LO TRIBUTARIO (nº 299)
Comprender el IRPF (7): imputaciones
Las ficciones, las presunciones, las invenciones, las estimaciones, en hechos determinantes de gravamen, deterioran el principio de capacidad económica y, por tanto, la justicia tributaria.
En la LIRPF/1978 se regulaban dos presunciones de renta: por una parte, la cesión de bienes y la prestación de servicios se presume retribuida y a precios de mercado salvo prueba en contrario en ambas presunciones; por otra parte, se presumía renta en la declaración, adquisición o tenencia de elementos patrimoniales no declarados o incoherentes con la renta y patrimonios declarados. Y se establecía la imputación por transparencia fiscal que incluía en la renta del contribuyente el resultado de sociedades sin actividad, de valores o de mera tenencia de bienes. Este componente de renta se fue modificando sucesivamente hasta su sustitución, primero (2002), por la tributación de las sociedades patrimoniales y, luego (2006), por su desaparición. Pero, antes, se estableció la imputación por transparencia internacional que aún permanece.
El artículo 6 LIRPF/06 regula los componentes de renta (rendimientos, ganancias e imputaciones) y establece la presunción de retribución, salvo prueba en contrario, de las prestaciones de bienes, derechos o servicios susceptibles de generar rendimientos del trabajo o del capital. El artículo 40 LIRPF regula la valoración de esa renta presunta. También se regula como renta presunta las ganancias no justificadas (art. 39 LIRPF) tanto por tenencia, declaración o adquisición de bienes o derechos incoherentes con la renta o patrimonio declarados y la declaración de deudas inexistentes, como por los bienes y derechos en el extranjero no declarados en el plazo (DA 18ª LGT) establecido para dar esa información.
Y por la vía de las valoraciones se puede tributar como rendimiento de actividad (art. 28.4 LIRPF) por una renta inexistente o ajena a la realidad en el destino al uso o consumo propio y en las cesiones a terceros, de los bienes o servicios objetos de la actividad, sin contraprestación o con contraprestación inferior al valor de mercado; como ganancia en las transmisiones onerosas (art. 35.2 LIRPF) si el valor de enajenación resulta inferior al de mercado; y en general en las operaciones vinculadas (art. 17 LIS y art. 41 LIRPF)
El artículo 85, contra los más elementales principios de justicia y de técnica fiscal, regula la imputación de una renta inexistente por ser titular de un bien inmueble urbano, salvo que sea suelo no edificado, la propia residencia, esté cedido a terceros o sea un elemento afecto a una actividad. En un extensísimo precepto, el artículo 91 LIRPF regula la transparencia fiscal internacional de determinadas rentas que, obtenidas y no distribuidas por sociedades no residentes en España, se imputan en la renta de los socios. El artículo 92 LIRPF regula la imputación de renta por cesión de derechos de imagen. El artículo 95 LIRPF establece la imputación de renta a los socios o partícipes de instituciones de inversión colectiva constituidas en paraísos fiscales. Y el artículo 95 bis LIRPF regula la imputación como ganancias patrimoniales de diferencias de valoración puestas de manifiesto con motivo de un cambio de residencia.
Y, luego, están las estimaciones objetivas y la aplicación ordinaria de los tributos.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Se ha intervenido los depósitos de desguace de quien venía figurando en la lista de morosos. La pregunta es por qué es noticia. Se añaden nuevas infracciones a quien fue alto cargo porque sus conferencias se pagaban a una sociedad. La pregunta es por qué ahora, por qué cuando hace años que le legislador excluyó la trasparencia fiscal.
El cristiano camina por la vida con los ojos del alma puestos en Dios (Heb 12,2), sabiendo que Jesús es su abogado ante el Padre (cf. 1 Jn 2,1). Un Abogado que da su vida por ganar asuntos perdidos porque sus defendidos somos siempre pecadores confesos. El cristiano camina desde la fe con esperanza avanzando en el amor. Porque “la fe es el fundamento de las cosas que se esperan, prueba de las que no se ven” (Heb 11,1); la esperanza es para nosotros ancla segura y firme de nuestra vida” (Heb 6,19) y porque “el amor procede de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios, conoce a Dios … el que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor” (1 Jn 4, 7.8), de modo que “nosotros amamos, porque Él nos amó primero” (1 Jn 4,19)
- “Y llamando a la muchedumbre junto con sus discípulos, les dijo: “- Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga. Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Porque ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida” (Mc 8, 34-36). Si recordamos las palabras de san Pablo: “Para mí la vida es Cristo y morir una ganancia” (Flp 1,21), entenderemos bien por qué es necesario arrinconar el “yo” que pretende ser el centro de todo, el que juzga a Dios y a los demás, el que se pone en vez de Dios a la hora de decidir qué hacer y qué no hacer.
Recordando las palabras paulinas podremos reordenar en Cristo nuestras ambiciones, relativizar los agravios, las traiciones, las contrariedades de cada día, la enfermedad y el dolor, y nuestras propias debilidades. Porque “sabemos que todas las cosas cooperan al bien de los que aman a Dios” (Rm 8,28)
En el camino hacia el cielo, consumiendo etapas de esta vida, el cristiano se sabe en compañía de una muchedumbre que lleva en el corazón diversos sentimientos y creencias. Y sabe que Dios camina con ellos, junto a todos y cada uno. Amando a todos y a cada uno: al que le ama, al que le busca, al que lo desprecia. El cristiano se descubre en cada pasaje evangélico: “Al llegar junto a los discípulos vieron una gran muchedumbre que les rodeaba y unos escribas que discutían con ellos. Nada más verle, todo el pueblo se quedó sorprendido, y acudían corriendo a saludarle” (Mc 9, 14-15). Allí estaba yo; ¿también me sorprendo cuando veo a Jesús que se me acerca? ¿acudo corriendo a saludarle? ¿le digo que ahora no tengo tiempo para Él; que luego…?
“- ¿Qué estabais discutiendo entre vosotros? A lo que respondió uno de la muchedumbre: - Maestro te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu mudo… Pedía a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido…” (Mc 9,16-18). Jesús curó al niño. “Cuando entró en casa le preguntaron sus discípulos a solas: -¿Por qué nosotros no hemos podido expulsarlo? -Esta raza -les dijo- no puede ser expulsada por ningún medio, sino por la oración” (Mc 9, 28-29). San Beda comenta: “la oración es el medio de que hemos de valernos para superar hasta las mayores tentaciones de los espíritus inmundos o de los hombres (“In Marci Evangelium”)
LA HOJA SEMANAL
(del 13 al 18 de febrero)
Lunes (13)
San Benigno, mártir (6ª TO)
Palabras: Para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo (Mc 8,11)
Reflexión: Los fariseos se pusieron a discutir con Jesús
Propósito, durante el día: Amar la voluntad de dios; no discutir con Dios
Martes (14)
Santos Cirilo, monje, y Metodio, obispo, patronos de Europa (6ª TO)
Palabras: “No llevéis talega ni alforja ni sandalias” (Lc 10,4)
Reflexión: Comed y bebed de lo que tengan
Propósito, durante el día: Confianza en Dios: Él sabe lo que necesito, Dar gracias.
Miércoles (15)
San Claudio de la Colombière S.I., confesor (6ª TO)
Palabras: “Le trajeron un ciego, pidiéndole que lo tocase” (Mc 8,22)
Reflexión: Le puso las manos otra vez y el ciego veía todo con claridad
Propósito, durante el día: Ut videam!. Señor, que vea. Dame luz, dame fuerzas
Jueves (16)
San Faustino, obispo (6ª TO)
Palabras: “¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!” (Mc 8,33)
Reflexión: Les instruía en su Pasión y Muerte, con toda claridad. Pedro se opuso
Propósito, durante el día: Bendita y alabada sea la amabilísima voluntad de Dios
Viernes (17)
Los siete santos fundadores de la orden de los Siervos de María (6ª TO)
Palabras: “El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo… (Mc 8,34)
Reflexión… que cargue con su cruz y me siga”
Propósito, durante el día: Me autem minui. Negarme, arrinconad mi “yo”.
Sábado (18)
San Simeón de Jerusalén, obispo (6ª TO)
Palabras: “Y se transfiguró delante de ellos” (Mc 9,2)
Reflexión: ¡Qué bien se está aquí!
Propósito, durante el día: Madre mía, llévame a Jesús, no permitas que me aparte
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 12, domingo (6º TO, ciclo A; 2º de san José) nos recuerdan el misterio de Dios que nos debe llevar a ser buenos: “Él conoce todas las obras del hombre” (Si 15); “El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios” 1 Co 2); y sobre los preceptos “quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos” (Mt 5). Vivir continuamente en la presencia de Dios es saberse amado y protegido, perdonado y levantado en las caídas confesadas. Y María, madre, a nuestro lado.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Por lo tanto, la misión de los cristianos en la sociedad es la de dar “sabor” a la vida con la fe y el amor que Cristo nos ha donado, y al mismo tiempo tiene lejos los gérmenes contaminantes del egoísmo, de la envidia, de la maledicencia, etc. Estos gérmenes arruinan el tejido de nuestras comunidades, que deben, sin embargo, resplandecer como lugares de acogida, de solidaridad, de reconciliación. Para unirse a esta misión, es necesario que nosotros mismos seamos los primeros liberados de la degeneración que corrompe de las influencias mundanas, contrarias a Cristo y al Evangelio; y esta purificación no termina nunca, se hace continuamente, ¡se hace cada día!” (Angelus, día 5 de febrero de 2017)
- “Llevar, llevar las debilidades de otros. Este testimonio después no permanecerá cerrado dentro de los confines de la comunidad cristiana: resuena con todo su vigor incluso fuera, en el contexto social y civil, como un llamamiento a no crear muros sino puentes, a no recambiar el mal con el mal, a vencer al mal con el bien, la ofensa con el perdón —el cristiano nunca puede decir: ¡me la pagarás!, nunca; esto no es un gesto cristiano; la ofensa se vence con el perdón—, a vivir en paz con todos. ¡Esta es la Iglesia! Y esto es lo que obra la esperanza cristiana, cuando asume las líneas fuertes y al mismo tiempo tiernas del amor. El amor es fuerte y tierno. Es bonito.” (Audiencia general, día 8 de febrero de 2017)
(12.02.17)
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