LO TRIBUTARIO (nº 291)

Comprender el IRPF (3): lo que no tributa

La tributación de la renta ganada mediante la exigencia de un impuesto “personal” por toda la renta atribuible a una persona nació en el Reino Unido de la Gran Bretaña en el siglo XIX para recaudar fondos con los que financiar los gastos de la guerra contra Napoleón. Antes, existían impuestos independientes (“reales”) exigidos por cada manifestación de renta: por el trabajo artesanal, por la actividad empresarial o profesional, por el dinero prestado, por los arrendamientos; y, por presunción, mediante contribuciones por ser propietario de ganado, por tener una finca agrícola, por ser propietario de un inmueble en una población y según el número de puertas, ventanas y balcones (huecos) o las chimeneas, sótanos y terrazas (reparos). En España hasta la reforma de 1978 se exigían cinco impuestos “reales”, de producto y a cuenta, de cuota proporcional (sobre el trabajo, sobre el capital mobiliario, por las actividades empresariales y profesionales, por la titularidad de bienes inmuebles rústicos y explotación agrarias o por la de bienes urbanos) más un impuesto general, “personal”, “subjetivo” y “progresivo”, del que se restaba los pagado por los impuestos “reales”.

Un impuesto “personal” sobre la renta ganada debe procurar incluir en su ámbito toda renta que sea atribuible a la persona señalada como “contribuyente” (se debe recodar que la Administración es el sujeto activo de la relación tributaria y las personas o entidades son el sujeto pasivo que puede ser “contribuyente” por su capacidad económica o “sustituto del contribuyente” por la de otro, si así lo establece la ley). En ese deseo de totalidad se puede caer en la cautela (art. 6.5 LIRPF: presunción de renta, salvo prueba en contrario, cuando se prestan bienes, derechos o servicios; art. 39.1 LIRPF: presunción de ganancia cuando no se justifica fondos para adquirir), en el exceso no razonable (art. 85 LIRPF: imputación de renta por titularidad de un inmueble no cedido a terceros, que no sea la propia residencia o un bien afecto a una actividad) o en la irracionalidad (art. 39.2 LIRPF: es ganancia injustificada, en todo caso, el valor de los bienes en el extranjero que no hubiesen sido declarados en plazo: DA 18ª LGT)

No tributan los ingresos o las incorporaciones patrimoniales que no son renta. Así: lo que se recibe por donación, herencia o legado, que tributa por el ISyD (art. 6.4 LIRPF); lo que es ganancia porque no hay alteración patrimonial o porque no hay verdadera ganancia (art. 33.2 y 3 LIRPF); lo que se debe percibir sin minoración (DA 5ª LIRPF: subvenciones de la Política Agraria Común y las ayudas públicas); lo que será renta tributable en las prestaciones futuras (art. 51 LIRPF: aportaciones a planes de pensiones) o lo que es capacidad económica de terceros (arts. 53 y 54 LIRPF: aportaciones a la previsión social de discapacitados; art. 55 LIRPF: pensiones compensatorias al cónyuge).

No debería existir, pero en todos los rendimientos, menos en los de capital inmobiliario, hay reducciones por la cuantía del rendimiento neto por motivos más políticos que técnicos (la protección fiscal del rendimiento del trabajo frente a los del capital; los intereses y los dividendos son renta del ahorro, pero no lo alquileres), sumando a la deficiencia (la progresividad ya discrimina por la cuantía), la incoherencia discriminatoria. Y no tributa la “evasión legal” (arts: 31 y 33.1 LIRPF): renta menor a la real por la estimación objetiva.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Dice la noticia que por la renta ganada en 2015, en los plazos establecidos, se presentaron 19.551.000 declaraciones, un 0,69% más que en la campaña anterior. El importe a ingresar es de 7.918 millones, un 4,55% más que el año anterior. El importe que resultaba a devolver fue 10.852 millones respecto de los 10.601 del año anterior. Y a 30 de diciembre se ha devuelto a unos 14,1 millones de contribuyentes el 96,4% de ese importe solicitado. No se debe olvidar que se trata de cantidades que se ingresaron por anticipado y a cuenta (durante 2015) de lo que resultara exigible (en 2016) con devolución del exceso más de un año después y sin intereses.

Unos recuerdan que los pagos anticipados a cuenta se regularon al tiempo de la reforma de 1978 (aplicable en 1979 y a autoliquidar en 1980) para evitar el vacío de caja que supuso para la Hacienda perder la tributación simultánea al ingreso propia de los impuestos reales que desaparecieron. Otros señalan la teoría de la ilusión financiera de Puviani que hacía menos rechazable el gravamen de una vez de la cuota por el IRPF (a recordar que el impuesto sobre la renta es “irritante”, a diferencia de los impuestos indirectos incorporados a los precios que son ”anestesiantes”). Y otros, en fin, a la vista de recientes medidas (anticipos en el IS) consideran que se trata de explotar “ad nauseam” esta forma de financiación con coste financiero a cargo de los contribuyentes.

Para el cristiano cada día es como una etapa de su camino hacia el cielo. Aunque no siempre sea consciente de que es así, no le faltan ocasiones, como si fueran un alto en la marcha, para pensar. A veces son recuerdos de infancia o de juventud o de madurez. Otras veces son tiempos de presente, de dónde estamos, de lo que estamos haciendo, con alegría, satisfacción, paciencia, disgusto, cansancio, desánimo, impaciencia. Y no faltan tiempos de reflexión sobre el para qué y el por qué. En todos esos momentos el cristiano mete a Cristo. Sabe que está a su lado. Confía en su palabra. El cristiano es romero entre una multitud y se descubre como personaje en los textos evangélicos porque sabe también que Dios lo conoce por su nombre. Sigamos los pasos de Jesús:

“… Jesús se alejó de allí en una barca hacia un lugar apartado él solo. Cuando la gente se enteró le siguió a pide desde las ciudades. Al desembarcar vio una gran muchedumbre y se llenó de compasión por ella y curó a los enfermos… Comieron todos hasta que quedaron satisfechos, y de los trozos que sobraron recogieron doce cestos llenos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños” (Mt 14, 12-14. 20-21). Mientras Jesús despedía a la gente, los discípulos subieron a la barca para cruzar a la otra orilla. Ya de noche, con el mar alborotado, Jesús caminó sobre las aguas, calmó la tempestad y llegaron a Genesaret. “Al reconocerlo los hombres de aquella comarca mandaron aviso a toda la comarca y le trajeron a todos los que se sentían mal, y le suplicaban poder tocar aunque sólo fuera el borde de su manto. Y todos lo que lo tocaron quedaron sanos” (Mt 14, 35-36). Pasó a Tiro y Sidón y después “vino junto al mar de Galilea, subió al monte y se sentó allí. Acudía a él mucha gente que traía consigo cojos, ciegos, lisiados, mudos y otros muchos enfermos, y los pusieron a sus pies y los curó… Jesús llamó a sus discípulos y dijo: Me da mucha pena la muchedumbre porque llevan tres días conmigo y no tienen que comer y no quiero despedirlos en ayunas no sea que desfallezcan en el camino… Y comieron todos y quedaron satisfechos” (Mt. 15, 30,32,37). Éramos cuatro mil sin contar mujeres y niños.

LA HOJA SEMANAL
(del 16 al 21 de enero)

Lunes (16)

San Marcelo I, papa (2ª TO)
Palabras: “Nadie echa vino nuevo en odres viejos” (Mc 2,22)
Reflexión: Porque se pierde el vino y los odres
Propósito, durante el día: Lucha contra la rutina. Nuevos propósitos. Más amor a Dios

Martes (17)

San Antonio, abad (2ª TO)
Palabras: “El sábado se hizo para el hombre…” (Mc 2,27)
Reflexión: Y no el hombre para el sábado
Propósito, durante el día: Frente a formalismos, respeto, amor y confianza con Dios

Miércoles (18)

Santa Margarita de Hungría, virgen (2ª TO; Octavario por la Unión de las Iglesias)
Palabras: ¿Qué está permitido en sábado…” (Mc 3,4)
Reflexión: “… salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?
Propósito, durante el día: Santificar el día, santificarme con lo que trae cada día

Jueves (19)

Beato Marcelo Spínola, cardenal (2ª TO; Octavario)
Palabras: “Todos los que sufrían de algo se le echaban encima” (Mc 3,9)
Reflexión: Hasta los espíritus inmundos se postraban ante Él
Propósito, durante el día: Invocar en la tentación, en la contrariedad, en la dejadez

Viernes (20)

San Fructuoso, obispo y mártir (2ª TO; Octavario)
Palabras: “Fue llamando a los que Él quiso y se fueron con él” (Mc 3,13)
Reflexión: “… y Judas Iscariote, que lo entregó”
Propósito, durante el día: Fidelidad con Dios. Lealtad en el hacer su voluntad

Sábado (21)

Santa Inés, virgen y mártir (2ª TO; Octavario; Nª Sª de Altagracia)
Palabras: “…tanta gente que no los dejaban ni comer” (Mc 3.20)
Reflexión: Vino su familia a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales
Propósito, durante el día: Madre, loco por ti; lleno de amor de Dios, para dar amor

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 15, domingo (2ª TO; ciclo A), nos traen noticias de salvación: “te hago luz de las naciones” (Is. 49); “la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre y del Señor Jesucristo sean con vosotros” (1 Co 1); “ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo” (Jn 1). Este “tiempo ordinario” antes de la Cuaresma nos mete en la vida cotidiana de Jesús en Nazaret y de ella debemos tomar modelo para nuestra vida en familia, en el trabajo y en la oración. Continuamente al lado de Jesús, María y José.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “El Señor se acuerda siempre. También en los momentos feos. Él se acuerda de nosotros. Y esta es nuestra esperanza. Y la esperanza no decepciona nunca. Nunca. Nunca. Los ídolos decepcionan siempre: son fantasías, no son realidad. Esta es la estupenda realidad de la esperanza: confiando en el Señor nos hacemos como Él, su bendición nos transforma en sus hijos, que comparten su vida. La esperanza en Dios nos hace entrar, por así decir, en el radio de acción de su recuerdo, de su memoria que nos bendice y nos salva. Y entonces puede brotar el aleluya, la alabanza al Dios vivo y verdadero, que para nosotros ha nacido de María, ha muerto en la cruz y resucitado en la gloria. Y en este Dios nosotros tenemos esperanza, y este Dios —que no es un ídolo— no decepciona nunca.” (Audiencia general, el día 11 de enero de 2017)

(15.01.17)

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