LO TRIBUTARIO (nº 617)
“Non reformatio in peius”
Partiendo de la base según la cual la Administración actúa con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho (art. 103 Ce y art. 3 Ley 40/2015, LRJSP) hay que considerar exigible en un Estado de Derecho que en la reiteración o revisión de las propias actuaciones administrativas esté prohibido concluir con una resolución que empeore la situación inicial del administrado. Como Derecho Administrativo común, aplicable supletoriamente a los especiales, la Ley 39/2015, LPAC establece (art. 88.2) que, en los procedimientos tramitados a solicitud del interesado, la resolución será congruente con las peticiones formuladas por éste, sin que, en ningún caso, pueda agravar su situación inicial y sin perjuicio de la potestad de la Administración de incoar de oficio un nuevo procedimiento si procede.
En el ámbito de la tributación la regla “non reformatio in peius” se pone, con claridad, de manifiesto en el artículo 239.1 LGT: “Las reclamaciones y recursos económico-administrativos someten a conocimiento del órgano competente para su resolución todas las cuestiones de hecho y de derecho que ofrezca el expediente, hayan sido o no planteadas por los interesados “sin que en ningún caso pueda empeorar la situación inicial del reclamante”. La jurisprudencia recuerda que: la interdicción de la “reformatio in peius” debe llevarse a cabo en cada pretensión objeto de discrepancia y en cada ejercicio (TS 22.12.01). Se debe resolver pretensión por pretensión sin compensar aspectos favorables y desfavorables (TS 18-7-13). Otras sentencias recuerdan los límites de la extensión revisora de la Administración: Sólo hay reformatio in peius, TS ss. 27.06.10, 11.10.13, 12.07.16, cuando empeora la situación jurídica y no en la variación en los argumentos (TS 23-3-17); La prohibición de reformatio in peius se relaciona frecuentemente con la incongruencia de las resoluciones que en el Dº Administrativo es peculiar en cuanto se puede extender a cuestiones no planteadas para evitar que los intereses generales queden al arbitrio de los administrados; pero tiene sus límites, TS s. 29.01.15 para unif. doct., y 28.02.11, porque no cabe empeorar la situación. En este caso no hubo porque TEAR y TEAC confirmaron la liquidación aunque por distintos motivos (AN 15-3-18, 28-3-18)
En este sentido, se puede recordar que, en la tasación pericial contradictoria, si la Administración, con fundamento en la valoración del perito tercero, practica una liquidación superior a la originaria que motivó la petición de tasación por el interesado, cabe impugnar tal liquidación por ser contraria al principio de “non reformatio in peius”, porque por causa de una impugnación del administrado el resultado no puede ser más perjudicial para él que el primitivamente impugnado (TS s. 11.07.95 y 16.09.95). Tampoco faltan sentencias que consideran inexistente la “reformatio in peius”: Que el TEAC corrigiera que la vinculación sólo permite valorar, pero no obviar la operación sin prueba de simulación o fraude de ley, no supuso reformatio in peius cuando confirmó la liquidación porque la demolición del inmueble fue actividad empresarial (TS 6-6-14). No hubo “reformatio in peius” porque en el incidente de ejecución de resolución no cabe plantear una cuestión que había devenido firme; ni tampoco se infringe el “non bis in idem” porque en la rectificación de la sanción, al ser procedente otra tipificada, se ha de dar nuevo trámite de audiencia (AN 7-2-19).
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Los efectos del desconfinamiento en la economía sumergida se calculan en un menor ingreso tributario de 25,7 millones según la AEAT; de 45,7 según la Autoridad Fiscal.
Pentecostés. Para algunos cristianos es como “la tercera Pascua”, después de la Navidad y la Resurrección. Contando desde ésta: a los cuarenta días, se celebraba la Ascensión, que era uno de los tres jueves que relucían más que el sol -Jueves Santo, Corpus Christi y la Ascensión- y, después de las siete semanas pascuales, a los cincuenta días, celebramos la venida del Espíritu Santo: “Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería. Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma” (Hech 2,1-5).
San Pablo recuerda la importancia del Espíritu Santo en nuestra vida: “Nadie puede decir: “Jesús es Señor” si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu … En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común … hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu” (1 Co 12,3-4.7.13). Del Espíritu Santo recibimos los siete dones: de sabiduría, de inteligencia, de consejo, de fortaleza, de ciencia, de piedad y de temor de Dios (CIC nº 1831). Y “gracias a este poder del Espíritu Santo” (CIC nº 1832), los hijos de Dios pueden dar frutos: “de caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad” (cf. Ga 5,22-23)
La alegría de haber recibido y de vernos asistidos y consolados por el Espíritu Santo, nos hace cantar, recitar, meditar, la secuencia: “Ven, Espíritu divino, / manda tu luz desde el cielo. / Padre amoroso del pobre; / don en tus dones espléndido; / luz que penetra las almas; / fuente del mayor consuelo. / Ven, dulce huésped del alma, / descanso de nuestro esfuerzo, / tregua en el duro trabajo, / brisa en las horas de fuego, / gozo que enjuga las lágrimas/ y reconforta en os duelos. / Entra en el fondo del alma, / divina luz, y enriquécenos. / Mira el vacío del hombre / si tú le faltas por dentro; / mira el poder del pecado, / cuando no envías tu aliento. / Riega la tierra en sequía, / sana el corazón enfermo, / lava las manchas, infunde / calor de vida en el hielo, / doma el espíritu indómito, / guía al que tuerce el sendero. / Reparte tus siete dones, / según la fe de tus siervos; / por tu bondad y tu gracia, / dale al esfuerzo su mérito; / salva al que busca salvarse / y danos tu gozo eterno.”
Se acaba el mes de María. En este año coincide con la fiesta de Pentecostés. En el cielo resuena la salve rociera: “Dios te salve, María, manantial de dulzura. A tus pies, noche y día te venimos a rezar. Dios te salve María, un rosal de hermosura eres tú Madre mía de pureza virginal”. Y el cristiano acaba su rosario: Santa María, Hija de Dios Padre. Santa María, Madre de Dios Hijo. Santa María, Esposa del Espíritu Santo. Ruega por nosotros para que seamos dignos del alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
LA HOJA SEMANAL
(del 1 al 6 de junio)
Lunes (1)
Santa María, Madre de le Iglesia (Nª Sª de la Luz, del Rocío, de Linarejos)
Palabras: “Luego, dijo al discípulo: - Ahí tienes a tu madre” (Jn 19,27)
Reflexión: Y el discípulo la tomó como lo suyo
Propósito, durante el día: Madre del amor hermoso, ayuda a tus hijos
Martes (2)
Santos Marcelino y Pedro, mártires (9ª TO)
Palabras: “Dad al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios” (Mc 12,17)
Reflexión: Enviaron a Jesús unos fariseos y herodianos para preguntarle
Propósito. durante el día: Cumplir bien los deberes de cada día
Miércoles (3)
Santos Carlos Luanga y compañeros mártires (9ª TO)
Palabras: “Cuando resuciten, ni los hombres ni las mujeres se casarán” (Mc 12,25)
Reflexión: Serán como ángeles del cielo
Propósito, durante el día: Llévanos, Señor, al cielo. No nos permitas separarnos de Ti
Jueves (4)
Jesucristo, sumo y eterno sacerdote
Palabras: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, …” (Mc 12,30)
Reflexión: … Amarás al prójimo como a ti mismo.
Propósito, durante el día: Dame, Señor, amor para que rebose amor
Viernes (5)
San Bonifacio, obispo y mártir (9ª TO)
Palabras: “La gente, que era mucha, disfrutaba escuchándolo” (Mc 12,37)
Reflexión: Siéntate a mi derecha
Propósito, durante el día: No nos dejes caer en la tentación. Líbranos del Malo
Sábado (6)
San Marcelino Champagnat, presb. y fundador de los Hermanos Maristas (9ª TO)
Palabras: “Los demás han echado de lo que les sobra… (Mc 12,44)
Reflexión: … pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir”
Propósito, durante el día: Mira la estrella, llama a María
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 31, domingo (Pentecostés; ciclo A) están llenas de la gran noticia de la venida del Espíritu Santo, nuestro abogado defensor, nuestro consejero, nuestro consuelo: “Se llenaron todos del Espíritu Santo…” (Hech 2); “En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común” (1 Co 12); “Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: - Recibid el Espíritu Santo” (Jn 20). El Espíritu Santo no puede ser el “gran desconocido” en nuestras almas: es Dios, santificador, amor trinitario.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Con la promesa de permanecer con nosotros hasta el fin de los tiempos, Jesús inaugura el estilo de su presencia en el mundo como el Resucitado. Jesús está presente en el mundo, pero con otro estilo, el estilo del Resucitado, es decir, una presencia que se revela en la Palabra, en los sacramentos, en la acción constante e interior del Espíritu Santo. La fiesta de la Ascensión nos dice que Jesús, aunque ascendió al cielo para morar gloriosamente a la derecha del Padre, está todavía y siempre entre nosotros: de ahí viene nuestra fuerza, nuestra perseverancia y nuestra alegría, precisamente de la presencia de Jesús entre nosotros con el poder del Espíritu Santo. Que la Virgen María nos acompañe en nuestra senda con su protección materna: aprendamos de ella la delicadeza y el valor para ser testigos en el mundo del Señor resucitado.” (Regina coeli, día 24 de mayo de 2020)
- “Leyendo estas historias, uno tiene la impresión de que la oración sea el dique, el refugio del hombre ante la oleada de maldad que crece en el mundo. Pensándolo bien también rezamos para ser salvados de nosotros mismos. Es importante rezar: “Señor, por favor, sálvame de mí mismo, de mis ambiciones, de mis pasiones”. Los orantes de las primeras páginas de la Biblia son hombres artífices de paz: en efecto, la oración, cuando es auténtica, libera de los instintos de violencia y es una mirada dirigida a Dios, para que vuelva a ocuparse del corazón del hombre. Se lee en el Catecismo: “Este carácter de la oración ha sido vivido en todas las religiones, por una muchedumbre de hombres piadosos” (CCC, 2569). La oración cultiva prados de renacimiento en lugares donde el odio del hombre solo ha sido capaz de ensanchar el desierto. Y la oración es poderosa, porque atrae el poder de Dios y el poder de Dios da siempre vida; siempre. Es el Dios de la vida y hace renacer.
Por eso el señorío de Dios pasa por la cadena de estos hombres y mujeres, a menudo incomprendidos o marginados en el mundo. Pero el mundo vive y crece gracias al poder de Dios que estos servidores suyos atraen con sus oraciones. Son una cadena que no hace ruido, que rara vez salta a los titulares, y sin embargo ¡es tan importante para devolver la confianza al mundo! Recuerdo la historia de un hombre: un jefe de gobierno, importante, no de esta época, del pasado. Un ateo que no tenía sentido religioso en su corazón, pero de niño escuchaba a su abuela rezar, y eso permaneció en su corazón. Y en un momento difícil de su vida, ese recuerdo volvió a su corazón y dijo: “Pero la abuela rezaba...”. Así que empezó a rezar con las fórmulas de su abuela y allí encontró a Jesús. La oración es una cadena de vida, siempre: muchos hombres y mujeres que rezan, siembran la vida. La oración siembra vida, la pequeña oración: por eso es tan importante enseñar a los niños a rezar. Me duele cuando me encuentro con niños que no saben hacerse la señal de la cruz. Hay que enseñarles a hacer bien la señal de la cruz, porque es la primera oración. Es importante que los niños aprendan a rezar. Luego, a lo mejor, pueden olvidarse, tomar otro camino; pero las primeras oraciones aprendidas de niño permanecen en el corazón, porque son una semilla de vida, la semilla del diálogo con Dios.” (Audiencia general, 27 de mayo de 2020)
(31.05.20)
Noticia fiscal. El RD-L 19/2020, de 26 de mayo (BOE del 27) contiene normas tributarias, como la referida al cómputo del plazo de presentación de declaraciones y autoliquidaciones del IS, no desde el fin del estado de alarma, sino desde el 1 de junio.
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