LO TRIBUTARIO (nº 564)
Fuentes del Derecho (16): ¿un sistema tributario justo?
Establece el artículo 31.1 de la Constitución: “Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo…”. Y el artículo 3.1 LGT establece: “La ordenación del sistema tributario se basa en la capacidad económica de las personas obligadas a satisfacer los tributos y en los principios de justicia, generalidad, igualdad…”. Posiblemente, se podría considerar que el principio de capacidad económica es el medio más adecuado para conseguir un sistema tributario justo. Al respecto se puede recordar que, en la ordenación de los tributos que integran un sistema, una alternativa al principio de capacidad económica (lo que se tiene, lo que se gana, lo que se gasta) es el principio del beneficio (la utilidad que se obtiene de los servicios públicos) y que, también pueden ser principios ordenadores los fines extrafiscales (como la protección del medio ambiente). En todo caso, no se debe olvidar que de lo que se está tratando no es de cada tributo, sino del sistema tributario (impuestos, exacciones, contribuciones especiales, tasas; estatales, autonómicos y locales), lo que hace más difícil la apreciación.
No es razonable identificar sin más “lo justo” de un sistema tributario con la consideración y utilización de todos los principios y de todos los objetos. Así, el sistema tributario estatal distribuye sus impuestos por referencia a lo que se tiene (IP, ISyD), lo que se gana (IRPF, IS, IRNR) y lo que se gasta (IVA, ITP, II.EE) con lo que es general y duplicada la proyección del principio de capacidad económica: la renta que se gana (IRPF, IS, IRNR), se consume (IVA, ITP, IIEE) o se ahorra (IP, ISyD); las tasas y las contribuciones especiales (estatales, autonómicas y locales) tienen un alto componente del principio del beneficio; la tributación por hechos relacionados con la contaminación o la protección del medio ambiente, es frecuente en la fiscalidad autonómica; y la fiscalidad local contiene impuestos (IBI, IMIVTNU, ICIO…) que multiplican la exigencia tributaria. Y, a pesar de una fiscalidad de tan amplio espectro, la sensación generalizada es que el sistema tributario no es justo.
Ni siquiera la expresión vulgar: “Que pague más quien más tiene” se puede considerar un ideal de justicia (porque quien más gana no tributaria nada si se lo gasta todo). En todo caso, lo que no se puede negar es que la evolución de los impuestos respondía a un deseo de justicia: porque los terrenos tenían distinta fertilidad se pasó de la imposición calculada sobre la superficie a la calculada sobre los ingresos íntegros; y, como éstos podían depender de los gastos e inversiones, la tributación se refirió a la renta neta que resulta de restar de los ingresos los gastos necesarios para obtenerlos. El impuesto calculado sobre la renta personal fue un avance respecto de diversos impuestos reales exigidos sobre cada rendimiento, sin tener en cuenta la total capacidad económica de cada persona. Y la progresividad hizo al impuesto más justo que cuando era proporcional. El mínimo “no sujeto” mejora en la justicia respecto de la exención con progresividad y ésta respecto de la deducción y ésta respecto de la desgravación anterior a 1978. Aunque se haya retrocedido en otros aspectos como en el tratamiento de la renta irregular generada en varios años, las exenciones, los regímenes especiales. Y ¡la estimación objetiva!… Se anima el Taller de Tributación; unas voces tapan otras señalando injusticias tributarias en las normas, en la aplicación de los tributos. Otro día.
DE LO HUMANO A LO DIVINO
Inquietó la sugerencia de “pagar a soplones para destapar el fraude fiscal” que, según la noticia, se produjo en una reunión de inspectores. Pera la actualidad política parece que es fiscalmente más preocupante.
El cristiano sabe que se acerca el final del año litúrgico y aprovecha estos días para dar gracias a Dios, para hacer examen de conciencia, para revisar prácticas espirituales, poner al día industrias humanas, preparar una actualización de propósitos. Una buena guía pueden ser los capítulos 5 a 7 del Evangelio según san Mateo. Empezando por las vías que llevan al cielo: “Bienaventurados los pobres de espíritu…, bienaventurados los que lloran…, bienaventurados los mansos…, bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia…, bienaventurados los misericordiosos…, bienaventurados los limpios de corazón…, bienaventurados los pacíficos…, bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia… (Mt 5,3-11); siguiendo por la forma de vivir el cristianismo: “Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos (Mt 5,16); y repasando lo concreto: “Si al llevar tu ofrenda al altar recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, vete a reconciliarte con tu hermano, y vuelve después para presentar tu ofrenda…” (Mt 5,23). “Yo os digo que todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio en su corazón …” (Mt 5, 28). “Que vuestro modo de hablar sea: “Sí, sí”, “no”, “no”. Lo que exceda de esto viene del Maligno…” (Mt 5,37). “Al que quiera entrar en pleito contigo para quitarte la túnica, déjale también el manto. A quien te fuerce a andar una milla, vite con él dos. A quien te pida, dale; y no rehúyas al quiere de ti algo prestado…” (Mt 5,40-41). “Por eso, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5,48).
“Cuando des limosna, qu tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha, para que tu limosna quede en lo oculto, de este modo tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensará…” (Mt 6,3-4). “Cuando te pongas a orar, entra en tu aposento y, con la perta cerrada, ora a tu Padre, que está en lo oculto; y tu Padre que ve en lo oculto, te recompensará…” (Mt 6,6). “Cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lávate la cara, para que no adviertan los hombres que ayunas, sino tu Padre, que está en lo oculto, y tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensará…” (Mt 6,17-18). “Bien sabe vuestro Padre celestial que de todo eso estáis necesitados. Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se os añadirán. Por tanto, no os preocupéis porque el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su contrariedad” (Mt 6,34).
“Pedir y se os dará; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el pide, recibe; y el que busca, encuentra y al que llama se le abre… Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que lo pidan?” (Mt 7, 7-8 y 11). “Todo lo que aqueráis que hagan los hombres con vosotros, hacedlo también vosotros con ellos…” (Mt 7,12). “Entrad por la puerta angosta, porque amplia es la puerta y ancho el camino que conduce a la perdición, y son michos los que entran por ella” (Mt 7,13)
El cristiano confía en Dios que es amor (1 Jn 4, 8 y16). Nos sabemos amados por el Amor. El Señor “sostiene a los que van a caer y endereza a los que se encorvan… está cerca de los que le invocan… guarda a todos los que le aman” (Sal 144, 14. 18 y 20)
LA HOJA SEMANAL
(del 18 al 23 de noviembre)
Lunes (18)
La dedicación de las Basílicas de los Santos Pedro y Pablo (33ª TO)
Palabras: “De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua” (Mt 14,25)
Reflexión: “Ánimo, soy yo, no tengáis miedo”
Propósito, durante el día: Dame, Señor, la confianza de tu cercanía
Martes (19)
Santos Esxuperio y Feliciano, mártires (33ª TO)
Palabras: “Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa (Lc 19,5)
Reflexión: … Jesús le contestó: - Hoy ha sido la salvación de esta casa”
Propósito, durante el día: Ven, Señor, a mi alma, para que yo vaya a tus moradas
Miércoles (20)
San Basilio, obispo (33ª TO)
Palabras: “Como has sido fiel en lo poco ,..” (Lc 19,17)
Reflexión: … Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará lo que tiene”
Propósito, durante el día: Todo es tuyo, Señor, dame tu amor y tu gracia. Me basta.
Jueves (21)
La Presentación de la Virgen María
Palabras: “Todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos… (Mt 12,50)
Reflexión: … ése es mi hermano y mi hermana y mi madre”
Propósito, durante el día: Querida Virgen Niña, míranos, sonríenos, guíanos al Cielo
Viernes (22)
Santa Cecilia, virgen y mártir (33ª TO)
Palabras: “Mi casa es casa de oración” (Lc 19,46)
Reflexión: “Todos los días enseñaba en el templo”
Propósito, durante el día: Señor, enséñanos a orar
Sábado (23)
San Clemente I, papa (33ª TO)
Palabras: “Ya no pueden morir, son como ángeles; son hijos de Dios” (Lc 20,36)
Reflexión: Los que sean juzgados dignos de la vida futura
Propósito, durante el día: Dulce Madre, no te alejes; ven conmigo a todas partes
(la reflexión y el propósito los fija cada uno, claro)
Las lecturas del día 17, domingo (33º TO; ciclo C), nos preparan para el final del año litúrgico, nos llevan a pensar en la otra vida y nos ayudan a confiar: “Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas” (Mq 3); “Les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan” (2 Tes 3); “Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá” (Lc 21). Es tiempo de despertar el alma adormecida, de caminar con Dios, mirando el cielo.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
- “Jesús responde que la vida “pertenece a Dios”, que nos ama y se preocupa mucho por nosotros, hasta el punto de vincular su nombre al nuestro: es “el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Porque Él no es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para Él todos viven” (vv. 37-38). La vida “subsiste donde hay vínculo”, comunión, fraternidad; y es una vida más fuerte que la muerte cuando se construye sobre relaciones verdaderas y lazos de fidelidad. Por el contrario, no hay vida cuando pretendemos pertenecer sólo a nosotros mismos y vivir como islas: en estas actitudes prevalece la muerte. Es egoísmo. Si vivo para mí mismo, estoy sembrando la muerte en mi corazón.
Que la Virgen María nos ayude a vivir cada día en la perspectiva de lo que decimos en la parte final del Credo: “Creo en la resurrección de la carne y la vida eterna”. Esperamos el más allá.” (Angelus, día 10 de noviembre de 2019)
- “Pidamos al Padre, que ha elegido hacer de los esposos su “verdadera escultura viviente” (Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia”, 11). Creo que aquí hay recién casados: escuchad cual es vuestra vocación, debéis ser la verdadera escultura viviente, que derrame su Espíritu sobre todos los matrimonios cristianos para que, a ejemplo de Aquila y Priscila, abran las puertas de sus corazones a Cristo y a sus hermanos y hermanas y transformen sus hogares en iglesias domésticas. Hermosa palabra: una casa es una iglesia doméstica, donde vivir la comunión y ofrecer el culto de la vida vivida con fe, esperanza y caridad. Tenemos que rezar a estos dos santos: Áquila y Prisca, para que enseñen a nuestras familias a ser como ellos: una iglesia doméstica donde hay humus para que la fe crezca.” (Audiencia general, día 13 de noviembre de 2019)
(17.11.19)
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