LO TRIBUTARIO (nº 631)

“In malam partem”

La expresión latina “In malam partem” (“En perjuicio de la parte”) y su contraria “In bonam partem” (“En beneficio de la parte) son de uso más frecuente en actuaciones y procesos regulados por el Derecho Penal que en las de otras ramas del Derecho. En el ámbito penal se puede relacionar con la analogía para prohibirla a efectos de integrar como delitos hechos no tipificados así en la ley y para admitirla en sentido contrario, como puede ser en la concurrencia de atenuantes. No obstante esa consideración, en el ámbito del Derecho Administrativo también se pueden encontrar sentencias que se refieren a actuaciones “in malam partem” de la Administración.

En todo caso, la expresión “In malam partem” tiene un sólido fundamento constitucional y legal. Constitucional, porque aplicar lo que no está establecido o autorizado en la ley va contra el principio de legalidad (art. 9 CE; v. art. 8 LGT). Legal, porque actuar lesionando el contenido propio de la seguridad jurídica (art. 9 CE) va contra el pleno sometimiento a la Ley y al Derecho y contra los principios de legalidad, confianza legítima y buena fe (art. 3 Ley 40/2015, LRJP; v. art. 3 LGT). Así se consideró expresamente en esta sentencia: El TEAC no puede introducir “in malam partem” elementos del debate que la Inspección ya había desechado al examinar el motivo económico. Proceder censurable por desviación de la finalidad instrumental del TEAC (AN 18-10-12). Y no faltan pronunciamientos que, aún sin decirlo, están inspirados en la consideración “in bonam partem”, como podría ser éste: Si procedía anular la liquidación por prescripción, art. 150 LGT, por exceso de duración de la inspección, pero no se acordó por extemporaneidad de la reclamación, hay que entender que tampoco se interrumpió la prescripción del derecho a sancionar y se anula la sanción impuesta (AN 29-9-17)

Como se puede apreciar, pudiendo referirse el aforismo “in malam partem” a la aplicación de normas o actuaciones, en el ámbito del Derecho Administrativo es más frecuente la incidencia en este segundo aspecto. Posiblemente la causa de que sea así esté en la utilización frecuente de otros institutos, como el principio de congruencia en las resoluciones. Pero, evidentemente el rastro de ese aforismo se puede encontrar en la resolución de otras situaciones tributarias: El TEAC no puede incorporar hechos, datos o valoraciones no tenidos en cuenta para liquidar. Ejemplos: a) Si no se discutió la realidad de un fondo de comercio, no pudo el TEAC apreciar negocio anómalo (AN 26-6-14); b) Aunque la revisión se puede extender a cuestiones no planteadas, no cabe, TS ss. 19.12.12, 1.03.16, denegar la pretensión del reclamante en virtud de hechos distintos a los considerados en un procedimiento de aplicación de los tributos (TEAC 9-3-17); c) El TEAR no puede ampliar las dilaciones con las que no señaló así la inspección: prescripción (AN 3-2-15); d) El TEAC no puede incorporar hechos, datos o valoraciones no tenidos en cuenta para liquidar. Si no se discutió la realidad de un fondo de comercio, no pudo el TEAC apreciar negocio anómalo (AN 26-6-14).

El comentario de “In malam partem” permite advertir, con alegría de los aventajados asistentes a un Taller de tributación, que su relación con el concepto de “analogía” exige distinguir entre interpretación de las normas (art. 12 LGT: lo que quieren decir) e integración analógica (art. 17 LGT: lo que la norma no dice y podría decir).

DE LO HUMANO DE LO DIVINO

Se ha empezado a pagar el Ingreso Mínimo Vital y ya se han producido duplicidades con otras ayudas públicas. Se avisa de la “economía sumergida”, como en el PER.

El cristiano vive en la alegría de saber que es hijo de Dios, que Dios es nuestro Padre (1Jn 3,1) y que Dios es amor (1Jn 4,8.16). Dios es compasivo y misericordioso (salmo 85,15) y los cristianos cantamos: “Me enseñas el sendero de la vida, saciedad de gozo en tu presencia, alegría perpetua a tu derecha” (salmo, 15,11). Tiempo de parábolas de alegría y de misericordia.

- “… El hijo mayor estaba en el campo; al volver y acercarse a casa oyó la música y los cantos y, llamando a uno de los siervos le preguntó qué pasaba. Éste le dijo: “Ha llegado tu hermano, y tu padre ha matado el ternero cebado por haberle recobrado sano”. Se indignó y no quería entrar, pero su padre salió a convencerle. Él replicó a su padre: “Mira cuántos años hace que te sirvo sin desobedecer ninguna orden tuya, y nunca me has dado ni un cabrito para divertirme con mis amigos. Pero en cuanto ha venido ese hijo tuyo que devoró tu fortuna con meretrices, has hecho matar para él el ternero cebado”. Pero él respondió: “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero había que celebrarlo y alegrarse, porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado” (Lc 15,15-32)

A veces se habla del buen hijo pródigo que se arrepiente y del hijo malo, egoísta, soberbio y envidioso, olvidando que la parábola es una historia de misericordia, de Dios, del Padre. Posiblemente la condición de pecadores, y de redimidos por Cristo, lleva a la simpatía por el hijo menor que se abandonó a su Padre y se alejó del cielo; pero no hay que olvidar que el Padre no reprocha nada al hijo mayor, sino que le recuerda que está en el cielo, junto a Él y gozando porque “todo lo mío es tuyo”. No podía ser que, por destacar la misericordia con quien se marchó y vuelve por necesidad, se condenara a quien, por no tener en cuenta que la Justicia alcanza su plenitud con la misericordia, tuvo una mala reacción y se enfadó cuando debió alegrarse con el Padre. Esa podría ser la aproximación a la meditación y propósitos en esta segunda parte.

- ¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y sale en busca de la que perdió hasta encontrarla? Y, cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso y al llegar a casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: “Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me perdió”. Os digo que, del mismo modo, habrá en el cielo mayor alegría por un pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de conversión” (Lc 15,4-7). No puede haber mayor alegría que ser alegría para Dios. Y Dios, que es amor, sale a buscarnos a los que hemos perdido, cuando no abandonado, el buen camino.

También puede ser conveniente añadir a ese pasaje la reflexión de este otro: “Yo buscaré mi rebaño y lo apacentaré… Yo mismo pastorearé a mis ovejas y las haré descansar, dice el Señor Dios. Buscaré a la perdida, haré volver a la descarriada, a la que esté herida la vendaré, y curaré a la enferma. Tendré cuidado de la bien nutrida y de la fuerte. Las pastorearé con rectitud… Voy a salvar a mi rebaño” (Ez 34,11.15-16.22). El buen pastor protege de los carneros y machos cabríos al rebaño de ovejas. Cada oveja recibe los cuidados que necesita su situación. Ninguna es abandonada. ¡Dios nos cuida!

LA HOJA SEMANAL
(del 20 al 25 de julio)

Lunes (20)

San Apolinar, obispo y mártir (16ª TO)
Palabras: “Maestro queremos ver un signo tuyo” (Mt 12,38)
Reflexión: “Tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra”
Propósito, durante el día: Señor, creo, pero aumenta mi fe

Martes (21)

San Lorenzo de Brindisi, presbítero y doctor de la Iglesia (16ª TO)
Palabras: “El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, … (Mt 12,50)
Reflexión: … ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre”
Propósito, durante el día: Hágase tu voluntad como se hace en el cielo

Miércoles (22)

Santa María Magdalena, apóstol (16ª TO)
Palabras: “Señor, si tú te lo has llevado, dime donde lo has puesto…” (Jn 20,15)
Reflexión: … - ¡María! – Rabboni … - Noli, me “tenere” (antes, Noli me “tangere”)
Propósito, durante el día: Y mis “lo”: lo llevaré, lo pondré, lo recogeré. A mi Dios

Jueves (23)

Santa Brígida, religiosa (16ª TO)
Palabras: “Les hablo en parábolas porque miran sin ver y escuchan sin oír (Mt 13,13)
Reflexión: ¡Dichosos vuestros ojos, porque ven y vuestros oídos, porque oyen!
Propósito, durante el día: ¡Señor, que vea! ¡Señor, que sea! ¡Ut videam! Ut sit!

Viernes (24)

San Francisco Solano, presbítero (16ª TO; día de penitencia)
Palabras: “Lo sembrado en buena tierra significa el que escucha la palabra… (Mt 13,23)
Reflexión: … ése dará fruto y producirá ciento, sesenta o treinta por uno”
Propósito, durante el día: Habla, Señor, que tu siervo escucha

Sábado (25)

Santiago, apóstol, Patrón de España
Palabras: “El que quiera ser el primero entre vosotros, … (Mt 20,27)
Reflexión: … que sea vuestro servidor”
Propósito, durante el día: Madre, de tu mano aquí siempre y hasta el cielo

(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)

Las lecturas del día 19, domingo (16º TO; ciclo A) son un tejido hecho de misericordia: “Tu poder es el principio de la justicia, y tu soberanía universal te hace perdonar a todos” (Sb 12); “El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros” (Rm 8); “No, que al arrancar la cizaña podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega…” (Mt 13). Confianza. Dios es amor y quiere que todos se salven.

PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO

- “La parábola del sembrador es un poco la “madre” de todas las parábolas, porque habla de la escucha de la Palabra. Nos recuerda que la Palabra de Dios es una semilla que en sí misma es fecunda y eficaz; y Dios la esparce por todos lados con generosidad, sin importar el desperdicio. ¡Así es el corazón de Dios! Cada uno de nosotros es un terreno sobre el que cae la semilla de la Palabra, ¡sin excluir a nadie! La Palabra es dada a cada uno de nosotros. Podemos preguntarnos: yo, ¿qué tipo de terreno soy? ¿Me parezco al camino, al pedregal, al arbusto? Pero, si queremos, podemos convertirnos en terreno bueno, labrado y cultivado con cuidado, para hacer madurar la semilla de la Palabra. Está ya presente en nuestro corazón, pero hacerla fructificar depende de nosotros, depende de la acogida que reservamos a esta semilla. A menudo estamos distraídos por demasiados intereses, por demasiados reclamos, y es difícil distinguir, entre tantas voces y tantas palabras, la del Señor, la única que hace libre. Por esto es importante acostumbrarse a escuchar la Palabra de Dios, a leerla. Y vuelvo, una vez más, a ese consejo: llevad siempre con vosotros un pequeño Evangelio, una edición de bolsillo del Evangelio, en el bolsillo, en el bolso… Y así, leed cada día un fragmento, para que estéis acostumbrados a leer la Palabra de Dios, y entender bien cuál es la semilla que Dios te ofrece, y pensar con qué tierra la recibo.

La Virgen María, modelo perfecto de tierra buena y fértil, nos ayude, con su oración, a convertirnos en terreno disponible sin espinas ni piedras, para que podamos llevar buenos frutos para nosotros y para nuestros hermanos.” (Angelus, día 12 de julio de 2020)

(19.07.20)

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