LO TRIBUTARIO (nº 892)

Seguridad jurídica: procedimientos tributarios (7)

“La Administración no tiene la obligación de acertar a la primera”, proclamaba sentencia una no lejana en el tiempo y lo han vuelto a proclamar otras. Pero lo que dice la Ley es que la Administración está sometida plenamente a la Constitución, la Ley y el Derecho (art, 103 CE y art. 3 Ley 40/2015, LRSP), que debe actuar con buena fe y procurando la confianza legítima de los administrados y que debe responder por el funcionamiento normal o anormal (art. 106 CE, arts. 36 y 37 Ley 40/2015, LRJSP). Como aplicar la ley y actuar según sus previsiones no es una adivinanza ni un juego de puntería, hay que rechazar que la Administración realice sus actuaciones acertando o no, como en el método “acierto y error”. Pero lo más a lo que se ha llegado en esta consideración es a que la Administración, en el mismo asunto, no puede incurrir más de dos veces en el mismo vicio. Y todo esto referido a una Administración dotada con los mejores medios, legitimada a actuar con toda clase de medios y potestades e integrada por miles de empleados que, mientras no se impongan criterios más sencillos como se ha anticipado por la autoridad, han sido seleccionados con rigor entre aspirantes con grados universitarios que, además, se actualizan y tiene el refuerzo de especialistas.

El administrado, en cambio, no tiene derecho a equivocarse, aunque se le impide conocer y aplicar el derecho tributario, cualesquiera que sean sus conocimientos, su especialidad y nivel. Todo es dificultad para el administrado, desde los conceptos (declaración, liquidación, declaración-liquidación; no sujeción, exención; desgravación, reducción, deducción…) en cuyo empleo fallan estudiantes, profesionales e incluso los juzgadores. No facilitan las cosas aspectos aparentemente sencillos como la diferenciación de procedimientos para el mismo fin o los procedimientos múltiples.

- En la aplicación de los tributos los administrados pueden: realizar ingresos indebidos (art. 221 LGT), hacer ingresos debidos pero que resultan excesivos (arts. 124 a 127 LGT); determinar una obligación tributaria que luego se considera contraria a Derecho (art. 120.3 y 221.4 LGT). Como indican esos preceptos para cada uno de esos casos hay un procedimiento y tratamientos distintos como ocurre con los intereses de demora que se han de satisfacer en cada caso de devolución (arts. 31 y 32 LGT). La Administración es cicatera en esa materia, desestima por la utilización del procedimiento que no considera adecuado (art. 221 y art. 124 LGT) cuando debiera corregir ella misma la vía o se remite a la finalidad para negar esa utilización (art. 120.3 y art. 221 LGT). Y, por una pasión recaudadora, no corrige la normativa que origina ingresos excesivos. Así, ocurre en el IRPF en el que lo elevado de las retenciones determina que resulte a devolver a 2 de cada 3 contribuyentes. El fenómeno social de la “ilusión financiera” (Puviani) palía el lógico rechazo: no son pocos los que se alegran de que su autoliquidación resulte a devolver, lo que significa que el importe soportado fue excesivo y que no se le devolverá hasta un años después y sin intereses de demora.

- Los procedimientos múltiples también complican la aplicación de los tributos: la comprobación de valores puede ser un procedimiento autónomo (art. 134 LGT) o una actuación en otro procedimiento (art. 57 LGT) y, si se pide la tasación pericial contradictoria, ella misma es otro procedimiento (art. 133 LGT). Todo inseguridad.

DE LO HUMANO A LO DIVINO              

¡Feliz Pascua de Resurrección! Es el grito de los corazones llenos de alegría porque: ¡Ha resucitado! Muchos cristianos viejos recordarán cuando se celebraba el Sábado de Gloria. En todas partes, a las doce del mediodía, las campanas llenaban de regocijo la vida ordinaria y en algunos pueblos con esa tradición se celebraba la fiesta con tracas y petardos y tirando a la basura trastos viejos, porque empieza la vida nueva. Y la procesión “del Resucitado” y su emocionante encuentro con la Madre Dolorosa que lo saludaba con la inclinación de los anderos que llevaban “los tronos”.

Hoy, y en la Octava de Pascua, es tiempo de cantar y meditar la Secuencia: “Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima propia de la Pascua. Cordero sin pecado que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza. Lucharon vida y muerte en singular batalla y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta. ¿Qué has visto de camino, María, en la mañana? A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja. ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza! Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí veréis los suyos la gloria de la Pascua. Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda. Rey vencedor apiádate de la miseria human y da a tus fieles parte en tu victoria santa. Amén. Aleluya.” ¡Ha resucitado! Repetimos sin cesar.

De aquellos días no le falta a los cristianos la consideración de las preguntas del Señor. El mismo domingo, primero a María Magdalena: “- Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?” (Jn 20,15). Después con los discípulos que iban a Emaús: “¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino? … Y uno de ellos que se llamaba Cleofás, le replicó: - ¿Eres el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días? Él les preguntó: - ¿Qué?” (Lc 24,17.19). Y más adelante les dice: ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?” (Lc 24, 26). Y ya de noche, cuando estaban encerrados en una casa por miedo a los judíos: “Por qué os alarmáis? ¿Por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies soy yo en persona ... ¿Tenéis ahí algo de comer?” (Lc 24,38.41). Ochos días después estaban otra vez encerrados en la misma casa, pero esta vez Tomás, que no creyó porque no estaba en la ocasión anterior, estaba con ellos. Le dijo Jesús: “-Trae aquí tu dedo y mira mis manos, y trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente. Respondió Tomás y le dijo: - ¡Señor mío y Dios mío! Jesús contestó: - ¿Por qué me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto” (Jn 20,27-29)

Se apareció otra vez a los discípulos junto al lago Tiberíades. No habían pescado nada durante la noche, al amanecer Jesús se presentó en la orilla y les dice: “Muchachos ¿tenéis algo de comer? ... Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos. Cuando acabaron de comer, le dijo Jesús a Simón Pedro: - Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Le respondió: - Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Y le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a preguntarle por segunda vez: - Simón, hijo de Juan ¿me amas’ Le respondió: - Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Le dijo: - Pastorea mis ovejas. Pedro se entristeció porque le preguntó por tercera vez: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo. Tú sabes que te quiero” (Jn 21,5.14-17). Y la última pregunta de Jesús: “Si yo quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, ¿a ti, qué? Tú sígueme” (Jn 21,23). Para Pedro; para ti y para mí.

LA HOJA SEMANAL
(del 10 al 15 de abril)

Lunes (10)

Santa Magdalena de Canossa, virgen y fundadora (Octava de Pascua)
Palabras: “De pronto Jesús les salió al encuentro y les dijo: Alegraos … (Mt 28,9)
Reflexión: … Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies”
Propósito, durante el día: Buscar a Cristo. Tratar a Cristo. Amar a Cristo

Martes (11)

San Estanislao, obispo y mártir (Octava Pascua)
Palabras: “Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas? … (Jn 20,15)
Reflexión: … Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde los has puesto y yo lo recogeré”
Propósito, durante el día: Buscar a Cristo. Tratar a Cristo. Amar a Cristo

Miércoles (12)

San Julio I, papa (Octava de Pascua) (fiesta familiar en el blog)
Palabras: “Él hizo además de seguir adelante; pero ellos le apremiaron… (Lc 24,28)
Reflexión: … Quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída”
Propósito, durante el día: Buscar a Cristo. Tratar a Cristo. Amar a Cristo

Jueves (13)

San Hermenegildo, mártir (Octava de Pascua)
Palabras: “¿Tenéis algo de comer? … (Lc 24,41)
Reflexión: … Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomo y comió”
Propósito, durante el día: Buscar a Cristo. Tratar a Cristo. Amar a Cristo

Viernes (14)

San Bernardo, abad (Octava de Pascua)
Palabras: “Muchachos, ¿tenéis pescado? … (Jn 21,5)
Reflexión: … Ellos contestaron: - No. Él les dice: Echad la red a la derecha…”
Propósito, durante el día: Buscar a Cristo. Tratar a Cristo. Amar a Cristo

Sábado (15)

San Abundio, obispo (Octava de Pascua)
Palabras: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16,15)
Reflexión: Por último se apareció Jesús a los Once…
Propósito, durante el día: Todo a Jesús por María. Todo a María para Jesús

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 9, domingo (De Pascua de la Resurrección del Señor) exultan de alegría porque ¡Ha resucitado! Si no hubiera resucitado sería vana nuestra fe y sería inmensa nuestra desgracia. “Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver” (Hech 10); “Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo” (Col 3); “Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó” (Jn 20). Llenemos el alma de alegre esperanza: ¡Ha resucitado!

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Pero esa humillación es el camino de la redención. Dios vence así sobre nuestras apariencias. A nosotros, de hecho, nos cuesta ponernos al desnudo, decir la verdad: siempre tratamos de cubrir la verdad porque no nos gusta; nos revestimos de exterioridad que buscamos y cuidamos, con máscaras para camuflarnos y mostrarnos mejor de lo que somos. Es un poco como la costumbre del maquillaje: maquillaje interior, parecer mejor que los otros… Pensamos que lo importante es ostentar, aparentar, para que los otros hablen bien de nosotros. Y nos adornamos de apariencias, nos adornamos de apariencias, de cosas superfluas; pero así no encontramos paz. Luego el maquillaje se va y tú te miras al espejo con la cara fea que tienes, pero verdadera, la que Dios ama, no esa “maquillada”. Y Jesús despojado de todo nos recuerda que la esperanza renace diciendo la verdad sobre nosotros -decir la verdad a uno mismo-, dejando caer las dobleces, liberándonos de la pacífica convivencia con nuestras falsedades. A veces, estamos tan acostumbrados a decirnos falsedades que convivimos con las falsedades como si fueran la verdad y terminamos por envenenarnos con nuestras falsedades. Lo que hace falta es volver al corazón, a lo esencial, a una vida sencilla, despojada de tantas cosas inútiles, que son sucedáneos de esperanza. Hoy, cuando todo es complejo y se corre el riesgo de perder el hilo, necesitamos sencillez, redescubrir el valor de la sobriedad, el valor de la renuncia, de limpiar lo que contamina el corazón y entristece. Cada uno de nosotros puede pensar en algo inútil de lo que puede liberarse para reencontrarse.” (Audiencia general, 5 de abril de 2023)

- “Se peca contra el Espíritu, que es comunión, cuando nos convertimos, aunque sea por ligereza, en instrumentos de división, por ejemplo —y volvemos al mismo tema— con las murmuraciones. Cuando somos instrumentos de división pecamos contra el Espíritu. Y le hacemos el juego al enemigo, que no sale a la luz y ama los rumores y las insinuaciones, que fomenta los partidos y las cordadas, alimenta la nostalgia del pasado, la desconfianza, el pesimismo, el miedo. Tengamos cuidado, por favor, de no ensuciar la unción del Espíritu y el manto de la Santa Madre Iglesia con la desunión, con las polarizaciones, con cualquier falta de caridad y de comunión. Recordemos que el Espíritu, “el nosotros de Dios”, prefiere la forma comunitaria: es decir, la disponibilidad respecto a las propias necesidades, la obediencia respecto a los propios gustos, la humildad respecto a las propias pretensiones.” (Homilía en la misa crismal, Jueves Santo, 6 de abril de 2023)   

(9.04.23)

Noticia fiscal. Se ha aprobado el RD 249/2023, de 4 de abril (BOE del día 5) que modifica varios decretos. Como (s.e.o.): RD 520/2005, RRV (arts. 25.10, 42.2, 44.1 46. 2 y 4); RD 939/2005, RGR (arts. 40.1 y 7, 51.4, 58.5); RD 1065/2007, RAT (arts. 3.4.6.7 a 10, 5 b)10, 9, 10.b) k) f), 39.3, 39 bis, 39 ter, 42.3 y 4 c, 42 quater, 59, 74.1 f) y 3, 125.4, 144.4, 145.1, 146.1 b) c) y d), 147.1.7.8, 148. 2 y 3, 188. 2 y 3); RISyD (art. 18.4); RIVA (arts. 63.3 y 69 bis 1); RIRPF (arts. 62.2 y 75.3); RIS (art. 61); y las Disposiciones Adicionales se refieren a los impuestos sobre el alcohol y las bebidas refrescantes en aspectos como el registro de extractores de depósitos fiscales o monedas virtuales. 

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