LO TRIBUTARIO (nº 340)

Conocer el IS (4): otros ajustes y liquidación del impuesto

Si los ajustes en las valoraciones son “ajustes fiscales”, porque su pretensión es corregir la prudencia contable, la LIS regula otros ajustes que tienen como causa o que se instrumentan según los conceptos tributarios. Así, como conclusión de los “ajustes fiscales” (arts. 11 a 18 LIS), el artículo 19 LIS establece, con excepciones y condiciones, criterios de valoración para: a) cambios de residencia fuera de España (diferencia entre valor de mercado y valor fiscal); b) para operaciones realizadas con o por personas o entidades residentes en paraísos fiscales (valor de mercado); y c) para cantidades sujetas a retención (contraprestación íntegra devengada). El artículo 20 regula los efectos de la valoración contable diferente a la fiscal según que se trate de: elementos del activo circulante, elementos no amortizables del inmovilizado, elementos amortizables del inmovilizado, o de servicios. Novedad es el derecho a convertir activos por impuesto diferido -dotaciones por deterioro de créditos- en crédito exigible (art. 130 LIS) pagando una prestación patrimonial (D.Ad. 13ª LIS)

- Los “ajustes tributarios” que se regulan como “exenciones” son las correspondientes a: los dividendos y rentas derivadas de la transmisión de valores representativos de los fondos propios de entidades residentes y no residentes (art. 21 LIS); y las rentas obtenidas en el extranjero a través de un establecimiento permanente (art. 22 LIS). Se regulan como “reducciones” de la base imponible: la correspondiente a las rentas procedentes de determinados activos intangibles, como ocurre en la propiedad industrial o intelectual (art. 23 LIS); la parte de resultados destinada a la obra benéfico-social de las cajas de ahorros y fundaciones bancarias (art. 24 LIS); el 10% del importe del incremento de sus fondos propios con las condiciones que se establecen (art. 25 LIS). Hay que considerar aquí la compensación de bases imponibles negativas producidas en períodos anteriores (art. 26 LIS) y la conversión de activos en crédito (art. 130 LIS).

En este último ajuste tributario se relaciona ejercicio económico, período impositivo y devengo del IS: por lo general el período coincide con el ejercicio y el devengo se produce el último día del período impositivo (arts. 27 y 28 LIS); pero se pueden producir ejercicios más cortos que el año; por otra parte, la renta es algo continuo y la “foto fija” que permite determinar resultados en una fecha determinada es sólo una convención que se ve traspasada por aquella continuidad; cuando se producen pérdidas no sólo no es real, sino que puede ser injusto quedarse en la apreciación del resultado de un ejercicio cuando lo adecuado, e incluso lo querido por la entidad, sea tener pérdidas al principio para tener una base sólida de beneficios después y para el futuro.

Esa consideración indiscutida llevó a admitir en la LIS la compensación de bases negativas con los beneficios obtenidos en períodos impositivos posteriores; pero la Hacienda necesita recaudar y no podía quedar a la espera, de modo que al principio se limitó el período de años en que se podría compensar y se obligó a compensar en los períodos inmediatos sucesivos. Después, una y otra vez, se fue alargando el plazo y, así, hasta ahora. Eso afectaba a períodos prescritos y a la posibilidad de su comprobación: la exigencia de conservar justificantes (art. 26.5 LIS) ha llevado no sólo a la imprescriptibilidad (art. 66 bis LGT), sino también a la inseguridad jurídica de poder modificar la calificación jurídica de períodos prescritos con efecto en los no prescritos.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

“Hacienda estrecha el cerco sobre 21.000 acogidos a la amnistía fiscal”. Se dispondrá de datos de 53 países. ¿Estrechar el cerco sobre quien se acogió a una norma legal?

El cristiano busca a Dios y encuentra a Dios en lo ordinario de cada día. “Que tu primer pensamiento y el último de cada día, sean para Dios” es un buen consejo que se debe seguir. El ruido del mundo, de la vida, las prisas, las ocupaciones y las preocupaciones, la planificación de cada hora, la programación del mes y los imprevistos. Todo contribuye a que el cristiano deba esforzarse en encontrar momentos para Dios. Buen propósito de cada día sería que no pasara ninguna hora sin caer en la cuenta de que está aquí, conmigo, que me quiere más que nadie me haya podido ni me pueda querer. Dios es amor. La Santísima Trinidad es el Amor generando y regalando amor. Hay que vencer al ruido, con la alegría de poder ver a Dios, de escuchar a Dios, porque Dios es mi Padre, mi Defensor, mi Consuelo: “Venid a mi todos los fatigados y agobiados, y yo os aliviaré” (Mt 11,28). Tiempo de escuchar, meditar y decidir.

- “¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos; dirigiéndose al primero, le mandó: “Hijo, vete hoy a trabajar en la viña”. Pero él le contestó: “No quiero”. Sin embargo, se arrepintió después y fue. Se dirigió entonces al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió: “Voy, señor”; pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? -El primero -dijeron ellos. Jesús prosiguió: - En verdad os digo que los publicanos y las meretrices os precederán en el Reino de Dios” (Mt 21,28-31). ¿Cómo actuó yo? ¿Qué es para mí lo primero? ¿Es tanta la intensidad de mi amor a Dios, como para arrepentirme y rectificar la intención, la obra, lo que dejé de hacer debiendo hacerlo?

- “Escuchad otra parábola: - Había un hombre, dueño de una propiedad, que plantó una viña, la rodeó de una cerca y cavó en ella un lagar, edificó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos de allí. Cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió a sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo lapidaron. De nuevo envió a otros siervos más numerosos que los primeros, pero les hicieron lo mismo. Por último, les envió a su hijo, pensando: “A mi hijo lo respetarán”. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: “Este es el heredero. Vamos, lo mataremos y nos quedaremos con su heredad”. Y lo agarraron, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando venga el amo de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores? Le contestaron: - A esos malvados les dará una mala muerte y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo” (Mt 21, 33-41). Frente a la tentación de creerse ajeno a los hechos de la parábola, es conveniente trasladar la enseñanza a nuestra experiencia sobre el señorío del “yo” de cada uno y de cómo decidimos desoír, acallar, la palabra de Dios.

Pero Dios insiste. Es el amor permanente. “Qué tengo yo que mi amistad procuras? / ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, / que a mi puerta, cubierto de rocío, / pasas las noches del invierno obscuras? / ¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, / pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío, / si de mi ingratitud el hielo frío / secó las llagas de tus plantas puras! / ¡Cuántas veces el ángel me decía: / “Alma, asómate agora a la ventana, / verás con cuánto amor llamar porfía” / Y ¡cuántas, Hermosura soberana, / “Mañana le abriremos”, respondía, / para lo mismo responder mañana! (Lope de Vega: “A Jesucristo”)

LA HOJA SEMANAL
(del 17 al 22 de julio)

Lunes (17)

San Generoso, abad (15ª TO)
Palabras: “El que pierda su vida por mí, la encontrará” (Mt 10,39)
Reflexión: Criterio de Dios en contraste con los criterios humanos
Propósito, durante el día: Que te quiera más que a nadie, más que nada, más que a mí

Martes (18)

San Federico, obispo (15ª TO)
Palabras: Jesús recrimina a las ciudades donde había hecho tantos milagros (Mt 11,20)
Reflexión: Hace tiempo que otras se habrían convertido
Propósito, durante el día: Conversión: ¿Qué tengo yo que no me hayas dado Tú?

Miércoles (19)

Santas Justa y santa Rufina, mártires (15ª TO)
Palabras: “Nadie conoce al Padre sino el Hijo… (Mt 11,27)
Reflexión: … y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar”
Propósito, durante el día: Fe. Aumenta mi fe. Dame amor para dar amor por Ti

Jueves (20)

San Elías, profeta (15ª TO)
Palabras: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados… (Mt 11, 28)
Reflexión: … y yo os aliviaré”
Propósito, durante el día: Descasar en Dios, confiar en Dios, agradecer a Dios

Viernes (21)

San Lorenzo de Brindis, presbítero y doctor de la Iglesia (15ª TO)
Palabras: “Si comprendierais lo que significa: Misericordia quiero… (Mt 12,7)
Reflexión: … y no sacrificio, no condenaríais a quienes no tienen culpa”
Propósito, durante el día: Misericordia: pon en tu Corazón mis miserias; y yo con otros

Sábado (22)

Santa María Magdalena (15ª TO)
Palabras: “… fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro (Jn 20,1)
Reflexión: - ¡María!... - ¡Rabboni!, que significa Maestro… - ¡He visto al Señor!…
Propósito, durante el día: Madre mía: llévame a Jesús, con Jesús, para siempre

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 16, domingo (15º TO, ciclo A; Virgen del Carmen) están llenas de esperanza: “mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía” (Is 55); “los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá” (Rm 8); “El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros sesenta; otros, treinta” (Mt 13). Es tiempo de hacer el firme propósito de escuchar a Dios, de tratar con Él de nuestra vida, de hacer su voluntad. Y de pedir a la Madre y a san José que nos ayuden.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Hoy Él dice a cada uno: “¡Ánimo, no te rindas ante los pesos de la vida, no te cierres ante los miedos y los pecados, sino ven a mí!”. Él nos espera, nos espera siempre, no para resolvernos mágicamente los problemas, sino para hacernos fuertes en nuestros problemas. Jesús no nos quita los pesos de la vida, sino la angustia del corazón; no nos quita la cruz, sino que la lleva con nosotros. Y con Él cada peso se hace ligero (cf. v. 30) porque Él es el descanso que buscamos. Cuando en la vida entra Jesús, llega la paz, la que permanece en las pruebas, en los sufrimientos. Vayamos a Jesús, démosle nuestro tiempo, encontrémosle cada día en la oración, en un diálogo confiado y personal; familiaricemos con su Palabra, redescubramos sin miedo su perdón, saciémonos con su Pan de vida: nos sentiremos amados y consolados por Él. Es Él mismo quien lo pide, casi insistiendo. Lo repite una vez más al final del Evangelio de hoy: “Aprended de mí ... y hallaréis descanso para vuestras almas” (v. 29).
Aprendamos a ir hacia Jesús y, mientras que en los meses estivales buscamos un poco de descanso de lo que cansa al cuerpo, no olvidemos encontrar el verdadero descanso en el Señor. Nos ayude en esto la Virgen María nuestra Madre, que siempre cuida de nosotros cuando estamos cansados y oprimidos y nos acompaña a Jesús.” (Angelus, día 9 de julio de 2017)

(16.07.17)

No hay comentarios:

Publicar un comentario