LO TRIBUTARIO (nº 326)
Comprender el I. Sociedades (1): antecedentes
En la vida social, por definición, en todo y detrás de todo, está una persona. Cuando se incorporó al Derecho la persona jurídica el motivo fue más funcional que esencial: si era posible individualizar como de uno los intereses de una colectividad, si se podía manifestar como de uno la voluntad de varios, a ese “como de” se le otorgó la posibilidad de interrelación con otros. Pero son personas los que crean el ente jurídico, los que regulan su régimen vital, los que deciden su modificación y extinción. Y, como es natural, el fenómeno no podía escapar a la atención del “gran hermano fiscal”.
Ya en la modernidad se estableció en algunos sistemas tributarios un impuesto sobre las personas jurídicas, cuyo hecho imponible era su sola existencia y la base de imposición su capital, su patrimonio. En unos de los modelos, se trataba de un impuesto de devengo decenal conseguir una cierta equivalencia con el impuesto sobre las herencias respecto de masas patrimoniales que eran propiedad de entidades que no mueren. Y, ya en tiempos contemporáneos, desapareció ese tributo y permaneció el impuesto sobre sociedades que, desde unos años antes, se exigía por la renta obtenida a través de una sociedad y que, aquí con el nombre de Contribución de Utilidades, sometía a tributación las rentas obtenidas por una actividad empresarial. Era un impuesto real, de producto, a cuenta del Impuesto General sobre la Renta de las Sociedades y demás personas jurídicas, en un esquema parecido al de la renta de las personas físicas.
Así se llega a la reforma de 1978. Eran tiempos de diseñar el mejor sistema de los posibles, no sólo homologable con otros foráneos, sino mejor que cualquiera otro. Y, lo primero que hubo que resolver fue la duda sobre si el IS debía sobrevivir o desaparecer. Casi volviendo al origen de la historia del impuesto, podía dejar de existir, de modo que la renta obtenida a través de sociedades se podía sumar en la parte correspondiente a cada socio a la renta directamente obtenida por él. Para mantener el control fiscal y obtener una recaudación cierta, se establecería una tasa por la mera existencia y registro de las personas jurídicas, que, incluso, podía ser de diferente importe según su patrimonio. Una alternativa intermedia era mantener el impuesto sobre la renta obtenida, pero limitando su exigencia al beneficio repartido, entre otros motivos porque existiendo un impuesto sobre el patrimonio de las personas físicas, los socios tributarían por el valor de las participaciones societarias que reflejaría los beneficios no repartidos.
La decisión fue mantener un cuadro paralelo de tributación para la renta de las personas físicas y para las jurídicas. Y, así, la Ley 61/1978 reguló el nuevo IS según el esquema “analítico” del IRPF, es decir, señalando las partidas componentes de la renta (rendimientos del trabajo, del capital inmobiliario, del capital mobiliario, de actividad e incrementos patrimoniales) y dando a cada componente (“analítico”) un tratamiento diferenciado. Y se estableció un mecanismo de intercomunicación: la transparencia fiscal de las sociedades de valores y de mera tenencia (no tributaban por el IS y su renta se imputaba a los socios). Se decía que era una previsión antifraude, pero se reguló con carácter voluntario. Con continuas reformas, esta peculiaridad duró casi treinta años.
La buena voluntad de los reformadores fue un intento vano. El RIS de 1982 ya escapaba de la ley que desarrollaba y abría paso al IS “sintético” de la Ley 45/1995. Seguirá.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Mientras siguen las filtraciones sobre actuaciones, infracciones y deudas referidas a contribuyentes sin que haya derecho a la intimidad que los proteja, otra filtración ha puesto de manifiesto que para actuar como un juez no hace falta haber demostrado conocimientos jurídicos, y en especial los de Derecho Penal, de modo que la calificación de las conductas y la tipificación del ilícito no sólo se puede hacer con cualquier formación académica, y aún sin ella, sino que puede prevalecer incluso sobre una manifestación judicial diferente, según la elección que haga cada uno.
El cristiano vive la alegría de la Ascensión de Jesús Resucitado al cielo. No puede olvidar sus palabras: “No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De lo contrario, ¿os hubiera dicho que voy a prepararos un lugar? Cuando me haya marchado y os haya preparado un lugar, de nuevo vendré y os llevaré junto a mí, para que, donde yo estoy, estéis también vosotros.” (Jn 14, 1-3). Y sigue: “Os conviene que me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a vosotros” (Jn 16,7). Y más: “Así pues, también vosotros ahora os entristecéis, pero os volverá a ver y se os alegrará el corazón y nadie os quitará vuestra alegría” (Jn 16,22). Nadie nos quitará la alegría del corazón. La alegría de Dios en el alma. Scio enim cui credidi: Yo sé en quien he confiado (2 Tm,12). Fidelis enim est qui repromisit: Fiel es el que hizo la promesa (Heb 10,23). Dios es fiel.
Todo el portento ocurrió sencillamente, la gloria es así, la simplicidad de la divinidad. Marcos dice: “El Señor, después de hablarles, se elevó al cielo y está sentado a la derecha de Dios” (Mc 16,19). Lucas: ”… y levantando las manos sus manos los bendijo. Y mientras los bendecía, se alejó de ellos y comenzó a elevarse al cielo” (Lc 24,51). La despedida que llena de esperanza y de alegría está en Mateo: “Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). Estaré con vosotros hasta el fin del mundo: hoy, aquí, ahora, en este momento estoy con Dios. Y tú. Todos.
Porque creemos en Dios y sabemos que Dios es fiel, debemos repetir con alegría, incluso en las adversidades, en la traición del amigo, en las enfermedades, incluso en el sufrimiento: Deus pro nobis, quis contra nos? “Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Rm 8,31). Y sigue: “¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, o la persecución, o el hambre, o la desnudez, o el peligro, o la espada?... ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades, ni la altura, ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que está Cristo Jesús, Señor nuestro” (Rm 8, 35 y 37-39). Ser cristiano es ser débil, es fallar a menudo en el amor, pero es también vida que cree en el Amor, vida de esperanza que anima a levantarse y seguir.
“A Jesús siempre se va y se “vuelve” por María” (Camino nº 495). Se acaba mayo, el mes dedicado a nuestra Madre. Cada día le hemos regalado un detalle de amor. Es tiempo de comprometernos a seguir junto a Ella, siempre: “En los peligros, en las angustias, en las dudas, invoca a María. No se aparte su nombre de tus labios ni de tu corazón; y si quieres que Ella ruegue por ti, procura imitar sus ejemplos. Siguiéndola no te desvías; rogándole, no desesperas; contemplándola, no yerras. Si ella te protege, no temas, con su apoyo no caerás; si Ella te guía, no te cansarás; si Ella te es propicia, llegarás finalmente al puerto” (san Bernardo, ser. “Missus est”)
LA HOJA SEMANAL
(del 29 de mayo a 3 de junio)
Lunes (29)
San Félix, ermitaño (7ª de Pascua; mes de María; decenario E.S.)
Palabras: “En el mundo tendréis luchas, pero tened valor: … (Jn 16,33)
Reflexión: … yo vencido al mundo”
Propósito, durante el día: Confianza en Dios. Actos a amor a su voluntad
Martes (30)
San Fernando III, rey (7ª de Pascua; mes de María; decenario E.S.)
Palabras: “Te ruego por ellos” (Jn 17,9)
Reflexión: Jesús, Dios, ruega al Padre, Dios, por mí, por nosotros
Propósito, durante el día: Actos de amor a la Santísima Trinidad
Miércoles (31)
La Visitación de la Virgen María (7ª Pascua; mes de María; Decenario E.S.)
Palabras: “Bendita eres entre todas las mujeres” (Lc 1,42)
Reflexión: ¿Quién soy para que me visite la madre de mi Señor?
Propósito, durante el día: Encomendarme a la Madre, encomendarle asuntos, personas
Jueves (1)
San Justino, mártir (7ª Pascua; Decenario ES; mes del Sgdo. Corazón; Nª Sª de la Luz)
Palabras: “Este es mi deseo que los que me confiaste estén conmigo” (Jn 17,24)
Reflexión: Dios desea que esté con Él para siempre; desde ya
Propósito, durante el día: Hágase, cúmplase, la amabilísima voluntad de Dios
Viernes (2)
Santos Marcelino y Pedro, mártires (7ª Pascua; Decenario E.S.; mes del Sgdo. Corazón)
Palabras: “¿Me amas más que éstos?... ¿me amas?... ¿me quieres?...” (Jn 21,15-18)
Reflexión: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Tú que lo conoces todo
Propósito, durante el día: Examinarme de amor a menudo. Dolor de amor. Propósitos.
Sábado (3)
Santos Carlos Luanga y compañeros mártires (7ª Pascua; Decenario ES; mes Sgdo.Cor.)
Palabras: “Tú sígueme” (Jn 21,22)
Reflexión: En la tarea de la salvación, evitar las comparaciones
Propósito, durante el día: Madre mía, de tu mano hasta Jesús y con Jesús
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del domingo, día 28, la Ascensión del Señor (ciclo A) son una conmemoración de lo ocurrido, la confirmación del presente y la esperanza de lo venidero: “volverá como lo habéis visto marcharse” (Hech 1); “todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo” (Ef 1); “Y yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28). Tiempo de alegría en Dios, de alegría con ángeles y santos, de alegría que anime nuestra oración por nosotros y por todos.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Si existe una actitud que nunca es fácil, no se da por descontado tampoco para una comunidad cristiana, es precisamente la de saberse amar, de quererse en el ejemplo del Señor y con su gracia. A veces los contrastes, el orgullo, las envidias, las divisiones dejan la marca también en el rostro bello de la Iglesia. Una comunidad de cristianos debería vivir en la caridad de Cristo, y sin embargo es precisamente allí que el maligno “mete la pata” y nosotros a veces nos dejamos engañar. Y quienes lo pagan son las personas espiritualmente más débiles. Cuántas de ellas —y vosotros conocéis algunas— cuántas de ellas se han alejado porque no se han sentido acogidas, no se han sentido comprendidas, no se han sentido amadas. Cuántas personas se han alejado, por ejemplo, de alguna parroquia o comunidad por el ambiente de chismorreos, de celos, de envidias que han encontrado ahí. También para un cristiano saber amar no es nunca un dato adquirido una vez para siempre; cada día se debe empezar de nuevo, se debe ejercitar porque nuestro amor hacia los hermanos y las hermanas que encontramos se haga maduro y purificado por esos límites o pecados que lo hacen parcial, egoísta, estéril e infiel. Cada día se debe aprender el arte de amar. Escuchad esto: cada día se debe aprender el arte de amar, cada día se debe seguir con paciencia la escuela de Cristo, cada día se debe perdonar y mirar a Jesús, y esto, con la ayuda de este “Abogado”, de este Consolador que Jesús nos ha enviado que es el Espíritu Santo.” (Regina, 21 de mayo de 2017)
- “Es un encuentro rápido, el de Jesús con los dos discípulos de Emaús. Pero en él está todo el destino de la Iglesia. Nos cuenta que la comunidad cristiana no está encerrada en una ciudadela fortificada, sino que camina en su ambiente más vital, es decir la calle. Y allí se encuentra a las personas, con sus esperanzas y sus desilusiones, a veces pesadas. La Iglesia escucha las historias de todos, como surgen del cofre de la conciencia personal; para después ofrecer la Palabra de vida, el testimonio del amor, amor fiel hasta el final. Y entonces el corazón de las personas vuelve a arder de esperanza. Todos nosotros, en nuestra vida, hemos tenido momentos difíciles, oscuros; momentos en los cuales caminábamos tristes, pensativos, sin horizonte, solamente un muro delante. Y Jesús siempre está junto a nosotros para darnos la esperanza, para calentarnos el corazón y decir: “Ve adelante, yo estoy contigo. Ve adelante”.
El secreto del camino que lleva a Emaús está todo aquí: también a través de las apariencias contrarias, nosotros continuamos siendo amados, y Dios no dejará nunca de querernos. Dios caminará con nosotros siempre, siempre, también en los momentos más doloroso, también en los momentos más feos, también en los momentos de la derrota: allí está el Señor. Y esta es nuestra esperanza. ¡Vamos adelante con esta esperanza! ¡Porque Él está junto a nosotros y camina con nosotros, siempre!” (Audiencia general, día 24 de mayo de 2017)
(Noticia tributaria. En el BOE del 27.05.17 se publica el RD 529/2017, de 26 de mayo, por el que se añaden al RIVA las DT 4ª y 5ª dando plazo para la baja voluntaria en el registro de devoluciones mensuales y para la renuncia al régimen de grupos -porque el RD 596/2016 no había regulado esta posibilidad- y excluyendo a los sujetos en régimen simplificado de llevar libros registros a través de la sede electrónica AEAT)
(28.05.17)
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