LO TRIBUTARIO (nº 234)

Por qué la LGT (22): procedimiento iniciado mediante declaración

Parece conveniente recordar conceptos básicos antes de exponer este procedimiento que en la actualidad casi tiene carácter de residual y que, culminando una decadente evolución, se mantiene entre los últimos vestigios de los derechos que tenían los contribuyentes. Puede ser suficiente para demostrarlo comprobar que la autoliquidación era algo excepcional en la LGT/1963 y que hoy está generalizada en la tributación.

- La declaración tributaria, cuando no es verbal, es el documento por el que se manifieste o reconozca ante la Administración que se han dado o producido las circunstancias o elementos integrantes, en su caso, de un hecho imponible (art. 102.1 LGT/1963) o el documento donde se reconozca o manifieste la realización de cualquier hecho relevante para la aplicación de los tributos (arts. 119 LGT/2003). En ambas leyes se advertía que presentar una declaración no implica aceptación o reconocimiento de la procedencia de la obligación tributaria (del gravamen en la LGT/1963). La diferencia de textos demuestra también la trascendencia que se daba a la declaración presentada por el contribuyente: en la LGT/1963 así se iniciaba el procedimiento de gestión (art. 101) y por eso se refería al hecho imponible y al gravamen; en la LGT/2003 esa presentación, en su caso, inicia uno de los procedimientos de gestión (del que aquí se trata); y en otros casos no inicia ningún procedimiento, por lo que se refiere a cualquier hecho y a la obligación tributaria, que puede formal o ajena a un procedimiento.

- La autoliquidación tributaria (art. 120 LGT/2003) es una declaración en la que, además de la comunicación de datos necesarios para liquidar un tributo y otros de contenido informativo, los declarantes realizan la calificación jurídica de los hechos y la cuantificación necesarias para determinar la deuda tributaria a ingresar o devolver.

- En el limbo normativo han quedado sin definir en la LGT/2003 las declaraciones-liquidaciones (por ejemplo, del IVA) en las que no se declaran hechos imponibles ni se practica una autoliquidación (el IVA, se autoliquida operación por operación en factura o en documento aduanero), sino importes con distinto signo (IVA devengado, IVA soportado deducible) de los que resulta, “líquida”, una deuda a ingresar o una cantidad a compensar o devolver.

El procedimiento iniciado mediante declaración, también llamado de declaración para comprobar y liquidar, que en algunos casos se sigue en el ISyD, es el procedimiento de gestión tributaria que se ajusta exactamente al tipo que exige el Estado de Derecho, en primer lugar, porque no hay justificación para exigir a todo, a cualquier, contribuyente que califique jurídicamente los hechos (compraventa, permuta; censo, pensión, enfiteusis...), que conozca los conceptos tributarios (no sujeción, exención; reducción, deducción; íntegro, neto; bruto, líquido; cuota íntegra, líquida, diferencial... ) y la aplicación de la técnica de liquidación (componentes del hecho imponible, componentes de la base imponible, desagregación de la base liquidable, tipo medio, tipo marginal, tipo efectivo...); y en segundo lugar, porque sólo la Administración es competente para liquidar un tributo y determinar la deuda exigible. Este procedimiento se inicia por la presentación de la declaración (art. 128), que puede ser comprobada (129) y que termina con la notificación de una liquidación “provisional” o por caducidad (art. 130) que no impide iniciar “de nuevo” el procedimiento en el plazo de prescripción (128.2 y 130.b).

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Condena a Hacienda, dice la noticia. Pero ni hay condena, sino anulación del procedimiento, ni es el Ministerio, sino la Agencia Tributaria. Varios inspectores se personaron en la sede administrativa de empresa hotelera. Se iban a llevar los ordenadores, los habían encendido y ojeado algunos archivos. Cuando llegó el titular y su asesor, no recabaron la autorización para entrar. Después reconocieron que no tenían autorización judicial, sólo de su jefe.

El cristiano enriquece su vida en medio del mundo, en sus relaciones familiares y sociales ordinarias, en su trabajo corriente, sintiendo que Dios está junto a él, dentro de él y que él está inmerso en el amor a Dios que le llena y se derrama en el amo a los otros, a todos y en todo. El cristiano comprende esa situación vital y tiene referencias que confirman que es así: “No soy yo, es Cristo que vive en mí” (Ga 2,20), “Tú me sondeas y me conoces. Me conoces cuando me acuesto y me levanto. De lejos penetras mi pensamiento...” (salmo 139); y encuentra un sentido especial en frases evangélicas: “Cuando estabas debajo de la higuera, yo te vi” (Jn 1,48), porque sabe que “Dios ve en lo escondido” (Mt 6. 4, 6 y 18) y “conoce los pensamientos de los hombres” (Mt 9,4; Lc 5,22. 6,8. 9,47 ). “Todo está desnudo y patente a los ojos de Aquel a quien hemos de rendir cuentas” (Hb 4,13). Dios conoce lo más íntimo del interior de cada uno: “Intimior intimo meo” (s. Agustín, “Confesiones”, 1,3,c,6). Con esa seguridad interior el cristiano avanza por el camino del cielo, con la ayuda de santos y constante en la oración: que te sea fiel, que sea como Tú quieres que sea, que te quiera, que te quiera más, y más.

Año santo de la Misericordia Divina. Los misericordiosos alcanzarán misericordia (Mt 5,7). Misericordia es más que amor; misericordia no es compasión. En la raíz de la palabra latina se puede encontrar una referencia que identificaría lo mísero con lo deficiente, lo necesitado, lo inútil e insuficiente, lo desechable, lo que se tira. Es lo que se quiere decir respecto de un ser mísero, un habitáculo mísero; y por extensión, lo que se considera un ánimo miserable, un acto o una conducta miserable o toda una vida. También inmisercorde responde a esa etimología. Misericordia es poner el corazón en esas penosas realidades, es un amor cualificado, es el amor que tiene el gran corazón con el que no le corresponde, el que le traiciona, el que le abandona, el que le niega... En esas palabras se ve la Misericordia de Jesús en su Pasión.

“La palabra del Señor es recta y hace con fidelidad todas sus obras. Él ama la justicia y el derecho: la tierra está llena de su misericordia... Que tu misericordia, Señor, esté sobre nosotros, que hemos puesto en Ti nuestra esperanza” (salmo 33, 4-5 y 22). “Por tu amor misericordioso, ¡sálvame!” (salmo 6,5). “Por tu misericordia, sálvame” (salmo 31,17). “Extiende tu misericordia a los que te conocen y tu justicia a los rectos de corazón” (salmo 36,11). “Examíname, Señor, ponme a prueba, explora mis entrañas y mi corazón. Que tengo ante mis ojos tu misericordia y camino en tu fidelidad” (salmo 26, 2 y 3). “Pues Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con los que te invocan... Pero Tú, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en misericordia y fidelidad, mírame y ten piedad” (salmo 86, 5 y 15). “Yo confío en tu misericordia; mi corazón se goza en tu salvación” (salmo 13,6). “Me alegraré y me gozaré en tu misericordia, pues te has fijado en mi miseria, has comprendido la angustia de mi alma...” (salmo 31,8). “Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida” (salmo 23,6). “Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor, que son eternos” (salmo 25,6). Como una oración. Y puede guiar una meditación.

LA HOJA SEMANAL
(del 27 de junio al 2 de julio)

Lunes (27)

San Cirilo de Alejandría, obispo y doctor Ig. (13ª TO; Nª Sª del Perpetuo Socorro)
Palabras: “El Hijo del hombre no tiene donde reclinar su cabeza” (Mt 8,20)
Reflexión: Te seguiré donde vayas... déjame ir primero...
Propósito, durante el día: Lo que quieras, como quieras, porque Tú lo quieres

Martes (28)

San Ireneo, obispo y mártir (13ª TO)
Palabras: “¿Por qué os asustáis, hombres de poca fe?” (Mt 8, 26)
Reflexión: Increpó a los vientos y vino una gran calma
Propósito, durante el día: Para los que aman a Dios, todo es para bien

Miércoles (29)

San Pedro y san Pablo, apóstoles (13ª TO)
Palabras: “Lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo” (Mt 16,19)
Reflexión: Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia
Propósito, durante el día: Amor al Papa. Rezar por el Papa

Jueves (30)

Santos Protomártires de la Santa Iglesia Romana (13ª TO)
Palabras: “Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa” (Mt 9,6)
Reflexión: Viendo la fe de los amigos del paralítico, lo curó
Propósito, durante el día: Acciones de gracias a Dios. Rezar por los amigos

Viernes (1)

Santa Leonor, (13ª TO)
Palabras: “Sígueme” (Mt 9,9)
Reflexión: Mateo se levantó y lo siguió
Propósito, durante el día: Repetir, meditar el “Hágase tu voluntad”

Sábado (2)

San Juan Francisco de Regis, confesor (13ª TO)
Palabras: “El vino nuevo se echa en odres nuevos” (Mt 9,17)
Reflexión: Y así las dos cosas se conservan
Propósito, durante el día: Madre, Madre mía, no me dejes de tu mano

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 26, domingo (13º TO, ciclo C; San Josemaría Escrivá) animan al cristiano en su libertad y a su entrega a Dios: “Ve y vuelve ¿quién te lo impide?” (1 R 19); “Vuestra vocación es la libertad... sed esclavos unos de otros por amor” (Ga 5); “El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios” (Lc 9). Hay que confiar en la Misericordia Divina y entregarnos a Dios, libremente, sin tardanza, sin condiciones, por amor al Amor. Pidamos ayuda a nuestra Madre y a san José.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Pensemos en nosotros, en nuestras miserias... Cada uno tiene las propias. Pensemos con sinceridad. Cuántas veces las tapamos con la hipocresía de las “buenas formas”. Y precisamente entonces es necesario estar solos, ponerse de rodillas ante Dios y rezar: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”. Hacedlo, hacedlo antes de ir a la cama, todas la noches. Y ahora digamos juntos esta hermosa oración: “Señor, si quieres, puedes limpiarme”. (Audiencia general, día 22 de junio de 2016)

- “56... Otro desafío surge de diversas formas de una ideología, genéricamente llamad “gender”, que niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia... Por otra parte, la revolución biotecnológica en el campo de la procreación humana ha introducido la posibilidad de manipular el acto generativo, convirtiéndolo en independiente de la relación sexual entre hombre y mujer...Una cosa es comprender la fragilidad humana o la complejidad de la vida, y otra cosa es aceptar ideologías que pretenden partir en dos los aspectos inseparables de la realidad. No caigamos en el pecado de pretender sustituir al Creador. Somos creaturas, no somos omnipotentes. Lo creado nos precede y debe ser recibido como don. Al mismo tiempo somos llamados a custodiar nuestra humanidad, y eso significa ante todo aceptarla y respetarla” (Exh. Ap. Postsinodal “Amoris laetitia”. “Sobre el amor en la familia”)

(26.06.16)

No hay comentarios:

Publicar un comentario