). Aquel día, durante la comida en casa de Simón el
leproso, en Betania, una mujer derramó sobre la cabeza de Jesús el perfume de
gran valor que guardaba en un frasco de alabastro. Y Judas Iscariote fue donde
los príncipes de los sacerdotes y les dijo: “¿Qué me queréis dar a cambio de
que os lo entregue?” (Mt 26,15)
El jueves, los discípulos prepararon la cena de la
Pascua y, al anochecer, Jesús se recostó a la mesa con los doce; y cuando
estaban cenando dijo: “- En verdad os digo que uno de vosotros me va a entregar”
(Mt 26, 20-21). Instituyó la Eucaristía (Mt 26,26-28). Después de recitar el
himno salieron hacia el Monte de los Olivos y Jesús predijo el abandono de sus
discípulos; así fue en el prendimiento en Getsemaní: “Entonces todos los
discípulos lo abandonaron y huyeron” (Mt 26,56). El Viernes Santo fue crucificado
Jesús. Decía: “- Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen” (Lc 23,34). A
la hora nona clamó: “- Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23,46).
Y expiró.
LA HOJA SEMANAL
Lunes (29)
Lunes Santo
Palabras: “Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania” (Jn 12,1)
Reflexión: Marta servía, Lázaro estaba a la mesa, María ungía los pies de Jesús
Propósito durante el día: Cerca de la Pasión. Con Jesús en las tareas ordinarias del día
Martes (30)
Martes Santo
Palabras: “Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar” (Jn 13,21)
Reflexión: Judas después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche
Propósito, durante el día: No permitas que me aparte de Ti; defiéndeme del Malo
Miércoles (31)
Miércoles Santo
Palabras: “El que ha mojado en la misma fuente que yo me va a entregar” (Mt 26,23)
Reflexión: Judas: - ¿Soy yo acaso, Maestro?; Jesús: - Tú lo has dicho
Propósito, durante el día: Mira si mi camino se desvía; guíame por el camino eterno
Jueves (1)
Jueves Santo
Palabras: “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, … (Jn 13,1)
Reflexión: … los amó hasta el extremo”
Propósito, durante el día: Señor, que te quiera mucho; como Tú quieres que te quiera
Viernes (2)
Viernes Santo (ayuno y abstinencia de carne y caldo de carne)
Palabras: “Dijo a su madre: - Mujer, ahí tienes a tu hijo” (Jn 19,26)
Reflexión: “Luego, dijo al discípulo: - Ahí tienes a tu madre”. Y el discípulo la recibió
Propósito durante el día: En la hora de mi muerte llámame y mándame ir a Ti
Sábado (3)
Sábado Santo
Palabras: Iusta crucem tecum stare (Deseo acompañarte junto a la Cruz…)
Reflexión: Ac me tibi sociare in planctu desidero (… y unirme a ti en el llanto)
Propósito, durante el día: Madre, ruega por nosotros ahora y en la hora de la muerte
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 27, domingo (de Ramos, ciclo B) nos hablan de la pasión y muerte del Amor por amor: “No me resistí ni me eché atrás; ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba, no me tapé el rostro ante ultrajes y salivazos (Is 50); “Se rebajó hasta someterse incluso a la muerte y una muerte de cruz” (Flp 2); “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mc 14). Semana de acompañar a Jesús, paso a paso; de estar junto a su Madre que es nuestra Madre.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
-
“También hoy mucha gente, a menudo sin decirlo implícitamente, quisiera “ver a Jesús”,
encontrarlo, conocerlo. Esto nos hace comprender la gran responsabilidad de los
cristianos y de nuestras comunidades. Nosotros también debemos responder con el
testimonio de una vida que se entrega en el servicio, de una vida que toma
sobre sí el estilo de Dios —cercanía, compasión y ternura— y se entrega en el
servicio. Se trata de sembrar semillas de amor no con palabras que se lleva el
viento, sino con ejemplos concretos, sencillos y valientes, no con condenas
teóricas, sino con gestos de amor. Entonces el Señor, con su gracia, nos hace
fructificar, incluso cuando el terreno es árido por incomprensiones,
dificultades o persecuciones, o pretensiones de legalismos o moralismos
clericales. Esto es terreno árido. Precisamente entonces, en la prueba y en la
soledad, mientras muere la semilla, es el momento en que brota la vida, para
dar fruto maduro en su momento. Es en esta trama de muerte y de vida que
podemos experimentar la alegría y la verdadera fecundidad del amor, que
siempre, repito, se da en el estilo de Dios: cercanía, compasión, ternura.”
(Angelus, 21 de marzo de 2021)
-
“María está siempre presente en la cabecera de sus hijos que dejan este mundo.
Si alguno se encuentra solo y abandonado, ella es Madre, está allí cerca, como
estaba junto a su Hijo cuando todos le habían abandonado. María ha estado
presente en los días de pandemia, cerca de las personas que lamentablemente han
concluido su camino terreno en una condición de aislamiento, sin el consuelo de
la cercanía de sus seres queridos. María está siempre allí, junto a nosotros,
con su ternura materna.
Las oraciones dirigidas a
ella no son vanas. Mujer del “sí”, que ha acogido con prontitud la invitación
del Ángel, responde también a nuestras súplicas, escucha nuestras voces,
también las que permanecen cerradas en el corazón, que no tienen la fuerza de
salir pero que Dios conoce mejor que nosotros mismos. Las escucha como Madre.
Como y más que toda buena madre, María nos defiende en los peligros, se
preocupa por nosotros, también cuando nosotros estamos atrapados por nuestras
cosas y perdemos el sentido del camino, y ponemos en peligro no solo nuestra
salud sino nuestra salvación. María está allí, rezando por nosotros, rezando
por quien no reza. Rezando con nosotros. ¿Por qué? Porque ella es nuestra
Madre.” (Audiencia general, día 24 de marzo de 2021)
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