PAPELES DE J.B. (nº
844)
Seguridad jurídica: prueba documental (3);
documentos de particulares
El administrado puede sentir inseguridad jurídica si
lo que declara sólo se presume cierto para él, aunque lo que otros declaren
sobre él se presume cierto salvo que él formule protesta de inexactitud o
falsedad (art. 108.4 LGT). La prueba de testigos y hasta los dictámenes de
profesionales favorables adolece de debilidad procesal. Y, aunque el principio
general es que la carga de la prueba recae en el que afirma y no en el que
niega (“onus probandi incumbit ei que affirmat non qui negat”) y “quien haga
valer su derecho debe probar los hechos constitutivos del mismo” (art. 105.1
LGT), lo que mantiene la Administración (art. 77.5 Ley 39/2015) tiene
presunción de veracidad.
Lo que tiene validez en Derecho debería ser
considerado así en el ámbito tributario (art. 106.1 LGT). Así, por ejemplo
(art. 108.1 y 2 LGT; art. 1253 Cc), los requisitos de las “presunciones” por
deducción (cuando se un hecho demostrado se deduce otro mediante un proceso
lógico -enlace preciso y directo- según las reglas del criterio humano) o por
inducción cuando existe una pluralidad de “indicios” en el mismo sentido; o
también las “ficciones” (construcción del legislador a considerar como si fuera
un hecho real que sólo se enerva si se destruye el hecho determinante) como se
aplica, por ejemplo, a la fecha que consta en los documentos privados (cf. art.
1227 Cc) que sólo tiene efectos frente a terceros desde que se incorpora o
inscribe en un registro público, desde la muerte de cualquiera de los que le
firmaron o desde el día en que se entregue a un funcionario público por razón
de su cargo. cuando ha fallecido uno de los contratantes o cuando se ha presentado.
Lo mismo ocurre con la doctrina del título y el modo, porque, aunque los
contratos se perfeccionan por el mero consentimiento (art. 1258), en algunos (arts.
609 y 1461 a 1465 Cc) se exige, además, la “traditio” (“longa manu” o “brevi
manu”, como sería la solemnidad de la escritura pública o el señalamiento de la
inscripción registral o la manifestación por actos sobre lo adquirido como propio).
Tan pacífica convivencia normativa existe porque en
Derecho siempre prevalece la verdad demostrada (AN 22-12-10: Frente a la
presunción del art. 1227 Cc, TS s. 3.11.10 y, por referencia TS ss. 24.07.99 y
29.11.95, hay que dar validez al documento privado y a su fecha cuando la
veracidad y realidad de uno y otra han sido acreditados por el contribuyente
con otras pruebas complementarias, desde la conformidad del vendedor al elevar
a escritura años después hasta la personación ante órganos públicos en el
entretanto), salvo que se trate de un requisito esencial, sobre presunciones
y ficciones. Pero no faltan riesgos para la seguridad jurídica (art. 9 C) en lo
tributario. Así ocurre, cuando se confunde simulación (causa falsa de los
contratos: art. 1276 Cc) con apariencia de hechos irreales o falsos; o con el
principio de autonomía de la voluntad (art. 1255 Cc: “Los contratantes pueden
establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por conveniente,
siempre que no sean contrarios a las leyes, la moral o al orden público”) que “salta
por lo aires y cae en un patio interior”, con inventos como el conflicto en la
aplicación de la norma tributaria (art. 15 LGT: la Administración podrá exigir
el mayor gravamen correspondiente a otro acto, hecho o negocio, cuando
considere que los reales, válidos y lícitos, son notoriamente artificiosos o
impropios y sólo pretenden un ahorro fiscal). No es un objetivo a lograr, pero
se puede considerar logrado cuando existe la seguridad jurídica de que no hay
seguridad jurídica.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Gestión; inspección. Nuevo sistema de selección de
empleados de la AEAT: menos conocimientos y más tests. Críticas internas.
Inseguridad jurídica externa. Karate fiscal.
El cristiano sabe que su vida es un continuo caminar y
que su destino final es el cielo. Allí tiene su morada que tiene preparada y
esperándole desde que Jesús la preparó: “En la casa de mi Padre hay muchas
moradas. De lo contrario ¿os hubiera dicho que voy a prepararos un ligar?
Cuando me haya me haya marchado y os haya preparado un lugar, de nuevo vendré y
os llevaré junto a mí para que, donde yo estoy, estéis también vosotros” (Jn
14,2-4). Aunque el cristiano sabe que, en el amor de Dios, ya vive un anticipo
del cielo: “Si alguno me ama, guardará mis palabras, y mi Padre le amará, y
vendremos a él y haremos morada en él” (Jn 14,23)
Cada año, cada mes, cada semana, cada día, cada hora y
así en reducciones sucesivas se puede vivir con Dios, metido en Dios y lleno de
Dios. Es bueno hacer por recordarlo y acostumbrarse a ser como Dios quiere que
seamos “De que tú y yo nos portemos como Dios quiere -no lo olvides- dependen
muchas cosas grandes” (“Camino”, 755). La convivencia en el tiempo ordinario,
los acontecimientos inusuales, inesperados, alegres o dolorosos, son puntos de
avituallamiento que deben ayudar a recorrer con buen ánimo la etapa, el momento
de sentir que Dios está con nosotros, que somos hijos de Dios, que no estamos
solos. Imposible estarlo porque Dios me ama y nada me puede separar de su amor:
“Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, o la
persecución, o el hambre, o la desnudez, o el peligro, o la espada? ... Pero en
todas esas cosas vencemos con creces gracias a aquel que nos amó Porque estoy
convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados,
ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades, ni la altura, ni la profundidad,
ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo
Jesús, Señor nuestro” (Rm 8,35.37-39).
Viviendo el tiempo presente, con los pies en la tierra
y el corazón en el cielo, la vida en Cristo hace real el continuo amor, como
los pasos en el camino: “¿Quieres de verdad ser santo? – Cumple el pequeño
deber de cada momento, haz lo que debes y está en lo que haces” (“Camino”,
815). El clásico “carpe diem”, atrapa el día, aprovecha el momento, se puede
convertir en medio eficaz de vivir en la presencia de Dios. Y es una ayuda
provechosa y adecuada seguir las preguntas que Jesús nos hizo según queda
escrito en el Evangelio. Les decía a las turbas: “¡Hipócritas!, sabéis
averiguar el estado de la tierra y del cielo, y ¿cómo no estudiáis este tiempo?
¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo justo? Porque mientras vas con tu
adversario al magistrado, procura librarte de él, no sea que te arrastre hasta el
juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te
digo que no saldrás de allí hasta que pagues el último céntimo” (Lc 12,56-59).
Están todas las palabras que permiten la reflexión, la meditación y el
propósito: ser consciente de, precisamente, este tiempo; considerar lo que la
llamada a la santidad señala como lo que debe ser; caminar con otros aunque no
todos ni siempre son amigos; defender lo justo: conceder sin ceder con ánimo de
recuperar; vivir el santo temor de Dios que es un don del Espíritu Santo. Es un
temor porque sabemos del amor de Dios y queremos amarle siempre, continuamente
sin descanso y sin cansancio: “¿Qué cuál es el secreto de la perseverancia? El
Amor – Enamórate, y no “le” dejarás” (“Camino”, 999).
LA HOJA SEMANAL
(del 17 al 22 de octubre)
Lunes (17)
San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir (29ª TO)
Palabras: “Necio, esta noche te van a exigir la vida …” (Lc 12,20)
Reflexión: … Lo que has acumulado ¿de quién será?”
Propósito, durante el día: Señor, en la hora de la muerte llámame y mándame ir a Ti
Martes (18)
San Lucas, evangelista
Palabras: “La mies es abundante y los obreros pocos; … (Lc 10,2)
Reflexión: … rogad al dueño de la mies que mande obreros a su mies”
Propósito, durante el día: Señor, danos muchos y buenos sacerdotes
Miércoles (19)
San Pedro de Alcántara, presbítero (29ª TO)
Palabras: “Estad preparados porque a la hora que menos penséis… (Lc 12,40)
Reflexión: …viene el Hijo del Hombre” Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá
Propósito, durante el día: Jesús, ten compasión.
Jueves (20)
San Cornelio, del Nuevo Testamento (29ª TO)
Palabras: “He venido a prender fuego en el mundo” (Lc 12,49)
Reflexión: “¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz?”
Propósito, durante el día: Jesús, Jesús, sé para mí siempre Jesús
Viernes (21)
Beato Diego Luis de San Vitores y san Pedro Calungsod, mrs (abstinencia)
Palabras: “¿Cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? … (Lc 12,56)
Reflexión: … ¿cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?”
Propósito, durante el día: ¡Oh, mi buen Jesús, óyeme! No permitas que me aparte de Ti
Sábado (22)
San Juan Pablo II, papa (29ª TO)
Palabras: “Tres años que busco fruto en esta higuera y no lo encuentro … (Lc 13,7)
Reflexión: … Córtala … - Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor…”
Propósito, durante el día: Madre de Dios y Madre nuestra, intercede por nosotros
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 16, domingo (29º TO; ciclo C; año
par) nos llama a la fe confiada: “Hizo Josué lo que le decía Moisés…” (Ex 17);
“Permanece en lo que has aprendido y se te ha confiado, sabiendo de quién lo
aprendiste y que desde niño conoces la Sagrada Escritura” (2 Tm 3); “Dios, ¿no
hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche? ¿o les dará largas? Os
digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre,
¿encontrará esta fe en la tierra?” (Lc 18). ¡Señor, auméntanos la fe!
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
-
“El Concilio nos recuerda que la Iglesia, a imagen de la Trinidad, es comunión
(cf. “Lumen gentium”, 4.13). El diablo, en cambio, quiere sembrar la
cizaña de la división. No cedamos a sus lisonjas, no cedamos a
la “tentación de la polarización”. Cuántas veces, después del Concilio,
los cristianos se empeñaron por elegir una parte en la Iglesia, sin darse
cuenta que estaban desgarrando el corazón de su Madre. Cuántas veces se
prefirió ser “hinchas del propio grupo” más que servidores de todos,
progresistas y conservadores antes que hermanos y hermanas, “de derecha” o “de
izquierda” más que de Jesús; erigirse como “custodios de la verdad” o “solistas
de la novedad”, en vez de reconocerse hijos humildes y agradecidos de la santa
Madre Iglesia. Todos, todos somos hijos de Dios, todos hermanos en la Iglesia.
Todos Iglesia, todos. El Señor no nos quiere así, nosotros somos “sus ovejas”,
su rebaño, y sólo lo somos juntos, unidos. Superemos las polarizaciones y
defendamos la comunión, convirtámonos cada vez más en “una sola cosa”, como
Jesús suplicó antes de dar la vida por nosotros (cf. Jn 17,21).
Que nos ayude en esto María, Madre de la Iglesia. Que acreciente en nosotros el
anhelo de unidad, el deseo de comprometernos por la plena comunión entre todos
los creyentes en Cristo. Dejemos aparte los “ismos”, al pueblo de Dios no le
agrada esta polarización. El pueblo de Dios es el santo pueblo fiel de Dios,
esta es la Iglesia. Es hermoso que hoy, como durante el Concilio, estén
con nosotros los representantes de otras comunidades cristianas. ¡Gracias,
gracias por haber venido, gracias por esta presencia! (Homilía, misa en memoria
de san Juan XXIII, 11 de octubre de 2022)
-
“Los maestros espirituales lo indican con el término “deseo”, que, en la raíz,
es una nostalgia de plenitud que no encuentra nunca plena satisfacción, y es el
signo de la presencia de Dios en nosotros. El deseo no son las ganas del
momento, no. La palabra italiana viene de un término latín muy hermoso, esto es
curioso: “de-sidus”, literalmente “la falta de la estrella”, deseo es una
falta de la estrella, falta del punto de referencia que orienta el camino de la
vida; esta evoca un sufrimiento, una carencia, y al mismo tiempo una tensión
para alcanzar el bien que nos falta. El deseo entonces es la brújula para
entender dónde me encuentro y dónde estoy yendo, es más, es la brújula para
entender si estoy quieto o estoy caminando, una persona que nunca desea es una
persona quieta, quizá enferma, casi muerta. Es la brújula de si estoy caminando
o si estoy quieto. ¿Y cómo es posible reconocerlo? Pensemos, un deseo sincero
sabe tocar en profundidad las cuerdas de nuestro ser, por eso no se apaga
frente a las dificultades o a los contratiempos. Es como cuando tenemos sed: si
no encontramos algo para beber, esto no significa que renunciemos, es más, la
búsqueda ocupa cada vez más nuestros pensamientos y nuestras acciones, hasta
que estamos dispuestos a hacer cualquier sacrificio para apaciguarlo, casi
obsesionados. Obstáculos y fracasos no sofocan el deseo, no, al contrario, lo
hacen todavía más vivo en nosotros.” (Audiencia general, 12 de octubre de 2022)
(16.10.22)
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