LO TRIBUTARIO (nº 464)
Colaboración en la aplicación de los tributos (y 3)
La sección 3ª del Capítulo I del Título III de la LGT (arts. 92 a 95 bis), completa la sección anterior referida a la información y asistencia a los administrados (arts. 85 a 91) porque era ésta la que regulaba formas de verdadera colaboración en la aplicación de los tributos: informando de las normas aplicables, contestando consultas vinculantes para la Administración, informando con efectos vinculantes temporales del valor de inmuebles antes de su adquisición o transmisión y formalizando acuerdos vinculantes sobre valoraciones a efectos fiscales de rentas, productos, bienes gastos y otros elementos determinantes de la deuda tributaria. El artículo 92 LGT que inicia la sección 3ª no regula una colaboración, sino las formas en que las entidades privadas se pueden vincular con la Administración para prestarle servicios que simplifiquen la gestión tributaria que le es propia y respecto de terceros “en aras de potenciar el cumplimiento cooperativo de las obligaciones tributarias”, sin correspondencia alguna (general, colectiva) por parte de la Administración. Ni siquiera el antiguo “premio de cobranza”.
La obligación de informar a la Hacienda sobre otros no sólo afecta a los particulares (art. 93 LGT). El artículo 94 LGT regula las autoridades “sometidas” al deber de informar y colaborar: autoridades “cualquiera que sea su naturaleza” (¿querría decir carácter?), los titulares de los órganos del Estado, de las CCAA, de las E. Locales, de los organismos autónomos y las entidades públicas empresariales; las cámaras y corporaciones, colegios y asociación profesionales, mutualidades de previsión social; las demás entidades públicas, incluidas las gestoras de la Seguridad Social y quienes, en general (no sería “y en general, quienes”) ejerzan funciones públicas; los partidos políticos, sindicatos y asociaciones empresariales. Deben suministrar a la Administración toda clase de informaciones y prestar a sus agentes “apoyo, concurso, auxilio y protección”. Los juzgados y tribunales también están obligados a informar. Y el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones monetarias y la Comisión de Vigilancia de Actividades de Financiación del Terrorismo, así como la Secretaría de ambas comisiones. Ahí es nada.
El artículo 95 LGT regula el carácter reservado de los datos con trascendencia tributaria, pero esta previsión tiene tantas excepciones (letras a) a m) del apartado 1) que incluso se regula (ap. 4) que el carácter reservado de los datos no impedirá la publicidad de los mismos cuando se derive de la normativa de la UE. Y, sin necesidad de esa premisa, el artículo 95 bis LGT regula la publicidad de situaciones de incumplimiento de las obligaciones tributarias. La práctica pone de manifiesto que, a pesar de las medidas que se pueden tomar (art. 95.3 LGT), los datos tributarios son tan trasparentes que se pueden conocer por los medios de comunicación, sin que se tenga noticia del “peso de la ley”.
La sección 4ª regula (art. 96 LGT) la utilización de tecnologías informáticas y telemáticas. Lo hace en términos razonables: la Administración promoverá la utilización de esas técnicas y medios en el desarrollo de su actividad; los administrados, cuando sea compatible con los medios técnicos de que disponga la Administración, podrán relacionarse así con ella para ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones. Nada que ver con la generalización y carácter obligado de esos medios, cualquiera que sea la condición y circunstancias del administrado. Y el coste (v. art. 3.2 LGT) “impuesto”.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Dice la autoridad que los impuestos a las grandes empresas y a la banca les permitirán lavar su mala imagen en la crisis económica pasada. Crisis e impuestos caen sobre todos
El cristiano sabe que su vida es un camino que, si quiere llegar al cielo, debe recorrer mirando las pisadas de Cristo y siguiéndolas sin abandonarlas, sin descanso y sin cansancio, y retomando el camino si tropieza y cae, animoso porque sabe que no está solo. Le acompañan y ayudan muchos otros que siguen el mismo camino, le animan los santos del cielo, está a su lado su ángel de la guarda. La Madre de Dios que es madre nuestra, le aconseja, camina con él, canta con él y le consuela cuando es preciso. Y, Jesús, el buen pastor, si es necesario, nos coge en brazos y camina con nosotros hasta que podemos valernos para seguir por nuestro pie. Y así, ¡hasta el cielo!
- Negarse a uno mismo. Acallar y aherrojar el “yo”. “Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz cada día, y que me siga” (Lc 9,23). “Y el que no carga con su cruz y viene detrás de mí, no puede ser mi discípulo” (Lc 14,27). “En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, hermanos o hermanas, madre o padre, o hijos o campos por mí y por el Evangelio, que no reciba en este mundo cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y campos, con persecuciones; y en el siglo venidero, la vida eterna. Porque muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros” (Mc 10,29-31)
- Humildad. “Cuando alguien te invite a una boda, no vayas a ponerte en el primer puesto, no sea que otro más distinguido que tú haya sido invitado por él y, al llegar el que os invitó a ti y al otro, te diga: “Cédele el sitio a éste”, y entonces empieces a buscar, lleno de vergüenza, el último lugar. Al contrario, cuando te inviten, ve a ocupar el último lugar para que cuando llegue el que te invitó te diga: “Amigo, sube más arriba”. Entonces quedarás muy honrado, ante los comensales. Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla serán ensalzado” (Lc 14,8-11). “Pues igual vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decir: “Somos unos siervos inútiles, no hemos hecho más que lo que teníamos que hacer” (Lc 17,10)
- Fidelidad. “Quien es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho; y quien es injusto en lo poco también es injusto en lo mucho… Ningún criado puede servir a dos señores, porque o tendrá odio a uno y amor a otro, o prestará su adhesión al primero y menospreciará al segundo; no podéis servir a Dios ya las riquezas” (Lc 16,10.13)
- Y siempre confiados, porque Dios es misericordioso y Jesucristo intercede por nosotros: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viña y fue a buscar en ella fruto y no lo encontró. Entonces le dijo al viñador: “Mira, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera sin encontrarlo; córtala, ¿para qué va a ocupar terreno en balde? Pero él le dijo: “Señor, déjala también este año hasta que cave a su alrededor y eche estiércol, por si produce fruto; si no, ya la cortarás” (Lc 13,6-9).
Hoy, ahora, es tiempo de aprovechar la ocasión. Hay que recordar una y otra vez, siempre, la parábola del hijo pródigo: “Y levantándose se puso en camino hacia la casa de su padre … Cuando aún estaba lejos, le vio su padre y se compadeció. Y corriendo a su encuentro, se le echó al cuello y le cubrió de besos” (Lc 15,20). ¡Dios con nosotros!
LA HOJA SEMANAL
(del 29 al 31 de octubre y 1 al 3 de noviembre)
Lunes (29)
San Feliciano, mártir (30ª TO; mes del Rosario)
Palabras: “Le impuso las manos y, en seguida, se puso derecha” (Lc 13,13)
Reflexión: La mujer encorvada desde hacía 18 años. Al verla Jesús la llamó
Propósito, durante el día: No nos dejes caer en la tentación; líbranos del Malo
Martes (30)
San Marciano de Siracusa, obispo (30ª TO; mes del Rosario)
Palabras: “¿A qué se parece el Reino de Dios?” (Lc 13,18)
Reflexión: A un grano de mostaza que se siembra; a la levadura que fermenta la masa
Propósito, durante el día: Venga a nosotros tu Reino
Miércoles (31)
San Alonso Rodríguez, religioso (30ª TO; mes del Rosario)
Palabras: “Esforzaos en entrar por la puerta estrecha” (Lc 13,24)
Reflexión: Vendrán de oriente, occidente, norte y sur y se sentarán en la mesa del Reino
Propósito, durante el día: Aleja de mí, Dios mío, lo que me aparte de Ti
Jueves (1)
Todos los Santos
Palabras: Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande (Mt 5,12a)
Reflexión: Pobres de espíritu, los que lloran, los misericordiosos, los limpios de corazón
Propósito, durante el día: Santos que me queréis tanto, interceded por mí
Viernes (2)
Fieles Difuntos
Palabras: “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lc 23,43)
Reflexión: Crucificaron allí a Jesús y los malhechores. Uno lo insultaba. El otro pedía
Propósito, durante el día: Jesús, acuérdate de mí; llévame contigo. Para siempre
Sábado (3)
San Martín de Porres, religioso (30ª TO; mes de los difuntos)
Palabras: “El que se enaltece será humillado; … (Lc 14,11)
Reflexión: … y el que se humilla será enaltecido”
Propósito, durante el día: Madre, no me sueltes la mano. Y hasta el cielo
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 28, domingo (30º TO; ciclo B) nos llenan de alegría, confiados en Dios: “Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán” (Jr 31); “Dios es quien llama” (Heb 5); “- Maestro, que pueda ver. Jesús le dijo: - Anda tu fe te ha curado. Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino” (Mc 10). Cada día, en cada momento, siguiendo los pasos de Jesús. Hasta el cielo. Con la ayuda de nuestra Madre.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “El camino del servicio es el antídoto más eficaz contra la enfermedad de la búsqueda de los primeros puestos; es la medicina para los arribistas, esta búsqueda de los primeros puestos, que infecta muchos contextos humanos y no perdona tampoco a los cristianos, al pueblo de Dios, ni tampoco a la jerarquía eclesiástica. Por lo tanto, como discípulos de Cristo, acojamos este Evangelio como un llamado a la conversión, a dar testimonio con valentía y generosidad de una Iglesia que se inclina a los pies de los últimos, para servirles con amor y sencillez. Que la Virgen María, que se adhirió plenamente y humildemente a la voluntad de Dios, nos ayude a seguir a Jesús con alegría en el camino del servicio, el camino maestro que lleva al Cielo.” (Angelus, 21 de octubre de 2018)
- “En nuestro itinerario de catequesis sobre los Mandamientos, llegamos hoy a la Sexta Palabra, que está relacionada con la dimensión afectiva y sexual y reza: “No cometerás adulterio”. La llamada inmediata es a la fidelidad, pues no hay auténtica relación humana sin lealtad y fidelidad. No se puede amar solo cuando “conviene”. El amor se manifiesta cuando se da todo sin reservas. Como afirma el “Catecismo”: “El auténtico amor tiende por sí mismo a ser algo definitivo, no algo pasajero” (n. 1646). La fidelidad es la característica de una relación humana libre, madura, responsable. También un amigo demuestra que es auténtico cuando sigue siéndolo en todas las circunstancias; de lo contrario no es un amigo. Cristo revela el amor auténtico, Él que vive del amor sin límites del Padre y en base a esto es el Amigo fiel que nos acoge también cuando nos equivocamos y quiere siempre nuestro bien, incluso cuando no lo merecemos.
El ser humano necesita ser amado sin condiciones, y quien no recibe esta acogida lleva en sí algo incompleto, a menudo sin saberlo. El corazón humano busca llenar ese vacío con sucedáneos, componendas y mediocridades, que de amor solo tienen un vago sabor. El riesgo es el de llamar “amor” a relaciones estériles e inmaduras, con la falsa ilusión de encontrar allí un poco de luz y de vida, en algo que, en el mejor de los casos, es solo un reflejo.” (Audiencia general, 24 de octubre de 2018)
(28.10.18)
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