LO TRIBUTARIO (nº 894)

Seguridad jurídica: procedimientos tributarios (8. Declaración para liquidar)

Hace medio siglo, en una revista oficial, se publicó un artículo de un joven inspector de Hacienda en el que se estudiaba las fuentes del Derecho Tributario abriendo paso a unas “fuentes prácticas”, aparte de la ley, la costumbre y los principios generales del Derecho (art. 1 Cc) entre las que se incluía: las contestaciones vinculantes de las DGI (entonces, Direcciones Generales de Impuestos Directos y de Impuestos Indirectos; luego, de Tributos y de Administraciones Territoriales; hoy, Dirección General de Tributos) y las autoliquidaciones de los contribuyentes (si se escribiera el artículo ahora, el autor añadiría las liquidaciones provisionales). Resumiendo, la idea esencial era que, si la ley reguladora del tributo es la que determina la obligación tributaria por el mismo, también lo sería: el criterio que había que seguir (las contestaciones) y el criterio provisional (al autoliquidar; y ahora se añadiría en las liquidaciones provisionales) una vez conseguida la firmeza por prescripción y, antes, por presunción de legalidad (art. 8 LGT/1963, entonces) o por presunción de veracidad (art. 116 LGT/1963, art. 108.4 LGT/2003), por la presunción de buena fe (art. 33.1 Ley 1/1998, DGC, hasta la LGT/2003; luego, por jurisprudencia: la convicción de actuar según Derecho; y siempre porque lo contrario sería presumir el incumplimiento, contra el art. 24 CE y la presunción de inocencia).

El tiempo no perdona en ningún ámbito de la ordenación de la convivencia social y menos en materia de tributación. En el régimen de las “contestaciones escritas” la evolución normativa (art. 89 LGT) las ha hecho más sólidas en la vinculación que determinan; también ha cambiado el tratamiento de las autoliquidaciones (arts. 119 a 122 LGT) en sus limitaciones (opciones; declaraciones complementarias, prohibición de sustitutivas y procedimiento de rectificación). Ni siquiera la “santidad de la cosa prescrita” ha podido permanecer inviolada después de tantos siglos de consideración porque la Ley 34/2015 modificó el artículo 115 LGT/2003 y permite que se pueda modificar la realidad y la calificación jurídica de hechos producidos en un tiempo pasado en el que ya hubiera prescrito el derecho de la Administración a determinar la obligación tributaria (a efectos de períodos posteriores no prescritos). En toda esta variación los administrados han perdido derechos y padece la seguridad jurídica.

Si la seguridad jurídica y la legalidad se realizan cuando se produce una liquidación definitiva después de una regularización íntegra de la situación tributaria del administrado, ambos principios se debilitan cuando la regla (art. 101 LGT) es la liquidación provisional, porque es parcial y porque la provisionalidad supone inseguridad. Como contraste se regula un procedimiento que se inicia mediante la presentación de una declaración (arts. 128 a 130 LGT). Se trata de un vestigio de lo que fue la forma normal de gestión tributaria (arts. 101 a 120 LGT/1963): el administrado, inexperto fiscal, declaraba los hechos y circunstancias y la Administración, con potestad, competencia y medios, practicaba la liquidación correspondiente, previa comprobación e investigación, en su caso. Así puede ocurrir en la declaración aduanera y ocurría a efectos del ISyD por herencias y donaciones, aunque se ha generalizado la obligación de autoliquidar, que es “exorbitante” porque se trata al administrado, y se le exige responsabilidad, como si fuera un experto tributario, ya que sólo lo deben ser, y responder como tales, los empleados de la Administración.

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Se descubre que la subida de las pensiones no era tanta porque el nuevo importe determina la aplicación de un tipo de gravamen mayor en la tarifa del IRPF.

Semana segunda de Pascua. Domingo de “Quasi modo” y de la Divina Misericordia. Alegría de los cristianos: ¡Ha resucitado! Lo repetimos una y otra vez durante estos días pascuales, porque nuestra vida tiene sentido: “Y si Cristo no ha resucitado, inútil es nuestra predicación, inútil es también nuestra fe. Resultamos ser además falsos testigos de Dios, porque en contra de Dios, testimoniamos que resucitó Cristo, a quien no resucitó si de verdad los muertos no resucitan. Pues si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado; pero si Cristo no ha resucitado, vana es vuestra fe, todavía estáis en vuestros pecados…” (1 Co 15,14-17). “Ahora bien, Cristo ha resucitado de entre los muertos, como primer fruto de los que mueren. Porque como por un hombre vino la muerte, también por un hombre la resurrección de los muertos. Y así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados…”  (1 Co 15,20-22). “Así será la resurrección de los muertos: se siembre en corrupción, resucita en incorrupción; se siembra en vileza, resucita en gloria; se siembra en debilidad, resucita en poder; se siembre un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual…” (1 Co 15,42-44). “Porque es necesario que este cuerpo corruptible, se revista de incorruptibilidad, y este cuerpo mortal se revista en inmortalidad” (1 Co 15,53).

La Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús era cosa anunciada. “Esta generación perversa y adúltera pide una señal, pero no se le será dada otra señal que la del profeta Jonás. Igual que estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en las entrañas de la tierra tres días y tres noches (Mt 12,39-40).  Sólo había que estar atento a las señales y a las preguntas del Señor: “Acercáronse a él los fariseos y saduceos para tentarle y le pidieron que les hiciese ver algún prodigio en el cielo. Él les respondió: Al atardecer decís: buen tiempo, porque el cielo tiene color de fuego; y por la mañana: hoy tormenta, porque el cielo está de un rojo oscuro. Sabéis discernir el aspecto del cielo, ¿y no podéis discernir los signos de los tiempos? ¡Generación mala y adúltera! Busca una señal y no se le dará otra que la de Jonás. Y dejándolos se marchó.” (Mt 16,3-4). Y también: “Y, suspirando en su interior, dice: ¿Por qué pide esta generación una señal? Yo os aseguro que no se le dará a esta generación ninguna señal. Y, dejándolos, se embarcó de nuevo y marchó hasta la otra orilla” (Mc 8,12-13). Y sobre el final de los tiempos: “Aprended de la higuera esta parábola: cuando sus ramas están ya tiernas y brotan hojas, sabéis que está cerca el varano. Así también vosotros cuando veáis estas cosas, sabed que es inminente que está a las puertas. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo esto se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mt 24.12-35).

Es difícil expresarlo mejor: “Todo el hombre, toda su vida es tomada por Dios y, purificada en Él, recibe la eternidad… esta es una verdad que nos debe llenar de alegría.  El cristianismo no anuncia sólo una cierta salvación del alma en un impreciso más allá, en el que todo lo que en este mundo nos fue precioso y querido será borrado, sino que promete la vida eterna, “la vida del mundo futuro”: nada de lo que para nosotros es valioso y querido se corromperá, sino que encontrará plenitud en Dios” (Benedicto XVI, homilía en la misa del día de la Asunción de María, el 15 de agosto de 2010)   

LA HOJA SEMANAL
(del 17 al 22 de abril)

Lunes (17)

San Roberto, abad (2ª de Pascua)
Palabras: “El que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios” (Jn 3,3)
Reflexión: ¿Cómo puede nacer un hombre viejo?, preguntaba Nicodemo
Propósito, durante el día: Dame, Señor, un corazón nuevo

Martes (18)

San Eusebio, abad (2ª de Pascua)
Palabras: “Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis… (Jn 3,12)
Reflexión: … ¿cómo creeréis si os hablo de las cosas celestiales?”
Propósito, durante el día: Toma, Señor, mi entendimiento y toda mi voluntad

Miércoles (19)

San León IX, papa (2ª de Pascua)
Palabras: “El que obra la verdad se acerca a la luz…” (Jn 3,21)
Reflexión: Todo el que obra mal detesta la luz para no verse acusado por sus obras
Propósito, durante el día: Señor, dame tu amor y tu gracia. Eso me basta

Jueves (20)

Santa Inés de Montepulciano, virgen (2ª de Pascua)
Palabras: “El que cree en el Hijo posee la vida eterna; … (Jn 3,36)
Reflexión: … el que no crea al Hijo no verá la vida” … la ira de Dios pesa sobre él
Propósito, durante el día: Señor, auméntanos la fe

Viernes (21)

San Anselmo, obispo y doctor de la Iglesia (2ª de Pascua)
Palabras: “Dice a Felipe: ¿con qué compraremos panes para que coman… (Jn 6,5)
Reflexión: … Felipe contestó: - Doscientos denarios de pan no bastan…”
Propósito, durante el día: Danos nuestro pan de cada día

Sábado (22)

Santos Sotero y Cayo, papas (2ª de Pascua)
Palabras: “Jesús se acercaba a la barca, caminando sobre el mar… (Jn 6,19)
Reflexión: … “Soy yo, no temáis”
Propósito, durante el día: Madre, llévanos a Jesús, mantennos junto a Jesús

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 16, domingo (2º de Pascua, de la Divina Misericordia) nos llaman a la perseverancia por la fe: “Con perseverancia acudían a diario al templo con un mismo espíritu” (Hech 2); “Os alegráis aunque ahora sea preciso padecer un proco en pruebas diversas, así la autenticidad de vuestra fe…merecerá premio, gloria y honor en la revelación de Jesucristo” (1 Pe 1); “Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto” (Jn 19,30). Con la ayuda de Dios.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “No podemos dejarlo en el pasado, el Resucitado nos invita a volver allí para celebrar la Pascua. Recuerda tu Galilea, haz memoria de ella, reavívala hoy. Vuelve a ese primer encuentro. Pregúntate cómo y cuándo sucedió; reconstruye el contexto, el tiempo y el lugar; vuelve a experimentar las emociones y las sensaciones; revive los colores y los sabores. Porque sabes que, cuando has olvidado ese primer amor, cuando has pasado por alto ese primer encuentro, ha comenzado a depositarse el polvo en tu corazón. Y experimentaste la tristeza y, como les ocurrió a los discípulos, todo parecía sin perspectiva, como si una piedra sellara la esperanza. Pero hoy, hermano, hermana, la fuerza de la Pascua nos invita a quitar las lápidas de la desilusión y la desconfianza. El Señor, experto en remover las piedras sepulcrales del pecado y del miedo, quiere iluminar tu memoria santa, tu recuerdo más hermoso, hacer actual ese primer encuentro con Él. Recuerda y camina; regresa a Él, recupera la gracia de la resurrección de Dios en ti. Vuelve a Galilea, vuelve a tu Galilea.” (Homilía en la Vigilia Pascual, 8 de abril de 2023)

- “Recorramos la escena descrita en el Evangelio: las mujeres llegan, ven el sepulcro vacío y, “con miedo y gran gozo”, corren -dice el texto. “a dar el anuncio” a sus discípulos» (Mt 28,8). Ahora bien, justo cuando van a hacer este anuncio, Jesús sale a su encuentro. Fijémonos bien en esto: Jesús sale a su encuentro cuando van a anunciarlo. Esto es hermoso: Jesús las encuentra mientras van a anunciarlo. Cuando anunciamos al Señor, el Señor viene a nosotros. A veces pensamos que la manera de estar cerca de Dios es tenerlo estrechamente junto a nosotros; porque después, si nos exponemos y hablamos de esto, llegan los juicios, las críticas, tal vez no sabemos responder a ciertas preguntas o provocaciones, y entonces es mejor no hablar de esto y cerrarse: no, esto no es bueno. En cambio, el Señor viene cuando lo anunciamos. Tú siempre encuentras al Señor en el camino del anuncio. Anuncia al Señor y lo encontrarás. Busca al Señor y lo encontrarás. Siempre en camino, esto es lo que nos enseñan las mujeres: a Jesús se le encuentra dando testimonio de Él. Pongamos esto en el corazón: a Jesús se le encuentra dando testimonio de Él.” (Regina coeli, 10 de abril de 2023, lunes del ángel)

- “Pues bien, hermanos y hermanas, es importante tener esta prontitud a la novedad del Evangelio, esta actitud que es un impulso, un tomar la iniciativa, un ir el primero. Es un no dejarse escapar las ocasiones para promulgar el anuncio del Evangelio de paz, esa paz que Cristo sabe dar más y mejor de como la da el mundo. Y por esto os exhorto a ser evangelizadores que se mueven, sin miedo, que van adelante, para llevar la belleza de Jesús, para llevar la novedad de Jesús que cambia todo.” (Audiencia general, 12 de abril de 2023)          

(16.04.23)

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