LO TRIBUTARIO (nº 330)

Comprender el IS (3): los ajustes fiscales

Cuando la Ley 43/1995 modificó la estructura del IS. El impuesto “analítico” de la Ley 61/1978 (la base imponible, la renta sujeta, como en el IRPF, se componía de rendimientos, ganancias e imputaciones y cada componente tenía su tratamiento) pasó a ser un impuesto “sintético” (la base imponible, la renta sujeta, es el resultado contable, sin desagregación de componentes). Pero las cautelas contables (imagen fiel, prudencia) no pueden reducir la “capacidad económica” que determina (art. 31 CE) la obligación de contribuir. La LIS establece que la base imponible (art. 10 LIS) es el resultado contable “modificado” por los ajustes que en ella se establecen. No se trata de modificar la contabilidad, sino de liquidar el impuesto mediante una declaración en la que el resultado contable se modifica sumando o restando -ajustes- importes que resultan de lo que la LIS establece.

Unos ajustes fiscales tienen causa subjetiva. Así ocurre con las entidades totalmente exentas (art. 9.1 LIS), que ajustan a cero el resultado contable (porque lo exento, está sujeto), y con las entidades parcialmente exentas (art. 9.2, 3 y 4 LIS: entidades sin fines lucrativos, instituciones sin ánimo de lucro, colegios profesionales…, partidos políticos), en las que se grava la renta no exenta según el resultado contable modificado, en su caso, por los ajustes fiscales de la LIS. También hay exenciones objetivas: dividendos y rentas derivados de la transmisión de valores representativos de fondos propios de entidades residentes y no residentes, para evitar la doble imposición, en la entidad y en sus socios o partícipes (art. 21 LIS); las rentas obtenidas en el extranjero a través de un establecimiento permanente (art. 22 LIS)

Otros ajustes fiscales tienen causa temporal (art. 11 LIS: imputación de ingresos y de gastos) o económica (art. 12 LIS: correcciones en las amortizaciones) o patrimonial (art. 13: correcciones por el deterioro del valor de elementos, como los créditos) o por riesgos (art. 14: provisiones en fondos internos de previsión social de las empresas; gastos por actuaciones medioambientales, provisiones técnicas en aseguradoras o en sociedades de garantía recíproca, gastos por garantías de reparación y revisión…). Ajuste fiscal es el que modifica el resultado contable eliminado los gastos que se considera tributariamente no deducibles (art. 15 LIS) y también el que establece límites en la deducibilidad de gastos financieros (art. 16 LIS).

Ajustes fiscales son las reglas especiales de valoración en las transmisiones lucrativas y societarias (art. 17 LIS), en las operaciones vinculadas (arts. 18 LIS) y los casos de cambio de residencia, en operaciones realizadas con residentes en paraísos fiscales y cantidades sometidas a retención (art. 19 LIS). El artículo 20 LIS regula el tratamiento tributario que aplica la entidad adquirente de un elemento patrimonial que tiene diferente valor contable y fiscal.

Ajustes fiscales son las reducciones en la base imponible que la ley regula por las rentas derivadas de determinados activos intangibles (art. 23 LIS) o por las cantidades que las cajas de ahorro y fundaciones bancarias destinen a obras benéfico-sociales (art. 24 LIS). Y también la reserva de capitalización (art. 25 LIS) que es novedosa alternativa del anterior régimen de reinversiones, y la compensación de bases negativas (art. 26 LIS)

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Como si fuera un peculiar efecto democrático, el juicio sobre la ética y la licitud se han situado en la opinión, como conjunto, y en cualquier opinante sin necesidad de conocimientos especializados: si diciendo “presuntamente” se puede imputar a otro cualquier conducta contraria a la ley o a la moral, se ha progresado en la impunidad del juicio si se añade “sin perjuicio de lo que digan los tribunales” a efectos de atribuir responsabilidades políticas que establece y deduce el opinante. Mientras, siguen las filtraciones de expedientes tributarios, los excesos jurídicos en los informes de investigadores de hechos y la discriminación entre punibles e impunes.

Si la solemnidad de la Santísima Trinidad es como la corona de las fiestas pascuales que han pasado, el Tiempo Ordinario que empieza después de Pentecostés regala ánimo y esperanza a los cristianos con las sucesivas celebraciones del Cuerpo y Sangre de Cristo y del Sagrado Corazón de Jesús, el tercer viernes después de Pentecostés. Es como un acompañamiento espiritual en el camino de la lanza que atravesó el costado de Jesús ya muerto en la Cruz, hendiendo la carne del Hijo de Dios, haciendo salir sangre y agua (Jn 19,34), y llegando hasta el Corazón, donde late el amor del Amor. Amor trinitario desde siempre y para siempre. Amor que genera amor, amor que inunda los corazones y se derrama dando amor, poniendo amor donde no había amor. Cristianismo es amar.

El cristiano saborea las palabras cuando medita textos de los Evangelios y construyendo camino en la mente, sigue al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, adorando a un solo Dios: “ut unum Deum in Trinitate et Trinitatem in Unitate veneremur” (que veneremos a un solo Dios en la trinidad y a la Trinidad en la Unidad), como proclamamos en el llamado “símbolo atanasiano”. Y añadimos: “Et in hac Trinitate nihil prius aut posterius, nihil maius aut minus: sed totae tres personae coaeternae sibi sunt et coaequales” (Y en esta Trinidad nada hay anterior o posterior, nada mayor o menor, pues las tres Personas son coeternas e iguales entre sí).

“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios ... Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad… Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia por gracia” (Jn 1, 1, 14, 16). Y seguimos: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso será llamado Hijo de Dios” (Lc 1,35). Y más: “Inmediatamente después de ser bautizado, Jesús salió del agua; y entonces se le abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios que descendía en forma de paloma y venía sobre Él. Y una voz desde los cielos dijo: - Este es mi Hijo, el amado, en quien me he complacido” (Mt 3,16-17). Y, así, con toda el alma y con todo el corazón, repetimos: “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén”

Y, lleno el espíritu de gozo, recordamos las palabras de Pablo: “Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?... ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, o la persecución, o el hambre, o la desnudez, o el peligro o la espada?... Estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades, ni la altura, ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que está en Cristo Jesús, Señor, nuestro” (Rm 8, 31-35 y 38-39)

LA HOJA SEMANAL
(del 12 al 17 de junio)

Lunes (12)

San Plácido, abad (10ª TO; mes del Sgdo. Corazón)
Palabras: “Dichosos los misericordiosos porque alcanzarán misericordia” (Mt 5,7)
Reflexión: Dichosos los pobres, los que lloran, los que sufren, los limpios de corazón
Propósito, durante el día: Dios mío que viva, que sea, que obre, como Tú quieres

Martes (13)

San Antonio de Padua, presbítero y doctor de la Iglesia (10ª TO; mes del Sgdo. Cor.)
Palabras: “Alumbre así vuestra luz a los hombres…” (Mt 5,16)
Reflexión: … para que vean vuestras buenas obras”
Propósito, durante el día: Que sea instrumento para que te conozcan, para que te sigan

Miércoles (14)

San Eliseo, profeta (10ª TO; mes del Sgdo. Corazón)
Palabras: “El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes… (Mt 5,19)
Reflexión: … y lo enseñe así, será el menos importante en el reino de los cielos”
Propósito, durante el día: Cumplir los mandamientos de la ley de Dios y de la Iglesia

Jueves (15)

Santa María Micaela, fundadora (10ª TO; mes del Sgdo. Corazón)
Palabras: “Si tu hermano tiene quejas contra ti… (Mt 5,23)
Reflexión: … vete primero a reconciliarte con tu hermano”
Propósito, durante el día: Comprender, perdonar y pedir perdón.

Viernes (16)

Santa Julita, mártir (10ª TO; mes del Sgdo. Corazón)
Palabras: “Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo… (Mt 5,29)
Reflexión: … Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala …
Propósito, durante el día: Antes morir que pecar

Sábado (17)

Santa Teresa de Portugal (10ª TO; mes del Sgdo. Corazón)
Palabras: “No jures en absoluto …” (Mt 5,34)
Reflexión: … A vosotros os basta decir si o no”
Propósito, durante el día: Madre mía, enséñame a escuchar, enséñame a callar.

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 11, domingo (Santísima Trinidad; ciclo A) nos dan una guía para meditar y vivir en la Santísima Trinidad, tres Personas y un solo Dios, cuya esencia es el amor: “Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad” (Ex 34); “Y el Dios de la paz estará con vosotros” (2 Co 13); “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él” (Jn 3). No se trata de comprender el misterio, sino de vivir en su amor, de su amor.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “El Espíritu de perdón, que conduce todo a la armonía, nos empuja a rechazar otras vías: esas precipitadas de quien juzga, las que no tienen salida propia del que cierra todas las puertas, las de sentido único de quien critica a los demás. El Espíritu en cambio nos insta a recorrer la vía de doble sentido del perdón ofrecido y del perdón recibido, de la misericordia divina que se hace amor al prójimo, de la caridad que “ha de ser en todo momento lo que nos induzca a obrar o a dejar de obrar, a cambiar las cosas o a dejarlas como están” (Isaac de Stella, Sermón 31). Pidamos la gracia de que, renovándonos con el perdón y corrigiéndonos, hagamos que el rostro de nuestra Madre la Iglesia sea cada vez más hermoso: sólo entonces podremos corregir a los demás en la caridad” (Homilía, en Pentecostés, día 4 de junio de 2017)

- “Todo el misterio de la oración cristiana se resume aquí, en esta palabra: tener el valor de llamar a Dios con el nombre de Padre. Lo afirma también la liturgia cuando, invitándonos a la oración comunitaria de la oración de Jesús, utiliza la expresión “nos atrevemos decir”. Efectivamente, llamar a Dios con el nombre de “Padre” no es para nada un hecho descontado. Nos surgiría usar los títulos más elevados, que nos parecen más respetuosos por su trascendencia. En cambio, invocarlo como “Padre” nos pone en una relación de confidencia con Él, como un niño que se dirige a su papá, sabiendo que es amado y cuidado por él. Esta es la gran revolución que el cristianismo imprime en la psicología religiosa del hombre. El misterio de Dios, que siempre nos fascina y nos hace sentir pequeños, pero ya no da miedo, no nos oprime, no nos angustia. Esta es una revolución difícil de aceptar en nuestro ánimo humano; tanto es así que incluso en las narraciones de la Resurrección se dice que las mujeres, después de haber visto la tumba vacía y al ángel, “huyeron …, pues un gran temblor y espanto se había apoderado de ellas” (Marcos 16, 8). Pero Jesús nos revela que Dios es Padre bueno, y nos dice: “¡No tengáis miedo!” (Audiencia general, día 7 de junio de 2017)

Noticia tributaria. El día 8 de junio se da noticia de la sentencia del TC que anula el RD-L 12/2012, porque no es constitucional emplear esa norma de urgencia para modificar la obligación sustantiva y atentar contra el principio de capacidad económica (art. 31 CE). Surten efectos las declaraciones presentadas por haber adquirido firmeza. Pero cabe dudar en cuanto que la firmeza de la declaración no protege los efectos que de ella se pretenda derivar en el futuro, según la doctrina del propio TC para evitar la petrificación de situaciones ilegales, contra “la igualdad en la ilegalidad”.

(11.06.17)

No hay comentarios:

Publicar un comentario