LO TRIBUTARIO (nº 379)

Los impuestos indirectos (7): el esquema legal del IVA

El IVA son tres impuestos, anunciaba el título de uno de los muchísimos libros que se publicaron cuando era inminente la aplicación del “impuesto europeo”. No es así, pero era un aviso interesante y, por extraño que pudiera parecer, aún podría aumentar ese número ahora. Desde luego, los hechos imponibles son tres: “entregas y servicios” (operaciones interiores y también las exportaciones y las entregas intracomunitarias (que son operaciones exentas con derecho a devolución del IVA soportado para garantizar la neutralidad internacional); “importaciones”; y “adquisiciones intracomunitarias”.

Pero, desde otro punto de vista, serían otros tres los IVA, si se distingue (art. 21 LGT) entre el “IVA devengado”, el impuesto, instantáneo, que se autoliquida en factura (o se liquida por las aduanas en la importación) y se repercute al adquirente (o satisface el importador), el “IVA con inversión de sujeto pasivo”, en el que es el adquirente el que debe autoliquidar el impuesto, y el “IVA exigible”, que es el que, periódicamente (cada trimestre, cada mes) resulta de la diferencia entre el IVA devengado y el IVA soportado deducible, de modo que hay que ingresar el resultado positivo y se puede compensar en periodos sucesivos si es negativo, lo que hace que, en una declaración recapitulativa anual, se permita el sujeto pasivo optar por la devolución del saldo de IVA soportado no compensado o seguir compensando en las declaraciones sucesivas.

Y aun se podría señalar otras diferencias en la determinación y exigencia del IVA: en régimen general, con gravamen o con exención, o en regímenes especiales; con deducción plena del IVA soportado (prorrata 100%) o con deducción parcial (% prorrata) o sin derecho a deducción. Ninguna de estas distinciones es irrelevante en cuanto influyen tanto en el IVA a autoliquidar, en su caso, como en el IVA exigible periódicamente. Como peculiaridades a destacar están: el régimen de agricultura, ganadería y pesca (no marítima), respecto de operaciones en las que no hay IVA no devengado (se cobra, mediante recibo, al adquirente de los productos y servicios una compensación del IVA soportado, calculada a tanto alzado en general con porcentajes que señala la LIVA); el régimen de bienes usados, objetos de arte, antigüedades y de objetos de colección (con un cálculo preciso del “valor añadido” económico); o el régimen de agencias de viajes (operaciones en nombre propio: con otro cálculo del valor añadido). Y, así, hasta nueve regímenes especiales.

Estas consideraciones permiten reseñar aquí el esquema de la LIVA. Por el IVA devengado: a) ámbitos (objetivo, territorial); b) sujeción y no sujeción en cada hecho imponible (arts. 4-12, 13-16, 17-19); c) exenciones en entregas y servicios (arts. 20-24), en adquisiciones intracomunitarias (art. 26) y en importaciones (arts. 27-67; d) localización de cada hecho imponible (arts. 68-70, 71-74); d) devengo (arts. 75; 76; 77); e) base imponible y su modificación (arts. 78-81; 82; 83); f) sujetos pasivos y responsables (arts. 84; 85; 86-87); g) repercusión y rectificación (arts. 89); h) tipos de gravamen (arts, 90-91). Por el IVA exigible: a) deducciones (arts. 92 a 100); b) devoluciones (arts. 115 a 119 bis). Y, después: regímenes especiales (arts. 120 a 163); obligaciones (arts. 164 a 166); gestión del impuesto (arts. 167 y 168); suspensión del impuesto (art. 169) e infracciones y sanciones específicas del IVA (arts. 170 y 171).

DE LO HUMANO A LO DIVINO

En días como los que vivimos ahora, pase lo que pase, sea cual sea la actualidad fiscal, no hay mayor ni mejor comentario “de lo humano a lo divino” que la reflexión sobre el acontecimiento que permite considerar la realidad “de lo divino a lo humano”. Dios trinitario, el Hijo de Dios se hizo hombre, nació como Niño, sin perder su condición divina: “Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús, el cual, siendo de condición divina, no consideró como presa codiciable el ser igual a Dios, sino que se anonadó a sí mismo tomando la forma de siervo, hecho semejante a los hombres…” (Flp 2, 5-7). Y hace más de dos mil años se cumplió lo que Isaías ya había profetizado: “Mirad, la virgen está encinta y dará a luz un hijo a quien pondrán por nombre Emmanuel” (Is 7, 14). Y todo lo ocurrido tuvo la sencillez de la simplicidad de Dios. ¿Celebro el acontecimiento como en el aniversario de la persona que más quiero?

- “En aquellos días se promulgó un edicto de César Augusto para que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento se hizo cuando Quirino era gobernador de Siria. Todos iban a inscribirse, cada uno a su ciudad. José como era de la casa y familia de David, subió desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, en Judea, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta…” ¿Me cuesta ir cerca de María, Madre de Dios y madre mía, para acompañarla y recordar con Ella?

- “Y cuando ellos se encontraban allí, le llegó la hora del parto, y dio a luz a su hijo primogénito; …”. ¿Adoro al Niño Jesús, Dios hecho hombre, en su llegada al mundo?

- “lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre…” ¡Niño! ¡Envuelto en pañales!

- “porque no había lugar para ellos en el aposento” ¿Preparo mi alma para acogerlo?

- “Había unos pastores por aquellos contornos que dormían al raso y vigilaban por turno su rebaño durante la noche. De improviso, un ángel del Señor se les presentó y la gloria del Señor los rodeó de luz. Y se llenaron de un gran temor. El ángel les dijo: -No temáis. Mirad que vengo a anunciaros una gran alegría que lo será para todo el pueblo: hoy os ha nacido en la ciudad de David, el Salvador, que es el Cristo, el Señor, y esto os servirá de señal: encontraréis a un niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre… De pronto, apareció junto al ángel una muchedumbre de la milicia celestial…” ¿Me siento rodeado de ángeles que también adoran al Niño? ¿hablo con mi ángel?

- “Cuando los ángeles les dejaron, marchándose hacia el cielo, los pastores se decían unos a otros: - Vayamos a Belén para ver esto que ha ocurrido y que el Señor nos ha manifestado. Y fueron presurosos y encontraron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre. Al verlo reconocieron las cosas que les habían anunciado sobre este niño…” ¿Voy con frecuencia a estar un ratito con Él, en el belén, en el misterio, en el Sagrario?

- “Y todos los que lo oyeron se maravillaron de cuanto los pastores les habían dicho”. ¿Pienso a menudo en la Sagrada Familia en Belén? ¿Hablo de la Navidad, de Jesús?

- “María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón” ¿Me recojo junto a María para ponderar con Ella el misterio de amor de Dios, que es Amor?

- “Y los pastores regresaron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que había oído y visto, según les fue dicho” (Lc 2, 1-13, 15 a 20) ¿Vivo la santa alegría de la Navidad?

LA HOJA SEMANAL
(del 25 a 30 de diciembre)

Lunes (25)

Natividad de Nuestro Señor Jesucristo (Nª Sª de Belén)
Palabras: “La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1,14)
Reflexión: Cuantos la recibieron, como hijos de Dios
Propósito, durante el día: Amar a Dios; poner amor donde se precise amor

Martes (26)

San Esteban, protomártir
Palabras: “El Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros” (Mt 10,20)
Reflexión: Por tu nombre, dirígeme y guíame (Salmo, 30)
Propósito, durante el día: Bendita y alabada sea la voluntad de Dios

Miércoles (27)

San Juan, apóstol y evangelista
Palabras: “Entró y creyó” (Jn 20,8)
Reflexión: Juan llegó antes que Pedro al sepulcro vacío, pero esperó
Propósito, durante el día: Vivir con Juan el encuentro con Jesús, la Cena, el Calvario

Jueves (28)

Los Santos Inocentes, mártires
Palabras: Mandó matar a tos los niños de dos años para abajo en Belén (Mt 2,16)
Reflexión: La maldad del corazón, los horrores del hombre
Propósito, durante el día: Desagravio por los pecados, por los olvidos, por la soberbia

Viernes (29)

Santo Tomás Becket, obispo y mártir (5º día Octava de Navidad)
Palabras: “Será como una bandera discutida” (Lc 2,34)
Reflexión: Simeón le dijo a María: “Y a ti, una espada te traspasará el alma”
Propósito, durante el día: Ayúdame Dios mío a elegir bandera, a morir si es preciso

Sábado (30)

San Sabino, obispo (6º día Octava de Navidad)
Palabras: “El niño iba creciendo y robusteciéndose y se llenaba de sabiduría” (Lc 2,40)
Reflexión: De su plenitud hemos recibido gracia tras gracia (Jn 1,16)
Propósito, durante el día: Madre, mantenme junto a Jesús, que nada ni nadie me aparte

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 24, domingo (4º Adviento; ciclo B; Nochebuena) llevan a vivir el cumplimiento de la promesa: “Yo seré para él padre y él será para mi hijo” (2 Sam 7); “revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos” (Rm 16); “y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo” (Lc 1). ¡Es verdad, Jesús nació como niño y vivió entre nosotros! Y sigue junto a cada uno realmente, aquí y ahora, y hasta el fin del mundo. ¡Cómo no hablarle, no confiar!

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Por medio de la oración podemos entrar en una relación estable con Dios, que es la fuente de la verdadera alegría. La alegría del cristiano no se compra, no se puede comprar; viene de la fe y del encuentro con Jesucristo, razón de nuestra felicidad. Y cuanto más enraizados estamos en Cristo, cuanto más cercanos estamos a Jesús, más encontramos la serenidad interior, incluso en medio de las contradicciones cotidianas. Por eso el cristiano, habiendo encontrado a Jesús, no puede ser un profeta de desventura, sino un testigo y un heraldo de alegría. Una alegría a compartir con los demás; una alegría contagiosa que hace menos fatigoso el camino de la vida. La tercera actitud indicada por Pablo es el continuo agradecimiento, es decir, un amor agradecido con Dios. Él, de hecho, es muy generoso con nosotros y nosotros estamos invitados a reconocer siempre sus beneficios, su amor misericordioso, su paciencia y bondad, viviendo así en un incesante agradecimiento.” (Angelus, día 17 de diciembre de 2017)

- “Todos somos pecadores. No lo sé, quizá alguno de vosotros no es pecador... Si alguno no es pecador que levante la mano, por favor, así todos lo vemos. Pero no hay manos levantadas, va bien: ¡tenéis buena la fe! Todos somos pecadores; y por eso al inicio de la misa pedimos perdón. Y el acto penitencial. No se trata solamente de pensar en los pecados cometidos, sino mucho más: es la invitación a confesarse pecadores delante de Dios y delante de la comunidad, delante de los hermanos, con humildad y sinceridad, como el publicano en el templo. Si realmente la eucaristía hace presente el misterio pascual, es decir el pasaje de Cristo de la muerte a la vida, entonces lo primero que tenemos que hacer es reconocer cuáles son nuestras situaciones de muerte para poder resurgir con Él a la vida nueva.” (audiencia general, día 20 de diciembre de 2017)

FELICIDADES EN LA NAVIDAD PARA TODOS. ¡QUE DIOS NOS BENDIGA!

(24.12.17)

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