LO TRIBUTARIO (nº 842)

Seguridad jurídica: la prueba documental (2); declaraciones y facturas

La aplicación del IVA se anunció en el Memorandum para la reforma de la Ley 41/1964 cuando se dijo que se iba a aplicar temporalmente el IGTE, un impuesto indirecto “en cascada”, que era técnicamente mejor que el Impuesto del Timbre del Estado, para así evitar un “salto en el vacío” desde la indisciplina contable generalizada al sumo rigor registral exigido por el Impuesto sobre el Valor Añadido que se aplicaría en Europa como forma perfeccionada de la imposición sobre las operaciones de empresarios y profesionales según el informe del Comité Neumark. El IGTE aún se aplicó hasta 1986 que fue cuando se aprobó la Ley 30/1985, del IVA, tan deficiente que pronto tuvo que ser sustituida por otra: la Ley 37/1992. No fue un camino fácil. Hubo un proyecto redactado en 1978, como se hizo con todos los nuevos impuestos del sistema, que quizá era mejor que el “europeo” pero se parecían poco; después se sucedieron los proyectos: el de 1981 fue técnicamente muy bueno, pero no resistió el mimetismo pusilámine y la sumisión a las observaciones de Bruselas y el de 1982 fue una mala traducción de la Directiva en su versión en francés. Con las prisas, y porque era obligado, en diciembre de 1985 se aprobaron los decretos del NIF, de la facturación y de régimen sancionador.

Y así ganaron altura jurídica los documentos de los administrados, como la declaración tributaria o las facturas. Si en los años setenta se aventuró la doctrina de la declaración tributaria como confesión extrajudicial y en la regulación de los impuestos “jurídicos” (ITP, art. 10.2; ISyD, art. 9.3) se decía que la base sería el “valor real” (ahora, para inmuebles “el de referencia”), salvo que el “valor declarado” fuera mayor en cuyo caso prevalecería éste (fórmula “fiscalista” como la del art. 36.2 LIRPF para el importe satisfecho respecto del valor de mercado), con el IVA la obligatoriedad de la factura y el mecanismo de la declaración-liquidación determinaban un requisito formal para deducir (arts. 97 y 99 LIVA). Por su parte, la nefasta Ley 10/1985 estableció que no se podía deducir gastos en la base imponible ni cantidades en la cuota sin la documentación reglamentaria, lo que se tradujo en “factura completa”. Mejoró el marco normativo cuando el artículo 106 LGT fue modificado por la trágica Ley 34/2015 y se estableció (ap. 4) que los gastos y las deducciones se deben justificar “de forma prioritaria mediante la factura de forma prioritaria”, para añadir a continuación que “la factura no constituye un medio de prueba privilegiado”.

No hay que engañarse; son frecuentes las sentencias que impiden deducciones justificadas con facturas porque es necesario “probar la prueba”, es decir el contenido de la factura: las entregas, los servicios. Tarea difícil si se considera que los albaranes no son prueba de la realidad fáctica de la operación facturada, tampoco el contrato porque no es más que un documento privado y ni siquiera es prueba el recibo que justifica el pago del importe facturado. Sobre la regulación prevalece la apreciación administrativa de la insuficiencia de medios de quien factura para realizar la operación facturada, aunque podría haberla realizado un tercero subcontratado o el que factura empleando medios no declarados, lo que es una presunción (art. 108.2 LGT) razonable. Respecto de las “declaraciones tributarias” se regula (art. 108.4 LGT) que los datos declarados se presumen ciertos “para el declarante”, a diferencia de la presunción de veracidad “erga omnes” que se regulaba en el artículo 116 LGT/1963 (TS 23-11-82). Inseguridad grave.

DE LO HUMANO A LO DIVINO              

Proyecto de ley de presupuestos. No cabe incluir los nuevos impuestos (art. 134.7 CE); precedente violación de derechos fundamentales por decreto ley: sentenciada dos veces.

Octubre es un mes lleno de alegrías para el corazón de los cristianos. Celebramos a Nuestra Madre la Virgen María en advocaciones: del Pilar, patrona de la Hispanidad, el día 12; del Rosario, el día 10; de Begoña, el día 11. El día 2 felicitamos cada uno a nuestro Ángel custodio, de la guarda, que nos guía, nos protege, nos defiende del demonio y testificará a nuestro favor el día del Juicio. Y el mes está lleno de fiestas de santos, como: san Lucas evangelista, el día 18, y los apóstoles san Simón el cananeo y san Judas Tadeo, el día 28; santa Teresa del Niño Jesús, el día 1, y santa Teresa de Jesús, el 15; san Francisco de Borja el día 3 y san Francisco de Asís, el día 4; los papas san Juan XXIII, el día 11 y san Juan Pablo II, el día 22, y san Calixto I, papa y mártir, el día 14. Y otros muchos santos, como los fundadores: san Bruno, de los cartujos, el día 6; santa Soledad Torres Acosta, el día 11, de las siervas de María ministras de los enfermos; san Pablo de la Cruz, de los pasionistas, el día 19; san Antonio María Claret, de los claretianos, el día 24; y otros, como santa Margarita María de Alacoque, el día 16, santo Tomás de Villanueva, el día 10, san Pedro de Alcántara, el día19 y san Alonso Rodríguez, el día 31. Fiesta en el cielo hay todos los días; cada día un santo nos protege.

Y el día 5 celebramos las Témporas de Acción de Gracias y Petición por las cosechas del campo. Ahora no faltan motivos para agradecer, para meditar y rectificar lo que sea preciso que es la forma de preparar “la siembra del alma” que, primero, crecerá “para dentro”, y después, florecerá y, luego, dará el fruto que cosecharemos; y por todo daremos gracias en las próximas Témporas. Durante el año celebramos cuatro: las de primavera, en la segunda semana de Cuaresma; las de verano, en la primera semana después de Pentecostés; las de otoño en después de la fiesta de la Cruz de septiembre; y las de invierno, en los días siguientes a santa Lucía de diciembre. Eso es vivir en Dios.

El cristiano sigue los pasos de Cristo, escucha, medita y pone en obra su palabra; y una buena guía para seguirle es considerar las preguntas que hizo según los evangelios. Así: “Fuego he venido a traer a la tierra y ¿qué quiero sino que arda? Tengo que ser bautizado con un bautismo, y ¡qué ansias tengo hasta que se lleve a cabo! ¿Pensáis que he venido a traer paz en la tierra? No, os digo, sino división. Pues desde ahora, habrá en una casa cinco divididos: tres contra dos, y dos contra tres” (Lc 12,49-52). Fuego de amor del Amor, bautismo de pasión y muerte en la Cruz, división porque muchos le abandonaron (Jn 6,66; Mc 14,26) y pocos quedaron al pie de la Cruz (Jn 19,25-26) o, cerca, mirando lo que pasaba (Mt 27,55-56); y pidiendo el Cuerpo y, llenos de amor, tomándolo y dejándolo en el sepulcro (Mt 27,57-61); y buscándolo (Mt 28,1-10) y encontrándole (Jn 20,11-18: si te lo has llevado, dónde lo has puesto, yo lo recogeré).        

De división hablan varios pasajes evangélicos en los que debemos meternos como un personaje más: desde el signo de contradicción en las palabras de Simeón a la Virgen Madre (Lc 2,34-35) a la división entre los discípulos por ser el primero en el cielo (Mt 20,24; Lc 22,24). Y en la gran tribulación (Mt 24,3-31) y el juicio final (Mt 25,31-46). 

La paz es la herencia de Jesús: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Jn 14,27) y su saludo: “La paz esté con vosotros” (Lc 24,36). “Pax in aeternum” es nuestro deseo para todos.

LA HOJA SEMANAL
(del 9 al 15 de octubre)

Lunes (10)

Santo Tomás de Villanueva, obispo (28ª TO)
Palabras: “No se les dará más signo que el signo de Jonás” (Lc 11,29)
Reflexión: Esta generación es una generación perversa
Propósito, durante el día: Misericordia divina: mi miseria en tu Corazón

Martes (11)

Nª Sª de Begoña (san Juan XXIII, papa; santa Soledad Torres Acosta) (28ª TO)
Palabras: “Dad limosna de lo de dentro y lo tendréis limpio todo (Lc 11,41)
Reflexión: El fariseo se sorprendió de que Jesús no se lavara las manos para comer
Propósito, durante el día: Señor, purifica mi alma, dame un corazón limpio

Miércoles (12)

Nuestra Señora del Pilar, patrona de la Hispanidad
Palabras: -Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen (Lc 11,28)
Reflexión: La mujer: - Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te alimentaron
Propósito, durante el día: María, Madre mía, consuelo del mortal, ampárame y guíame

Jueves (13)

San Teófilo de Antioquía, obispo (28ª TO)
Palabras: “Vosotros que no habéis entrado y habéis cerrado el paso” (Lc 11,52)
Reflexión: Los escribas y fariseos lo acosaban y hacían preguntas capciosas a Jesús
Propósito, durante el día: Toma, Señor, mi memoria, mi inteligencia, mi voluntad

Viernes (14)

San Calixto I, papa y mártir (28ª TO) (abstinencia)
Palabras: “Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados… (Lc 12,7)
Reflexión: … Por lo tanto, no tengáis miedo; …”
Propósito, durante el día: Señor, no permitas que me aparte de Ti, defiéndeme del Malo

Sábado (15)

Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia
Palabras: Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados… (Mt 11,28)
Reflexión: … y yo os aliviaré… Mi yugo es llevadero y mi carga ligera”
Propósito, durante el día: Todo a Jesús por María; todo a María para Jesús

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 9, domingo (28º TO; ciclo C; año par) recuerdan la virtud del agradecimiento que debe formar parte del talante del cristiano: “En adelante tu servidor no ofrecerá holocaustos ni sacrificios a otros dioses fuera del Señor” (2R 5); “Si morimos con Él, viviremos con Él” (2Ti 2); Jesús tomó la palabra y dijo: - ¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿no ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?” (Lc 17). “Deo gratias!”, que no se caiga de la boca.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “Hacer el examen de conciencia, es decir, la buena costumbre de releer con calma lo que sucede en nuestra jornada, aprendiendo a notar en las valoraciones y en las decisiones aquello a lo que damos más importancia, qué buscamos y por qué, y qué hemos encontrado al final. Sobre todo, aprendiendo a reconocer qué sacia mi corazón. Porque solo el Señor puede darnos confirmación de lo que valemos. Nos lo dice cada día desde la cruz: ha muerto por nosotros, para mostrarnos cuánto somos valiosos a sus ojos. No hay obstáculo o fracaso que pueda impedir su tierno abrazo. El examen de conciencia ayuda mucho, porque así vemos que nuestro corazón no es un camino donde pasa de todo y nosotros no sabemos. No. Ver: ¿qué ha pasado hoy? ¿Qué ha sucedido? ¿Qué me ha hecho reaccionar? ¿Qué me ha puesto triste? ¿Qué me ha puesto contento? Qué ha sido malo y si he hecho mal a los otros. Se trata de ver el recorrido de los sentimientos, de las atracciones en mi corazón durante la jornada. ¡No os olvidéis! El otro día hablamos de la oración; hoy hablamos del conocimiento de uno mismo. La oración y el conocimiento de uno mismo consienten crecer en la libertad. ¡Esto es para crecer en la libertad! Son elementos básicos de la existencia cristiana, elementos preciosos para encontrar el propio lugar en la vida. Gracias.” (Audiencia general, día 5 de octubre de 2022)   

(9.10.22) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario