LO TRIBUTARIO (nº 726)

La buena Administración (20): la inspección (3)

El artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (7.12.2000), establece: “1. Toda persona tiene derecho a que las instituciones, órganos y organismos de la Unión traten sus asuntos imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable.”

El llamado procedimiento de inspección (arts. 145 a 153 LGT) tiene como finalidad comprobar el cumplimiento de las obligaciones y deberes tributarios del inspeccionado, regularizando, si procede, su situación tributaria en un acta en la que constan los hechos, los fundamentos de derecho aplicables y la regularización por diferencias que resulta; cuando no procede regularización de la situación tributaria, a veces se formaliza una diligencia que así lo acredita y, aunque no debería ser así, en otras ocasiones se abandona las actuaciones y la propia paralización determina, ya que este procedimiento no caduca (art. 150 LGT), que siga corriendo el plazo de prescripción y que se convierta en definitiva la autoliquidación no regularizada.

Cuando se formaliza un acta, ésta contiene la propuesta de regularización a la que el inspeccionado presta o no su conformidad. En el primer caso, si la jefatura no modifica la propuesta contenida en el acta se entiende confirmada la liquidación que así se propuso; en caso de firmar el acta en disconformidad, la propuesta contenida en el acta se acompaña de un informe y el inspeccionado tiene un plazo (art. 157.3 LGT) para alegar y acreditar lo que considere procedente en defensa de su derecho y, a la vista y con consideración de lo alegado, el inspector jefe debe dictar en el plazo reglamentario (art. 157.5 LGT) la resolución que proceda para dar fin al procedimiento; o puede modificar la propuesta contenida en el acta dando plazo al inspeccionado para que alegue lo que considere conveniente; o puede anular el acta y, en su caso, ordenar que se realicen actuaciones complementarias y producir una nueva propuesta de resolución.

Evidentemente las incidencias consecuencia de tantas posibilidades determina pronunciamientos de los tribunales de Justicia. Así por ejemplo: 1) No dar trámite de audiencia antes del acta no determina la anulación, sino, TS ss. 17.05.02 y 19.11.12, la anulación con retroacción de actuaciones (AN 19-2-15); 2) Las actas firmadas en conformidad permiten su impugnación según TS 4.06.07, se debe partir de la presunción de veracidad de las autoliquidaciones, art. 104.8 LGT (TS 27-6-14); 3) Según TS s. 29.09.14, anulada una liquidación, en este caso por regularizar el IVA anual en vez de por trimestres, cabe una nueva liquidación, pero no incurrir en el mismo error, TS s. 26.03.12, pues no cabe una tercera oportunidad (TEAC 28-3-19); 4) El acuerdo acordando las actuaciones complementarias debe estar precisado, pero “completar” es un término amplio y el incumplimiento formal ni provoca indefensión ni es desviación de poder por lo que se estima el recurso de la Administración. Pero si el actuario requirió incluso los justificantes ya aportados y la Administración no incluyó esas actuaciones en el expediente, siendo necesario para fundamentar la liquidación y para resolver respecto de la pretensión de exceso mantenida por el administrado, se anula la liquidación y la sanción (TS 14-4-14); 5) Si se dictó liquidación sin tener en cuenta alegaciones posteriores, pero en plazo, y se dictó nueva liquidación atendiéndolas, ésta última señala el “dies ad quem” y en el exceso de duración se produjo prescripción no interrumpida (TS 13-12-17)    

DE LO HUMANO A LO DIVINO

Si para pagar lo malversado se creara un fondo público, se nutriría por recursos públicos que no necesariamente se obtendrían en el mismo territorio. Todos pagarían lo de unos.

En el Tiempo Ordinario hay cristianos que encuentran ocasión para saborear más detalladamente los pasajes evangélicos y encontrar ánimos y fundamento para avanzar, junto a Jesús, en el camino hacia el cielo: “Me guía por el sendero justo, por el honor de tu nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo porque tu vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan…” (del salmo 22)

Las condiciones para seguir a Jesús: “Al ver Jesús a la multitud que estaba a su alrededor, ordenó marchar a la otra orilla. Y se le acercó un escriba: - Maestro, te seguiré donde vayas -le dijo. Jesús le contestó: - Las zorras tienen sus guaridas y los pájaros del cielo sus nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar su cabeza. Otro de sus discípulos le dijo: - Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre.  – Sígueme y deja a los muertos enterrar a sus muertos – le respondió Jesús” (Mt 8,18-22). “Entonces les dijo Jesús a sus discípulos: - Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga. Porque el quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí la encontrará” (Mt 16,24-25). “Quien ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y quien ama a su hijo a su hija más que a mí, no es digno de mí. Quien no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. Quien encuentre su vida la perderá; pero quien pierda su vida por mí, la encontrará” (Mt 10,37-39).

Siguiendo a Jesús. “Mientras caminaba junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, simón el llamado Pedro y Andrés su hermano, que echaban la red al mar, pues eran pescadores. Y les dijo: -Seguidme y os haré pescadores de hombres. Ellos, al momento, dejaron las redes y le siguieron. Pasando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y Juan su hermano, que estaban en la barca con su padre Zebedeo remendando sus redes; y los llamó. Ellos, al momento, dejaron la barca y a su padre, y le siguieron” (Mt 4,18-22). Al marchar Jesús de allí, vio a un hombre sentado al telonio, que se llamaba Mateo, y le dijo: - Sígueme. Él se levantó y le siguió” (Mt 9,9). “Y al oír que era Jesús Nazareno, comenzó a decir a gritos: - ¡Jesús, hijo de David, ten piedad de mí! Y muchos le reprendían para que callara. Pero él gritaba mucho más: - ¡Hijo de David, ten piedad de mí! Se paró Jesús y dijo: - Llamadle. Y llamaron al ciego diciéndole: - ¡Ánimo! Levántate, te llama. ´Él arrojando el mano, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le preguntó: - ¿Qué quieres que te haga? - Rabboni, que vea- le respondió el ciego. Entonces Jesús le dijo: Anda, tu fe te ha salvado. Y al instante recobró la vista. Y le seguía por el camino.” (Mc 10,47-52)

Vivir compañía de Jesús, es vivir cantando en su alabanza: “Dios y rey mío, yo te alabaré, bendeciré tu nombre siempre y para siempre. / Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca de alabarte. / El Señor es compasivo y misericordioso, /   lento para enojarse y generoso para perdonar. / Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. / El Señor es siempre fiel a sus palabras, y lleno de bondad en sus acciones. / Da su apoyo el Señor al que tropieza y alivia al agobiado. / Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. / Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas” (salmo 144)

LA HOJA SEMANAL
(del 12 al 17 de julio) (año de san José; año de la Familia)

Lunes (12)

San Juan Gualberto, abad (15ª TO)
Palabras: “El que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí” (Mt 10,38)
Reflexión: “Quien pierda por mí su vida, la encontrará”
Propósito, durante el día: Señor, manda lo que quieras y dame fuerzas

Martes (13)

San Enrique, (15ª TO)
Palabras: “Se puso a reprochar a las ciudades donde se habían realizado… (Mt 11,20)
Reflexión: ... la mayoría de sus milagros porque no se habían convertido”
Propósito, durante el día: Señor, dame tu amor y tu gracia que eso me basta

Miércoles (14)

San Camilo de Lelis, presbítero (15ª TO)
Palabras: “Nadie conoce al Padre sino el Hijo … (Mt 11,27)
Reflexión: y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo”
Propósito, durante el día: Padre nuestro, hágase tu voluntad

Jueves (15)

San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia (15ª TO)
Palabras: “Venid a mí todos los fatigados y agobiados y yo os aliviaré” (Mt 11,28)
Reflexión: Porque mi yugo es suave y mi carga ligera
Propósito, durante el día: Ayúdame, Dios mío, a compadecer y amar mis debilidades

Viernes (16)

Nuestra Señora del Carmen (15ª TO) (día de penitencia)
Palabras: “Jesús cruzaba por los sembrados un sábado” (Mt 12,1)
Reflexión: “Porque el Hijo del Hombre es señor del sábado”
Propósito, durante el día: Madre, mientras mi vida alentare todo mi amor para ti

Sábado (17)

Santas Justa y Rufina, mártires (15ª TO)
Palabras: “Los fariseos se confabularon contra Él para ver cómo eliminarle” (Mt 12,14)
Reflexión: Jesús se alejó de allí, lo siguieron muchos y los curó a todos
Propósito, durante el día: Madre mía, ampárame y guíame a la patria celestial

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 11, domingo (15º TO, ciclo B); san Benito, abad) llaman a vivir la vocación: “El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo” (Am 7); “Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante Él por el amor” (Ef 1); “Jesús llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles pode sobre los espíritus inmundos” (Mc 6). Es tiempo de confianza porque Dios está con nosotros y nos ayuda en la dificultad. 

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “He aquí el escándalo: la encarnación de Dios, su concreción, su “cotidianidad”. Y Dios se ha hecho concreto en un hombre, Jesús de Nazaret, se ha hecho compañero de camino, se ha hecho “uno de nosotros”. “Tú eres uno de nosotros”: decirlo a Jesús, ¡es una bonita oración! Y porque es uno de nosotros nos entiende, nos acompaña, nos perdona, nos ama mucho. En realidad, es más cómodo un dios abstracto, distante, que no se entromete en las situaciones y que acepta una fe lejana de la vida, de los problemas, de la sociedad. O nos gusta creer en un dios “de efectos especiales”, que hace solo cosas excepcionales y da siempre grandes emociones. Sin embargo, queridos hermanos y hermanas, Dios se ha encarnado: Dios es humilde, Dios es tierno, Dios está escondido, se hace cercano a nosotros habitando la normalidad de nuestra vida cotidiana. Y entonces, a nosotros nos sucede como a los paisanos de Jesús, corremos el riesgo de que, cuando pase, no lo reconozcamos. Vuelvo a decir una bonita frase de San Agustín: “Tengo miedo de Dios, del Señor, cuando pasa”. Pero, Agustín, ¿por qué tienes miedo? “Tengo miedo de no reconocerlo. Tengo miedo del Señor cuando pasa. “Timeo Dominum transeuntem”. No lo reconocemos, nos escandalizamos de Él. Pensemos en cómo está nuestro corazón respecto a esta realidad.” (Angelus, día 4 de julio de 2021)

(11.07.21)

Noticia fiscal. Se ha publicado la Ley 11/2021, del día 9 de julio (BOE del 10), que modifica varias leyes tributarias (ya hay convocatorias de talleres de tributación para septiembre, dado que octubre es inútil por otras muchas obligaciones fiscales y académicas; el blog procurará comentar la norma si se anima el tributarista del equipo) 

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