LO TRIBUTARIO (nº 722)
La buena Administración (18): la
inspección (1)
El artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales
de la UE (7.12.2000), establece: “1. Toda persona tiene derecho a
que las instituciones, órganos y organismos de la Unión traten sus asuntos
imparcial y equitativamente y dentro de un plazo razonable.”
El que la LGT/2003 regula como “procedimiento de
inspección”, antes se denominaba “actuaciones inspectoras”. En un breve repaso
histórico, el punto de inflexión se produjo cuando se modificó el artículo 140
LGT/1963 estableciendo que la Inspección era competente para practicar
liquidaciones como resultado de sus actuaciones. Antes de esa reforma las
actuaciones inspectoras se integraban en el único procedimiento de gestión de
los tributos existente (arts. 101 a 120 LGT/1963) y la constancia en actas de
lo actuado determinaban una propuesta de liquidación, siendo a un órgano de
Gestión al que correspondía la competencia para asumir, modificar o anular lo
propuesto, ordenar actuaciones complementarias o dictar el correspondiente acto
resolutorio que (cf. art. 101 LGT/2003) que es la liquidación provisional o
definitiva.
Con la LGT/2003, regulado el procedimiento de
inspección como diferente, independiente y con las más amplias facultades
respecto de los de procedimientos de gestión (de devolución, de verificación de
datos, de comprobación de valores, de liquidación iniciado por declaración, de
comprobación limitada, de rectificación de autoliquidaciones…), sus actuaciones
y el mismo procedimiento tienen una ordenación legal (arts. 141 a 159 LGT) y
reglamentaria (arts. 166 a 197 RD 1065/2007, RAT) que debería ser suficiente
para que, en su cumplimiento, no existieran aspectos en la duda.
Pero dudas existen desde el origen de las actuaciones.
El control de cumplimientos no es un procedimiento sancionador ni ser objeto de
una comprobación o de una investigación es una discriminación desfavorable
respecto del resto de los administrados tributarios. Pero la sensación social y
personal es diferente. Y a ello contribuye no sólo que casi todas las
actuaciones inspectoras terminan con regularización de diferencias en los
hechos, en su calificación o en la aplicación de las normas, sino también en el
injustificable secretismo respecto de los métodos y criterios de selección de
los inspeccionados y la concreta asignación a un equipo o unidad de inspección;
y, en la falta de publicidad de los objetivos de recaudación individualmente señalados
y los incentivos económicos establecidos si se consiguen.
La doctrina de los tribunales ha terminado asumiendo
que la selección y asignación en los correspondientes planes de trabajo es
materia organizativa, subsanable en su inaplicación y que no produce anulación
en su incumplimiento. El plazo del art. 170.5 RD 1065/2007, RAT, no es esencial,
sino que es una norma organizativa, TS s. 27.11.17, que si se incumple no
determina anulación (TS 29-4-21). Como razona la TS s. 28.10.13, una vez
que se produce a orden de carga, sólo cabe oponer falta de motivación siempre
que se alegue y pruebe desviación de poder o razones espurias de la orden;
aplicación del art. 98.2 LGT y de los arts. 87.2 y 97.1 RAT (AN 26-1-21). El
plazo del art. 170 RAT es de organización interna de la Administración y su
incumplimiento no determina la nulidad: en este caso se inició en el año
siguiente a la orden de carga, pero hubo órdenes de modificación (AN 12-2-21 y
4-3-21).
DE LO HUMANO A LO DIVINO
La utilidad pública de los indultos a los condenados
por sedición y malversación podría abrir la vía para los infractores por delito
fiscal y, más, para toda infracción tributaria.
Tiempo Ordinario. El cristiano aprovecha este tiempo
para recrearse en la lectura y consideración de pasajes evangélicos que le dan
ánimo y luces en el caminar hacia el cielo, en compañía de Dios y sus ángeles,
con María, nuestra Madre y todos los santos.
Tiempo de poner a producir los talentos que se nos han
dado para que “vayáis y deis frutos y vuestro fruto permanezca” (“ut vos eatis
et fructum afferatis et fructus vester maneat”, Jn 15,16). Y en la parábola hay
que pararse a pensar en cada inciso y ver en qué afecta a cada uno. El Reino de
los Cielos “es como un hombre que al marcharse a su tierra llamó a sus
servidores y les entregó sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos y
a otro uno sólo: a cada uno según su capacidad, y se marchó. El que había
recibido cinco talentos fue inmediatamente y se puso a negociar con ellos y
llegó a ganar otros cinco. Del mismo modo, el que había recibido dos ganó otros
dos. Pero el que había recibido uno fue hizo un hoyo en la tierra y escondió el
dinero de su señor. Después de mucho tiempo, regresó el amo de dichos
servidores e hizo cuentas con ellos. Cuando se presentó el que había recibido
los cinco talentos, entregó otros cinco diciendo: “Señor, cinco talentos me
entregaste; mira, he ganado otros cinco talentos”. Le respondió su amo: “Muy
bien, siervo bueno y fiel, como has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo
mucho: entra en la alegría de tu señor”. E presentó también el que había
recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me entregaste; mira, he
ganado otros dos talentos”. Le respondió su amor: “Muy bien, siervo bueno y
fiel; como has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo mucho: entra en la
alegría de tu señor”. Cuando llegó por fin el que había recibido un talento,
dijo: “Señor, sé que eres hombre duro, que cosechas donde no sembraste y
recoges donde no esparciste; por eso tuve miedo, fui y escondí tu talento en
tierra: aquí tienes lo tuyo”. Su amo le respondió: “Siervo malo y perezoso,
sabías que cosecho donde no he sembrado y que recojo donde no he esparcido; por
eso mismo deberías haber dado tu dinero a los banqueros, y así, al venir yo,
hubiera recibido lo mío con los intereses. Por lo tanto, quitadle el talento y
dádselo al que tiene los diez”. “Porque a todo el que tiene se le dará y tendrá
en abundancia, pero al que no tiene incluso lo que tiene se le quitará” (Mt
25,14-29)
Es inevitable meditar las palabras con detalle, como
si nos las dijera Jesús mismo: “la capacidad de cada uno”, “les entregó sus
bienes”; “inmediatamente se puso a negociar”, “escondió el dinero de su señor”;
“mira, he ganado otros”, “tuve miedo, aquí tienes lo tuyo”; “deberías haber
dado tu dinero… y yo hubiera recibido lo mío con intereses”, “siervo bueno y
fiel”, “siervo malo y perezoso”; “entra en la alegría de tu señor”. Y viene el
recuerdo de otras palabras, de otros negocios, de otras inversiones.
“Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a
sí mismo, que tome su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida la
perderá, pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.
Porque ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? (Mc
8,34-36). “No hay nadie que haya dejado casa, hermanos o hermanas, madre o
padre, hijos o campos por mí y por el Evangelio que no reciba en este mundo
cien veces más en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y campos, con
persecuciones y en el siglo venidero, la vida eterna” (Mc 10,29-30).
LA HOJA SEMANAL
(del 28 de junio al 3 de julio) (año de san José) (año de la Familia)
Lunes (28)
San Ireneo, obispo y doctor de la Iglesia (13ª TO)
Palabras: “Tú sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos” (Mt 8,22)
Reflexión: Déjame ir primero a enterrar a mi padre
Propósito, durante el día: Ten, Señor, mi libertad, mi memoria, mi entendimiento
Martes (29)
San Pedro y san Pablo, apóstoles
Palabras: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16,18)
Reflexión: Te daré las llaves del reino de los cielos
Propósito, durante el día: Todos con Pedro, a Jesús, por María
Miércoles (30)
Santos protomártires de la Santa Iglesia Romana (13ª TO)
Palabras: “Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro (Mt 8,28)
Reflexión: Si nos echas, mándanos a la piara; se metieron en los cerdos
Propósito, durante el día: No nos dejes en la tentación; y líbranos del Maligno
Jueves (1)
San Martin de Vienne, obispo (13ª TO)
Palabras: “Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: ¡Ánimo hijo!” (Mt 9,2)
Reflexión: Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa
Propósito, durante el día: Gracias, perdón y ayúdame más
Viernes (2)
San Máximo, mártir (13ª TO) (día de penitencia)
Palabras: “Vio, Jesús, al pasar a un hombre llamado Mateo…” (Mt 9,9)
Reflexión: - Sígueme. Él se levantó y lo siguió
Propósito, durante el día: A Jesús por María. Todo a María para Jesús
Sábado (3)
Santo Tomás, apóstol
Palabras: “¡Señor mío y Dios mío! ¿Porque me has visto has creído?” (Jn 20,28-29)
Reflexión: Dichosos los que crean sin haber visto
Propósito, durante el día: Madre, mientras mi vida alentare todo mi amor para ti
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 27, domingo (13º TO, ciclo B, Nª
Sª del Perpetuo Socorro) nos hablan del amor de Dios por nosotros: “Dios no
hizo la muerte ni goza destruyendo a los vivientes. Todo lo creó para que
subsistiera” Sb 1); “Porque ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor
Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por nosotros” (2 Co 8); “Contigo hablo,
niña, levántate” (Mc 5). Dios nos ama, se preocupa por cada uno de nosotros,
está a nuestro lado y nos espera. La Eucaristía es un anticipo del cielo.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Hoy
podemos preguntarnos: ¿cuáles son los vientos que se abaten sobre mi vida,
cuáles son las olas que obstaculizan mi navegación y ponen en peligro mi vida
espiritual, mi vida de familia, mi vida psíquica también? Digamos todo esto a
Jesús, contémosle todo. Él lo desea, quiere que nos aferremos a Él para encontrar
refugio de las olas anómalas de vida. El Evangelio cuenta que los discípulos se
acercan a Jesús, le despiertan y le hablan (cfr. v. 38). Este es el inicio de
nuestra fe: reconocer que solos no somos capaces de mantenernos a flote, que
necesitamos a Jesús como los marineros a las estrellas para encontrar la ruta.
La fe comienza por el creer que no bastamos nosotros mismos, con el sentir
que necesitamos a Dios. Cuando vencemos la tentación de encerrarnos
en nosotros mismos, cuando superamos la falsa religiosidad que no quiere
incomodar a Dios, cuando le gritamos a Él, Él puede obrar maravillas en
nosotros. Es la fuerza mansa y extraordinaria de la oración, que realiza
milagros. Hoy podemos preguntarnos: ¿cuáles son los vientos que se abaten sobre
mi vida, cuáles son las olas que obstaculizan mi navegación y ponen en peligro
mi vida espiritual, mi vida de familia, mi vida psíquica también? Digamos todo
esto a Jesús, contémosle todo. Él lo desea, quiere que nos aferremos a Él para
encontrar refugio de las olas anómalas de vida. El Evangelio cuenta que los
discípulos se acercan a Jesús, le despiertan y le hablan (cfr. v. 38). Este es
el inicio de nuestra fe: reconocer que solos no somos capaces de mantenernos a
flote, que necesitamos a Jesús como los marineros a las estrellas para
encontrar la ruta. La fe comienza por el creer que no bastamos nosotros mismos,
con el sentir que “necesitamos a Dios”. Cuando vencemos la tentación de
encerrarnos en nosotros mismos, cuando superamos la falsa religiosidad que no
quiere incomodar a Dios, cuando le gritamos a Él, Él puede obrar maravillas en
nosotros. Es la fuerza mansa y extraordinaria de la oración, que realiza
milagros.” (Angelus, día 20 de junio de 2021)
- “Seguir
la enseñanza del Apóstol Pablo en la Carta a los Gálatas nos hará
bien para comprender qué camino seguir. El indicado por el Apóstol es el camino
liberador y siempre nuevo de Jesús Crucificado y Resucitado; es el camino del
anuncio, que se realiza a través de la humildad y la fraternidad; los nuevos predicadores
no conocen qué es la humildad, qué es la fraternidad; es el camino de la
confianza mansa y obediente, los nuevos predicadores no conocen la mansedumbre
ni la obediencia. Y este camino manso y obediente va adelante en la certeza de
que el Espíritu Santo obra en todos los tiempos de la Iglesia. En definitiva,
la fe en el Espíritu Santo presente en la Iglesia, nos lleva adelante y nos
salvará.” (Audiencia general, 23 de junio de 2021)
(27.06.21)
Noticia fiscal. La
Orden HAC/646/2021, de 22 de junio (BOE del 24) modifica las Órdenes que
aprueban los modelos 039, 303, 322, 353 y 390 del IVA y la llevanza de libros y
registros a través de la sede electrónica de la AEAT.
El RD-L 12/2021, de 24 de junio, reduce al 10% el tipo
del IVA al suministro de electricidad si se cumplen las condiciones que señala;
en el Impuesto sobre la producción de energía eléctrica se modifica la base a
efectos de pagos fraccionados.
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