LO TRIBUTARIO (nº 688)
La buena Administración (1): el marco
normativo
De los tiempos escolares es el recuerdo. Es distinto un hecho cierto (determinado), que un cierto hecho (indeterminado); o un solado simple (bobo) que un simple soldado (que no llega a cabo); o un pobre hombre (sin cualidades) que un hombre pobre (sin recursos económicos); un buen administrador (eficaz y eficiente) que un administrador bueno (de buenos sentimientos y buena conducta moral). Posiblemente, en semejantes términos, exista un derecho a una buena Administración, pero muchos discutirán que la Administración deba ser buena (que no es lo mismo que bondadosa). Y así se pudo sentenciar: A efectos de aplicar el art. 150.5 LGT, sobre el plazo restante para concluir las actuaciones inspectoras, existe retroacción aunque no se emplee ese término en la sentencia si así se puede deducir, TS ss. 4.04.13, 18.10.13, 25.01.17; ese precepto pretende garantizar el derecho del contribuyente a una buena administración: art. 41 Carta de Derechos Fundamentales de la UE: a ser tratado de forma imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable (AN 24-3-17).
El artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (7.12.2000), establece: “1. Toda persona tiene derecho a que las instituciones, órganos y organismos de la Unión traten sus asuntos imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable. 2. Este derecho incluye en particular: a) el derecho de toda persona a ser oída antes de que se tome en contra suya una medida individual que le afecte desfavorablemente; b) el derecho de toda persona a acceder al expediente que le concierne, dentro del respeto de los intereses legítimos de la confidencialidad y del secreto profesional y comercial; c) la obligación que incumbe a la Administración de motivar sus decisiones. 3. Toda persona tiene derecho a la reparación por la Unión de los daños causados por sus instituciones o sus agentes en el ejercicio de sus funciones, de conformidad con los principios generales comunes a los Derechos de los Estados miembros…”
Es un texto que recuerda no sólo los artículos 103 (sumisión de la Administración a la ley y al Derecho) y 106 (responsabilidad de la Administración) de la Constitución española, sino también los artículos 14 (derechos de los administrados), 35 (motivación de los actos), 53 (garantías del procedimiento), 88 (resolución) de la Ley 39/2015, LPAC y los artículos 32 a 37 de la Ley 40/2015, LRJSP (responsabilidad). En la LGT no constan esos derechos en el artículo 3 salvo por la referencia a los relacionados en el artículo 34 LGT (derechos y garantías de los obligados tributarios). De imparcialidad y de equidad nada. En cuanto a plazos razonables, mucho menos que nada.
En la práctica, la imparcialidad y la equidad producen pronunciamientos interesantes. Así: Por el principio de “actio nata” y de buena Administración, si de la comprobación a uno resulta un ingreso indebido de otro, el plazo de prescripción no se cuenta desde el ingreso, sino desde que, “dies ad quem”, la Administración lo ha convertido en indebido; la Administración debió regularizar el ingreso al regularizar el gasto. Es una “obligación conexa” nacida al ver lo mismo desde otro punto de vista, de quien gastó y de quien ingresó; en este caso, las comisiones de cobro, se calificaron como retribución del capital propio (TS 11-6-20)
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Se va a perseguir los cambios de residencia fiscal
empleando big data. ¿Perseguir?
Cuaresma, segunda semana. El cristiano experimenta las
contrariedades de la vida, sufre las pérdidas y las limitaciones, sabe que debe
caminar y cree que Dios está con él, con cada uno de nosotros. Pero teme,
desconfía, aunque sabe que abandonarse en Dios es el consuelo. Sabe que el
final del camino está en la tarde de la vida, cuando nos examinarán en amor. Y,
como en tiempo de exámenes, hace un repaso más y busca dónde poner su confianza.
“Amas a todos los seres y no odias nada de lo que hiciste; porque si odiaras
algo, no lo hubieras dispuesto. ¿Cómo podría permaneces algo, si Tú no lo
quisieras? ¿Cómo podría conservarse algo que Tú no llamaras? Tú perdonas a
todos, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida” (Sab 11, 24-26)
Dios quiere nuestra salvación. “No he venido a llamar
a los justos, sino a los pecadores” (Mc 2,17). “Dios nuestro salvador, que
quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Porque uno solo es Dios y uno solo también el mediador entre Dios y los
hombres: Jesucristo hombre, que se entregó a sí mismo en redención por todos”
(1 Tm 3-6). “Dios que nos ha salvado y nos ha llamado a una vocación santa, no
en razón de nuestras obras, sino por su designio y por la gracia que nos ha
concedido por medio de Cristo Jesús desde la eternidad. Esta gracia ha sido
mostrada ahora mediante la manifestación de Jesucristo nuestro Salvador, que ha
destruido la muerte y ha revelado la vida y la inmortalidad por medio del
Evangelio” (2 Tm 1,9-10). “No tarda el Señor en cumplir su promesa, como
algunos piensan; más bien tiene paciencia con vosotros porque no quiere que
nadie se pierda, sino que todos se conviertan (2 Pe 9)
Dios con nosotros: “No os ha sobrevenido ninguna
tentación que supere los humano, y fiel es Dios, que no permitirá que seáis
tentados por encima de vuestras fuerzas; antes bien, con la tentación os dará
también el modo de poder superarla con éxito” (1 Co 10, 13). “Hijos míos, os
escribo estas cosas para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos un
abogado ante el Padre, Jesucristo, el Justo. Él es la víctima propiciatoria por
nuestros pecados; y no sólo por los nuestros, sino por los de todo el mundo” (1
Jn 2,1-2)
El cielo es para todos. “Bendito sea Dios, Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia nos ha engendrado de
nuevo -mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos- a una
esperanza viva, a una herencia incorruptible, inmaculada, que no se marchita,
reservada en los cielos para vosotros, que por el poder de Dios estáis
custodiados mediante la fe hasta alcanzar la salvación preparada ya para ser
manifestada en el tiempo último” (Pe 1,4-5).
Sin temor. “Nosotros hemos visto y damos testimonio de
que el Padre envió a su Hijo como salvador del mundo. Si alguno confiesa que
Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios” (1 Jn 4,14-15) “En
esto alcanza el amor su perfección en nosotros: en que tengamos confianza en el
día del Juicio, porque tal como es él, así somos nosotros en este mundo. En el amor
no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor, porque el temor
supone castigo, y el que teme no es perfecto en el amor” (1 Jn 4,17-18). “Porque
no abandonarás mi alma en el seol, ni dejarás a tu fiel ver la corrupción. Me
enseñas el sendero de la vida, me llenas de gozo en tu presencia, de dicha
perpetua a tu derecha” (salmo 15, 10-11). Hijo de Dios. Querido por Dios.
LA HOJA SEMANAL
Lunes (1)
San Albino de Angers, obispo (2ª de Cuaresma)
Palabras: “Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo…” (Lc 6,36)
Reflexión … no juzguéis, no condenéis, perdonad, dad
Propósito, durante el día: Dios compasivo, ten compasión de nosotros
Martes (2)
Santa Inés de Bohemia, virgen (2ª de Cuaresma)
Palabras: El primero entre vosotros sea vuestro servidor (Mt 23, 11)
Reflexión: El que se enaltece será humillado; el que se humilla, será enaltecido
Propósito, durante el día: Para servir, servir; estar preparado, darse, comprender
Miércoles (3)
San Marino, mártir (2ª de Cuaresma)
Palabras: “El que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo” (Mt 20,27)
Reflexión: El Hijo del hombre ha venido a servir y a dar su vida en rescate de muchos
Propósito, durante el día: Servir: escuchar, ayudar; sonreír, callar; pedir perdón
Jueves (4)
San Casimiro, mártir (2ª Cuaresma; empieza la Novena de la Gracia)
Palabras: Se murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán (Lc 16,22)
Reflexión: Si no escuchan a Moisés y a los profetas no harán caso de un resucitado
Propósito, durante el día: Dios mío, en la hora de mi muerte llámame y mándame ir a Ti
Viernes (5)
San Lucio, papa (2ª de Cuaresma; El Cristo de Medinaceli; abstinencia de carne)
Palabras: “El reino de Dios se dará a un pueblo que produzca sus frutos” (Mt 21,43)
Reflexión: Los fariseos comprendieron que lo decía por ellos, buscaban echarle mano
Propósito, durante el día: Dios, amor, danos de tu amor para que demos amor
Sábado (6)
San Marciano, obispo (2ª de Cuaresma)
Palabras: “Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vió y se conmovió… (Lc 15,20)
Reflexión: … echando a correr se le echó al cuello y se puso a besarlo”
Propósito, durante el día: Madre, no te alejes, no nos apartes de tus ojos, no nos dejes
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 7, domingo (2º de Cuaresma, ciclo
B, año impar, 4º de san José) nos animan a confiar en Dios y a vivir en su
presencia: “En aquellos días, Dios puso a prueba a Abrahán, llamándole: -
Abrahán. Él respondió: Aquí me tienes” (Gn 22); “Si Dios está con nosotros,
¿quién estará contra nosotros? (Rm 8); “Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos
a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías” (Mc 9).
Procuremos estar de continuo en presencia de Dios; Él no nos deja.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “En el
tiempo de Cuaresma, el Espíritu Santo nos empuja también a nosotros, como a
Jesús, a entrar en el desierto. No se trata -como hemos visto- de un lugar
físico, sino de una dimensión existencial en la que hacer silencio y ponernos a
la escucha de la palabra de Dios, “para que se cumpla en nosotros la verdadera
conversión” (Oración colecta 1er Domingo de Cuaresma B). No tengáis miedo del
desierto, buscad más momentos de oración, de silencio, para entrar en nosotros
mismos. No tengáis miedo. Estamos llamados a caminar por las sendas de Dios,
renovando las promesas de nuestro bautismo: renunciar a Satanás, a todas sus
obras y a todas sus seducciones. El enemigo está ahí, al acecho, tened cuidado.
Pero no dialoguéis nunca con él. Nos encomendamos a la intercesión maternal de
la Virgen María.” (Angelus, día 21 de febrero de 2021)
-
“Vivir una Cuaresma de caridad quiere decir cuidar a quienes se encuentran
en condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia de
COVID-19. En un contexto tan incierto sobre el futuro, recordemos la palabra
que Dios dirige a su Siervo: “No temas, que te he redimido” (Is 43,1),
ofrezcamos con nuestra caridad una palabra de confianza, para que el otro
sienta que Dios lo ama como a un hijo. “Sólo con una mirada cuyo horizonte esté
transformado por la caridad, que le lleva a percibir la dignidad del otro, los
pobres son descubiertos y valorados en su inmensa dignidad, respetados en su
estilo propio y en su cultura y, por lo tanto, verdaderamente integrados en la
sociedad” (Fratelli Tutti, 187).
(Mensaje para la Cuaresma 11.11.20)
(28.02.21)
Noticia fiscal. En
el BOE del día 27 se publica la Orden HAC/173/2021 con la relación de valores
negociados a efectos del Impuesto sobre el Patrimonio.
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