LO TRIBUTARIO (nº 616)
Derechos (33): ¿a actuar mediante representante y a ser asesorado?
Establece el artículo 46.1 LGT que los administrados con capacidad de obrar podrán actuar por medio de representante que podrá ser un asesor fiscal, con el que se entenderán las sucesivas actuaciones, salvo que se haga manifestación expresa en contrario. A continuación, regula el precepto: los casos en que se exige constancia fidedigna de la representación o declaración en comparecencia personal ante el órgano competente (ap. 2); la presunción de representación en los actos de mero trámite (ap. 3); la representación en el marco de la colaboración social (art. 96 LGT) o de presentación telemática (ap. 4); la representación reglamentaria, en los demás casos (ap. 5); la presunción de representación cuando concurran varios titulares (ap. 6). Se regula la asimilación a la acreditación fidedigna de los documentos normalizados que apruebe la Administración (ap. 2) y que la falta o insuficiencia del poder no impide que se tenga por realizado el acto si se acompaña aquél o se subsana el defecto en los 10 días que debe conceder el efecto el órgano competente (ap.7). Esta regulación se desarrolla en los artículos 111 y 112 RD 1065/2007, RAT, para los procedimientos de aplicación de los tributos y en el artículo 3 RD 520/2015, para procedimientos de revisión (en el art. 234.2 LGT se degrada la representación en las reclamaciones económico-administrativas hasta el extremo “de tenerla por acreditada” si la Administración la admitió en el procedimiento en el que se produjo el acto reclamado. La representación de los no residentes se regula en el artículo 47 LGT.
- Respecto de la representación, a pesar de una primera doctrina jurisprudencial contraria, ha prevalecido la mínima formalidad en la representación en el procedimiento de inspección, a pesar de que se reconoce que la firma de las actas de conformidad entraña una renuncia y suele ser consecuencia de una transacción. Asimilar a la acreditación fehaciente de la representación el papel normalizado que se remite con la comunicación de iniciación de los procedimientos, sin exigir que se firme en presencia del funcionario competente parece contrario a los principios propios del Estado de Derecho. Aún es más evidente la degradación en los procedimientos sancionadores para los que no se exige poder solemne, como exigen dichos principios. A este respecto es conveniente tener en cuenta lo que dispone el artículo 53.2 Ley 39/2015, PAC sobre derechos de los administrados en los procedimientos sancionadores.
- En cuanto al asesoramiento, conviene recordar que la Ley 39/2015, PAC, en su artículo 53.1.g), establece como derecho de los interesados en un procedimiento administrativo: “a actuar asistidos de asesor cuando lo considere conveniente en defensa de sus intereses”. Esta consideración es interesante porque permite distinguir en la participación del asesor fiscal en un procedimiento o en una actuación en el ámbito tributario: la representación (en vez de la persona interesada) y el asesoramiento (para ilustración, recomendación particular o consejo), pudiendo coincidir o no en la misma persona y, por tanto, pudiendo tratarse de dos personas diferentes y con diferente cometido. En un Taller de tributación, se recuerda el exceso normativo: “un asesor que podrá aconsejar en todo momento a su cliente, y cuyas manifestaciones, en presencia del obligado tributario, se considerarán formuladas por éste si no se opone a ellas de inmediato” (art. 25 RGIT/1986) y que tuvo que anular el TS (s. 22.01.93).
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Según la relación publicada, España tendía una economía sumergida de 15,4% del PIB, tras Bulgaria, Rumania, Croacia… Grecia (19,2%), Italia (18,7%), Portugal (15,4%)
A los cuarenta días desde la Resurrección, en la sexta semana de Pascua, celebramos la solemnidad de la Ascensión del Señor. Muchos cristianos recuerdan y meditan el texto de la poesía de Fray Luis de León: “¿Y dejas, Pastor Santo, / tu grey en este valle hondo y oscuro, / de soledad y llanto; / y Tú, rompiendo el puro / aire, te vas al inmortal seguro? /Los antes bienhadados, / los ahora tristes y afligidos, a tus pechos criados, / por Ti desposeídos /¿a dó convertirán ya sus sentidos? / ¿Qué mirarán los ojos / que vieron de tu rostro la hermosura, / que no les sea enojos? / Quien oyó tu dulzura, / ¿qué no tendrá por sordo y desventura? / Aqueste mar turbado / ¿quién le pondrá ya freno? ¿quién concierto / al viento fiero y airado? / Estando Tú a cubierto / ¿qué norte guiará la nave al puerto? / ¡Ay, nube envidiosa / aun de este breve gozo. ¿Qué te quejas? / ¿Do vuelas presurosa? / ¡Cuán rica tú te alejas! / ¡Cuán pobres y cuán ciegos, ay, nos dejas!”
En el Evangelio de Lucas el cristiano lee el pasaje que “lo tiene todo” dentro de una preciosa sencillez: “Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios” (Lc 24,52-53). ¡Tantas referencias para la oración!: Jesús subió por el cielo al Cielo; mientras, los bendecía; ellos se arrodillaron y, mirando, vieron; y se llenaron de alegría: se les notaba el gozo cuando volvían camino de Jerusalén; y, desde ese día, permanecían “siempre” en el templo, bendiciendo a Dios. Cuantos propósitos, cuántos motivos de conversión, cuanta alegría que regalar.
No acaba aún la Pascua, pero se acaba el mes de María. Y muchos cristianos se recrean repasando el texto de san Bernardo: “Oh, tú que, caminando por este miserable valle de lágrimas, andas zozobrando entre las tempestades del mundo, si no quieres verte sumergido entre las olas, no apartes jamás los ojos de esta brillante y luminosa estrella. / Si se levanta el huracán de las tentaciones, si tropiezas contra los escollos de la tribulación, mira la estrella, llama a María. / Si eres combatido por las olas del orgullo, de la ambición, de la maledicencia, de la envidia, mira la estrella, invoca a María. / Si la cólera, la avaricia o los estímulos de la carne arrastran la navecilla de tu alama, vuelve tus ojos hacia María. / Si te turba el horror de tus pecados, si la conciencia se estremece a la vista de su gravedad y número; si el temor de los terribles juicios de Dios te induce a la desesperación, piensa en María. / En los peligros, en las angustias, en las dudas, invoca a María. / No se aparte su nombre de tus labios ni de tu corazón; y si quieres que Ella ruegue por ti, procura imitar sus ejemplos. / Siguiéndola no te desvías; rogándola, no desesperas; contemplándola, no yerras. / Si Ella te protege, no temas, con su apoyo, no caerás; / si Ella te guía, no te cansarás; / si Ella te es propicia, llegarás finalmente a puerto.” (Evang. “Missus est”)
En la Ascensión de Jesús al cielo los cristianos encuentran consuelo en las palabras: “Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). Aún faltan alegrías próximas por celebrar: la Pentecostés, la Santísima Trinidad y el Corpus Christi; en ellas el cristiano se sabe bien acompañado. “Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida” (salmo 23,6)
LA HOJA SEMANAL
(del 25 al 30 de mayo)
Lunes (25)
San Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia (7ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “Tened valor; yo he vencido al mundo” (Jn 16,33)
Reflexión: Os dispersaréis cada uno por su lado y me dejaréis solo
Propósito, durante el día: Aleja, Señor, de mi, lo que aparte de TI
Martes (26)
San Felipe Neri, presbítero y fundador (7ª Pascua; mes de María)
Palabras: “Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, …” (Jn 17,9)
Reflexión: … sino por éstos que Tú me diste, y son tuyos”
Propósito, durante el día: Tuyo soy, para Ti nací, ¿Qué quieres Jesús de mí?
Miércoles (27)
San Agustín de Canterbury, obispo (7ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “Padre Santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado …” (Jn 17,11)
Reflexión: … No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal”
Propósito, durante el día: No nos dejes caer en la tentación y líbranos del Malo
Jueves (28)
San Guillermo, monje (7ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “Éste es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo…” (Jn 17,24)
Reflexión: … donde yo estoy y contemplen mi gloria…”
Propósito, durante el día: En la hora de mi muerte llámame y mándame ir a Ti
Viernes (29)
San Maximino de Tréveris, obispo (7ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “Señor, Tú conoces todo, tú sabes que te quiero” (Jn 21,17)
Reflexión: Tú me sondeas y conoces; cuando me acuesto y me levanto (salmo 138)
Propósito, durante el día: Creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes
Sábado (30)
San Fernando III, rey (7ª de Pascua; mes de María)
Palabras: “El discípulo a quien Jesús tanto amaba” (Jn 21,20)
Reflexión: Preguntaba Pedro y contestaba Jesús: “- Tú sígueme”
Propósito, durante el día: Dios te salve, reina y madre. Muéstranos a Jesús
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 24, domingo (La Ascensión del Señor, ciclo A; María Auxiliadora) repasan lo ocurrido en la ascensión de Jesús: “Lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista” (Hech1); “… la eficacia de su fuerza poderosa que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo … (Ef 1); “Y sabed que estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28). Es la seguridad de la presencia y el cuidado de Dios por nosotros.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Frente la experiencia del error y del pecado —por la que todos pasamos—, el Espíritu Santo nos ayuda a no sucumbir y nos hace acoger y vivir plenamente el sentido de las palabras de Jesús: “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos” (v. 15). Los mandamientos no se nos han dado como una especie de espejo en el que vemos reflejadas nuestras miserias e incoherencias. No, no son así. La Palabra de Dios se nos da como Palabra de vida, que transforma el corazón, la vida, que renueva, que no juzga para condenar, sino que cura y tiene como fin el perdón. La misericordia de Dios es así. Una palabra que ilumina nuestros pasos. ¡Y todo esto es obra del Espíritu Santo! Es el Don de Dios, es Dios mismo, que nos ayuda a ser personas libres, personas que quieren y saben amar, personas que han comprendido que la vida es una misión para proclamar las maravillas que el Señor realiza en aquellos que confían en Él. Que la Virgen María, modelo de la Iglesia que sabe escuchar la Palabra de Dios y acoger el don del Espíritu Santo, nos ayude a vivir el Evangelio con alegría, sabiendo que el Espíritu nos sostiene, fuego divino que caldea nuestros corazones e ilumina nuestros pasos.” (Regina coeli, 17 de mayo de 2020)
- “En esa comunidad, después de la resurrección de Jesús, sólo uno se había quedado atrás y los otros lo esperaron. Actualmente parece lo contrario: una pequeña parte de la humanidad avanzó, mientras la mayoría se quedó atrás. Y cada uno podría decir: “Son problemas complejos, no me toca a mí ocuparme de los necesitados, son otros los que tienen que hacerse cargo”. Santa Faustina, después de haberse encontrado con Jesús, escribió: “En un alma que sufre debemos ver a Jesús crucificado y no un parásito y una carga… (Señor), nos ofreces la oportunidad de ejercitarnos en las obras de misericordia y nosotros nos ejercitamos en los juicios” (“Diario”, 6 septiembre 1937). Pero un día, ella misma le presentó sus quejas a Jesús, porque: ser misericordiosos implica pasar por ingenuos. Le dijo: “Señor, a menudo abusan de mi bondad», y Jesús le respondió: «No importa, hija mía, no te fijes en eso, tú sé siempre misericordiosa con todos” (24 diciembre 1937). Con todos, no pensemos sólo en nuestros intereses, en intereses particulares. Aprovechemos esta prueba como una oportunidad para preparar el mañana de todos, sin descartar a ninguno: de todos. Porque sin una visión de conjunto nadie tendrá futuro. Hoy, el amor desarmado y desarmante de Jesús resucita el corazón del discípulo. Que también nosotros, como el apóstol Tomás, acojamos la misericordia, salvación del mundo, y seamos misericordiosos con el que es más débil. Sólo así reconstruiremos un mundo nuevo.” (Homilía en la misa de la Divina Misericordia, día 19 de mayo de 2020)
- “Los hombres y las mujeres que rezan saben que la esperanza es más fuerte que el desánimo. Creen que el amor es más fuerte que la muerte, y que sin duda un día triunfará, aunque en tiempos y formas que nosotros no conocemos. Los hombres y mujeres de oración llevan en sus rostros destellos de luz: porque incluso en los días más oscuros el sol no deja de iluminarlos. La oración te ilumina: te ilumina el alma, te ilumina el corazón y te ilumina el rostro. Incluso en los tiempos más oscuros, incluso en los tiempos de dolor más grande.” (Audiencia general, día 20 de mayo de 2020)
(24.05.20)
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