LO TRIBUTARIO (nº 904)
Procedimientos tributarios (13.
Inspección. 3)
En “lo tributario”, la regla es la sospecha, la
regularización de diferencias y la sanción. Los “papeles” son prueba a favor de
la Administración y contra el administrado. Se establece (art. 106.4 LGT, con
precedente en la Ley 10/1985) que los gastos deducibles y las deducciones por
operaciones realizadas por empresarios y profesionales deben ser justificados
“de forma prioritaria”, mediante factura que cumpla los requisitos del RD
1619/2012, si bien la factura no es un medio de prueba privilegiado respecto de
la existencia de las operaciones facturadas. Cuando la Administración
“cuestiona fundadamente” su efectividad el administrado debe aportar pruebas
sobre la realidad de las operaciones. Hay jurisprudencia que considera que la
factura no es prueba bastante de lo que dice; es como decir que la factura es
un medio de prueba que se debe probar.
La ley (art. 77.5 Ley 39/2015, LPAC) establece que los
documentos que formalizados por funcionarios a los que se reconoce la condición
de autoridad que recojan los hechos constatados por ellos hacen prueba , salvo
que se acredite lo contrario; en cambio, los datos y elementos de hecho
consignados en autoliquidaciones, declaraciones, comunicaciones y otros
presentados, se presumen ciertos sólo para los declarantes, salvo prueba de
error de hecho, aunque si lo declarado es una información sobre terceros,
requerida u obligada por disposición general, se presume cierta y sólo debe ser
contrastada si el afectado alega inexactitud o falsedad. Los hechos contenidos
en diligencias y aceptados por el interesado, así como las manifestaciones de
éste, se presumen ciertos y sólo se pueden rectificar por quien las hizo
mediante prueba de error de hecho (art. 107 LGT: de ahí la conveniencia de
hacer manifestaciones defensivas sobre hechos y circunstancias) y los hechos
aceptados en actas de inspección se presumen ciertos y sólo se pueden
rectificar mediante prueba de haber incurrido en error de hecho (art. 144 LGT,
de ahí la conveniencia de la oposición general en las actas firmadas en disconformidad:
por referencia al procedimiento, a los hechos y a su calificación). No cabe negar
al administrado la constancia escrita de sus manifestaciones. Ojo a lo que
dicen los representantes (art. 46 LGT; art. 112.4 RD 1065/2007, RAT) con poder
bastante o no, sean asesores o no, si no se rectifica.
En el procedimiento iniciado por declaración (art.
129.2 LGT) y en el de verificación (art. 132.1 LGT), la Administración puede
pedir aclaraciones o requerir la presentación de justificantes; en el procedimiento
de comprobación limitada la Administración puede requerir que se aporte
documentación para su examen (art. 136.2 LGT), pero éste, cuando se trata del
examen de la contabilidad y sus justificantes, sólo se puede producir si la
admite el interesado (respecto de terceros informantes se puede requerir
justificantes, sin que, en ningún caso, se pueda requerir información sobre
movimientos financieros); en inspección, la documentación básica son las
comunicaciones, las diligencias y las actas (arts. 99 y 143 LGT), pero se puede requerir la justificación de los
elementos de la obligación tributaria o tomarlos directamente según el lugar
(art. 151 LGT): donde se tenga el domicilio fiscal, o se realicen actividades o
exista alguna prueba. La ley regula tanto la entrada en los locales de la
actividad (con autorización superior: art. 142.2 LGT), como en los domicilios
constitucionalmente protegidos (con autorización judicial: arts. 113 y 142
LGT). Cuando uno puede todo, los otros nada.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
¿Qué es más grave? ¿el terrorismo o el
fraude tributario? ¿la mayor malversación o el delito contra la Hacienda? ¿Para
cuándo los indultos?
La Ascensión del Señor. Séptima
semana de Pascua. Mes de María. Es inevitable recordar la poesía para aquellos
que la aprendieron en el colegio hace más de medio siglo: “¿Y dejas Pastor
santo / tu grey en este valle hondo y oscuro, / con soledad y llanto; / y Tú,
rompiendo el puro aire, / te vas al inmortal seguro? / Los antes bienhadados, /
los agora tristes y afligidos, / a tus pechos criados, / de Ti desposeídos, /
¿a dó convertirán ya sus sentidos? / ¿Qué mirarán los ojos / que vieron de tu
rostro la hermosura / que no les sea enojos? / Quien oyó tu dulzura, ¿qué no
tendrá por sordo y desventura? / Aqueste mar turbado, / ¿quién le pondrá ya
freno? / ¿Quién concierto al viento fiero y airado? / Estando Tú a cubierto /
¿qué norte guiará la nave al puerto? / ¡Ay, nuble envidiosa / aun deste breve
gozo, ¿qué te aquejas? / ¿Dó vuelas presurosa? / ¡Cuán rica tú te alejas! /
¡Cuán pobres y cuán tristes, ay, nos dejas!” (Fray Luis de León)
Es imposible mirar en el corazón sin recordar la promesa de Jesús: “Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). Dios está a nuestro lado, a mi lado, continuamente, siempre, haga lo que haga, piense lo que piense, alegrándose conmigo, conociendo mis pensamientos, participando de mis sentimientos, y con pena por mis fallos, cuando me olvido de Él, cuando lo arrincono, cuando vivo “como si Dios no existiera” (Etsi Deus non daretur). Pero existe. Y Jesús nos acompaña continuamente, nos espera siempre, nos perdona siempre que se lo pedimos, porque lo amamos, porque nos inunda de amor con su amor. Porque Dios es amor (1 Jn 4,8.16).
Vivir la Pascua con Jesús Resucitado también
es seguir y aprender de la vida de los primeros cristianos según se relata en
Hechos de los Apóstoles: “Todos perseveraban unánimes en la oración, junto con
algunas mujeres y con María, la madre de Jesús, y sus hermanos” (Hech. 1,14).
“La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma, y nadie
consideraba como suyo lo que poseía, sino que compartían todas las cosas” (Hech.
4,32). También hubo encarcelamientos (Hech. 4.3.5,18), azotes (Hech. 5,40) y el
martirio de san Esteban (Hech. 6 y 7). “Aquel día se desató una gran
persecución contra la iglesia de Jerusalén, y todos, excepto los apóstoles se
dispersaron por las regiones de Judea y Samaría (Hech. 8.1). Y, entonces, como
ahora, con María. Siempre con la Virgen. “Madre, mientras mi vida alentare todo
mi amor para ti”.
La Pascua de Resurrección también es
tiempo propicio para recordar las preguntas que hizo el Señor: “Cuando llegaron
junto a la turba se le aproximó un hombre que, arrodillándose ante él, le dijo:
Señor, ten compasión de mi hijo, que es lunático y está mal, pues muchas veces
cae el fuego y al agua. Lo he presentado a tus discípulos y no han podido
curarlo. Jesús respondió: ¡Oh, generación incrédula y perversa! ¿hasta cuándo
estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os voy a sufrir? Traédmelo aquí. Le increpó
Jesús, y salió del él el demonio, y quedó el niño curado desde aquel momento”
(Mt 17,14-18; cf. Lc 9,37-42). En otro relato Jesús preguntó al padre del niño:
¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? Y en la contestación -desde la niñez-
añadió el padre: Pero si tú puedes algo, compadécete de nosotros y ayúdanos. Y
la respuesta de Jesús fue: ¿Si puedo? Todo es posible para el que cree. Y gritó
el padre: Creo, ayuda a mi falta de fe” (Mc 9,14-27). Pascua: tiempo de fe y de
confianza: “Sin mí no podéis nada” (Jn 15,5). “Todo lo puedo en el que me
conforta” (Flp 4,13). Si tuvierais fe como un grano de mostaza… (Mt, 17,20). Y,
así, el monte va de un lado a otro o que echa al mar, como se pide con fe.
“Todo cuanto pidáis con fe en la oración lo recibiréis” (Mt 21,22).
LA HOJA SEMANAL
(del 22 al 27 de mayo) (mes de María) (decenario del Espíritu Santo)
Lunes (22)
Santa Joaquina Vedruna, fundadora (7ª de Pascua)
Palabras: “En el mundo tendréis luchas; pero tened valor… (Jn 16,33)
Reflexión: … yo he vencido al mundo”
Propósito, durante el día: Dame tu amor y tu gracia. Eso me basta
Martes (23)
San Lucio, mártir (7ª de Pascua)
Palabras: “Te ruego por ellos; no ruego por el mundo; … (Jn 17,9)
Reflexión: … sino por éstos que tú me diste, y son tuyos”
Propósito, durante el día: Todo es tuyo, dispón de mi según tu voluntad
Miércoles (24)
María Auxiliadora (san Vicente de Lérins, presbítero) (7ª Semana)
Palabras: “No ruego que los saques del mundo, … (Jn17,15)
Reflexión: … sino que los guardes del Maligno”
Propósito, durante el día: No nos dejes caer en la tentación. Líbranos del Malo
Jueves (25)
San Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia (7ª de Pascua)
Palabras: Padre, este es mi deseo: que los que me confiaste… (Jn 17,24)
Reflexión: … estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria
Propósito, durante el día: Venga a nosotros tu reino
Viernes (26)
San Felipe Neri, presbítero y fundador (7ª de Pascua) (día de abstinencia)
Palabras: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? … (Jn 21,17)
Reflexión: … Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero
Propósito, durante el día: Señor, dame amor para que pueda amar como Tú quieres
Sábado (27)
San Agustín de Canterbury, obispo (7ª de Pascua)
Palabras: “Pedro dice a Jesús: - Señor, y éste ¿qué? (Jn 21,21)
Reflexión: Si quiero que se quede hasta que yo venga ¿a ti qué? Tú sígueme”
Propósito, durante el día: Madre, no te alejes, tus ojos de mi no apartes, ven conmigo
(la reflexión y el
propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 21, domingo (La Ascensión del Señor; de la séptima semana de Pascua, ciclo A; san Eugenio de Mazenod, obispo) nos recuerdan lo que ocurrió: “Lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista” (Hechos 1); “El Padre de la gloria… por su fuerza poderosa… que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha” (Ef 1); Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28). Con nosotros, ahora, hoy, siempre, continuamente.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
-
“El Paráclito, dice Jesús, es Aquel que nos enseña y nos recuerda todo lo que
Jesús nos ha dicho (cfr. Jn 14,26). Él nos recuerda las palabras del
Evangelio, y nos permite así responder al diablo acusador no con palabras
nuestras, sino con las palabras mismas del Señor. Sobre todo, nos recuerda que
Jesús hablaba siempre del Padre que está en los cielos, que nos lo ha dado a
conocer y nos ha revelado su amor por nosotros, que somos sus hijos. Si invocamos
al Espíritu, aprenderemos a acoger y recordar la realidad más importante de la
vida. ¿Y cuál es esta realidad más importante de la vida? Que somos hijos
amados de Dios. Somos hijos amados de Dios: esta es la realidad más importante,
y el Espíritu Santo nos la recuerda.
Hermanos y hermanas,
preguntémonos hoy: ¿Invocamos al Espíritu Santo, le rezamos con frecuencia? ¡No
nos olvidemos de Él, que está junto a nosotros, es más, en nuestro interior! Y
asimismo, ¿prestamos atención a su voz, tanto cuando nos anima como cuando nos
corrige? ¿Respondemos con las palabras de Jesús a las acusaciones del mal, a
los “tribunales” de la vida? ¿Nos acordamos de que somos hijos amados de Dios?
Que María nos haga dóciles a la voz del Espíritu Santo y sensibles a su presencia.”
(Regina coeli, 14 de mayo de 2023)
-
“Su intensa actividad estuvo siempre unida a la oración, a la unión con Dios,
mística y contemplativa. Nunca abandonó la oración, porque sabía que ahí
reside la fuerza. Dondequiera que estaba, cuidaba mucho de los enfermos, los
pobres y los niños. No era un misionero "aristocrático": siempre iba
con los más necesitados, los niños que más necesitaban educación, catequesis,
los pobres, los enfermos... Iba hasta las fronteras de la asistencia donde creció
en grandeza. El amor de Cristo fue la fuerza que lo llevó hasta los confines
más lejanos, con continuas fatigas y peligros, superando fracasos, decepciones
y desánimos, más aún, dándole consuelo y alegría para seguirlo y servirlo hasta
el final. Que san Francisco Javier que hizo esta gran cosa, en tal pobreza, y
con tal valentía, nos dé un poco de este celo, de este celo para vivir el
Evangelio y anunciar el Evangelio.” (Audiencia general, 18 de mayo de 2023)
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