LO TRIBUTARIO (nº 544)
Las fuentes del Derecho (6): la aplicación de las normas
La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento. El error de derecho producirá únicamente aquellos efectos que las leyes determinen (art. 6.1 Cc). Los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir (art. 6.4 Cc).
- En la nueva LGT (Ley 57/2003, de 17 de diciembre) ya no se regula el fraude de ley tributario (art. 24 LGT/1963), pero sería aplicable en los términos regulados en el Código civil por el carácter supletorio de sus normas (art. 4.3 Cc)
- Los derechos deberán ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe. La ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio antisocial del mismo. Todo acto u omisión que por la intención de su autor, por su objeto o por las circunstancias en que se realice sobrepase manifiestamente los límites normales del ejercicio del derecho, con daño para tercero, dará lugar a la correspondiente indemnización y a la adopción de las medidas judiciales o administrativas que impidan la persistencia en el abuso (art. 7 Cc). El abuso de derecho es una institución de equidad para la salvaguardia de los intereses que todavía no alcanzaron protección jurídica y precisa: lesión en el patrimonio, actitud pasiva del que lo sufre, la intención de dañar de quien lo causa, la fata de interés legítimo y la presencia de una mala fe o el ejercicio antisocial del derecho (TS s. 22.10.88). La inmoralidad o antisocialidad del daño, puede estar manifestada en forma subjetiva, cuando el derecho se actúa con la intención de perjudicar o, sencillamente, sin un fin serio o legítimo, o bajo forma objetiva, cuando el daño proviene de exceso o anormalidad en el ejercicio del derecho (TS s. 22.09.59)
Entre el fraude de ley y el abuso de derecho se regula (art. 15 LGT) el llamado “conflicto en la aplicación de la norma tributaria” que ni literal ni sistemática ni histórica ni socialmente se puede interpretar como un conflicto en la aplicación de la norma tributaria. Se trata de un conflicto entre la Administración y el administrado que ha realizado un hecho, acto o negocio, lícito y válido, tributando según lo previsto en las normas para ese acto, hecho o negocio. El conflicto surge cuando la Administración pretende seguir el inusitado principio de “la mayor tributación posible”, en cuanto que no cabe en Derecho regularizar la situación tributaria del administrado por incumplimiento tributario ni por defecto de calificación ni por simulación por causa falsa, ni por negocio indirecto, ni siquiera por fraude de ley. La ley establece que si la Administración considera que se ha evitado total “o parcialmente” la realización del hecho imponible (lo que es imposible, porque el hecho imponible se realiza o no) o se minore la base o la deuda tributaria mediante actos o negocios en los que la Administración aprecia que, considerados individualmente o en su conjunto, son notoriamente artificiosos o impropios para la consecución del resultado obtenido y que de su realización no resultan efectos jurídicos o económicos relevantes distintos del ahorro fiscal (al parecer, objetivo ilícito)y de los efectos que se hubieran obtenido por los actos o negocios usuales o propios. Así, la Administración elabora una relación de actos o negocios “aceptables” por su mayor tributación, y a cualquier otro le puede aplicar la norma que sería aplicable al acto o negocio no “impropio”. Y con sanción.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
El cristiano celebra con alegría esta semana de septiembre que está llena de fiestas de la Virgen María, nuestra Madre. Así, el día 8, este año domingo, en la celebración litúrgica de la Natividad de la Virgen, estamos de cumpleaños y en muchísimos pueblos hay celebración de la patrona con diversas advocaciones: Nuestra Señora de los Llanos, de Meritxell, del Pino, de la Peña, de Fuensanta. de la Cinta, de la Victoria, de Montserrate, de Covadonga, de san Lorenzo, de Nuria, del Coro, de Soterraña, de Arrate… , con continuidad: de Aránzazu, el día 9. El día 12, que sería para nosotros “nuestro santo”, para la Virgen María, nuestra Madre, litúrgicamente celebramos el Santo Nombre de María; y, en ese día también hay fiesta por las advocaciones de Nuestra Señora de Estíbaliz o del Lluc. Y el día 15, domingo, cerrando la semana mariana, litúrgicamente, celebramos Nuestra Señora de los Dolores. Y también se celebran las advocaciones de Nuestra Señora de las Angustias, del Camino, de La Bien Aparecida. Si el mes de mayo es el mes de María, esta semana de septiembre es la semana de los hijos de María, Madre de Dios y Madre nuestra.
- Para la Natividad de la Virgen María, es el himno (antes del siglo X) que se reza en Laudes: “O sancta mundi Domina, Regina coeli ínclita. O Stella maris fulgida, Virgo Mater mirifica...”. En español: “Oh Señora del mundo, Reina excelsa del Cielo. Estrella brillante del mar, Virgen y Madre santa. / ¡Muéstrate, comienza y a brillar, oh dulce Hija, Renuevo del que brotará la Flor nobilísima de cristo, Dios y Hombre! / Hoy, como cada año, la iglesia celebra tu nacimiento, cuando resplandeciste como Fruto de la más selecta estirpe. / Por Ti los hijos de la tierra comenzaron a serlo también del Cielo, pues ambos ordenes quedaron entre sí admirablemente reconciliados. / Gloria a Ti, oh Trinidad, Beatífica, por los siglos sin término que quisiste a Santa María, como Madre de tu Iglesia. Amen” Esta doxología final que recuerda que María es Madre de la Iglesia, ha sustituido la original, genérica y en tercera persona.
- Del Santo Nombre de María. Cantamos en el himno de Laudes en la Presentación de la Virgen: “La niña María / -¡qué gracia en su vuelo!-, / paloma del cielo, / al templo subía / y a Dios ofrecía / el más puro don: / sagrario y mansión / por él consagrada / y a él reservada / en su corazón. / ¡Oh blanca azucena!, / la sabiduría / su trono te hacía / dorada patena, / de la gracia llena, / llena de hermosura. / Tu liz, Virgen pura, / niña inmaculada, / rasgue en alborada / nuestra noche oscura. / Tu presentación, / princesa María, / de paz y alegría / llena el corazón. / De Dios posesión / y casa habitada, / eres la morada / de la Trinidad. / A su Majestad / la gloria sea dada. Amén”
Y en los Dolores de la Madre, recitamos versos del “Stabat Mater”: “Estaba la Madre dolorosa de pie, llorando junto a la Cruz, mientras el hijo pendía. Una espada traspasó su alma que gemía contristada y dolorida. ¡Qué desconsolada y triste estaba aquella Madre bendita del Hijo Unigénito de Dios! Esta Madre piadosa se apenaba y afligía, contemplando la pena de su Hijo divino. ¿Qué hombre no lloraría si viera a la Madre de Cristo en tamaño suplicio? ¿Quién no se entristecería al poner los ojos en aquella Madre clemente que sufre a la par de su Hijo? Vio a Jesús torturado y azotado, a causa de los pecados de su pueblo. Presenció la muerte sin consuelo de su Hijo querido, cuando entregó su espíritu. Cuando llegue la hora de partir de este mundo, haz oh Jesús, que, por medio de tu Madre, consiga yo la palma de la vitoria. Amén.”
LA HOJA SEMANAL
(del 9 al 14 de septiembre)
Lunes (9)
San Pedro Claver, presbítero (23ª TO; Nª Sª Aránzazu)
Palabras: “Él sabiendo lo que pensaban” (Lc 6,8)
Reflexión: Querían acusarlo de curar en sábado
Propósito, durante el día: Señor, haz que sea como Tú quieres que sea
Martes (10)
San Nicolás de Tolentino, presbítero (23ª TO; Beato hermano Francisco Gárate S.I.)
Palabras: “Salía de Él una fuerza que los curaba a todos” (Lc 6,19)
Reflexión: La gente venía a oírlo y a que los curara
Propósito, durante el día: Aquí, ahora: ¿Qué harías Tú, Señor?, ¿qué debo hacer?
Miércoles (11)
Santos Proto y Jacinto, mártires (23ª TO; Nª Sª de Coromoto, patr. Venezuela)
Palabras: “¡Dichosos vosotros cuando os odien los hombres… (Lc 6,22)
Reflexión: … por causa del Hijo del hombre” Vuestra recompensa será grande
Propósito, durante el día: Señor, yo me fío de Ti; no Te fíes de mí; ayúdame
Jueves (12)
Santo Nombre de María (23ª TO; Nª Sª Estíbaliz; de Lluc)
Palabras: “Tratad a los demás como queréis que ellos os traten” (Lc 6,31)
Reflexión: Bendecid a los que os maldicen; orad por los que os injurian
Propósito, durante el día: Dame, Señor, más amor para que ame más y a más
Viernes (13)
San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia (23ª TO)
Palabras: “Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro … (Lc 6,42)
Reflexión: … para sacar la mota del ojo de tu hermano”
Propósito, durante el día: Ayúdame, Señor, a comprender, a perdonar, a pedir perdón
Sábado (14)
La Exaltación de la Santa Cruz
Palabras: “Dios no mandó a su hijo al mundo para condenar al mundo… (Jn 3,17)
Reflexión: … sino para que el mundo se salve por él”
Propósito, durante el día: Madre, sujétame, sostenme contigo al pie de la Cruz
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las palabras del día 8, domingo (23º TO, ciclo C; Natividad de la Virgen María) nos recuerdan que somos criaturas, débiles, inseguros: “¿Qué hombre conoce el designio de Dios?” (Sab 9); “Yo Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús, te recomiendo a Onésimo…” (Fil 9); “Quien no lleva su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío” (Lc 14). Es tiempo oportuno y ocasión favorable para abandonarnos en Dios, confiar en nuestra Madre, tratar más a nuestro ángel de la guarda. Sabernos necesitados. Y pedir.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Queremos “que la paz de Cristo reine en vuestros corazones” (Col 3,15), como bien lo decía la carta de san Pablo. Él utiliza un verbo que viene del campo de los deportes; es la palabra que se refiere al árbitro que decide las cosas discutibles: “que la paz de Cristo sea el árbitro en vuestros corazones”. Si la paz de Cristo es el árbitro en nuestros corazones, entonces, cuando los sentimientos estén en conflicto y nos sintamos impulsados ante dos sentidos opuestos, “juguémonos” por Cristo. La decisión de Cristo nos mantendrá en el camino del amor, en la senda de la misericordia, en la opción por los más pobres, en la preservación de la naturaleza. En el camino de la paz.” (Homilía en el Estadio Zimpeto en Maputo, Mozambique, el día 6 de septiembre de 2019)
- “ALABANZA. “Proclama mi alma la grandeza del Señor” (Lc 1,46).
Es imposible hablar de gratitud y ánimo sin contemplar a María. Ella, mujer de corazón traspasado (cf. Lc 2,35), nos enseña la alabanza capaz de abrir la mirada al futuro y devolver la esperanza al presente. Toda su vida quedó condensada en su canto de alabanza (cf. Lc 1,46-55) que también somos invitados a entonar como promesa de plenitud. Cada vez que voy a un Santuario Mariano, me gusta “ganar tiempo” mirando y dejándome mirar por la Madre, pidiendo la confianza del niño, del pobre y del sencillo que sabe que ahí está su Madre y es capaz de mendigar un lugar en su regazo. Y en ese estar mirándola, escuchar una vez más como el indio Juan Diego: “¿Qué hay hijo mío el más pequeño?, ¿qué entristece tu corazón? ¿Acaso no estoy yo aquí, yo que tengo el honor de ser tu madre? …
… Si alguna vez nos sentimos tentados de aislarnos y encerrarnos en nosotros mismos y en nuestros proyectos protegiéndonos de los caminos siempre polvorientos de la historia, o si el lamento, la queja, la crítica o la ironía se adueñan de nuestro accionar sin ganas de luchar, de esperar y de amar… miremos a María para que limpie nuestra mirada de toda “pelusa” que puede estar impidiéndonos ser atentos y despiertos para contemplar y celebrar a Cristo que Vive en medio de su Pueblo. Y si vemos que no logramos caminar derecho, que nos cuesta mantener los propósitos de conversión, digámosle como le suplicaba, casi con complicidad, ese gran párroco, poeta también, de mi anterior diócesis: “Esta tarde, Señora / la promesa es sincera; / por las dudas no olvides / dejar la llave afuera”. “Ella es la amiga siempre atenta para que no falte vino en nuestras vidas. Ella es la del corazón abierto por la espada, que comprende todas las penas. Como madre de todos, es signo de esperanza para los pueblos que sufren dolor de parto hasta que brote la justicia… como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del Amor de Dios
… Dejemos que sea la gratitud lo que despierte la alabanza y nos anime una vez más en la misión de ungir a nuestros hermanos en la esperanza. A ser hombres que testimonien con su vida la compasión y misericordia que sólo Jesús nos puede regalar. Que el Señor Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Y, por favor, les pido que no se olviden de rezar por mí. Fraternalmente, Francisco. Roma, junto a San Juan de Letrán, 4 de agosto de 2019.” (Carta a los sacerdotes)
(8.09.19)
Noticia del blog. El día 8 septiembre se alcanzaron las 60.292 páginas visitadas.
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