LO TRIBUTARIO (nº 328)

Comprender el IS (2): los regímenes de tributación

Situado ya en un diseño sintético y en una base contable, el IS ha pasado de ser un modelo de regulación a convertirse en un complejo mecanismo de ajustes y de especialidades. Ajustes, porque el diseño sintético (la base imponible es el resultado contable modificado por ajustes fiscales extracontables -art. 10 LIS- sin especiales tratamientos según la naturaleza del origen de la renta) se ha desvirtuado con los numerosos ajustes -arts. 11 a 26 LIS- en el régimen general. Especialidades de todo tipo: según la naturaleza del sujeto pasivo -arts. 7 y 29 LIS, contribuyentes y tipos de gravamen-, las circunstancias que afectan a las rentas -arts. 33 a 39 y 129 y 130 LIS, bonificaciones y deducciones, activos financieros y activos por impuesto diferido convertibles en crédito exigible- y los dieciséis regímenes especiales -arts. 42 a 117 LIS-, lo que hace que se resienta la eficacia del tributo y se haga difícil la comprensión de su regulación.

Así, se ven justificadas tanto las denuncias por la reducida tributación real de las sociedades, como las muchas regularizaciones tributarias mediante liquidaciones administrativas con sanción. No es un impuesto sintético. Es un impuesto de regulación condicionada por muchos intereses sectoriales. Es un impuesto que refleja la evidente divergencia entre la protección de la imagen fiel, evitando riesgos de distorsión, que determina las normas y reglas contables, y la necesidad continuada y acuciante de mayor recaudación tributaria que sólo se puede obtener sorteando las presiones sectoriales y complicando la aplicación del impuesto mediante ajustes fiscales que lo hacen cada vez más alejado de la realidad. Ajustes fiscales en los que, por su frecuencia, se incluirían las regularizaciones, casi siempre referidas a gastos y deducciones.

Esta “foto fija” que presenta la imagen del IS según la Ley 27/2014, es más interesante si se amplía a los detalles. Por detrás, las numerosas normas -66, la mitad de los 132 artículos de la LIS- que afectan a la ley y a la aplicación del impuesto ya sea en su contenido, ya sea en el tiempo: 15 Disposiciones Adicionales; 38 Disposiciones Transitorias; una Disposición Derogatoria; y 12 Disposiciones Finales. Son normas que hay que conocer, que se aplican cuando se producen las circunstancias a que se refieren.

Por delante, los problemas se multiplican en cuanto se enfrentan las consideraciones jurídicas y las económicas, lo que dice la ley y lo que se interpreta. Un ejemplo: las sociedades civiles, con personalidad jurídica, y las comunidades de bienes, situaciones que no tienen personalidad jurídica. La LIS excluía de su ámbito las sociedades civiles (pero incluía las sociedades agrarias de transformación, que lo son); con la reforma se han incluido como contribuyentes -DT 34ª LIS- las sociedades civiles con objeto mercantil -no faltan debates sobre el objeto mercantil- y quedan fuera las demás sociedades civiles -pero no las sociedades mercantiles cualquiera que sea su objeto- y, desde luego, las comunidades de bienes -sus rentas se atribuyen a los comuneros- y demás entes sin personalidad -herencias yacentes, patrimonios separados- aunque son contribuyentes los fondos y comunidades que se relacionan. Y no faltan interpretaciones oficiales que mantienen que una comunidad de bienes puede realizar una actividad empresarial, adquiriendo, transmitiendo…. Y así, el Derecho, padece.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Se da noticia de que el día anterior se produjo la remisión a la Fiscalía de Delitos Económicos de un expediente con acusación de haber defraudado millones de euros mediante un entramado de sociedades en paraísos fiscales sin que la regularización voluntaria hubiera sido veraz ni completa. Eso es riqueza de fuentes de información. Una resolución dice que a los abogados se va para eludir impuestos y también que es inaudito que no se haya acusado a los asesores como cooperadores necesarios. Grave.

¡Feliz Pentecostés! Celebrando que el Espíritu Santo ha venido y está con todos, el cristiano vive, así, con pleno sentido lo que, a veces, es expresión rutinaria: ¡Felices Pascuas! El Espíritu Santo “estuvo” en la Navidad, en la Encarnación: el ángel le dijo a María: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti” (Lc 1,35); un ángel se apareció en sueños a san José y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que en ella ha sido concebido es obra del Espíritu Santo” (Mt 1,20). Y Jesús, próximo ya el tiempo de su Pasión, Muerte y Resurrección, también dijo: “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo rogaré al Padre y os dará otro Paráclito que esté con vosotros siempre (Jn 14,15) y “os conviene que me vaya, porque si no me voy, el paráclito no vendrá a vosotros” (Jn 16,7).

De Pentecostés tenemos noticia también por lo que escribió san Lucas: “Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos justos en un mismo lugar. Y de repente sobrevino del cielo un ruido como de un viento que irrumpe impetuosamente, y llenó toda la casa en la que se hallaban. Entonces se les aparecieron unas lenguas como de fuego, que se dividían y se posaban sobre cada uno de ellos. Quedaron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les hacía expresarse” (Hech 2,1-4).

Conviene recordar también lo que escribió san Pablo: “… los frutos del Espíritu son: la caridad, el gozo, la paz, la longanimidad, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre, la continencia” (Ga 5, 22-23), que, tradicionalmente, en la catequesis cristiana, son doce: amor, alegría, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fe, modestia, continencia y castidad (CIC nº 1832). Y también: “Pues el Espíritu mismo da testimonio junto con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, también herederos: herederos de Dios, coherederos de Cristo” (Rm 8,16-17). Y más: también el Espíritu acude en ayuda de nuestra flaqueza: porque no sabemos lo que debemos pedir como conviene; pero el mismo Espíritu intercede” (Rm 8,26)

Y no se puede acabar tanto recuerdo histórico sin cantar y meditar la Secuencia: “Ven, Espíritu divino, / manda tu luz desde el cielo. / Padre amoroso del pobre: / don, en tus dones espléndido; / luz que penetra en las almas; / fuente del mayor consuelo. / Ven, dulce huésped del alma, / descanso de nuestro esfuerzo, / tregua en el duro trabajo, / brisa en las horas de fuego, / gozo que enjuga las lágrimas / y reconforta en los duelos. / Entra hasta el fondo del alma, / divina luz y enriquécenos. / Mira el vacío del hombre, / si tú le faltas por dentro; / mira el poder del pecado, / cuando no envías tu aliento. / Riega la tierra en sequía, / sana el corazón enfermo, / lava las manchas, infunde / calor de vida en el hielo, / doma el espíritu indómito, / guía al que tuerce el sendero. / Reparte tus siete dones, / según la fe de tus siervos; / por tu bondad y tu gracia, / dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse; / y danos tu gozo eterno.”

LA HOJA SEMANAL
(del 5 al 10 de junio)

Lunes (5)

San Bonifacio, obispo y mártir (9ª TO, mes del Sgado. Corazón; Nª Sª Rocío)
Palabras: “Este es el heredero. Venga, lo matamos…” (Mc 12,7)
Reflexión: Plantó la viña, la arrendó y envió para recibir su tanto del fruto
Propósito, durante el día: Acciones de gracias. Buscar la gloria de Dios en lo diario

Martes (6)

San Marcelino Champagnat, fundador HH Maristas (9ª TO; mes Sgdo. Corazón)
Palabras: “Pagad al Cesar lo que es del César; y lo que es Dios a Dios” (Mc 12,17)
Reflexión: ¿Es lícito pagar el impuesto al César?
Propósito, durante el día: Unidad de vida. Cristiano en todo, con todos, para todos

Miércoles (7)

San Antonio María Gianelli, confesor (9ª TO; mes Sgdo. Corazón)
Palabras: “Cuando resuciten, ni los hombres ni las mujeres se casarán” (Mc 12,25)
Reflexión: Le preguntaron sobre la mujer que se casa sucesivamente con varios
Propósito, durante el día: Vocación de estado. Al cielo de la mano

Jueves (8)

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote (9ª TO; mes Sgdo. Corazón)
Palabras: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón” (Mc 12,30)
Reflexión: Amarás al prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que éstos
Propósito, durante el día: Actos de amor a Dios. Más detalles de amabilidad con todos

Viernes (9)

San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia (9ª TO; mes Sgdo. Corazón)
Palabras: La gente, que era mucha, disfrutaba escuchándolo (Mc 12,37)
Reflexión: Dios hecho hombre. Dios habla a todos y a cada uno
Propósito, durante el día: Oración de escucha: Aquí estoy, qué hago, cómo, cuándo

Sábado (10)

San Timoteo, obispo (9ª TO; mes Sgdo. Corazón)
Palabras: “Ha echado en el arca más que nadie” (Mc 12,43)
Reflexión: Esa pobre viuda ha echado todo lo que tenía para vivir
Propósito, durante el día: Madre mía, soy todo tuyo, todo lo mío es tuyo

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 4, domingo de Pentecostés (ciclo A) nos llevan a la celebración de esta Pascua recordando lo ocurrido cuando vino el Espíritu Santo para quedarse: “De repente un ruido del cielo…” (Hech 2); “Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo” (1 Co 12); “estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús…” (Jn 20). El Espíritu Santo, Dios, no puede ser el “gran desconocido”, es nuestro Abogado, nuestro Consuelo

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “La Ascensión nos recuerda esta asistencia de Jesús y de su Espíritu que da confianza, da seguridad a nuestro testimonio cristiano en el mundo. Nos desvela por qué existe la Iglesia: la iglesia exista para anunciar el Evangelio. ¡Sólo para eso! Y también, la alegría de la Iglesia es anunciar el Evangelio. La iglesia somos todos nosotros bautizados. Hoy somos invitados a comprender mejor que Dios nos ha dado la gran dignidad y la responsabilidad de anunciarlo al mundo, de hacerlo accesible a la humanidad. Esta es nuestra dignidad, este es el honor más grande para cada uno de nosotros, ¡de todos los bautizados!” (Regina, día 28 de mayo de 2017)

- “Hay más: el Espíritu Santo no nos hace solo capaces de esperar, sino también de ser “sembradores de esperanza”, de ser también nosotros – como Él, gracias a Él- “paráclitos”, es decir, consoladores y defensores de los hermanos, sembradores de esperanza. Un cristiano puede sembrar amarguras, puede sembrar perplejidades, y esto no es cristiano, y quien hace esto no es un buen cristiano. Siembra esperanza: siembra aceite de esperanza, siembra perfume de esperanza, no vinagre de amargura y de desesperanza” (Audiencia general, día 31 de mayo de 2017)

(4.06.17)

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