LO TRIBUTARIO (nº 445)

La aplicación de los tributos (12): sujetos de la relación tributaria

En la aplicación de los tributos se concreta una relación jurídica general en la que tienen su origen todas las demás. Dice el artículo 4 LGT que la potestad originaria para establecer tributos corresponde exclusivamente al Estado, mediante ley; las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales pueden establecer y exigir tributos de acuerdo con la Constitución y las leyes; y otras entidades de derecho público pueden exigir tributos cuando una ley así lo determine. Se debe recordar que potestad es un poder-deber; así: el Estado puede establecer tributos y debe hacerlo para obtener ingresos con los que financiar los gastos públicos: art. 31 CE.

De esas “potestades” se deriva el “derecho” de las Administraciones (art. 7 LGT) para aplicar los tributos mediante actos, actuaciones y procedimientos realizados y desarrollados por los órganos “competentes”. En esos actos, actuaciones y procedimientos, la Administración debe actuar con sometimiento a la ley y al Derecho (art. 103 CE) y según los principios legalmente establecidos (art. 3 Ley 40/2015, RJSP). Cuando la Administración utiliza su potestad para un fin distinto del que la justifica hay desviación de poder que determina la anulabilidad del acto (art. 48.1 Ley 39/2015 LPAC). El ejercicio de la potestad reglamentaria y los actos de aplicación de los tributos y de imposición de sanciones tienen carácter reglado (sometido a lo regulado) y son impugnables en vía administrativa y jurisdiccional, según lo dispuesto en las leyes.

Por su parte, los administrados son parte de la relación jurídica (art. 17 LGT) que se produce cuando se aplican los tributos: la ordenación normativa determina las obligaciones, tanto la principal (art. 19 LGT: pago de la cuota), como las accesorias (arts. 25 a 28 LGT: intereses y recargos) y formales (art. 29 LGT), que el administrado debe cumplir, así como los derechos que puede ejercitar (art. 34 LGT). Aunque hasta la LGT/2003, los administrados tributarios eran designados con arreglo a su noble función (contribuir, ser sujetos de la relación jurídica) desde dicha ley se generaliza la denominación de “obligados tributarios” que es concepto que afecta a la dignidad, es incoherente (porque también tienen derechos) y es parcial (porque también la Administración es obligada tributaria: arts. 30 a 33 LGT).

También ha sido novedad de la LGT/2003 la extensión de la relación tributaria más allá de la existente entre la Administración y los administrados. Los artículos 24, 35 y 38 LGT regulan como obligados tributarios a administrados que se relacionan en el cumplimiento de obligaciones tributarias (repercutir, soportar la repercusión, retener, soportar la retención, soportar la repercusión de ingresos a cuenta). Del mismo modo, en la clasificación tradicional referida a “sujeto pasivo contribuyente” y sujeto pasivo sustituto del contribuyente (art. 36 LGT) se añade el obligado a realizar pagos a cuenta (art. 37 LGT) y los retenedores, retenidos, repercutidores y repercutidos y los obligados a realizar ingresos a cuenta y, en su caso, a soportar su repercusión.

Los sucesores tributarios (arts. 39 y 40 LGT) y los responsables tributarios (arts. 41 a 43 LGT: solidarios o subsidiarios) no forman parte de la relación tributaria (originada por el hecho imponible: art. 20 LGT), pero son obligados tributarios (art. 35 LGT). Aún se podría ampliar la lista de “relacionados tributarios”: interesados, representantes…

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Reconoce dos delitos, se le condena, paga lo acordado y se va. Como otros. No todos.

El curso se acaba. Es tiempo de descanso, de rearmarse de fuerzas en el cuerpo y en el espíritu. El cristiano encuentra motivo de meditación, de adoración a Dios; de acción de gracias, por el curso pasado, por la vida recibida y sostenida; de petición, para cada uno, para los cercanos, para los lejanos, para los contrarios, para el que lo necesite, sea quien sea. Manteniendo la costumbre en el blog, sigue aquí la poesía del Padre Alarcón S.I. que reprodujo el Padre Coloma S.I., con texto en prosa intercalado, en su obra “Pequeñeces”, en el pasaje en el que, en una distribución de premios escolares, un niño recitaba a la Virgen. Adaptando las palabras a la actualidad de cada uno. Pensando.

- “Dulcísimo recuerdo de mi vida, / bendice a los que vamos a partir. / ¡Oh, Virgen del recuerdo dolorida, / recibe tú mi adiós de despedida, y acuérdate de mí!... / Lejos de aquestos tutelares muros, / los compañeros de la edad feliz / no serán a tu amor perjuros; / conservarán sus corazones puros; / ¡Se acordarán de ti! / Mas siento al alejarme una agonía / cual no la suele el corazón sentir…/ En palabras de niño ¿quién confía? / Temo… no sé qué temo, Madre mía, / por ellos y por mí…” Estos cortes circunstanciales en la rutina vital permiten recordar tiempos pasados en los que la fe, la piedad, la relación con Dios era intensa, amable, cordial. Conviene sacar ánimos de ahí.

- “Dicen que el mundo es un jardín ameno / y que áspides oculta ese jardín… / que hay frutos dulces de mortal veneno… / que el mar del mundo está de escollos lleno… / Y ¿por qué estará así? / Dicen que por el oro y los honores / hombres sin fe, de corazón ruín, /secan el manantial de sus amores, / y a su Dios y a su Patria son traidores… ¿Por qué serán así? / Dicen que de esta vida los abrojos / quieren trocar en mundanal festín; / que ellos, ellos motivan tus enojos, / y que ese llanto de tus dulces ojos/ lo causan ellos, ¡sí! / Ellos, ¡ingratos!, de pesar te llenan… / ¿Seré yo también sordo a tu gemir? / ¡No! ...; yo no quiero frutos que envenenan, / no quiero goces que a mi Madre apenan, / ¡no quiero ser así! / En los escollos de esta mar bravía / yo no quiero sin gloria sucumbir; / yo no quiero que llores por mí un día, / yo no quiero que llores, Madre mía… / ¡No quiero ser así!” Quizá nuestra experiencia vital empieza aquí, recordando tiempos de olvido de Dios, de alejamiento de Dios. También esa poesía de niño puede animarnos.

- “Y mientras yo responda a tu reclamo, / mientras me juzgue con tu amor feliz, / y ardiendo en este afecto en que me inflamo / te diga muchas veces que te amo, / ¿te olvidarás de mí? / ¡Ah, no, dulce recuerdo de mi vida! / Siempre que luche en poderosa lid, / siempre que llore mi alma dolorida, / al recordar mi adiós de despedida / ¡Te acordarás de mí! / Y en retorno de amor y fe sincera, / jamás sin tu recuerdo he de vivir: / tuya será mi lágrima postrera… / Hasta que muera, Madre, hasta que muera, / me acordaré de ti!” Así, con ese arrojo juvenil, aún en la edad madura, es tiempo de propósitos, de animarnos unos a otros, la mejor inversión: ¡el ciento por uno!

- “Tú en pago, Madre, cuando llegue el plazo / de alzar el vuelo al celestial confín, / estrechándome a ti con dulce abrazo, / no me apartes jamás de tu regazo, / ¡no me apartes de ti!”. No hay mayor seguridad que ir a Jesús de la mano de la Madre.
Unos a otros, todos nos deseamos un feliz descanso. Un “seguir sin parar” más pausado.

LA HOJA SEMANAL
(30 de julio a 4 de agosto)

Lunes (30)

San Pedro Crisólogo, obispo y doctor de la Iglesia (17ª TO)
Palabras: “El reino de los cielos se parece a la levadura…” (Mt 13,33)
Reflexión: una mujer la amasa con tres medidas de harina y todo fermenta
Propósito, durante el día: Darme. Amabilidad, comprensión, ayuda, silencios

Martes (31)

San Ignacio de Loyola, presbítero y fundador S.I. (17ª TO)
Palabras: “La cizaña son los partidarios del Maligno” (Mt 13,38)
Reflexión: Los ángeles arrancarán a todos los corruptores y malvados
Propósito, durante el día: Dios mío, que sea buena semilla; que dé buen fruto

Miércoles (1)

San Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia (17ª TO)
Palabras: “El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido…” (Mt 13,44)
Reflexión: Quien lo encuentra, lo vuelve a esconder, vende todo y compra el campo
Propósito, durante el día: Agradecer las atenciones de Dios

Jueves (2)

San Pedro Fabro S.I. (17ª TO, Nª Sª de los Ángeles)
Palabras: “El reino de los cielos se parece también a la red que echan al mar” (Mt 13,47)
Reflexión: Recoge toda clase de peces; luego hay que separar los malos de los buenos
Propósito, durante el día: Pedir ayuda para poder salvarme

Viernes (3)

San Pedro de Anagni, obispo (17ª TO)
Palabras: “No hizo allí muchos milagros porque les faltaba fe” (Mt 13,58)
Reflexión: En Nazaret. Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta.
Propósito, durante el día: Vida oculta. Junto a Jesús. Aprendiendo de Él

Sábado (4)

San Juan María Vianney, presbítero (17ª TO)
Palabras: “Oyó el tetrarca Herodes lo que se contaba de Jesús” (Mt 14,1)
Reflexión: Creyó que era Juan el Bautista al que había ordenado decapitar
Propósito, durante el día: Madre mía, ayúdame a llegar al cielo

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 29, domingo (17º TO; ciclo B; santa Marta) nos recuerdan la misericordia de Dios: “Dáselo a la gente, que coman. Porque así dice el Señor: Comerán y sobrará” (2 R 4); “Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo” (Ef 4); “Recoged los pedazos que han sobrado que nada se desperdicie” (Jn 6). Es tiempo oportuno para confiar más en Dios que es Padre; para abandonarnos en el amor del Hijo; para vivir en el Espíritu. Tiempo de ternura cogidos de la Madre.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Dado que Jesús se conmovió al ver a toda aquella gente necesitada de guía y de ayuda, podríamos esperar de Él que obrara algún milagro. Sin embargo, se puso a enseñarles muchas cosas. He aquí el primer pan que el Mesías ofrece a la multitud hambrienta y perdida: el pan de la Palabra. Todos nosotros tenemos necesidad de palabras de verdad que nos guíen y que iluminen nuestro camino. Sin la verdad, que es Cristo mismo, no es posible encontrar la orientación correcta en la vida.

Cuando nos alejamos de Jesús y de su amor, nos perdemos y la existencia se transforma en desilusión e insatisfacción. Con Jesús al lado, se puede proceder con seguridad, se pueden superar las pruebas, avanzar en el amor hacia Dios y hacia el prójimo. Jesús se hizo don para los demás, convirtiéndose así en modelo de amor y de servicio para cada uno de nosotros.

Que María Santísima nos ayude a hacernos cargo de los problemas, de los sufrimientos y de las dificultades de nuestro prójimo, por medio de una actitud de compartir y de servicio.” (Angelus, día 22 de julio de 2018)

- “Audacia y fervor"

131. Miremos a Jesús: su compasión entrañable no era algo que lo ensimismara, no era una compasión paralizante, tímida o avergonzada como muchas veces nos sucede a nosotros, sino todo lo contrario. Era una compasión que lo movía a salir de sí con fuerza para anunciar, para enviar en misión, para enviar a sanar y a liberar. Reconozcamos nuestra fragilidad, pero dejemos que Jesús la tome con sus manos y nos lance a la misión. Somos frágiles, pero portadores de un tesoro que nos hace grandes y que puede hacer más buenos y felices a quienes lo reciban. La audacia y el coraje apostólico son constitutivos de la misión.

137. La costumbre nos seduce y nos dice que no tiene sentido tratar de cambiar algo, que no podemos hacer nada frente a esta situación, que siempre ha sido así y que, sin embargo, sobrevivimos. A causa de ese acostumbrarnos ya no nos enfrentamos al mal y permitimos que las cosas «sean lo que son», o lo que algunos han decidido que sean. Pero dejemos que el Señor venga a despertarnos, a pegarnos un sacudón en nuestra modorra, a liberarnos de la inercia. Desafiemos la costumbre, abramos bien los ojos y los oídos, y sobre todo el corazón, para dejarnos descolocar por lo que sucede a nuestro alrededor y por el grito de la Palabra viva y eficaz del Resucitado.

139. Pidamos al Señor la gracia de no vacilar cuando el Espíritu nos reclame que demos un paso adelante, pidamos el valor apostólico de comunicar el Evangelio a los demás y de renunciar a hacer de nuestra vida cristiana un museo de recuerdos. En todo caso, dejemos que el Espíritu Santo nos haga contemplar la historia en la clave de Jesús resucitado. De ese modo la Iglesia, en lugar de estancarse, podrá seguir adelante acogiendo las sorpresas del Señor.” (Exh. Ap. “Gaudete et exsultate”)

(29.07.18)

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